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Alimentación de la mujer gestante y/o lactante

Alimentación de la mujer gestante y/o lactante

Autor principal: Carlos Gimillo Monterde

Vol. XIX; nº 19; 880

Nutrition of pregnant and/or breastfeeding women

Fecha de recepción: 10/09/2024

Fecha de aceptación: 10/10/2024

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XIX. Número 19 Primera quincena de Octubre de 2024 – Página inicial: Vol. XIX; nº 19; 880

AUTORES:

Mónica Pérez Fernández. Dietista-Nutricionista en Centro de Salud Ribadeo-Mondoñedo, Lugo, Galicia, España.

Lucía Rodríguez Andión. Dietista-Nutricionista en Centro de Salud Corgo-Meira, Lugo, Galicia, España.

RESUMEN

Es fundamental que la alimentación de la mujer embarazada y en periodo de lactancia sea adecuada para garantizar la salud de la madre y del niño. Durante el periodo de gestación y amamantamiento, se incrementan los requerimientos nutricionales, por lo que es imprescindible mantener una alimentación balanceada que brinde todos los nutrientes necesarios.

Durante la gestación, la mujer requiere más calorías, sobre todo en la segunda y tercera etapa del embarazo.

Las proteínas son esenciales para el crecimiento y desarrollo del feto. Los alimentos recomendadas son carnes magras, pescado, huevos, legumbres y productos lácteos.

Además, el ácido fólico previene malformaciones en el tubo neural. Se halla en verduras de hojas verdes, frutas cítricas, legumbres y cereales enriquecidos.

El hierro es esencial para evitar la anemia y garantizar una correcta oxigenación al bebé. Se aconseja consumir 27 mg de hierro al día, el cual se encuentra en carnes rojas, espinacas, lentejas y cereales fortificados.

El consumo de calcio es crucial para la formación de los huesos y dientes del bebé. Alimentos con alto contenido de calcio incluyen lácteos, brócoli y almendras.

El omega 3 es esencial para el crecimiento del cerebro del bebé. Es recomendable incluir en la dieta pescados como el salmón, nueces y semillas de chía.

Es esencial permanecer bien hidratada, así que se recomienda consumir entre 8 y 10 vasos de agua diariamente.

Durante la lactancia, las mujeres requieren un aumento de 400-500 calorías diarias para garantizar una producción de leche.

La producción de leche necesita una cantidad adecuada de líquidos, por lo tanto es crucial mantenerse bien hidratado.  Es crucial seguir una alimentación que contenga altos niveles de proteínas y grasas beneficiosas para la salud. Se aconseja consumir alimentos como pescado, nueces, semillas y aceites vegetales.

PALABRAS CLAVE

Nutrición, embarazo, lactancia, nutrientes, salud.

ABSTRACT

It is essential that the diet of pregnant and breastfeeding women is adequate to ensure the health of mother and child. During pregnancy and breastfeeding, nutritional requirements increase, so it is essential to maintain a balanced diet that provides all the necessary nutrients.During pregnancy, women require more calories, especially in the second and third stages of pregnancy.Proteins are essential for the growth and development of the fetus. The recommended foods are lean meats, fish, eggs, legumes and dairy products.In addition, folic acid prevents malformations in the neural tube. It is found in green leafy vegetables, citrus fruits, legumes and fortified cereals.Iron is essential to avoid anemia and to ensure proper oxygenation of the baby. It is advisable to consume 27 mg of iron per day, which is found in red meat, spinach, lentils and fortified cereals.Calcium intake is crucial for the formation of the baby’s bones and teeth. Foods high in calcium include dairy products, broccoli and almonds.Omega-3 is essential for the growth of the baby’s brain. It is advisable to include fish such as salmon, walnuts and chia seeds in your diet.It is essential to stay well hydrated, so it is recommended to consume 8 to 10 glasses of water daily.During lactation, women require an increase of 400-500 calories daily to ensure milk production.Milk production requires an adequate amount of fluids, so it is crucial to stay well hydrated.  It is crucial to follow a diet that contains high levels of protein and fats beneficial to health. It is advisable to consume foods such as fish, nuts, seeds and vegetable oils.

KEYWORDS

Nutrition, pregnancy, breastfeeding, nutrients, health.

DECLARACIÓN DE BUENAS PRÁCTICAS

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.

INTRODUCCIÓN

La alimentación de la mujer gestante y/o lactante se basa en la nutrición previa a la concepción y deberá hacer frente a las deficiencias nutricionales que la mujer pudiese arrastrar. Las estrategias en la alimentación para estas etapas fisiológicas deben contemplarse durante toda la vida fértil, de esta manera se asegura el óptimo estado nutricional al inicio de la gestación y, desde ahí, individualizar las necesidades pertinentes de cada nutriente con el fin de satisfacer los requerimientos del ciclo reproductivo en el que se encuentra.

La dieta de la madre influye en la salud del bebé, a corto y a largo plazo.

ALIMENTACIÓN DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA

La alimentación materna durante el embarazo y la lactancia influye de manera importante en la salud del bebé, tanto a corto como a largo plazo.

Durante la gestación, el crecimiento del feto depende de los nutrientes que la madre ingiere para formar los órganos y sistemas del bebé. El ácido fólico es fundamental para el crecimiento del cerebro y la médula espinal, en tanto que el calcio es necesario para la creación de huesos y dientes.

Para garantiza la prevención de malformaciones congénitas es importante consumir alimentos con alto contenido de ácido fólico, hierro y otros micronutrientes ya que pueden prevenir defectos congénitos, como la espina bífida y la anemia fetal.

El bajo peso al nacer puede ser evitado con una dieta balanceada, lo cual se relaciona con un aumento en la probabilidad de enfermedades infantiles como infecciones y problemas respiratorios.

Los ácidos grasos omega-3, que se encuentran en pescados grasos, son fundamentales para el crecimiento del cerebro y la vista del bebé.

Durante el período de lactancia, la calidad de la dieta de la madre influye en la composición de la leche materna, la cual es la principal fuente de alimentación para el bebé. Una alimentación con alto contenido nutricional garantiza que el bebé ingiera todas las vitaminas, minerales y grasas fundamentales.

El sistema inmunológico del bebé se ve fortalecido con una adecuada alimentación durante la lactancia, lo que le ayuda a protegerse de infecciones y enfermedades.

Los sabores de la comida que la madre ingiere pueden transferirse a la leche materna, lo que puede afectar las preferencias alimentarias del bebé a medida que crece. En esta etapa se forman los gustos alimenticios.

La alimentación de la madre tiene un impacto en el bebé no solo a corto plazo, sino también a largo plazo.

MUJER GESTANTE

Durante todo el embarazo es importante consumir una dieta variada que incluya alimentos con alta densidad de nutrientes como lácteos, verduras, hortalizas, frutas y cereales integrales.

En la segunda mitad de la gestación se ven incrementados los requerimientos de energía, proteínas y algunos micro nutrientes, entre los que cabe destacar:

Aporte extra de energía: +250‐300 kcal/día, principalmente a base de leche y productos lácteos. Una mujer embarazada no debe «comer para dos» como siempre se ha dicho. De hecho, sólo en la última parte de la gestación es necesario aumentar el aporte calórico de la dieta. Una ganancia de peso de unos 12.5 kg (11 ‐16kg) en una mujer que antes de quedarse embarazada tenía un peso adecuado, puede ser un objetivo óptimo para evitar riesgos y complicaciones durante la gestación. La mayor parte de la energía debe proceder de los hidratos de carbono (55% kcal (unos 400g/día), principalmente complejos (cereales, legumbres, hortalizas, …).

Aumentar en 15 g/día los requerimientos de proteína, establecidos en una mujer adulta en unos 41‐43 g/día (total: 56‐58 g/día). El consumo de proteínas debe suponer un 12‐15% de la energía total consumida.

Es importante cuidar el aporte de grasa y su calidad. La grasa debe aportar un 25‐35% de las calorías de la dieta, principalmente monoinsaturada (por ej. aceite de oliva) y polinsaturada (pescados grasos como atún, salmón, sardinas, etc.)

Aporte extra de calcio: +600 mg/día (3‐4 raciones de lácteos al día). Las principales fuentes de calcio de la dieta son la leche y sus derivados (yogur, queso, etc.). Los pescados pequeños, como las sardinas enlatadas o los boquerones fritos, cuando se consumen enteros (con las espinas), algunas hortalizas y leguminosas y los alimentos fortificados contienen también cantidades apreciables de este mineral.

Aporte extra de ácido fólico: +200 mcg/día (total 600 mcg/día), el aporte dietético no es suficiente para cubrir los requerimientos de ácido fólico, por lo que la suplementación al inicio de la gestación o en el periodo preconcepcional de manera más general parece necesaria para disminuir el riesgo de tener niños con defectos de cierre del tubo neural como, por ejemplo, espina bífida. Todas las mujeres en edad fértil deberían cuidar el aporte de este nutriente. El ácido fólico se encuentra en las verduras de hoja verde (espinacas, acelgas, …), hígado, legumbres y cereales fortificados. Hay que tener en cuenta que se destruye fácilmente por el calor y el oxígeno, por lo que es recomendable minimizar el tratamiento culinario en las verduras.

Como es difícil aportar los 400 – 600 mcg necesarios únicamente a través de los alimentos, será útil el uso de suplementos o alimentos fortificados con este nutriente, algo que debe prescribir su médico.

Mayores ingestas de hierro: +0,9 mg/día, necesarios para el crecimiento de la placenta y del feto. La falta de la menstruación, que supone ya un ahorro de este mineral, y la mayor absorción de hierro en esta etapa, pueden hacer que muchas mujeres no necesiten un suplemento de hierro. Sin embargo, en otras, especialmente las más jóvenes, la prevalencia de anemia es alta, por lo que la suplementación con hierro se recomienda de forma generalizada durante el último trimestre de gestación, y desde el inicio si hay sospecha de anemia

Cuidar el aporte de yodo, la yodación de la sal puede ser una vía de incorporación de yodo a la dieta, aun así, debe asociarse un suplemento desde antes de la concepción que se mantenga hasta el final de la lactancia; cinc, magnesio y potasio y de vitaminas, especialmente las del grupo B, se encuentran sobre todo en la leche, cereales integrales, pescados, carnes y en algunas verduras.

Recomendaciones generales:

  • Consumir una dieta variada y con alta densidad de nutrientes. Esto garantiza un equilibrio nutricional.
  • Repartir los alimentos en 5 comidas al día (20% de las calorías en el desayuno, 10% media mañana, 30% comida, 10% merienda y 20% en la cena, por ejemplo).
  • No picar entre horas.
  • Cuidar especialmente el aporte de calcio, hierro y ácido fólico; el consumo de fibra debe ser de 35 g/ día, unos 15 g / 1000 Kcal, para evitar el estreñimiento junto con ingesta de líquidos y realizar actividad física.
  • Aumentar el consumo de lácteos, cereales, frutas y verduras.
  • Usar preferentemente aceite de oliva y moderar el uso de la sal y de azúcares sencillos.
  • Cuidar el consumo de agua y líquidos para conseguir una buena hidratación (2,5 litros/día).
  • No consumir alcohol ni tabaco; evitar las sustancias estimulantes (café, té).
  • Realizar actividad física diariamente, al aire libre.

LACTANCIA

Una dieta adecuada durante al embarazo es la mejor preparación para la lactancia. Durante la lactancia la mujer necesita mayor cantidad de todos los nutrientes (energía, proteína, todas las vitaminas, calcio, fósforo, magnesio, cinc, cobre y selenio) producir leche, la cual debe aportar la energía, nutrientes y líquido que el bebé necesita.

Es importante:

Aporte extra de energía: + 500 kcal/día. Durante los 3‐6 primeros meses la madre suele producir unos 800 ml de leche al día. La energía necesaria para ello procede del aporte extra de calorías a partir de la dieta, pero también de los almacenes de grasa acumulados durante la gestación y de la energía ahorrada por cambios en la tasa metabólica y de una vida más sedentaria.

Este consumo extra de energía, a partir de una dieta variada, garantiza el aporte de minerales y vitaminas. Un 50‐60% de la energía debe proceder de hidratos de carbono y menos de un 30‐35% de grasa (principalmente monoinsaturada, 12‐17% kcal).

Aumentar en 25 g/día los requerimientos habituales de proteína, establecidos en una mujer adulta en unos 41‐43 g/día (total: 66‐68 g/día).El consumo de proteínas de alto valor biológico debe suponer un 12‐20%de la energía total consumida. Para sintetizar 1g de proteína de leche materna se necesitan 2g de proteína disponible en la dieta.

Aporte extra de calcio: +700 mg/día (4‐6 raciones de lácteos al día).

Cuidar especialmente el aporte de líquidos: 2,5 ‐ 3,5 litros/día.

Aporte extra de ácido fólico: +100 mcg/día (total 500 mcg/día).

Cuidar el aporte de vitamina D. Esta se encuentra principalmente en los pescados grasos, huevos y lácteos.

Recomendaciones generales:

Las mismas que para la mujer gestante con las siguientes diferencias:

  • Controlar el consumo de alimentos que modifican las características sensoriales de la leche (alcachofas, ajos, cebollas, coles, espárragos, pimientos, puerros, repollo, etc.).
  • Cuidar especialmente el consumo de agua y líquidos para conseguir una buena hidratación (2,5 ‐ 3,5 litros/día).

EJERCICIO FÍSICO EN MUJERES GESTANTES

Hacer actividad física durante el embarazo tiene muchos beneficios para la madre y el bebé si se hace de forma segura y apropiada.

Ventajas de hacer ejercicios físicos durante el embarazo:

  • Mejora física: Ayuda a la madre a manejar los cambios corporales y el parto al mantener fuerza, flexibilidad y resistencia muscular.
  • Control de peso: Contribuye a mantener un peso adecuado, lo cual puede disminuir las probabilidades de padecer diabetes gestacional y otras complicaciones.
  • Mejora del ánimo: Hacer ejercicio libera endorfinas, lo cual contribuye a disminuir el estrés, la ansiedad y los síntomas de depresión durante el embarazo.
  • Disminución de la sensación de dolor: Practicar ejercicio durante el embarazo puede ayudar a aliviar molestias habituales, como el dolor de espalda, al corregir la postura y fortalecer la musculatura.
  • Preparación para el parto: Fortalece los músculos necesarios para el parto, lo que puede hacer que el parto sea más fácil y la recuperación después del parto sea mejor.
  • Prevención del estreñimiento: Mantenerse activo físicamente ayuda a regular el movimiento intestinal, disminuyendo la posibilidad de padecer estreñimiento.

Rutina de ejercicios sugerida:

  • Paseos: Seguros y simples de ajustar a diversos niveles de forma física.
  • Nadar: El cuerpo es sostenido por el agua, lo que disminuye el riesgo de lesiones y alivia la presión en las articulaciones.
  • Yoga Prenatal: Aumenta la flexibilidad, mejora la respiración y disminuye el estrés.
  • Los ejercicios de Kegel son clave para fortalecer los músculos del suelo pélvico, los cuales son fundamentales durante el embarazo y la recuperación después del parto.

Precauciones:

  • Consultar al Médico: Antes de comenzar o continuar una rutina de ejercicio, es esencial que la mujer gestante consulte a su médico para asegurarse de que es seguro.
  • Evitar ejercicios de alto impacto: Deportes de contacto, saltos intensos, o actividades que puedan causar caídas deben ser evitados.
  • Hidratación y descanso: Es fundamental mantenerse bien hidratada y no sobrecargar el cuerpo. Escuchar al cuerpo y descansar cuando sea necesario es clave.
  • Evitar el calor extremo: No hacer ejercicio en ambientes muy calurosos o húmedos para prevenir el sobrecalentamiento.

CONCLUSIONES:

La nutrición materna no solo afecta al bebé en el corto plazo, sino que también puede tener efectos duraderos en su salud, como la reducción del riesgo de desarrollar enfermedades crónicas en la vida adulta, incluyendo obesidad, diabetes y enfermedades cardíacas.

En resumen, una dieta equilibrada y rica en nutrientes durante el embarazo y la lactancia es crucial para el desarrollo y la salud futura del bebé.

Y por otra parte, el ejercicio físico moderado durante el embarazo es beneficioso para la madre y el bebé, pero siempre debe realizarse con precaución y bajo la supervisión de un profesional de la salud.

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