Adaptación de la consulta dental a pacientes con discapacidad
Autora principal: Cristina Isabel García Pena
Vol. XX; nº 07; 262
Adaptation of the Dental Office for Patients with Disabilities
Fecha de recepción: 21 de febrero de 2025
Fecha de aceptación: 27 de marzo de 2025
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XX. Número 07 Primera quincena de abril de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 07; 262
Autores:
Cristina Isabel García Pena, Graduada en Odontología (USC), Odontóloga en Servicio Gallego de Salud (SERGAS)
Melina Rodríguez López, Graduada en Odontología (USC), Odontóloga en Servicio Gallego de Salud (SERGAS)
Alba Gómez Pacheco, Técnico Superior en Higiene Bucodental, Higienista Bucodental en Servicio Gallego de Salud (SERGAS)
Resumen
La atención odontológica a pacientes especiales requiere de un enfoque integral que contemple tanto la adaptación del espacio físico como la personalización del tratamiento. Es fundamental eliminar barreras arquitectónicas y garantizar la accesibilidad a las instalaciones para pacientes con discapacidades físicas, sensoriales o mentales. Además, el personal debe estar capacitado para identificar y manejar las necesidades particulares de cada paciente, como sus condiciones médicas previas, tratamientos farmacológicos o limitaciones psicológicas. La implementación de medidas de seguridad, como la disponibilidad de equipos de emergencia y la correcta documentación médica, es esencial para prevenir complicaciones y asegurar la salud de estos pacientes. En resumen, un gabinete odontológico accesible, bien equipado y adaptado contribuye a ofrecer un cuidado de calidad y a mejorar la experiencia del paciente especial.
Palabras clave
Discapacidad, adaptación, gabinete dental
Abstract
Dental care for special patients requires a comprehensive approach that includes both physical space adaptations and personalized treatment. It is essential to remove architectural barriers and ensure accessibility to the facilities for patients with physical, sensory, or mental disabilities. Additionally, staff must be trained to identify and address the specific needs of each patient, such as their pre-existing medical conditions, medications, or psychological limitations. The implementation of safety measures, such as having emergency equipment available and proper medical documentation, is crucial to prevent complications and ensure the patient’s health. In summary, an accessible, well-equipped, and adapted dental office contributes to providing quality care and improving the experience for special patients.
Keywords
Disability, adaptation, dental office
DECLARACIÓN DE BUENAS PRÁCTICAS
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.
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INTRODUCCIÓN
1.1.- Concepto de “paciente especial”
Cuando hablamos de pacientes especiales, esta clasificación incluye a pacientes médicamente comprometidos, con enfermedades sistémicas previas, riesgo médico, pacientes adultos mayores complejos, discapacitados mentales, discapacitados físicos, psíquicos y sensoriales. La Organización Mundial de la Salud define la discapacidad como un término genérico que incluye deficiencias de funciones y/o estructuras corporales, limitaciones en la actividad y restricciones en la participación e interacción entre un individuo y su entorno. Una deficiencia genera una disminución o ausencia de capacidad dentro de los límites normales, lo que coloca al individuo en una situación de desventaja social.
1.2- Factores que determinan que un paciente es especial
- Sistémicos: si padece alguna enfermedad, discapacidad física o psíquica (cardíaca, pulmonar, renal, hepática, endocrina, infecciosa, de coagulación, ósea, autoinmune, neurológica, psiquiátrica, malformaciones congénitas, trasplantes, etc.)
- Farmacológicos: si recibe tratamiento con algún fármaco; si es alérgico a medicamentos, anestesia o cualquier otra sustancia.
- Psicológicos: si el paciente padece algún estado depresivo, miedos o ansiedad no diagnosticados.
- Tóxicos: tabaco, ingesta de alcohol, consumo de otras sustancias tóxicas.
- Socioeconómicos: tiempo disponible para el paciente; Hábitos de higiene bucal, recursos económicos.
2.- ADAPTACIÓN DE UN GABINETE ODONTOLÓGICO A UN PACIENTE ESPECIAL
2.1.- Eliminación de barreras
Conviene tener en cuenta la reducción de 1/3 de la altura de las personas en sillas de ruedas, y también la altura de la vista, con evidentes problemas frente a mostradores altos, así como frente a otros muebles. Además, se expande hasta el doble de su tamaño normal, en el caso de un paciente en silla de ruedas, y también en el caso de que el paciente necesite ser ayudado por otra persona, limitando la zona de alcance de objetos como tiradores de puertas, etc.
2.2.- Ruta hacia la consulta
Deberá cumplir las siguientes condiciones:
– Aparcamientos: Es necesario prever un acceso cómodo para pacientes discapacitados, con dimensiones adecuadas, y lo más próximo posible al acceso peatonal, quedando prohibido su uso a personas sin discapacidad (siempre que no vayan acompañadas). Sus medidas tendrán un ancho mínimo entre 3,20 y 3,60, con un fondo mínimo entre 4,50 y 6,00 metros.
– Aceras: Deberán ser de pavimento duro antideslizante, sin salientes entre piezas y con la anchura suficiente para permitir el paso de una persona en silla de ruedas. Se recomienda un ancho de 1,80 metros, y con el borde de separación entre peatones y vehículos de ruedas de esquina redondeada, con una altura máxima de 12-14 cm, que deberá rebajarse hasta el nivel de la acera en pasos de peatones y esquinas.
– Rampas exteriores: Se controlará su pendiente longitudinal. Debe ser lo suficientemente ancho como para permitir el paso simultáneo de dos personas.
2.3.- Acceso al edificio
– Entrada: El acceso deberá realizarse mediante rampas hasta el ascensor. Están prohibidas las puertas giratorias, se permiten puertas correderas. Las puertas de cristal de seguridad dispondrán de zócalo de protección de 40 cm de altura y banda de señalización horizontal de color, a una altura comprendida entre 0,60 y 1,20 cm. El ancho libre mínimo en puertas de acceso deberá estar entre 0,80-0,90 m y la altura de pulsadores de timbre 1,40 m.
– Ascensores: La puerta deberá medir al menos 0,80 m, señalizándose la apertura mediante un aviso acústico para personas con discapacidad visual. Deben ser automáticos, y además dejar tiempo para acceder al interior. Las dimensiones mínimas de la cabina son de 0,9 x 1,2 a 1,1 x 1,4 m. Los botones de control en los espacios de acceso se colocarán a una altura no superior a un metro. Además, se colocarán indicadores luminosos y acústicos de llegada en cada uno de los espacios de acceso, y luminosos en el sentido de marcha del ascensor. Se debe colocar un pasamanos alrededor de la cabina a una altura de 85-95 cm. Se evitará el uso de moquetas o moquetas sueltas por el peligro de arrastre de las ruedas.
– Comunicaciones verticales:
* Escaleras (siempre complementadas con rampa o ascensor): Las personas mayores y pacientes con bastones o muletas suelen preferir este acceso a la rampa. El tramo tendrá menos de 16 escalones, con un ancho mínimo de 1,20 m., con escalones cada 1,20 -1,50 m. desnivel y al menos 1,5 x 1,5 m. Las huellas serán de material antideslizante. No puede haber un escalón más alto o más bajo. Es conveniente colocar una barandilla a ambos lados, extendida 0,30 m. en los extremos
* Pasamanos: Se ubicarán a una altura comprendida entre 90 y 95 cm., con un diámetro comprendido entre 4 y 6 cm. Se colocarán protecciones en ambos lados.
* Rampas: Deberán tener un ancho libre mínimo de 1,20 m. El pavimento será antideslizante, y con una pendiente máxima definida según el trazado. Deben existir escalones que permitan el descanso del paciente discapacitado ante tramos largos de rampa: uno de 1,10 – 1,50 m. por cada 10m. Se recomienda colocar un borde – guía, a modo de banda lateral de protección a lo largo de su desarrollo, para evitar que las sillas de ruedas se deslicen lateralmente.
2.4.- Consultorio
– Corredores generales de comunicación interior: El pavimento deberá ser de un material adecuado, que permita la circulación en línea recta con un ancho libre mínimo variable (0,90-1,50m). Se tendrá especial cuidado en los cruces de los distintos pasillos, donde se dispondrá de unas dimensiones mínimas que permitan la maniobrabilidad, y se dejará espacio libre para realizar el giro de una silla de ruedas, siendo necesario 1,35 x 1,35 m. para giro de 90º, 1,35 x 1,50 m. para 180º de rotación e incluso 1,50 x 1,50 para permitir rotaciones totales (360º).
– Puertas de comunicación interior: Las dimensiones de apertura libre oscilan entre 0,80 y 0,70 m. A ambos lados de las puertas quedará un espacio libre horizontal de 1,20 m. de profundidad Es preferible utilizar manivelas en las puertas y también es importante disponer de un mecanismo de reducción de velocidad en las puertas batientes de cierre automático. Las puertas correderas de cierre automático estarán equipadas con ‘bordes sensibles’ o dispositivos que las abran automáticamente en caso de atrapamiento, y tendrán una franja indicativa de color a una altura comprendida entre 0,60 y 1,20 m. En el caso de instalar puertas de cristal se deberá utilizar cristal de seguridad, recomendándose un zócalo de protección de al menos 40 cm de altura. También contarán con una banda de señalización horizontal entre 0,60 y 1,20 m. de altura que pueda identificarse con personas con discapacidad visual.
-Aseos: Se prestará especial atención a las puertas de acceso a estos espacios, con una apertura mínima de 0,80 m y recordando que deberán abrirse hacia el exterior (o ser correderas). Una vez dentro del baño, el paciente discapacitado necesita un ‘espacio libre de maniobra’, para maniobrar si tiene silla de ruedas, o bien para poder ser ayudado por otra persona, si es el caso. Es conveniente que el fregadero no tenga pedestal. Se establece la necesidad de colocar barras o tiradores a un nivel superior a la tapa del inodoro (0,65 -0,75).
-Gabinete: El espacio libre mínimo que se debe encontrar en el gabinete es de 1’50 m para permitir que un paciente en silla de ruedas pueda girar completamente. El lugar donde será atendido el paciente dependerá de la posición que tenga que adoptar. Si el tratamiento se puede aplicar en posición erguida, mantendremos al paciente en su silla de ruedas, acercando la fuente de luz y las mangueras de aspiración y turbina. Por ello es muy importante disponer de instrumentos móviles que permitan su traslado hasta el paciente.
– Sillón dental: Para la asistencia de pacientes con discapacidad física, el traslado al sillón puede convertirse en una odisea. En el caso de una silla de ruedas, una forma de hacerlo es utilizar una tabla que se apoye entre el sillón dental y la silla de ruedas, permitiendo trasladar al paciente del sillón al sillón convencional con una fácil maniobra. Otra opción, más cara, es el uso de elevadores eléctricos que convierten una silla de ruedas en un sillón dental. Sin embargo, su coste puede resultar excesivo para un gabinete privado y en la práctica su uso queda relegado a instituciones públicas. Una vez en la silla, si son precisos para pacientes con discapacidad mental, se pueden utilizar métodos de inmovilización para asegurar la estabilidad y evitar que el paciente se caiga; es posible utilizar tiras de velcro autoadhesivas o vendas elásticas. No se utiliza en nuestro país el uso de otros inmovilizadores (vacío, presión positiva, etc…) del tipo utilizado en las camillas de los servicios de urgencias médicas para el transporte adaptados al sillón dental. Otro aspecto relacionado con el tema de la atención domiciliaria a pacientes discapacitados es el uso de sillas de ruedas portátiles y ligeras. También es muy útil utilizar una silla de ruedas especial para diversos tratamientos. Debe ser regulable en altura e inclinación para posicionar al paciente; fácilmente transportable, poco voluminoso y fácil de almacenar, aportando gran estabilidad y resistencia.
2.5.- Medidas especiales
En el caso de pacientes con discapacidad mental, en ocasiones es necesario utilizar medidas anestésicas especiales (ver anestesia general) o medidas de sujeción al sillón dental, como ya se ha comentado anteriormente. También es muy importante realizar una historia clínica óptima, en la que se registre la patología que tiene nuestro paciente, que en el caso de pacientes especiales suele ser mucha y asociada, para poder establecer un correcto tratamiento y una correcta prevención de las infecciones. o patologías asociadas al tratamiento odontológico, en su caso.
Por otro lado, cuando se trata de pacientes especiales, que suelen padecer enfermedades sistémicas, la necesidad de contar con un DESA es alta, ya que las emergencias con parada cardiorrespiratoria pueden ocurrir con mucha más facilidad que en un paciente sano. Finalmente, para los pacientes ciegos es conveniente disponer de folletos en Braille; para los afectados de hipoacusia tendremos que colocar indicadores luminosos y/o colorimétricos para facilitar el diagrama de ruta dentro del servicio de asistencia.
BIBLIOGRAFÍA
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