Resultados
Previamente a la FC, el 52% de los pacientes tenían un IB con puntuación mayor >85, mientras que al finalizar todo el proceso de convalecencia (al alta del HDG) sólo el 31,6% de los pacientes presentaban esa situación. No obstante, las situaciones con mayor dependencia fueron los grupos de menor porcentaje tanto en la situación previa como en la final (22,5% y 30,6%, respectivamente). Tras el periodo de ingreso hospitalario agudo, es decir, al ingreso en el HDG, el 96,9% presentaban una situación con una capacidad funcional moderada o grave. Al alta del HDG, es decir, al alta final de todo el proceso hospitalario, el 37,8% de las personas mostraban una situación de dependencia moderada-leve, seguidas por un 31,6% de dependencia leve-independencia, y por un 30,6% de dependencia grave-moderada.
El análisis mostró que la puntuación del IB previo a la FC tuvo una media de 82,70 (DE±16,90), el IB al ingreso del HDG tuvo una media de 47,35 (DE±13,79) y el IB al alta del HDG tuvo una media de 79,69 (DE±13,97).
Se calcularon las medianas de los IB, resultando para el IB previo a la FC una mediana de 90, para IB al ingreso en el HDG una mediana de 45, y para el IB al alta del HDG una mediana de 80.
Para comparar la capacidad funcional previa al episodio de FC con respecto a su capacidad funcional final a todo el proceso asistencial hospitalario, se aplicó la prueba de Wilcoxon (p=0,02), que mostró la existencia de una diferencia estadísticamente significativa entre ambas medianas. Además, entre el IB previo a la FC y el IB final al alta del HDG, existió una asociación moderada y positiva entre ambas puntuaciones (Rho de Spearman con p=0,43).
Por otra parte, para estudiar la recuperación funcional de los pacientes en el HDG, se analizaron las medianas del IB tanto al ingreso como al alta del HDG aplicando la prueba de Wilcoxon (p <0,01), que indicó que en el HDG se produjo un cambio estadísticamente significativo en la capacidad funcional de los pacientes de forma positiva.
Existió una asociación de posible relevancia clínica (p=0,05) entre el tiempo de convalecencia en el HDG y el IB al alta del HDG. La prueba Rho de Spearman (p=0,24) señala que existió una correlación negativa entre el tiempo en el HDDG y el IB al alta del HDG. Por otra parte, con respecto a los factores sociales, la edad fue el único factor social que se asoció con la recuperación funcional tras la FC, observándose un peor pronóstico de la capacidad funcional al alta del HDG al incrementarse la edad (p=0,04).
Discusión
En este trabajo se han estudiado las diferencias en el nivel funcional para las AVD en personas de edad igual o mayor a 65 años con FC al ingreso y alta de una unidad de HDG. La organización del HDG difiere en función de las características del proceso de hospitalización aguda y de su especialización, particularmente en este estudio en relación a la UOG. Los puntos clave del HDG son la accesibilidad inmediata, la atención programada, la flexibilidad asistencial, la organización por procesos asistenciales y la actuación interdisciplinar.
Los principales resultados del estudio muestran que el episodio agudo de FC produjo en la población estudiada una disminución general de la capacidad funcional al finalizar el periodo total de convalecencia hospitalaria con respecto a la situación previa (p=0,02). No obstante, la estancia en el HDG supuso un aumento de la capacidad funcional de los pacientes (p <0,01), observándose una mejor recuperación funcional cuanto mejor fuera la capacidad funcional previa (Rho Spearman con p=0,02), menor fuera el tiempo de convalecencia en el HDG (p=0,05), y menor fuera la edad (p=0,04). Con respecto a las generalidades de la recuperación tras una FC, en la literatura consultada se han encontrado como factores que influyen en un peor pronóstico de la capacidad funcional posterior a la FC la edad avanzada2,15,16, y el deterioro previo de situación funcional16, factores que también se evidencian en este trabajo. En otros estudios, además de la edad, influyeron otros factores socio-demográficos como el bajo nivel de formación académica, institucionalización previa a la FC2,16, y ausencia de recuperación en el entorno familiar al alta hospitalaria5. Sin embargo, estos factores se han tenido en cuenta independientemente de la modalidad de tratamiento recibido (convencional o integral).
En la bibliografía consultada, sólo se han encontrado dos publicaciones directamente relacionadas con el análisis de la recuperación funcional de la FC en una unidad que incluya el abordaje integral en colaboración con las UOG, como es el caso de los HDG3,25. En la revisión sistemática de Bardales et al.3 se apoya el tratamiento integral e interdisciplinario con el concurso de la geriatría en colaboración con las UOG desde los primeros momentos tras la FC y después en unidades de subagudos y de apoyo durante las fases posteriores, con estrategias de continuidad asistencial como lo es el HDG. Asimismo, en el ensayo clínico de Prestmo et al.17 se sostiene que los pacientes mayores de 70 años con FC mejoran significativamente en la movilidad, en las AVD, y en la calidad de vida cuando reciben un abordaje integral geriátrico en unidades especializadas en colaboración con ortogeriatría, resultando más eficientes que el abordaje tradicional. La media de la puntuación en el IB fue mejorando progresivamente en el tiempo en el grupo de personas incluidas en la modalidad geriátrica con tratamiento integral en comparación con el grupo de personas incluidas en la modalidad ortopédica con tratamiento convencional., resultando estadísticamente significativa a los 4 meses (p=0,013; IC=0,21-1,81) y 12 meses (p=0,007; IC=0,31-1,96) tras la cirugía por FC. Ambas publicaciones ponen de manifiesto el apoyo del HDG como unidad efectiva de recuperación funcional tras la FC, igual que en este trabajo
Las limitaciones de este estudio incluyen el tamaño reducido de la población para ajustar los criterios de inclusión a la vía de ingreso por FC en HDG desde la UOG y no a otra vía de ingreso por FC desde cualquier otra unidad o centro. Además, al realizarse el estudio de forma retrospectiva en el tiempo, no pudo establecerse un corte transversal temporal de valoración común para todos. Los IB se valoraron al alta del periodo temporal individual de cada paciente (periodo de convalecencia mínimo de 12 y máximo de 90 días, según paciente), por lo que no puede estimarse la previsión a largo plazo de la capacidad funcional de estas personas
La principal conclusión de este trabajo es que las UOG en coordinación con HDG permiten desarrollar un abordaje integral de la recuperación funcional del paciente geriátrico con FC. La estancia en el HDG supuso un aumento de la capacidad funcional, observándose una mejor recuperación funcional cuanto mejor fuera la capacidad funcional previa, menor fuera el tiempo de convalecencia en el HDG, y menor fuera la edad. Esta modalidad asistencial parece influir positivamente en la mejoría de la capacidad funcional del paciente con FC a corto plazo.
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