Caballo, Peláez, & Prieto, 2003)
Las necesidades, aspiraciones e ideales relacionados con una vida de Calidad varían en función de la etapa evolutiva, es decir que la percepción de satisfacción se ve influida por variables ligadas al factor edad. Ello ha dado lugar al análisis de los diferentes momentos del ciclo evolutivo: la infancia, la adolescencia y la vejez, donde los estudios consideran, en función de la edad, cómo repercuten situaciones especiales (la enfermedad crónica particularmente: asma, diabetes, por ejemplo) en la satisfacción percibida con la vida. En tercera edad los estudios han prestado especial atención a la influencia que tiene sobre la Calidad de Vida, las actividades de ocio y tiempo libre, el estado de salud física, y los servicios que reciben las personas mayores. (Gómez & Sabeh, 2005)
CONCLUSIONES
Pondríamos inferir que el término Calidad de Vida se adoptó como concepto sensibilizador que podía ofrecer a los profesionales de distintas disciplinas un lenguaje común y guiar las prácticas de los servicios humanos, más orientados ahora hacia la persona, su autodeterminación y el logro de una mayor satisfacción con su vida, las preocupaciones en torno a la conceptualización y evaluación del concepto tuvieron un mayor carácter metodológico. Superadas estas inquietudes, el siglo XXI se presenta como aquél en el que el término Calidad de Vida no sólo teñirá las intenciones y acciones de individuos que gozan cada vez de mayores posibilidades de elección y decisión y optan por una vida de mayor calidad, sino también las de los servicios humanos en general, que se verán obligados a adoptar técnicas de mejora de sus procedimientos, en la medida que existirá un grupo de evaluadores que analizará sus resultados desde criterios de excelencia como es el de Calidad de Vida.
Numerosas investigaciones han mostrado que la tercera edad no tiene necesariamente que ser un período de la vida en el que predomine o se haga inevitable un deterioro fatal de las capacidades físicas e intelectuales, ya que si los sujetos muestran la necesaria motivación y la intención de mantener un estilo de vida activo y productivo, y se les propician las condiciones para desenvolverse en un entorno rico y estimulante, en el cual se favorezcan experiencias de aprendizajes y se reconozcan y estimulen los esfuerzos por alcanzar determinados logros, en cuanto a participación en actividades de diversa índole, la senectud puede evitarse o demorarse. A disponer de pocos estudios relacionados con la calidad de vida en los adultos mayores, nos motivamos a la realización de este trabajo en cual nos es imposible la medición exacta de la calidad de vida de cada ser independiente, pero si introducirnos en el análisis de las dimensiones de calidad de vida en este grupo, y trabajar de manera integral en la fortalecimiento de estas, que tal vez en una dada etapa de la vida eran fuertes e invulnerables, pero durante el paso del tiempo y llegando los cambios normales que ocurren en el envejecimiento se debilitaron, y que sin darse cuenta pueden inducir situación endebles y vulnerables, que traería un como resultado , la pérdida y el poco deseo de vivir, detrimentando la calidad de vida, exacerbándose por la carencia de alternativas integrales que potencien este constructo. (Gutiérrez Rodríguez, Gómez López, Martínez Fraga, & Nepomuceno Padilla, 2008)
Se ha examinado la longevidad como la expresión máxima del período de la vida. Sin embargo, ese es solo un aspecto del problema, por cuanto, como justamente señaló en dos de sus aforismos Séneca: “La fábula, como la vida, no se valora por la longitud sino por el contenido” y “La vida, si se sabe utilizar, es bastante larga”. No se puede negar que las observaciones del antiguo filósofo son racionales y ellas conservan su sentido en los objetivos de la Gerontología, cuya tarea y desde la óptica de la atención primaria de salud, no es solamente agregar más años a la vida, sino lo más importante, agregar más vida a los años.
REFRENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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