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Análisis comparativo entre modelos de salud, el modelo de la medicina social, y el modelo biomédico, a partir de una definición de salud

Análisis comparativo entre modelos de salud, el modelo de la medicina social, y el modelo biomédico, a partir de una definición de salud

Autor principal: Sebastián Ignacio Jofre Contreras

Vol. XVIII; nº 21; 1049

Comparative analysis between health models, the social medicine model, and the biomedical model, based on a definition of health

Fecha de recepción: 24/01/2023

Fecha de aceptación: 06/11/2023

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVIII. Número 21 Primera quincena de Noviembre de 2023 – Página inicial: Vol. XVIII; nº 21; 1049

Autor: Sebastián Ignacio Jofre Contreras

Médico graduado de la Universidad de Chile.

https://orcid.org/0000-0003-3315-3567

Resumen:

Los modelos de entendimiento de la salud son variados, pero peso a ello solo uno de ellos es el hegemónico, y ese es el modelo biomédico, que a lo largo del último tiempo se ha hecho más que evidente que no ha logrado satisfacer a las necesidades de salud de la población, lo cual se debe en gran medida a la base teórica paradigmática en la cual se desarrolla muchas veces la medicina, teniendo como su quinta esencia la definición convencional de salud, lo cual implica que esta definición es a lo menos insuficiente. Ante lo cual se presenta una conceptualización que a nuestro criterio es más amplia y completa de la definición de salud, con la cual al menos explicamos de mejor forma la situación de salud, y a partir de esta definición hacemos una comparación entre los dos corrientes de modelos de salud, que son el biomédico hegemónico, y el modelo de la medicina social contestatario.

Palabras Clave: Salud, Modelo biomédico, Medicina social

Abstract:

Health understanding models are varied, but weight to this, only one of them is the hegemonic one, and that is the biomedical model, which over the last time has become more than evident that it has not been able to satisfy the needs health of the population, which is largely due to the paradigmatic theoretical base in which medicine is developed many times, having as its quintessence the conventional definition of health, which implies that this definition is at least insufficient. Before which a conceptualization is presented that in our opinion is broader and more complete of the definition of health, with which at least we explain the health situation in a better way, and from this definition we make a comparison between the two streams of models health, which are the hegemonic biomedical, and the model of rebellious social medicine.

Keywords: Health, Biomedical Model, Social Medicine

Introducción

En el siguiente escrito lo que se busca es el analizar y comparar, el modelo hegemónico de salud, modelo biomédico, con su contraparte contra hegemónica, que corresponde al modelo de la medicina social, a partir de una definición de salud, que intenta integrar la totalidad de la dimensionalidad de la vida y que a nuestro criterio es más completa que la definición más ortodoxa del fenómeno de la salud. Y así poder primero que todo confirmar que el modelo hegemónico no está a la altura y presenta contradicciones que simplemente lo hacen caer, y para destacar el desarrollo de un modelo anti hegemónico proveniente desde el SUR global, que intenta ampliar la mirada viendo la situación de la salud como un fenómeno totalizante, y que soluciona de mejor manera la salud de las personas; sin embargo este escrito no está exento de critica a la propia medicina social, ya que como toda idea realizada por personas determinadas presenta un sesgo, pese a sus esfuerzos por ser más inclusiva. Por medio de este esfuerzo crítico, se busca motivar al estudio de esta corriente contrahegemónica que abre la mirada en el estudio del fenómeno de la salud, e intentar plantear elementos en los cuales esta corriente este flaqueando y así se puedan trabajar, para lograr el objetivo de la salud y el bienestar.

Marco teórico

Para iniciar y poder lograr responder la pregunta, hay que definir salud de la manera más precisa posible. Esta definición la desarrollaremos, de manera acotada, a partir de una base teórica más allá de la definición de la OMS, que a nuestra impresión es deficitaria.

Concepto de salud:

Para desarrollar esta definición, tomaremos como base en primer lugar el pensamiento de V. Frankl, que es el preciso, ya que ve al ser humano más allá de solo la materialidad corporal. V. Frankl, considera que el ser humano tiene tres dimensiones, a saber, una:

  1. Dimensión Somática: constituida por todo el ámbito biológico y corporal del ser humano.
  2. Dimensión Psíquica: constituida por toda la realidad psicodinámica del ser humano.
  3. Dimensión Noética: (del griego Nous: significa «Espíritu»): se trata de ámbitos fenomenológicamente evidentes del alma humana, que no pueden ser sometidos ni a un reduccionismo biologicista, ni a un reduccionismo psíquico. Ejemplos de temas noéticos son la Libertad, la Responsabilidad y la Dignidad, pero no queda solo en eso.

Las cuales son una unidad inseparable, en sincronía y equilibrio, pero con la dimensión espiritual, como eje integrador de todas las dimensiones. Ahora con respecto a la dimensión Noética o espiritual, esta logra su cometido en bienestar, cuando esta logra encontrar un sentido en la existencia y así guiar la integración de los componentes del ser humano, antes mencionados.

Por ende, estos tres componentes son los que se equilibran entre sí, bajo la guía de la parte noética, determinan el bienestar, o salud.

Sin embargo, la salud, que, si se logra con ese equilibrio con sentido, no está aislada sino más bien ocurre en un entorno. Las investigaciones más modernas han desarrollado el concepto de la alostasis, para conceptualizar esta interacción. Esta mirada alostática de la interacción con el entorno consiste a su vez en un equilibrio dinámico, que se da entre la capacidad de carga-tolerancia del organismo, que se genera a lo largo de la vida en un ambiente determinando de estresores múltiples, lo suficientemente largos para moldear el organismo y por ende su capacidad de carga-tolerancia; y los nuevos estresores a los que el organismo debe adaptarse según su capacidad de carga-tolerancia desarrollada. Por ende, si esta capacidad de carga-tolerancia, se ve de alguna manera sobrepasada y/o mejor dicho no se armoniza y genera un nuevo equilibrio con el nuevo estresor a largo plazo se verá enfrentado a un daño, el cual se convierte en una enfermedad.

En definitiva, dado lo anterior podemos decir que la definición más plena de salud va más allá de solo un completo bienestar bio, psico social como lo dice la OMS, que se queda pegado en la visión de causalidad lineal, y mirando al ser vivo como partes casi independientes. Sino que, la definición de salud, que a nuestro criterio sería la más optima, es que salud corresponde a un estado de completa armonía y equilibrio, de cada dimensión humana (corporal, psíquica y espiritual) entre sí en y con sentido, es decir, subordinada al espíritu, en su entorno. La cual a nuestro criterio integra al ser humano en una totalidad múltiple.

Entonces a partir, de la definición de salud, la clave es lograr mantener el equilibrio en el ambiente y entorno existente, casi solo siendo en el mundo sin alterar nada, si bien teóricamente podría ser posible, la realidad, nos muestra que estar en equilibrio en el mundo, implica una relación con este, en unidad y comunión, mas no subyugación, es decir, vivir en el mundo en armonía y equilibrarlo con este, a su vez con un sentido, la cual tiene como eje y sentido el desarrollo de la vida en si misma, ya que sin esta el sentido de la existencia para llevarse a cabo no ocurrirá, es decir, estas en salud por y para una buena vida, que procure a su vez una buena vida al, en  y con el entorno (que incluye a otras personas, animales plantas, etc.), ya que en definitiva todos dependemos de todos.

Como ha manejado la humanidad la Salud.

No haremos un análisis de todos los sistemas de salud histórico de la humanidad, sino nos centraremos en las herramientas principales de nuestros días, conocidas como epidemiologias, haciendo una crítica al modelo de salud pública o epidemiologia clásico y hegemónico hoy en día, y a su contraparte emergente conocida como medicina social o epidemiologia critica. Ahora veamos cual es la más óptima para lograr la salud individual o colectiva.

Modelo de salud pública, epidemiologia clásica o biomédico:

Esta visión de salud se desarrolló en un contexto filosófico y social particular. Esa visión es la del racionalismo que luego derivo en el positivismo, que a su vez en un contexto determinado permitió el desarrollo del capitalismo, modelo de características egoísta, individualista, competitiva, monopólica (estas características serán importantes para un análisis posterior) que tiene como fin obtener la máxima ganancia posible.

Volviendo a la salud, en un contexto hegemónico de ideología capitalista, que permea en todo se impuso la lógica que sustenta esta idea, que es en esencia el positivismo, el cual por supuesto a comandado el pensamiento en la salud, generando un modelo conocido como biomédico de salud o epidemiologia clásica. Esta idea positivista, implica una mirada explicativa de los fenómenos y los procesos de salud, de tipo biologicista, reduccionista, lineal y de causa efecto en la cual se enfoca solo en el órgano dañado y no en el enfermo y en su totalidad de la que forma parte la comunidad en la que vive, la que a su vez también enferma cuando unos de sus miembros está mal, afectando a los demás, es decir, la biomedicina tenía una noción mecanicista e independiente del cuerpo como suma de partes, dando una identificación al cuerpo humano con una máquina. Por lo tanto a partir de esta lógica, de partes reemplazables y reparables, una enfermedad es por un problema o causa determinada especifica (ha intentado ampliarse esta mirada desarrollando una visión multifactorial o de determinantes en salud, pero pese a eso sigue siendo con lógico lineal y reduccionista, ya que ve los eventos de manera independiente.), que causa una falla del mecanismo, que en un inicio y en el contexto en que se desarrolló estas ideas principalmente el S. XIX, eran los microbios, generando casi la idea de  un “microbio una enfermedad”. Claramente esto luego evoluciono al reconocer otras causas o estresores como causantes de enfermedad, eso sí, sin embargo, la lógica de base nunca se perdió, y siempre fue la misma, reduccionista y de linealidad de causa y efecto.

Es tan así y tan hegemónica la visión de que salud, es cuando no hay un problema o causa puntual, que, todo lo relacionado con la salud, se analiza con la lógica positivista-capitalista; que el sistema que trata mantenerla (la salud de los individuos) obviamente también se desarrolla con esa lógica, generando medidas y conductas que no buscan o mejor dicho no tienen como fin la salud o la vida humana, si no el procurar que se logre la máxima ganancia al menor costo posible, que en la mirada de la medicina, es asegurar la salud “suficiente”, para lograr mejorar la ganancia, con la menor inversión económica posible; es decir, en el capitalismo se busca mantener al trabajador apto para su labor, mas no así para su bienestar integral, (estilo capitalismo industrial), incluso llegando a tal nivel, que no solo generan ganancia por medio de explotar, sino que además generan ganancia con la salud misma que sirve para mantener a la gente funcional para ser explotada, o sea la gente paga para mantenerse funcional y ser explotada (estilo neoliberal).

Modelo de medicina social o colectiva:

El modelo de medicina social nace desde la periferia global oprimida, en el mundo del capitalismo, por medio de un proceso social, histórico, económico, político, cultural, ambiental, y biológico. En el cual se realiza una crítica, primero a la visión ideológica hegemónica, de relación entre las sociedades, que es el capitalismo, ya que esta solo representa la conveniencia de los grupos hegemónicos opresores, negando cualquier bienestar a la mayoría oprimida.

Esta crítica, puntualmente en el tema de la salud, se ve descubierta e impulsada, en que, a pesar de los avances en la técnica médica, según la idea reduccionista y mecanicista de esta, se siguen dando grandes diferencias en la salud en los grupos humanos que NO son explicadas con el modelo biomédico reduccionista. Por lo cual en los lugares oprimidos o “del sur” se debió buscar una nueva forma de plantear la situación de salud, para poder dar respuesta a estos problemas; encontrando que las diferencias en los indicadores de salud entre los distintos grupos se producen socialmente, ya que esta situación es la única y más evidente diferencia entre los distintos grupos humanos, por lo cual determinaron que su origen dependía de factores políticos, económicos, y/o culturales; y que al ser tan disimiles con un alto bienestar para unos y una gran miseria para los otros, claramente son injustas, puesto que se generan a través de situaciones inaceptables, como lo es la desigualdad social, que implica, sub desarrollo, pobreza, perdida de derechos y antidemocracia (La desigualdad se explica por las característica monopólica del capitalismo que se da tanto al interior de un país como entre países).

Entonces la visión del “sur” oprimido crítico, deconstruyo la mirada “clásica” y a partir de su realidad, eslabonó la construcción integral del objeto salud, con una práctica integral de transformación. No la transformación de “riesgos” aislados o “factores determinantes”, sino la incidencia sobre procesos de determinación que implican modos históricos estructurales; desarrollando la “determinación social”, como la idea eje del modelo de la medicina social o epidemiologia Latinoamericana que se desarrolló, en la cual se enfatiza que la salud y la enfermedad no son hechos solamente biológicos (visión reduccionista) y con sustento positivista, sino que sobre todo son sociales y de relaciones; haciendo así un cambio de lógica pasando de una idea de salud unidimensional y lineal, a una salud multidimensional en unidad y totalizante. Haciendo por lo tanto que la medicina social defina los problemas y desarrolle sus investigaciones a través de unidades de análisis sociales e individuales, obviamente en un encuadre teórico-metodológico colectivo, que se expresa en lo concreto por medio del concepto de la praxis, que se entiende como la interrelación entre pensamiento y acción, en la que el eje es buscar el cambio social por medio de la “palabra”, el “ejemplo” y la organización.

Es importante mencionar que, en esa búsqueda de superar el causalismo, y dado el origen situado de esta crítica, es más que evidente que dentro de esta corriente se hayan dado, algunas variantes a la idea base antes expuesta. Una vertiente crítica latinoamericana que existe enfatiza, en la contextualización y la búsqueda de sentido de la relación “exposición”-“riesgo” en los modos de vida, según el desarrollo histórico, de las políticas sociales y la estructuración social, para lograr entender la determinación social.

En tanto otra línea teórica se ha centrado en una dialéctica de los órdenes colectivo e individual, que explica la capacidad generativa de lo individual y la capacidad de reproducción social de lo colectivo; es decir, analiza la determinación social (conocida en esta vertiente como la “determinación múltiple bajo interfases jerárquicas”) a partir de la relación entre lo individual y lo social o colectivo enmarcado en la inserción estructural de los grupos.

Como última línea de trabajo mencionaremos una que ha trabajado la salud como un objeto complejo articulando el sistema de contradicciones que se dan, y enlazándolos en tres grandes dominios propios de la determinación social, que son el dominio general que corresponde a la lógica estructurante de acumulación de capital, con sus condiciones político culturales; el dominio particular de los modos de vivir con sus patrones estructurados grupales de exposición y vulnerabilidad; y el dominio singular, de los estilos de vida y el libre albedrío personal que viven las personas con sus condiciones fenotípicas y genotípicas. En correspondencia, ha trabajado las relaciones de poder como una matriz integrada: clase-género-etnia y ha incorporado la dimensión de la interculturalidad como condición de una objetividad y subjetividad innovadas en el conocimiento epidemiológico.

Discusión:

La mirada sobre la salud, que desarrollamos y planteamos, con su caracterización tridimensional, que integra las dimensiones componentes de la humanidad, la somática/materialista, psíquica y noética/espiritual, en un equilibrio y subordinadas a un sentido espiritual de la existencia en el entorno, nos muestra que la salud es un proceso mucho más complejo y superador de una mirada solo materialista y unicausal, ya que presenta una estructura múltiple y diversa.

Esto es importante ya que con solo ser multidimensional y factorial; evidencia que la visión reduccionista materialista del modelo biomédico es incompleta e insuficiente, ya que este modelo, solo analiza el fenómeno de la salud, con una lógica de causa efecto y reduccionista unicausal, lo cual niega totalmente lo complejo, y los múltiples elementos a los cuales los seres humanos se ven enfrentados a diario, que integran y coordinan en las múltiples dimensiones que componen al mismo.

Con lo antes dicho, claramente se desprende que el modelo biomédico es un modelo cojo, que no permite ver la totalidad del fenómeno de la salud ya que se enfoca en una sola situación y de carácter material negando el resto del ser humano, por lo cual es evidente que con ese modelo nunca se lograra una plena salud; por lo cual surge la pregunta ¿Por qué se mantiene tan hegemónica esta visión? Para responder esta pregunta, primero hay que reconocer que este modelo si ha logrado grandes avances en la salud, por ejemplo, con su situación paradigmática que es la lucha contra las enfermedades infecciosas que son manejadas de manera muy efectiva con su lógica lineal reduccionista, ya que, un microorganismo provoca una enfermedad, y al lograr que este se elimine, el problema se acaba por ende hay salud. Sin embargo, la situación actual de un mundo lleno de “medicamentos” que contrarrestan “causas puntuales” (antimicrobianos, antihipertensivos, antialérgicos, etc.) no han logrado superar por completo las enfermedades, pese a que, si permiten aumentar el tiempo de vida y funcionalidad de las personas, por lo cual reafirma que el modelo es incompleto. Con esto como base para llegar a una respuesta más definitiva, debemos indicar el sustento filosófico y el contexto social e histórico que desarrollo este modelo de salud; tal como habíamos dicho el modelo biomédico o de la epidemiologia clásica bebe de la idea racionalista, positivista y materialista en un contexto histórico de un pujante capitalismo industrial manejado por el imperio británico (es importante este punto, porque sus pensadores fundamentales son Locke y Hume, los cuales a grandes rasgos, dan preponderancia a lo inductivo,  práctico y material); y debido a que es la visión predominante, toda actividad humana se ve permeada por estas ideas y en particular por el fin capitalista, que es obtener la máxima ganancia. Por lo cual esta mirada en salud que nace en el capitalismo, claramente es coherente con él, que con variaciones más o menos mantiene la misma base filosófica y premisa de obtener la máxima ganancia; lo que se expresa en que si se llega a abrir la mirada a otros factores sociales como estresores para atentar contra la salud (se ha hecho un poco con los determinantes de salud, pero más que lograr una integración es una clasificación categorial de factores.), el modelo económico se verá expuesto e impugnado por los que son desfavorecidos por este; obviamente se “debe proteger” aunque sea de manera inconsciente al no reconocer otras formas de ver la vida (inconscientemente defienden su ideología, porque temen que cambie, ya que si eso ocurre se sienten desvalidos), por lo cual abrir la mirada se convierte en un tabú. Además, desde el punto de vista capitalista, este modelo permite solo mantener funcional a las personas, ya que sana solo el “cuerpo” porque su mirada niega la complejidad y multidimensionalidad de la vida, y a su vez concuerda con la idea mecanicista, en la cual el trabajador es un engrane más de la maquinaria mayor del capitalismo (salud recupera un engrane de la maquina corporal, que a su vez es otro engranaje de la máquina mayor que es el capitalismo) para que puedan seguir siendo explotadas; lo cual lamentablemente se ha llevado al extremo en el neoliberalismo que incluso se negocia con la misma salud, cobrando para que la gente se mantenga funcional para seguir siendo víctimas de la explotación capitalista, es decir, a manera coloquial, “te cobran para que puedan seguir, aprovechándose de ti”. En definitiva, el modelo biomédico, claramente es una visión incompleta, sesgada de la salud y por lo tanto parcialmente útil para lograr el pleno bienestar, y que solo se mantiene vigente por su sincronía y utilidad para el modelo imperante.

En tanto, la medicina social con su, posición de deconstruir la visión unilineal dado que no la representa y perpetua la injusticia, se abre a una visión multidimensional de la salud, lo cual lo hace más acorde con el modelo de salud planteado, sin embargo pese a que este modelo de medicina social, integra más elementos e incluso propone una lógica distinta de análisis de los fenómenos, como lo es la dialéctica, la cual también va  acorde con el modelo de salud planteado; a nuestra impresión, el modelo de la medicina social se queda corto, porque pese a su apertura no reconoce lo espiritual de manera evidente, pese a reconocer los distintas cosmovisiones sobre todo de los aborígenes latinoamericanos, esto ya que no ve lo trascendente de la dimensión espiritual, me explico las personas que desarrollan el modelo de la medicina social si bien respetan y están abiertos a las cosmovisiones “no occidentales”, siguen negando elementos de trascendencia del alma, inmortalidad, etc., debido a su formación y visión tan racional, materialista y occidentalizada.

Eso sí, pese a “la falla” antes mencionada, es posible apreciar que la propuesta de esta visión es más efectiva a la hora de analizar la situación de la salud, dado que no solo integra más elementos, sino que, en primer lugar, es más abierta, es decir, mira las distintas cosmovisiones y las respeta ya que no se debe olvidar que en la raíz de esta medicina está el pensamiento situado y no hegemónico, y en segundo término su visión unitaria y totalizante del fenómeno de salud, ya que al identificar como todo el entorno afecta en la salud de las personas, implica el reconocimiento de la comunidad como eje y base para la salud, lo cual  aunque sea de manera indirecta o mejor dicho muy marginal, en esta teoría, expresa la existencia de un sentido, es decir,  implica mejor dicho un sentido de existencia a los seres humanos, que ayuda a su vez lograr la salud plena. Me explico dado que el sustento de la salud es el sentido espiritual que actúa como el eje de la razón con lo corporal en el mundo; entonces al indicar y reconocer lo comunitario como base de la salud, hace evidencia de un sentido, es decir, que la vida y el bienestar en comunidad o sea el prodigar la existencia para procurar el máximo desarrollo (espiritual, psicoemocional y corporal) de todos los miembros que habitan en la comunidad (personas, animales y plantas), hace que la gente esté más sana; explicando en detalle este punto, por ejemplo si mi sentido es el bienestar de la comunidad, entonces yo entrego mi labor al bienestar de mi entorno, si todos los miembros hacen lo mismo, o sea todos entregan por su fin (con cierta organización para todo sea más eficiente y exitoso), o sea sin acción racional con arreglo a fines como dice Weber , a la larga todos reciben, y se da un bienestar para todos ya que, el dar ocurre porque es el sentido, y entonces si todos damos todos recibimos, y a nadie le falta nada.

Ahora, a partir de esta explicación surge una pregunta que puede cuestionar la viabilidad del planteamiento anterior, y es ¿por qué ese sentido de comunidad es el correcto, y no otro?, por ejemplo, uno más egoísta, que cause salud y bienestar. Para lograr solucionar esta interrogante, se puede realizar de muchas maneras y presenta muchas aristas, pero como este texto no pretende ser un tratado filosófico, lo plantearemos de la siguiente manera, si tomamos como base, que todo lo existente esta interconectado y es dependiente entre sí, tal como lo demuestra la relación entre plantas que producen oxígeno a partir del dióxido de carbono, y los animales que necesitan del oxígeno para vivir y expulsan el Dióxido de carbono como “desecho” el cual es fundamental para la vida vegetal; lo cual implica que de una u otra forma para que la vida ocurra se necesita de una cooperación “innata/ natural” de unas existencias con las otras, entregándose entre sí, en pos de un objetivo que es la vida misma, lo cual es lo esencial para el bienestar. Con esto quiero expresar que la cooperación no es algo practico, si no más bien es algo innato, “natural” y propio de toda vida para procurar las próximas vidas, tal como lo muestra Kropotkin en sus estudios de campo al indicar que la cooperación (lo tomamos como sinónimo de comunidad) y no la competencia es el factor que permite la evolución, y los numerosos artículos médicos en los cuales muestra que el cuerpo humano no está hecho para soportar altas tazas de estrés que genera la competencia constante del sistema capitalista. Entonces la comunidad es una gran expresión de esa cooperación, por lo tanto, la comunidad expresa la cooperación, que es el eje que permite defender la vida, y su mantención y desarrollo es el sentido absoluto de la existencia, por ende, la cooperación y la comunidad es clave para la salud (Comunidad incluye a todos los seres vivos que habitan en un lugar, incluyendo animales, plantas y seres humanos).

Conclusión:

Para comenzar hay que mencionar una situación evidente, la cual es que para lograr un pleno bienestar y salud, debemos enfrentar el proceso de salud y enfermedad de la manera más amplia posible, y a su vez unitariamente; integrando no solo la materialidad de la vida sino principalmente su espiritualidad en cuanto al sentido de la vida, que a grandes rasgos no es más que la lucha por la propia vida. Con esto como base cualquier modelo que se plantee para poder obtener este preciado fin, debe si o si tener como fundamento la vida misma, y no la explotación o el uso de esta para otros fines que la destruyan.

Y es por eso en esencia que el modelo biomédico de la epidemiologia clásica falla y siempre lo hará, ya que desde su raíz de origen está enferma, porque su esencia se forma en y con la del capitalismo cuyo fin es la obtención de ganancia a cualquier costo y ese costo incluye la vida misma. Esto además sin contar las fallas de su planteamiento en cuanto a su modelo, ya que ve la vida de manera lineal, reduccionista y materialista al extremo, imponiendo una visión única de la vida y negando la multidimensionalidad de la vida y que esas dimensiones a su vez están en unidad, en una dependencia de todo con todo.

En tanto con la medicina social Latinoamérica pasa lo contrario, ya que parte desde una fuente critica a la mirada y el pensamiento único y hegemónico del capitalismo, por lo cual ya parte de una base mucho mejor, ya que reconoce otros pensamientos, es decir, reconoce a los otros por lo tanto desarrolla un pensamiento multidimensional, y además eso integra o por lo menos reconocen las visiones de mundo de los pueblos del sur que discrepan totalmente de la del capitalismo. Sin embargo, no es la panacea ya que igual mantienen en alta estima la perspectiva materialista de la realidad, y no validan en demasía el elemento espiritual de la existencia pese a la apertura de las cosmovisiones del SUR global; lo cual aún hace que este modelo sea insuficiente, pero menos que el clásico. Pero pese a sus fallas, y dado que la verdad totalizante siempre se expresa, y más aun cuando se busca procurar la vida, hay que destacar que este modelo al plantear y darle la importancia que merece a la vida comunitaria y cooperativa, dada su apertura a las cosmovisiones por ejemplo andinas, cumple a nuestro criterio mucho mejor el objetivo de alcanzar una salud y un bienestar pleno a los seres humanos, ya que al inculcar la vida comunitaria y cooperativa, toma en cuenta, aunque de manera no explicita en la medicina social, el elemento del sentido espiritual de la existencia, que es la de procurar el desarrollo de la vida, mediante la cooperación y la comunidad (la cooperación es el factor clave en la evolución y en la perpetuación de la vida, lo cual es demostrado por los estudios de Pedro Kropotkin y en que la competencia crónica del sistema, no produce bienestar en las personas sino enfermedad).

En definitiva, el modelo que va a permitir lograr una salud plena es aquel que desarrolle una apertura y una integración de la totalidad, ya que si se está enfocado en solo una idea obviamente se parcializa la visión del mundo y por ende no permite llegar a la verdad. Así que la misión de la Salud critica para lograr cumplir su objetivo, debe ser procurar una mayor apertura a la multidimensionalidad de la vida, y darle más importancia al elemento espiritual, ya que por medio de este se logra afianzar el sentido de la existencia que permite lograr y regular una armonización con los restantes elementos del ser humano, que cuando están en armonía lograr la salud y bienestar definitivo.

Para finalizar, a partir de este planteamiento, se puede primero que todo confirmar que se va por buen camino, a la hora de criticar el modelo hegemónico en salud, y además permite mirar y evaluar las fortalezas y debilidades del modelo critico anti hegemónico de la medicina social, para poder así tener una especie guía, aunque superficial, para poder saber qué es lo que hay que seguir potenciando y lo que se debe cambiar para lograr el objetivo último que es la de procurar el desarrollo de la vida en salud y bienestar. Ya que a nuestro criterio el modelo social no debe desecharse sino todo lo contrario debe usarse como plataforma para seguir luchando para obtener el respeto y el bienestar que merece toda vida tanto humano como no humana.

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