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Atonía uterina tras el parto

Atonía uterina tras el parto

Autora principal: Elena Bosque Gil

Vol. XIX; nº 12; 345

Uterine atony after childbirth

Fecha de recepción: 12/05/2024

Fecha de aceptación: 14/06/2024

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XIX. Número 12 Segunda quincena de Junio de 2024 – Página inicial: Vol. XIX; nº 12; 345

Autor: Elena Bosque Gil

Graduada en Enfermería. Hospital Comarcal de Alcañiz, Teruel, España.

Coautores:

Elsa Celma Ibáñez. Graduada en enfermería. Hospital de Alcañiz.

Marcos Crespo Soriano. Graduado en enfermería. Hospital Obispo Polanco de Teruel.

Almudena Palomino Jiménez. Graduada en enfermería. Centro de salud de Monreal del Campo.

Andrés Adell Pellicer. Graduado en enfermería. Hospital Comarcal de Alcañiz.

Raquel Domingo López. Graduada en enfermería. Hospital Comarcal de Alcañiz.

Los autores del manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses.

La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El manuscrito es original y no contiene plagio.

El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.

Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.

Han preservado las identidades de los pacientes.

  1. RESUMEN

La atonía uterina es una condición obstétrica grave que se caracteriza por la pérdida de tono y la incapacidad del útero para contraerse de manera efectiva después del parto, lo que puede provocar una hemorragia postparto potencialmente mortal. Esta condición puede surgir de manera repentina y sin previo aviso, y está asociada con varios factores de riesgo, como la distensión uterina excesiva y la retención de restos placentarios. El diagnóstico se basa en la evaluación clínica de la falta de contracción uterina palpable y la hemorragia persistente. El tratamiento implica el uso de uterotónicos y maniobras físicas para estimular la contracción uterina y detener la hemorragia. La prevención se centra en identificar y manejar los factores de riesgo conocidos, así como en la implementación de prácticas obstétricas óptimas durante el trabajo de parto y el alumbramiento. El conocimiento profundo de la atonía uterina y su manejo efectivo son fundamentales para mejorar la seguridad obstétrica y reducir la morbimortalidad materna asociada con la hemorragia postparto.

Palabras clave: Atonía uterina, hemorragia postparto, complicaciones obstétricas.

ABSTRACT

Uterine atony is a severe obstetric condition characterized by the loss of tone and the inability of the uterus to contract effectively after childbirth, which can lead to potentially life-threatening postpartum hemorrhage. This condition can arise suddenly and without warning and is associated with various risk factors, such as excessive uterine distension and retention of placental remnants. Diagnosis is based on clinical assessment of the lack of palpable uterine contraction and persistent bleeding. Treatment involves the use of uterotonics and physical maneuvers to stimulate uterine contraction and stop the bleeding. Prevention focuses on identifying and managing known risk factors, as well as implementing optimal obstetric practices during labor and delivery. In-depth knowledge of uterine atony and its effective management is essential to improve obstetric safety and reduce maternal morbidity and mortality associated with postpartum hemorrhage.

Keywords: uterine atony, postpartum hemorrhage, obstetric complications.

  1. INTRODUCCIÓN.

La atonía uterina es una condición obstétrica grave que se caracteriza por la pérdida de tono y la incapacidad del útero para contraerse de manera efectiva después del parto. Esta falta de contracción uterina adecuada puede resultar en una retención excesiva de sangre en la cavidad uterina, lo que a su vez conduce a una hemorragia postparto significativa y potencialmente mortal. La atonía uterina es una de las principales causas de hemorragia obstétrica y puede ocurrir de manera repentina y sin previo aviso, lo que la convierte en una emergencia obstétrica que requiere una intervención rápida y precisa.

Esta condición se asocia comúnmente con una variedad de factores de riesgo, que incluyen, entre otros, la distensión uterina excesiva debido a la polihidramnios o la gestación múltiple, la administración de anestesia general durante el parto, la inducción del parto con oxitocina sintética, y la retención de restos placentarios. La atonía uterina puede presentarse tanto en partos vaginales como en cesáreas y puede ser un desafío importante para los profesionales de la salud que atienden partos y embarazos.

El diagnóstico de la atonía uterina se basa en la evaluación clínica de la falta de contracción uterina palpable y en la presencia de una hemorragia que no responde a las medidas convencionales de manejo del sangrado. El tratamiento generalmente implica una combinación de medidas farmacológicas, que incluyen la administración de uterotónicos como la oxitocina, la ergonovina o el misoprostol, junto con la realización de maniobras físicas, como el masaje uterino bimanual y la compresión bimanual del útero, para estimular la contracción uterina y detener la hemorragia.

La atención oportuna de la atonía uterina es crucial para evitar complicaciones potencialmente mortales, como el shock hipovolémico y la disfunción de órganos, que pueden surgir como consecuencia de una pérdida excesiva de sangre. La detección temprana y la intervención inmediata son fundamentales para estabilizar la condición de la paciente y prevenir resultados adversos graves.

En el ámbito de la obstetricia, la atonía uterina representa un desafío crítico, ya que es una de las principales causas de hemorragia postparto, una complicación obstétrica importante en todo el mundo. La comprensión profunda de los factores de riesgo, los signos de alerta temprana y las estrategias de intervención eficaces son esenciales para mejorar la atención obstétrica y reducir la morbimortalidad materna asociada con la atonía uterina.

Con una comprensión detallada de la definición de la atonía uterina, la importancia de la atención oportuna y la relevancia en el ámbito de la obstetricia, los profesionales de la salud pueden implementar estrategias preventivas y de tratamiento efectivas para mitigar los riesgos y mejorar los resultados maternos.

  1. FACTORES DE RIESGO Y CAUSAS DE LA ATONÍA UTERINA.

Factores de riesgo asociados a la atonía uterina:

Distensión uterina excesiva debido a polihidramnios o embarazos múltiples.

Administración de anestesia general durante el parto.

Inducción del parto con oxitocina sintética.

Trabajo de parto prolongado o rápido.

Antecedentes de atonía uterina en embarazos anteriores.

Retención de restos placentarios después del parto.

Desprendimiento placentario prematuro.

Parto por cesárea.

Traumatismo durante el parto.

Uso de ciertos medicamentos que afectan la contractilidad uterina.

Causas subyacentes de la atonía uterina:

Debilidad muscular uterina debido a múltiples embarazos o partos.

Factores hormonales, como niveles anormales de oxitocina.

Factores nutricionales, como deficiencias de minerales esenciales.

Condiciones médicas preexistentes, como hipertensión o diabetes.

Infecciones uterinas que afectan la contractilidad muscular.

Anomalías uterinas congénitas o adquiridas.

Relación entre la distocia y la atonía uterina:

La distocia, que se refiere a dificultades en el trabajo de parto debido a la ineficacia de las contracciones uterinas, puede estar relacionada con la atonía uterina. La distocia prolongada o anormal puede provocar un agotamiento excesivo de los músculos uterinos, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de atonía uterina después del parto. La evaluación y el manejo efectivo de la distocia durante el trabajo de parto son fundamentales para reducir la incidencia de la atonía uterina y prevenir complicaciones asociadas.

  1. DIAGNÓSTICO Y EVALUACIÓN DE LA ATONÍA UTERINA.

Métodos de diagnóstico clínico:

Evaluación física: El diagnóstico clínico de la atonía uterina implica una evaluación física cuidadosa que incluye la palpación abdominal para identificar la falta de contracción uterina, la evaluación de la cantidad y consistencia del sangrado vaginal, y la monitorización de los signos vitales de la paciente para detectar signos de shock hipovolémico.

Anamnesis obstétrica: La recopilación detallada de antecedentes obstétricos, incluidos los registros de embarazos previos y cualquier complicación relacionada con el parto, puede proporcionar información valiosa para el diagnóstico y la evaluación de la atonía uterina.

Técnicas de diagnóstico por imagen:

Ecografía obstétrica: La ecografía transabdominal o transvaginal puede ser útil para evaluar el tamaño y la posición del útero, así como para identificar la presencia de restos placentarios o coágulos sanguíneos en la cavidad uterina, lo que puede contribuir al diagnóstico de la atonía uterina.

Resonancia magnética (RM): En casos complejos o cuando la ecografía no proporciona información suficiente, la RM puede utilizarse para evaluar con mayor detalle la estructura uterina y detectar posibles anomalías que puedan contribuir a la atonía uterina.

Evaluación de la gravedad y la extensión de la atonía uterina:

Pérdida sanguínea estimada: La evaluación de la cantidad de sangre perdida puede proporcionar una indicación de la gravedad de la hemorragia y ayudar a determinar la magnitud de la atonía uterina.

Estimación del tamaño y la consistencia uterina: La evaluación clínica cuidadosa del útero, incluida la evaluación del tamaño, la textura y la posición uterina, puede proporcionar información importante sobre la gravedad y la extensión de la atonía uterina.

  1. TRATAMIENTO Y GESTIÓN DE LA ATONÍA UTERINA.

La farmacoterapia constituye el pilar inicial del tratamiento de la atonía uterina y la hemorragia postparto. Los uterotónicos, como la oxitocina, la ergonovina, el misoprostol y las prostaglandinas, se utilizan para estimular la contracción uterina y controlar la hemorragia al mejorar la tónica uterina y la hemostasia. La administración temprana y adecuada de estos agentes puede ayudar a reducir la pérdida de sangre y estabilizar la condición de la paciente.

Cuando las estrategias farmacológicas no logran controlar la hemorragia, se pueden emplear procedimientos quirúrgicos y técnicas intervencionistas. La compresión bimanual del útero, que implica la compresión manual simultánea del útero a través del abdomen y la cavidad vaginal, puede estimular la contracción uterina y detener la hemorragia. En casos graves y persistentes, la ligadura selectiva de los vasos uterinos o la cirugía uterina conservadora, como la sutura de la arteria uterina, pueden ser necesarias para controlar la hemorragia y preservar la fertilidad de la paciente.

En situaciones críticas y hemorragias refractarias, se pueden considerar alternativas terapéuticas emergentes. El uso de dispositivos de balón de tamponamiento uterino proporciona compresión directa y control de la hemorragia mientras se espera la estabilización y el tratamiento definitivo. Además, la terapia de reemplazo de plasma y factores de coagulación puede ser esencial para restablecer la hemostasia en casos de hemorragia grave y coagulopatía asociada.

La colaboración estrecha y coordinada entre obstetras, enfermeras especializadas en obstetricia, anestesiólogos y otros profesionales de la salud es fundamental para garantizar una atención integral y oportuna durante el manejo de la atonía uterina y la hemorragia postparto.

En casos graves, la transferencia a una unidad de cuidados intensivos obstétricos puede ser necesaria para una monitorización y manejo continuos de la paciente, especialmente en situaciones que involucran complicaciones adicionales, como coagulopatía o disfunción orgánica.

Después de intervenciones quirúrgicas importantes, se requiere una atención postoperatoria adecuada para garantizar una recuperación segura y sin complicaciones. Esto puede implicar un monitoreo continuo de signos vitales, pruebas de laboratorio regulares y una evaluación exhaustiva de posibles signos de infección o complicaciones adicionales.

La atención postoperatoria también debe incluir un enfoque en el apoyo emocional y psicológico para la paciente y su familia, ya que la experiencia de la atonía uterina y la hemorragia postparto puede ser traumática y emocionalmente desafiante.

La educación y el asesoramiento prenatal sobre la importancia del control prenatal regular, la identificación temprana de complicaciones obstétricas y la adopción de hábitos de vida saludables pueden ayudar a reducir el riesgo de atonía uterina y otras complicaciones durante el parto.

La implementación de protocolos obstétricos actualizados y la capacitación continua del personal de salud en técnicas de manejo de la hemorragia postparto pueden mejorar la capacidad de respuesta y reducir la incidencia de atonía uterina en entornos obstétricos.

Un enfoque integral de tratamiento, gestión y prevención a largo plazo es esencial para mejorar los resultados maternos y reducir el impacto de la atonía uterina en la salud materna y obstétrica en general.

  1. COMPLICACIONES Y PRONÓSTICO A LARGO PLAZO.

La atonía uterina, si no se maneja eficazmente, puede llevar a complicaciones graves y potencialmente mortales a corto y largo plazo. Estas complicaciones pueden incluir choque hipovolémico debido a la pérdida de sangre excesiva, que puede comprometer la función de órganos vitales y provocar disfunción orgánica. Además, la anemia crónica resultante de la hemorragia recurrente puede afectar la calidad de vida de la paciente y requerir terapias de reemplazo de hierro a largo plazo. En los casos más graves que requieren procedimientos quirúrgicos extensos, puede producirse una disfunción uterina persistente, lo que podría impactar la fertilidad y la capacidad reproductiva de la paciente a largo plazo.

Además de las complicaciones a corto plazo, la atonía uterina puede tener consecuencias a largo plazo en la salud reproductiva y general de la mujer. La disfunción uterina persistente, que puede resultar de casos graves de atonía uterina y de intervenciones quirúrgicas extensas, puede afectar la fertilidad y la capacidad de llevar a cabo embarazos exitosos en el futuro. Esta situación puede tener un impacto significativo en la vida de una mujer que desea tener hijos.

La presencia de anemia crónica por la pérdida de sangre recurrente puede disminuir la calidad de vida y afectar la capacidad de la mujer para actividades cotidianas. La anemia prolongada puede tener efectos en la salud general, incluida la debilidad, la fatiga crónica y la disminución de la función inmune.

En general, el pronóstico a largo plazo depende de varios factores, incluida la respuesta al tratamiento inicial, la gravedad de la hemorragia postparto, la presencia de complicaciones adicionales y la prontitud con la que se aborden estas complicaciones. Un seguimiento médico regular y una atención continua son esenciales para monitorear y abordar cualquier problema de salud a largo plazo que surja por la atonía uterina.

El pronóstico a largo plazo de la atonía uterina depende en gran medida de la prontitud y la efectividad del tratamiento inicial y la gestión de las complicaciones. Con una atención obstétrica oportuna y adecuada, que incluya el uso de estrategias farmacológicas y procedimientos quirúrgicos cuando sea necesario, es posible minimizar el riesgo de complicaciones a largo plazo y mejorar el pronóstico materno. Sin embargo, en los casos más graves, la atonía uterina puede dejar secuelas significativas que requieren un seguimiento médico a largo plazo y un manejo integral para garantizar la salud y el bienestar continuos de la paciente.

  1. AVANCES RECIENTES EN LA INVESTIGACIÓN Y LA PRÁCTICA CLÍNICA.

En los últimos años, se han realizado avances significativos en la investigación y la práctica clínica relacionados con la prevención y el manejo de la atonía uterina. Investigaciones recientes han explorado nuevas estrategias farmacológicas y quirúrgicas para el tratamiento de la atonía uterina, incluidos ensayos clínicos que evalúan la eficacia de nuevos agentes uterotónicos y el uso de técnicas mínimamente invasivas para el control de la hemorragia postparto.

Además, se ha prestado una mayor atención al papel de la atención obstétrica multidisciplinaria en la gestión de la atonía uterina, con un enfoque en la colaboración entre obstetras, anestesiólogos, hematólogos y otros especialistas para garantizar un enfoque integral y coordinado en el tratamiento de esta complicación obstétrica.

La tecnología médica también ha evolucionado para ofrecer dispositivos de balón de tamponamiento uterino más avanzados y sistemas de compresión hemostática, que han demostrado ser eficaces en el control de la hemorragia postparto refractaria. Estos avances han mejorado significativamente la capacidad de los profesionales de la salud para abordar casos graves de atonía uterina y han mejorado el pronóstico para las mujeres que experimentan esta complicación obstétrica.

Además, la investigación ha puesto énfasis en la importancia de la educación prenatal y la concienciación sobre la atonía uterina, con un enfoque en la identificación temprana de factores de riesgo y la adopción de prácticas obstétricas óptimas para prevenir esta complicación durante el parto. Se han desarrollado programas de capacitación y protocolos de atención estandarizados para mejorar la preparación y la capacidad de respuesta de los profesionales de la salud en situaciones de emergencia obstétrica.

  1. CONCLUSIONES

Conclusiones:

La atonía uterina representa una complicación obstétrica grave que puede llevar a hemorragias postparto potencialmente mortales si no se diagnostica y trata de manera oportuna y efectiva.

La identificación temprana de los factores de riesgo y la implementación de medidas preventivas durante el embarazo y el parto son cruciales para reducir la incidencia de la atonía uterina.

El tratamiento integral, que incluye estrategias farmacológicas, intervenciones quirúrgicas y técnicas emergentes, es crucial para manejar la atonía uterina y prevenir complicaciones a corto y largo plazo.

La colaboración multidisciplinaria entre obstetras, anestesiólogos, hematólogos y otros especialistas es fundamental para garantizar una atención integral y coordinada para las mujeres que experimentan atonía uterina.

Recomendaciones:

Fomentar la educación prenatal sobre la importancia del control prenatal regular y la identificación temprana de factores de riesgo para prevenir la atonía uterina y otras complicaciones obstétricas.

Promover la implementación de protocolos de atención estandarizados y la capacitación continua del personal de salud en técnicas de manejo de la hemorragia postparto para mejorar la capacidad de respuesta en situaciones de emergencia obstétrica.

Investigar y desarrollar enfoques terapéuticos innovadores, incluidos agentes farmacológicos y dispositivos médicos avanzados, para mejorar la eficacia del tratamiento y la gestión de la atonía uterina.

Fomentar la conciencia pública sobre la atonía uterina y su impacto en la salud materna, promoviendo la importancia de la atención prenatal adecuada y la búsqueda de atención médica oportuna en caso de complicaciones durante el parto.

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