11) Negación por falta de reconocimiento del problema
Karen dice “es que yo siento no tener un estilo de vida no saludable, pero por ejemplo pues es que recurro a lo mismo, no lo tengo marcado como una adicción como tal… yo pienso que la cantidad de alcohol que consumo no afectaría mi rendimiento físico, lo consumo cada dos semanas por gusto, a lo mejor una, si existe un evento social la cantidad aumenta, un litro más o menos”.
Por otro lado Daniela refiere “yo siento que principalmente la motivación en mí misma, yo sé que si me lo propongo lo logro, y lo he hecho miles de veces, así de ya voy a dejar de tomar refresco y lo dejo, lo puedo dejar y todo eso, pero es la motivación y la convivencia de estar con alguien más y que te da la tentación de probar algo nuevo, y respecto al chocolate, chatarra y todo eso, soy como que muy débil en ese aspecto, si veo un chocolate pues sí se me antoja, siento que la motivación de cambiar las papas por alguna verdura o fruta y darme el tiempo. Porque a veces por hacer las cosas rápido o por darte flojera y no levantarte temprano para hacer un lunch, agarras y dices ‘ya esto en corto’, rápido”.
12) Modificación de hábitos alimenticios por diabetes detectada en una integrante de la familia
José comenta que desde que le diagnosticaron diabetes a su mamá, se modificaron los hábitos alimenticios en su casa como lo dice “se ha modificado en eso y lo he visto porque anteriormente las verduras eran muy escasamente, máximo una vez a la semana se consumían, éramos muy especiales en ese aspecto, porque cuando mi mamá hacía verdura, nadie comía, pero ahora, cada tercer día busca mezclar la verdura con otro tipo de comida del plato del buen comer”.
13) Comidas con toda la familia en fin de semana
José dice que las comidas en familia son “sábados y domingos hacemos todo juntos las tres comidas juntos”.
Karen comenta “es los fines de semana que ya todos estamos, es cuando tenemos más convivencia en todas las comidas del día”.
14) Mal ejemplo de sus hábitos alimentarios inadecuados, los que generan falta de credibilidad hacia la profesión.
Respecto a que sus conductas alimentarias creen mala imagen para la profesión, Jesús menciona que “sí afecta mucho porque luego mis compañeros pueden estar tomándose su refresco o fumando fuera del hospital y cuando entran los pacientes a consulta y nosotros tratamos de dar una plática de salud casi no nos hacen caso porque dicen, ‘tipo te acabo de ver con un refresco allá afuera y me vienes a hablar de diabetes o de sobrepeso y mira lo que estás tomando’, y les tratamos de hablar de cáncer y los daños que causa el tabaco, y nos ven con los dientes amarillos, las manchas de tabaco entre los dedos porque estuvimos fumando hace cinco o diez minutos fuera del hospital, inclusive apestamos a tabaco”.
Por su parte José considera “pues sí se pierde, más que nada es como concientizar, somos del área de la salud y sí sabemos los riegos de la mala alimentación y no hacer ejercicio, entonces es como concientizarnos a hacer lo propio”.
Y Karen explica “sabemos que es malo y sin embargo pues lo hacemos, incluso nosotros si vemos a una persona que nos está insistiendo en que debemos realizar cierta cosa y esa persona no es nuestro ejemplo, sí pierde credibilidad”.
DISCUSIÓN
Dentro de los hallazgos encontrados en esta investigación se confirmó que en el área psicológica, el comer es un acto placentero que conlleva un estímulo emocional2, así lo expresó Jesús, quien dice que come “lo que encuentre que me guste, hay veces en que tengo gula y comienzo a comer pizza a lo bestia”. Otro dato importante es que los sabores dulces, tienen un incentivo positivo3 para casi todas las personas, lo que fue ratificado por Daniela quien menciona que “en especial yo que soy la que consume más refresco… siento que es el refresco lo que si estoy cansada o estoy fastidiada y necesito como que un refresco frío, y no es porque lo necesite ni nada, pero se me antoja…” También los sabores grasos tienen un incentivo positivo3 como lo relata Jesús quien reconoce que le gusta más la comida de su tía que la de su mamá por ser ‘más aceitosa’ como lo dice en la cita: “es más aceitosa que la comida de mi mamá igual me gusta el sazón”. Los sabores salados también tienen un incentivo positivo3 como lo asegura Jesús, quien dice que come “los chicharrones, limón y sal, las palomitas más sal, entonces consumimos más sal…” Lo anterior corrobora que la aceptación de los alimentos depende de que el alimento sea agradable a los sentidos por lo que, comer es un acto sensorial sin que medie razonamiento alguno; de esto se desprende que la persona no elige los alimentos en base a conocimientos, sino por el placer de comer, por lo tanto, los alimentos satisfacen una necesidad hedonista2.
En el ámbito social, la nutrición se vincula con aspectos económicos, tal es el caso relatado por los informantes del estudio quienes dicen que cerca de la Facultad encuentran alimentos de poco valor nutricional pero menos caro: Jesús narra que la pizza es más barata que las ensaladas “sí la pizza también por la cuestión de la economía”. Y Karen menciona que la falta de dinero influye en ellos para no nutrirse adecuadamente, como lo cita a continuación “falta de dinero… el dinero influye y también influye en los alimentos que son vendidos por aquí cerca, claro que si te están vendiendo una pizza de 15 pesos y una ensalada de $50, pues además tomando en cuenta que con la ensalada te va a dar hambre en un menor tiempo que si te comes la pizza”.
Por otro lado, en el ejercicio de su carrera l@s jóvenes deberán tener una conducta irreprochable para que le den una buena imagen a su profesión5, pero, ell@s mism@s reconocen no predicar con el ejemplo, pues en relación a esto, Karen explica que “sabemos que es malo, y sin embargo pues lo hacemos, incluso nosotros si vemos a una persona que nos está insistiendo en que debemos realizar cierta cosa y esa persona no es nuestro ejemplo, sí pierde credibilidad”. Por su lado Jesús menciona que “sí afecta mucho porque luego mis compañeros pueden estar tomándose su refresco o fumando fuera del hospital y cuando entran los pacientes a consulta y nosotros tratamos de dar una plática de salud casi no nos hacen caso porque dicen, ‘tipo te acabo de ver con un refresco allá afuera y me vienes a hablar de diabetes o de sobrepeso y mira lo que estás tomando’, y les tratamos de hablar de cáncer y los daños que causa el tabaco, y nos ven con los dientes amarillos, las manchas de tabaco entre los dedos porque estuvimos fumando hace cinco o diez minutos fuera del hospital, inclusive apestamos a tabaco”.
Otros factores que influyen en los hábitos de l@s estudiantes son el estrés y los horarios en los que tienen que desarrollar sus actividades académicas. En cuanto al estrés, Karen menciona que “a veces por el estrés… en los sueños sigues pensando en eso que te está alterando, es como si no descansaras…” Mientras que por los horarios escolares tuvieron que modificar sus horarios de comida, así como la calidad de ésta, lo que se muestra en la siguiente cita: Karen dice “al llegar aquí a la licenciatura pues sí cambió todo, los horarios de desayuno, a veces no desayunar, a veces no poder comer o tener que comer aquí, en la cena pues a veces ceno lo que sea porque tengo que apurarme a mi tarea…”
Una situación que llama la atención de lo encontrado en el estudio fue que José refirió que desde que le diagnosticaron diabetes a su mamá, se modificaron los hábitos alimenticios en su casa: “se ha modificado en eso y lo he visto porque anteriormente las verduras eran muy escasamente, máximo una vez a la semana se consumían, éramos muy especiales en ese aspecto, porque cuando mi mamá hacía verdura, nadie comía, pero ahora, cada tercer día busca mezclar la verdura con otro tipo de comida del plato del buen comer”; lo que quiere decir que fue necesario llegar al extremo de que su mamá enfermara para que llevaran hábitos alimenticios adecuados.
Cabe resaltar que en la investigación se obtuvo información adyacente como que ingieren poca agua simple porque les desagrada sin sabor, que por flojera comen lo que más fácilmente encuentran, que ingieren alcohol, que fuman y que una de las participantes ha consumido marihuana en una frecuencia de baja a media, que duermen poco debido a las actividades escolares, que practican algo de deportes y actividades recreativas; y que sus comidas con la familia son regularmente en fines de semana que es cuando todos están en casa.
CONCLUSIONES
1) L@s estudiantes de enfermería tienen los conocimientos sobre los hábitos alimenticios adecuados pero, no los practican para sí mism@s.
2) Ingieren alcohol, fuman tabaco y una de las informantes ha fumado marihuana.
3) Son malas las conductas alimentarias cotidianas de l@s estudiantes de enfermería de la muestra de estudio.
4) El factor económico muchas veces determina el alimento que eligen para consumir, así como la facilidad de encontrarlos más rápidamente.
5) Se confirma que al seleccionar los alimentos, prevalece más el gusto, que su aporte nutricional.
REFERENCIAS
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- Esquivel Hernández, Rosa Isabel; Martínez Correa, Silvia María y Martínez Correa, José Luis. Nutrición y salud. 3ª ed. México: El Manual Moderno, 2014. pp. 4-5, 13-15.
- Pinel, John. Biopsicología. 6ª ed. Eslovenia: Pearson, Addison Wesley, 2007. p. 329.
- Hernández Hernández, Pedro. Psicología de la educación. Corrientes actuales y teorías aplicadas. México: Trillas, 2014. pp.76, 365.
- Ledesma Pérez, Ma. del Carmen. Fundamentos de enfermería. México: Limusa, Noriega, 2007. pp. 27-33.
- Whittaker, James O. La psicología social en el mundo de hoy. 2ª ed. México: Trillas, 2004. pp. 224-225.
- Rodríguez Gómez, Gregorio; Gil Flores, Javier y García Jiménez, Eduardo. Metodología de la investigación cualitativa. Málaga: Aljibe, 1999. pp. 40-43, 174-175.
- Flick, Uwe. El diseño de Investigación Cualitativa. España: Morata, 2015. p. 137.
- Gibbs, Graham. El análisis de datos cualitativos en Investigación Cualitativa. España: Morata, 2012. p. 65.