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Aproximación teórico-didáctica para el desarrollo humanista en la formación del profesional en Enfermería. Capítulo II. Contexto teórico referencial

valor decir la verdad y ser honesto; ser sincero en vez de ser falso. La práctica del valor desarrolla la humanidad de la persona, mientras que el contravalor lo despoja de esa cualidad.

En otro orden de ideas, el objetivo de la Enfermería comunitaria, según expone Castillo (Ob.cit):

Debe ser construir con la familia y la sociedad nuevas creencias en salud enfocada en los valores que faciliten las adaptaciones necesarias a las diferentes etapas evolutivas de las personas, para intentar reducir las fuentes de estrés y el sufrimiento, realzando tanto el sentimiento de competencia y autonomía de los miembros de la familia como de la población, lo cual depende mucho de la actitud del profesional de Enfermería (p.44).

Es por ello que en relación con, la función del profesional de Enfermería Comunitaria, se quiere subrayar que tiene como obligación atender a la comunidad desde valores esenciales como la ética y la moral, lo cual no implica intromisión en la vida privada de los usuarios sino despertar la racionalidad de lo que significa la búsqueda de la calidad de vida y su fase deseada que es la dignidad de la persona.

La Enfermería vive en una sociedad determinada, en la que existen valores declarados, propios de una cultura y del grado de desarrollo socio económico alcanzado; pero sobre todo, de la forma que tiene la sociedad para distribuir sus riquezas. Esos valores sociales tienen que estar contenidos en las profesiones que tienen mayor connotación en la sociedad, entre las cuales se encuentra la Enfermería, por estar relacionada directamente con los mayores valores del hombre: su vida y su salud.

De modo que, la práctica de la Enfermería se debe ajustar a los códigos normativos de las conductas en una sociedad determinada, puesto que la familia como núcleo de la sociedad enseña a los seres humanos lo bueno y lo malo, es de esperar que las personas sepan cuál es su deber. Es así como las normas y comportamientos de las enfermeras en la práctica obedecen a postulados que han surgido de diversas posturas ideológicas en las sociedades a través del tiempo. De manera que el ejercicio de la Enfermería ha tomado poco a poco un estado social, que ha cambiado en la historia y ha tenido relevancia, declinación y ajuste que en la actualidad está definido por las normas legales institucionales y sociales, Al respecto Balderas, (1998) aporta que existen varios enfoque de la éticas en las ciencias de la salud entre las cuales cabe destacar:

El enfoque cristiano: la práctica de Enfermería debe ajustarse a lo que la religión considera es para los mortales (conducta moral) respetando siempre los limites.

Enfoque moralista: el compromiso y auxilio al usuario.

Enfoque del valor: determina el valor moral del comportamiento humano.

Es por ello que, los profesionales de la Enfermería tienen un desarrollo acorde a

las convicciones y virtudes, que se obtiene con la orientación de sus estudios y el enfoque formativo, así como el ejercicio de su práctica.

Por consiguiente, los valores ético-morales, que han de exhibir los profesionales de la salud, pudieran ser definidos como la significación positiva para la dignidad humana en un sentido amplio y para la satisfacción de necesidades de nuestra especie y la práctica social en un sentido estrecho, de elementos psicológicos que a través de su participación en la autorregulación de la conducta y en la propia corrección de los mecanismos de autorregulación, hacen posible la adaptación de los diferentes niveles de integración en los que está presente el ser humano.

Teoría del Cuidado de Watson

La doctora Watson (2007), autora de la Teoría del Cuidado Humano, sostiene que:

Ante el riesgo de deshumanización en el cuidado del paciente, a causa de la gran reestructuración administrativa de la mayoría de los sistemas de cuidado de salud en el mundo, se hace necesario el rescate del aspecto humano, espiritual y transpersonal, en la práctica clínica, administrativa, educativa y de investigación por parte de los profesionales de Enfermería (p.22).

Ésta teórica de Enfermería establece una filosofía del cuidado basado en la teoría de las relaciones interpersonales. Y tiene las siguientes implicancias para la profesión:

– Aporta un nuevo significado y Dignidad al mundo de la Enfermería y al Cuidado de la persona. La teoría del Watson trae consigo un aire de renovación al mundo enfermero al sustentar el carácter humanitario del cuidado, basado fuertemente en el desarrollo emocional del profesional y en su capacidad para entender al otro como un ente separado de si y cómo a través de la relación que surge entre los dos se puede generar una fuerza desarrolladora, tanto del terapeuta como del paciente

– El interés fundamental es comprender la Salud y Enfermedad como experiencia humana. Al tener un enfoque fuertemente humanista, Watson propone al fenómeno de la enfermedad no como un suceso anormal dentro de la fisiología del cuerpo, sino que como una experiencia que vive el individuo y que afecta el curso de su vida

– Su trabajo surge de Valores, Creencias y Percepciones sobre la Personalidad, Vida, Salud y Curación. Al trabajar con los fenómenos de la vida y la muerte, y en cierta medida manipularlos, Watson propone un fuerte desarrollo personal, en el cual se debe trabajar a conciencia para ofrecer un cuidado humano. Watson asume los siguientes postulados:

– Cuidado y amor comprenden energía física primaria y Universal

– Cuidado y amor son piedras angulares de lo Humano, nutrientes básicos de las necesidades humanas

– Capacidad de mantener el Cuidado Humano determina la contribución de la Enfermería a la sociedad.

– Las contribuciones de la Enfermería a la Sociedad yacen en los compromisos hacia los ideales del cuidado Humano en la teoría, la práctica y en la investigación.

Es por lo anterior que la teoría de Watson (Ob.cit) proyecta una reverencia por las maravillas y misterios de la vida, un reconocimiento de la dimensión de la vida espiritual, y una fundamental creencia en el poder interno de los procesos de cuidado humano para producir crecimiento y cambio, destacando el acto de ayuda de las personas para conseguir más autoconocimiento, autocontrol y disposición para la auto curación independientemente de la condición externa de salud.

A su vez, la investigadora ha estudiado el cuidado de Enfermería con enfoques filosóficos (existencial – fenomenológico) y con base espiritual, y ve el cuidado como un ideal moral y ético de la Enfermería, en otras