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Alimentación en la edad infantil

Preocupación por la imagen corporal

Los cambios en la altura y el peso del niño, además de afectar a su desarrollo motor, también tienen efectos importantes en el desarrollo social y en la personalidad de los niños. Las características físicas del niño afectan a cómo los demás niños se comportan con él. Esas actitudes repercuten en la imagen corporal que los niños tienen de sí mismos y en el estatus social entre sus compañeros. La comparación de su imagen con los prototipos sociales (sobre todo en las niñas) ya es evidente y en muchos casos se muestran insatisfechos con su cuerpo. La autoestima puede quedar afectada por esta insatisfacción.

Factores psicosociales

También existen otros factores que pueden modificar la alimentación infantil:

Ambiente familiar: La familia influye en los niños de forma decisiva, ya que éstos aprenden imitando a sus mayores. Así adquieren los buenos y los malos hábitos, incluida la alimentación.

El trabajo de las mujeres: Actualmente las mujeres tienen menos tiempo para elaborar comidas. Existe un menor control sobre la alimentación familiar. Por eso, una mejor educación nutricional de todos los miembros de la familia facilitará una alimentación saludable.

Condiciones económicas: Habitualmente una economía baja, condiciona la selección de comidas de peor calidad, sin hacer el esfuerzo de pensar en posibles combinaciones que no suponen una mayor carga económica.

Televisión: El tiempo que los niños le dedican a la televisión, hace que disminuya su actividad física y por lo tanto su gasto energético. Además, están muy influenciados por los anuncios de televisión sobre los alimentos. Algunos de estos alimentos son los que eligen para su dieta, sin plantearse su calidad.

La moda: Hay que tener en cuenta que no todo lo que el mercado ofrece como novedoso es lo más adecuado ni aconsejable. Diferentes formas de alimentos comerciales son fruto del marketing y no de la razón nutricional.

Los periodos de enfermedad: Los niños que enferman con frecuencia, o que pasan largos periodos de tiempo en cama, lo reflejan en sus hábitos alimentarios. En este sentido, hay que saber que cuando el problema exige la modificación de la alimentación, hay que modificar la dieta.

Comidas fuera de casa: Los niños hacen muchas de las comidas fuera de casa a tenor de lo que decidan los servicios de comida o catering, o bien sirviéndose de bocadillos. Este condicionante se debe tener muy en cuenta a la hora de elaborar las comidas que se realizan dentro de la casa, de forma que se compensen los déficits que se puedan producir.

Roles de padres y la escuela

La escuela, los padres/tutores y el equipo de salud, deben erigirse como elementos educativos claves para concienciar de la importancia de una alimentación saludable, haciendo énfasis en:

– La enseñanza teórica: el colegio constituye un espacio ideal para dar a conocer al niño las bases de una alimentación saludable.

Este tipo de intervenciones educativas que promueven la salud en la escuela, hacen que aumente el consumo de alimentos vegetales, que se reduzcan las grasas saturadas y que aumente la actividad física de los niños.

– La enseñanza práctica: el comedor escolar es el medio donde se deben poner en práctica los conocimientos adquiridos en el aula. En él se deben desarrollar hábitos alimentarios saludables basados en las guías alimentarias y respetar, en la medida de lo posible, los hábitos alimentarios de los escolares, sobre todo cuando provengan de otras culturas y creencias.

También se tiene que establecer una buena comunicación con la familia, para que la comida que se efectúa en el comedor escolar, y las que se realicen en el hogar, sean complementarias y configuren una dieta equilibrada.

COMIDAS ESCOLARES

La mayoría de niños, suelen comer en el comedor de su centro, ya sea por el trabajo de los padres y no pueden comer en casa con ellos o por motivos alimenticios cuando necesitan una dieta concreta durante el día a día que en su casa no le pueden ofrecer. Esto comporta que la alimentación en los centros escolares juegue un papel muy importante en la alimentación.

Debemos saber que el menú escolar, debe aportar entre un 30% i un 35% de las necesidades energéticas diarias que un niño necesita para desarrollar con total normalidad sus ejercicios tanto mentales como físicos; también debe ajustarse a las necesidades de micronutrientes esenciales.

La estructura básica de la que debe estar compuesto el menú es:

  • Primer plato:
  • Pasta o arroz
  • Legumbre y verdura o patatas
  • Verdura y patatas
  • Segundo plato:
  • Carne
  • Pescado
  • Huevos y ensalada o verdura
  • Postre:
  • Lácteo y/o fruta

Se tiene que saber que los menús ofrecen la posibilidad de elegir, la oferta debe estar coordinada para que la elección se ajuste siempre a la estructura básica. En estos casos, la educación nutricional de los escolares debe ser suficiente para que se corresponda con una buena acción a la hora de elegir los alimentos o platos a la hora de comer.

Cuando los niños coman en un centro escolar los padres deben tener una seria de recomendaciones que les ayuden a mejorar la alimentación de sus niños: Los padres deben conocer siempre los alimentos que componen el menú así les permitirá hacer un menú compensador para la cena.

Las recomendaciones vinculantes en materia de alimentación por parte de las empresas deben ser: Las cantidades mínimas por plato y según la edad; textura y forma de presentación; aportes grasos; está prohibido el uso de mayonesas, cremas y productos de bollería; se debe utilizar huevo pasteurizado y carnes magras; cuidados en el transporte de alimentos y temperatura y por ultimo notificar los cambios de menús y guardar muestra, adecuadamente refrigerada de platos servidos durante tres días.

Por último, se debe hacer entrega a los alumnos de una guía de menús mensual para que sepan exactamente el menú de cada comer cada día, de esta manera evitaremos que se sorprenda a la hora de comer por si existe algún tipo de alergia que pueda comprometer la salud del niño, poder avisar con antelación y poder cambiar el menú por parte de la compañía que ofrece el servicio de comida escolar en el centro. También se debe insistir en que el comedor escolar puede y debe ser un marco en el que el día a día de los niños adquieran unos mejores hábitos alimentarios y comprendan las normas para la buena práctica durante toda la vida que favorezca la buena salud también durante toda la vida.

ACTIVIDAD FÍSICA EN EL NIÑO

La actividad física del niño en la edad escolar es muy importante para un correcto crecimiento, asimilación de los nutrientes y prevención de enfermedades.

A esta edad los niños están llenos de energía, así que debemos ayudar a aprovecharla al completo. Los niños escolares tienen que realizar por lo menos 60 minutos de ejercicio moderado al día. También es recomendado incluir 2 veces a la semana actividades que aumentan la fuerza muscular, la flexibilidad y mejoran el esqueleto como el ballet, la danza. A la par se puede iniciar otras actividades como clases de pintura, música o idiomas que ayudaran a mejorar sus aptitudes mentales.

El sueño reparador es muy importante. El niño a esta edad debe dormir como mínimo 8 horas, en su propio dormitorio. De esta manera conseguiremos una mejor recuperación de la energía de los niños para que puedan hacer sus actividades el día siguiente. Si los niños no descansan, el día siguiente no rendirán a su máximo nivel.

En relación a la televisión y juegos de video, es aconsejable entre una y dos horas al día, en especial, programas o juegos que estimulen su creatividad o desarrollo motriz. El sentarse más horas frente a un televisor u ordenador, promueve el sedentarismo y la obesidad.

Para evitar la deshidratación, a causa de la perdida de líquidos durante el ejercicio, el niño debe tomar suficiente cantidad de agua.

MALOS HÁBITOS ALIMENTICIOS

Los malos hábitos alimenticios que los niños adquieren y los cuales deberíamos evitar son aquellos que se producen por no tener una buena educación alimenticia, por parte de los padres, la escuela y los medios de comunicación.

Entre los malos hábitos alimentarios de los niños, podemos señalar el consumo de comida basura/comida rápida, que se caracteriza por el consumo rápido, el consumo de más cantidad, alto contenido en Kcal, grasas saturadas y bajo contenido en nutrientes.

Consumir estos alimentos de forma esporádica, no presenta mayores problemas en el conjunto de una dieta variada; el problema radica en la reiteración de su consumo que puede generar hábitos alimenticios inadecuados. Por ejemplo, las hamburguesas, generalmente se acompañan de una bebida refrescante y un postre dulce; prescindiendo de ensaladas, verduras, legumbres y frutas necesarias en una dieta equilibrada.

Por ello debemos controlar el momento en que los niños toman estos productos. Lo correcto sería establecer un día semanal para comer “chuches”, de forma que los niños no las estén pidiendo de forma constante, para así poder favorecer un mejor crecimiento general y poder evitar patologías que afecten a la salud del niño como la obesidad o las caries.

La obesidad

Tal y como hemos comentado anteriormente la obesidad es uno de los peligros que puede comportar una mala alimentación durante la edad escolar. Los niños, en gran parte por influencia de los padres, abandonan el consumo de frutas, verduras, legumbres y pescado, en favor de la comida rápida, «chuches» y bollería. Por lo que respecta al sedentarismo, las actividades físicas tradicionales son cambiadas por la televisión y los videojuegos. Los bajos aportes nutritivos, el aporte excesivo de calorías y la baja actividad física producen que el niño vaya acumulando grasa en su organismo y el mismo vaya engordando hasta límites incontrolables que pueden afectar gravemente su salud.

Los peligros de esta tendencia son muchos. En primer lugar, la obesidad puede suponer al niño problemas físicos (diabetes tipo II, hipertensión, triglicéridos y colesterol, trastornos hepáticos,…) y psicológicos (baja autoestima, estigma social,…). Pero quizá lo peor es que está fraguando una obesidad adulta, con estos mismos problemas, pero agravados. Y hasta tal punto es así, que la siguiente generación podría tener una esperanza de vida menor que la actual, como consecuencia de esta obesidad, a pesar de los avances médicos en otros campos. Algunos estudios indican que la obesidad acorta la esperanza de vida en 13 años.

Como ya hemos comentado en este trabajo anteriormente, la única solución que existe para poder evitar este grave problema en esta edad es seguir una dieta adecuada a los valores nutricionales requeridos por los niños, con los nutrientes correspondientes y evitando completamente la mala alimentación con la bollería y los dulces que puede conllevar malos hábitos alimentarios, todo esto juntamente con la actividad física necesaria en el niño para que crezca de una manera muy saludable.

CONCLUSIÓN

La un estilo de vida saludable y sobretodo una alimentación equilibrada, en la edad escolar es de gran importancia, ya mediante la cual, cubrimos al niño sus necesidades básicas de nutrición y con la cual cosa fomentamos un desarrollo adecuado tanto a nivel corporal como social e intelectual. Por esta razón tenemos que proporcionar al niño una dieta saludable que englobe todos los requisitos que la constituyen, tanto en la calidad como en la cantidad.

Hemos comprobado que la dieta en el centro escolar es muy importante ya que forma parte de su día a día, un buen menú y unos buenos hábitos alimenticios pueden ayudar muy favorablemente en el desarrollo del niño. Todo estos hábitos saludables se tienen que complementar con una vida activa, es decir, hacer ejercicio es fundamental y evitar por completo el sedentarismo para que de esta manera evitemos los malos hábitos y evitemos la patologías que pueden hacer que el niño pierda en salud i enfermedad, como por ejemplo la obesidad. En conclusión, una vida saludable y el ejercicio diario es la mejor manera de crecer sano y fuerte.

Alimentación en la edad infantil

Alimentación en la edad infantil

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