adolescentes; y se encontró que el estrés individual e intrafamiliar esta directamente relacionado con problemas de internalización y externalización; se encontró que el 33,7% de adolescentes reportó sentirse triste o desesperado durante más de 2 semanas en los últimos 12 meses y que las niñas eran más propensas que los varones a formar ideación suicida; más sin embargo esto no dependía de la edad. Así mismo los adolescentes asiáticos, isleños del pacífico y mestizos eran más propensos a tal ideación.(Cederbaum et al., 2014)
Existen datos contradictorios respecto a la migración como factor de riesgo para la presencia de alteraciones psicoafectivas en adolescentes, pues una revisión sistemática en bases de datos de Pubmed y PsychInfo entre Julio de 2012 y Abril de 2013 analizó la prevalencia de problemas emocionales y conductuales de niños y adolescentes nativos de Europa en comparación con los niños con un fondo migratorio; encontrando que la migración puede definirse como un factor de riesgo, así los niños y adolescentes que migraron demostraron significativamente más problemas de exteriorización que aquellos niños que no habían migrado y problemas de desregulación emocional e incompetencia social.(Belhadj Kouider, Koglin, & Petermann, 2013)
Sin embargo se realizó la misma revisión sistemática en las bases de datos de Pubmed Y PsychInfo entre Septiembre de 2012 y Agosto de 2013 en niños de Continente Americano; e identificaron que aquí que la migración por sí misma no puede ser definida como un factor de riesgo ya que se demostró mayor comportamientos externalizantes de niños nativos de Estados Unidos en comparación con los migrantes, sin embargo se describió que el grupo de niños hispanos tienen más alta prevalencia de trastornos mentales que otros grupos étnicos migrantes. Los adolescentes latinos destacaron por presentar mayor conflicto entre padres y adolescentes, determinándose que un periodo más largo en un país anfitrión puede proteger la salud mental de los latinos mientras que una estadía corta favorece el incremento de trastornos mentales.(E, Koglin, & Petermann, 2014)
Es necesario mencionar también la afectividad y la emoción dentro del núcleo familiar como factor protector ante las psicopatologías y al respecto un estudio longitudinal de 6 años llevado a cabo en los Países Bajos realizados entre 497 holandeses adolescentes entre las edades de 13 a 18 años y sus madres, relacionó la emoción expresada de las madres de ambientes domésticos de alta eficiencia energética es beneficioso para ayudar a mejorar la angustia psicopatológica de los adolescentes y estos podrían hacer más para controlar los síntomas si el adolescente desea hacerlo y que el fracaso para controlar tales síntomas de internalización y externalización se debe a un factor intrapersonal únicas del paciente como lo es un hábito personal, llamado en psicoterapia ¨culpar al paciente¨; pero dicho estudio tiene la limitación de no haber sido realizado en el contexto familiar o ser aplicados a las emociones expresadas por los padres de los adolescentes.(Hale et al., 2015)
De la misma forma un estudio de casos y controles realizado en el distrito escolar de Philadelphia se analizó una muestra de 387 jóvenes de edad media de 11,6 años, de diversos orígenes raciales y socioeconómicos aplicándoseles el test de auto informe de la juventud (YSR) para alteraciones psicoafectivas, encontrándose que el 5,9% presentan ideación suicida o autolesión y que las personas con trastornos emocionales mostraron mayores niveles de impulsividad, conductas de riesgo y otros comportamientos problemáticos, en este estudio no se encontró diferencia significativa entre la relación entre padres e hijos como factor protector de alteraciones psicoafectivas como el suicidio.(Giannetta et al., 2012)
CONCLUSIONES
Las alteraciones psicoafectivas más frecuentes son los trastornos de conducta, depresivos, ansiosos y conductuales; existiendo mayor problemática internalizante sobretodo problemas emocionales entre las mujeres y externalizante en los hombres en mayor medida problemas conductuales. En lo que respecta a la edad el grupo de 14 a 18 años obtuvo puntuaciones significativamente superiores en las subescalas de problemas conductuales en relación con adolescentes de menor edad.
El apego y rechazo materno o paterno constituyeron los detonantes para problemas específicamente de tipo depresivos que aparentemente tienen una asociación bidireccional. Se identificaron como factores de riesgo significativos para presentar alteraciones psico afectivas el uso de sustancias, el estrés individual e intrafamiliar, la ira, las familias monoparentales o reconstituidas y la falta de atención de los padres. Dentro de estos factores se encontró también que el apoyo familiar redujo el riesgo de aparición de síntomas de internalización pero no para los trastornos de externalización, así mismo existe datos contradictorios respecto a la migración como factor de riesgo para la presencia de alteraciones psicoafectivas en adolescentes, finalmente no está clara la asociación entre la funcionalidad familiar y las alteraciones psicoafectivas pues en estudios que relacionan el ambiente familiar como factor protector frente a estas patologías solo reduce la aparición de trastornos de internalización no así para problemas de externalización.
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