Aneurisma micótico
Presentamos el caso clínico de un paciente de 74 años con un aneurisma micótico. Creemos que es interesante por la escasa prevalencia de esta entidad nosológica y por la comparación de las imágenes del aneurisma con y sin infección.
Aneurisma micótico
Autores:
Joaquín Solís, Médico especialista en Geriatría. Servicio de Geriatría. Hospital Sanitas la Moraleja. Madrid. España
Manuel Montes Lluch, Médico especialista en Geriatría. Servicio de Geriatría. Hospital Sanitas la Moraleja. Madrid. España
María Eugenia García Ramírez. Médico especialista en Geriatría. Servicio de Geriatría. Hospital Sanitas la Moraleja. Madrid. España
Carlos de la Fuente Gutiérrez. Médico especialista en Geriatría. Jefe del Servicio de Geriatría. Hospital Sanitas la Moraleja. Madrid. España
Palabras Clave: aneurisma, infección bacteriana, micótico
Varón de 74 años, con antecedentes de diabetes mellitus tipo 2, arteriopatía periférica, hipertensión arteril, hipercolesterolemia, síndrome de apnea del sueño, cardiopatía isquémica, disfunción sistólica, que en preoperatorio de revascularización coronaria con triple by-pass se diagnostica aneurisma abdominal de 88 x 98 mm de diámetro (Figura 1, flecha). Una vez realizada la intervención coronaria, se procede a by-pass axilo bifemoral en espera de reparación aneurismática definitiva en 2º tiempo.
A las tres semanas comienza con fiebre y dolor abdominal, repitiéndose el TAC (figura 2) donde se observa el aneurisma ya conocido con trombosis excéntrica prominente, y múltiples imágenes de densidad aire en el interior del vaso, murales y perianeurismáticas retroperitoneales extendiéndose hacia compartimento de ambos psoas (flechas). En los hemocultivos crece Escherichia coli sensible a meropenem. Se desestima la cirugía aneurismática por el alto riesgo quirúrgico iniciándose tratamiento médico con pobre respuesta, falleciendo a las 4 semanas por shock séptico.
El aneurisma micótico es una entidad clínica poco prevalente, habitualmente causada por cocos Gram positivos, con elevada mortalidad, aún mayor si no se trata quirúrgicamente. En este caso el único germen evidenciado en los hemocultivos fue Escherichia coli, si bien es probable que dados los datos radiológicos existiesen otras bacterias, anaerobias, que contribuyesen a la infección.

Figura 1

Figura 2