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Calidad de vida y funcionalidad familiar en tuberculosis pulmonar y extrapulmonar

Respecto a las dimensiones físicas (Función Física, Rol Físico, Dolor corporal y Salud General) y las dimensiones psicosociales (Vitalidad, Función Social, Salud Mental y Rol Emocional) que conforman el SF-12v2 (Unalan, Soyuer, & Ozturk, 2012) (Chung, Lan, & Yang, 2012), se encuentran valores medios y altos, indicando a nivel general una calidad de vida buena en estas dimensiones. Con relación a las dimensiones físicas la Función Física fue una de las dimensiones altas, indicando que no hubo dificultad que limitara las actividades físicas como esfuerzos moderados e intensos en los pacientes que participaron en el estudio como subir escaleras, caminar por más de una hora, alimentarse etc.

Se encontró en Rol Físico valoración más baja de todas las dimensiones que conforman el cuestionario, mostrando que hubo cierto grado de interferencia en el trabajo y otras actividades de la vida diarias, en la que se incluye el rendimiento menor que el deseado, la limitación en el tipo de actividades realizadas o la dificultad en la realización de actividades. En la dimensión Dolor Corporal se aprecia que los pacientes tuvieron poca interferencia del dolor y su efecto en el trabajo habitual, tanto fuera de casa como en el hogar. La Salud General fue otra de las dimensiones que tuvo una puntuación baja, los pacientes presentaron una percepción regular de su salud, con perspectiva de presentar resistencia a enfermarse en el futuro.

Con relación a las dimensiones psicosociales la Vitalidad fue una de las dimensiones que tuvo mayor puntuación, mostrando poca evidencia de manifestaciones de sentimientos de vitalidad y energía negativos, frente a sentimientos de cansancio y agotamiento. La Función Social tuvo la puntuación más alta de todas las dimensiones que conforman el cuestionario SF-12v2, indicando que hubo un menor grado de problemas de salud física y/o emocional que pudieran haber interferido en la vida social habitual de los pacientes.

El Rol Emocional, es otra de las dimensiones con valoración baja, en la que los pacientes indicaron haber presentado cierto grado de interferencias levemente significativas, en la que los problemas emocionales interferón en el trabajo o en las actividades cotidianas. Por ultimo no se encontró significativamente niveles emocionales negativos como ansiedad, depresión o estrés en lo que se refiere a la dimensión de la Salud Mental, posibilitándole a los pacientes del estudio poder tener un buen control de su conducta y bienestar general.

En la Tabla 2 se puede observar los resultados de la aplicación del Coeficiente de Correlación de Pearson a todas las variables del estudio, se encontraron correlaciones altas positivas con respecto a algunas de las dimensiones del SF-12v2 entre sí, como se describe a continuación, donde:

La Función Física se correlaciona con Dolor Corporal (.509), indicando que en los pacientes con tuberculosis de nuestro estudio las actividades físicas como caminar, subir escaleras, inclinarse, llevar pesos y de autocuidado como asearse, alimentarse, desplazarse, se relacionaron con los síntomas de dolor. El Rol Físico se correlaciona con el Rol Emocional (.506), mostrando que las actividades relacionadas con el rol diario como el trabajo, estudio, deportes y actividades recreativas, se relacionaron con las emociones negativas.

De otro lado, la Funcionalidad Familiar de nuestra población, según el cuestionario FF-SIL evidencio que el 52,8% de los pacientes provienen de familias funcionales, el 41,7% moderadamente funcional y el 5,6% disfuncionales. El análisis de las dimensiones de la dinámica familiar en los pacientes del estudio evidencio que el grado de Cohesión es alto con un 63,9%, lo que indica que existe una alta unión familiar física y emocional ante diferentes situaciones y participación en la toma de decisiones en las tareas domésticas. Respecto a la Armonía que el 77,8% tiene un grado de armonía alto lo que evidencia que existe una correspondencia entre los intereses y necesidades individuales con los de la familia presentándose un equilibrio emocional positivo.

La Comunicación también presento un grado alto con un 59,7% lo que muestra que los miembros de la familia tienen una alta capacidad de trasmitir sus experiencias y conocimientos de forma clara y directa. La Permeabilidad evidencio un grado moderado con un 44,4%, lo que indica que las familias de los pacientes tienen una moderada capacidad de brindar y recibir experiencias y ayuda de otras familias e instituciones. En la afectividad se aprecia que el 59,5% de las familias presentan un alto grado de capacidad de los integrantes de la familia de vivencias y demostración de sentimientos y emocionales positivas unos a los otros.

Respecto a los Roles se evidencio que el 70,8% de las familias muestran un alto grado de responsabilidades y funciones negociadas por el núcleo familiar. Por último las familias de los pacientes con TB presentaron un alto grado de Adaptabilidad 66,7% lo que nos orienta a que los diversos integrantes de las familias tienen una habilidad para cambiar de estructura de poder, relación de roles y reglas ante una situación que lo requiera. En la Tabla 3 aparecen detalladamente los niveles de las dimensiones de la funcionalidad familiar.

Al correlacionar las dimensiones que componen a la funcionalidad familiar no se encontró asociación significativa entre estas.

En cuanto al análisis de la calidad de vida y la funcionalidad familiar los resultados obtenidos se presentan en el tabla 4, en las familias disfuncionales el 50% se encuentran en la categoría de calidad vida mala en relación al 38,20% de las familias funcionales en esta misma categoría de calidad de vida; de igual forma, se ha obtenido una razón de ventajas de del 62% de probabilidad que las familias disfuncionales que tienen mala calidad de vida presenten la enfermedad en relación con las familias funcionales (OR = 1,62), a su vez, los límites de confianza inferior y superior, aun intervalo de confianza al 95% no es estadísticamente significativo (0,21 – 12,18); en cuanto a la asociación entre variables se ha obtenido un valor de chi2 corregido (corrección de Yates) calculado de 0,00 inferior al valor esperado tabulado de 3,84 a un grado de libertad, y por ende un valor de p > 0,05 (1,00), valores que se utilizan al tener el 50% de casillas menos a 5. Con este detalle y al estar los resultados dentro de la zona de aceptación de la hipótesis nula, se acepta la misma.

DISCUSIÓN

Se evidencia mayor proporción de participantes del género masculino y una distribución de la gran mayoría de la muestra en el rango de edad entre los 20 a 64 años de edad, la mayor parte de los pacientes reportaron estar solteros y no haber tenido ocupación remunerada, pero si cierto grado de responsabilidad en los quehaceres del hogar, lo que los mantuvo activos. Los miembros de la familia son los que contribuyen con mayor frecuencia a satisfacer las necesidades psicosociales, y son cruciales en la prestación de apoyo económico de los pacientes (Paz-Soldán, Alban, Jones, & Oberhelman, 2013) lo que les posibilita tener una buena percepción de su estado de salud y por ende de su calidad de vida. Las perspectivas matrimoniales se vieron afectadas debido a una leve afectación de las emociones por situaciones embarazosas, e incluso auto discriminación que repercutieron en las actividades cotidianas (Cremers et al., 2015) (Van Wyk, Enarson, Beyers, Lombard, & Hesseling, 2011) (Juniarti & Evans, 2011) (Dias, de Oliveira, Turato, & de Figueiredo, 2013).

A nivel general de acuerdo a las diferentes dimensiones que conforman el cuestionario SF-12v2 se observó una calidad de vida favorable.

Respecto a las dimensiones físicas (Función Física, Rol Físico, Dolor Corporal y Salud General) y psicosociales (Vitalidad, Función Social, Rol Emocional y Salud Mental) hubo a nivel general una buena calidad de vida, destacándose la Función Social, vitalidad y dolor corporal como las más altas a diferencia de Rol Físico, que fue la más baja de todas las dimensiones que conforman el cuestionario, indicando una ligera afectación de los síntomas de la tuberculosis en el trabajo y otras actividades diarias en los pacientes del estudio, asimismo una estimación regular de su salud, y un grado muy leve de afectación emocionales que repercutieron en las actividades cotidianas.

Los resultados de este estudio difieren de los datos encontrados Deribew et al., (2013) en Rio de Janeiro, Brasil donde se encontró una calidad de vida disminuida en los pacientes con tuberculosis activa, presentándose mayor afectación en la función física. Resultados similares se evidenciaron en la revisión sistemática y meta-análisis desarrollados por Bauer at al., (2013) sobre los efectos de la tuberculosis en la calidad de vida, donde encontraron que los pacientes con TB activa informaron peor calidad de vida que los sujetos evaluados por infección tuberculosa latente. La educación y el apoyo subjetivo factores influyentes y muy importantes en la calidad de vida de los pacientes con tuberculosis (Gao & Rao, 2015).

En relación a la funcionalidad familiar medido por el cuestionario FF-SIL, se encontró que el 94.4% de la las familias de los pacientes de nuestro estudio son funcionales, lo que indica que sus familiares son comprensivos, se preocupan y les brinda el apoyo necesario durante su tratamiento. El apoyo familiar es clave para influir en el comportamiento de búsqueda de atención sanitaria, la adherencia, y el bienestar general del paciente en la práctica clínica (Awaisu et al., 2012) (Craig & Zumla, 2015) (Bolsa, 2013) (Goswami et al., 2012) (Kittikraisak et al., 2012).

Deducimos que en nuestra investigación la tuberculosis no afecto las relaciones familiares de los pacientes, debido a la presencia de diversos factores identificados, entre ellos podemos mencionar el nivel de educación de los integrantes de las familias, la conciencia y el nivel de conocimientos adecuados acerca de la enfermedad, la edad, el género, la no estigmatización de la enfermedad, búsqueda temprana de atención y apoyo por parte del personal de los centros de salud (Harries et al., 2014) (Murray et al., 2013) (Juniarti & Evans, 2011) (Dowdy et al., 2014) (Louw et al., 2012).

En este contexto los resultados no permiten manifestar que la calidad de vida de los pacientes con diagnóstico de tuberculosis no se relaciona estadísticamente aun nivel del 95% de confianza con la funcionalidad familiar.

CONCLUSIONES

En el presente estudio puede observarse que los pacientes con diagnóstico de tuberculosis presentaron a nivel general una calidad de vida buena, por lo que no se vieron limitados en las actividades relevantes de su vida diaria, y que proviene la gran mayoría de familias funcionales. A pesar de lo expuesto, no se encontró que la funcionalidad familiar influya en la calidad de vida de los pacientes debido a la presencia de factores individuales y familiares existentes.

ÍNDICE DE TABLAS:

Tabla 1: Estadísticas descriptivas de las variables del estudio: Calidad de Vida.

Fuente: Base de datos proyecto de investigación Calidad de vida y funcionalidad familiar en pacientes con tuberculosis en las unidades de salud de los cantones Machala, Pasaje y El Guabo. El Oro 2016.

Elaboración: MD. Francisco Arce Llore.

Tabla 2: Correlación de las variables de la Calidad de Vida.

Fuente: Base de datos proyecto de investigación Calidad de vida y funcionalidad familiar en pacientes con tuberculosis en las unidades de salud de los cantones Machala, Pasaje y El Guabo. El Oro 2016.

Elaboración: MD. Francisco Arce Llore.