Cáncer de esófago
Autora principal: Adelaida Arango Flórez
Vol. XV; nº 19; 987
Esophagus Cáncer
Fecha de recepción: 09/09/2020
Fecha de aceptación: 01/10/2020
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 19 – Primera quincena de Octubre de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 19; 987
Autor: ARANGO FLÓREZ, Adelaida
Institución: Hospital Universitario Central de Asturias (Oviedo, España)
INTRODUCCIÓN
En la actualidad, el cáncer es uno de los grupos de enfermedades de mayor importancia en salud pública. En la población general el cáncer es la segunda causa de mortandad después de las enfermedades del aparato circulatorio.
Según la OMS Organización Mundial de la Salud, “El cáncer es un proceso de crecimiento y diseminación incontrolados de células”.
Conlleva un proceso de crecimiento y proliferación incontrolados de células. Puede aparecer prácticamente en cualquier lugar del cuerpo. El tumor suele invadir el tejido circundante y puede provocar metástasis en puntos distantes del organismo.
Muchos de los canceres existentes son producidos por factores de riesgo evitable como el consumo del tabaco, alcohol etc.
Debido a la gran importancia de inclusión en nuestro país de afectación de cáncer ya que se cuenta, según los datos recogidos en Globocan® por SEROM (Sociedad Española de Oncología Médica), solamente en el año 2017 neoplasias de esófago 2.239 casos totales de los cuales 1.885 en varones y 354 en mujeres. No siendo el cáncer mayoritario, pero no por ello menos importante, debido en gran medida a los malos hábitos alimenticios y otros anteriormente citados.
Palabras clave: diagnóstico por imagen, cáncer, esófago
ABSTRACT
Actually, cancer is one of the main illness in questions of Public Health. In general population, cancer is the second death cause after cardiovascular illness.
According to World Health Organization (WHO), “Cancer is a process of incresing and celular dissmination”. It consists in an uncontrolled celular proliferation. It could appear in any part of animal body. The tumor can encrouch the surrounding tissues and metastasis can appear in several organs far from the original place of the injury.
Many of the cancers are produced by avoidable risk factors, like alcohol, tobacco…
In our country, according to SEROM (Sociedad Española de Oncología Médica), in 2017, esophagus cancer are almost 2239 documented ocurrences. 1885 of them were registered in men, 354 in women. Esophagus cancer is not a controlling one, but the incidence makes it a important illness to pay attention, most of the times caused for healthy bad habits.
Keywords: Diagnostic Imaging, cancer, esophagus
OBJETIVOS
- Describir la anatomía del esófago
- Enumerar los factores de riesgo de tumor de esófago
- Identificar los principales signos y síntomas del tumor esofágico
- Explicar los diferentes estudios radiológicos para detección de cáncer de esófago.
- Dar a conocer el tumor de esófago
- Conocer la situación en España y a nivel mundial del cáncer de esófago
- Determinar la supervivencia (global, específica y libre de recidiva) de pacientes con cáncer de esófago
RECUERDO ANATÓMICO
El esófago es un órgano tubular, la longitud media en el adulto es de unos 22-25cm, de dirección longitudinal, que se extiende desde la faringe hasta el estómago, situado en el espacio retrotorácico (la parte más posterior del tórax), por delante de las vértebras. Se une con el estómago (unión gastro-esofágica) por debajo del diafragma. Comienza y termina en dos estructuras esfinterianas, el esfínter esofágico superior y el esfínter esofágico inferior, que lo independizan de la faringe y del estómago
En esa zona se sitúa un esfínter (cardias) que impide que el contenido del estómago retroceda al esófago y evita que los ácidos gástricos lesionen la mucosa esofágica por lo que es el único órgano digestivo situado en la cavidad torácica
Desde el punto de vista topográfico pueden distinguirse en él cuatro porciones:
- Porción superior o cervical que se extiende desde el cartílago cricoides hasta un plano horizontal formado por la horquilla esternal.
- Porción media o torácica que desde este mismo plano se prolonga hasta el diafragma.
- Porción diafragmática que corresponde al anillo esofágico del diafragma.
- Porción inferior o abdominal, comprendida entre el diafragma y el estómago
Está compuesto por una pared interna mucosa o pared interna del esófago, rodeada de varias capas musculares, la interna y la externa que son las que actúan movilizando el contenido alimenticio haciendo que avance hacia el estómago.
Una vez que el alimento se encuentra dentro del esófago, éste se contrae, gracias a sus capas musculares, produciendo una serie de movimientos llamados peristálticos, que impulsan su contenido hasta el estómago.
Factores de riesgo cáncer de Esófago
En la actualidad se conocen factores que parece que poseen una relación con el cáncer de esófago. Estos se clasifican en intrínsecos y extrínsecos:
Intrínsecos
Edad: a edad más avanzada mayor es el riesgo, tanto en hombres como en mujeres.
Sexo: los hombres poseen una tasa de cáncer de esófago tres veces mayor que las mujeres.
Raza: las personas de raza negra (afroamericanas) poseen un riesgo tres veces superior al que presentan las de raza blanca.
Enfermedad de reflujo gastroesofágico: las personas con reflujo tienen un riesgo ligeramente mayor de padecer adenocarcinoma del esófago. Este riesgo parece ser mayor en personas que tienen síntomas más frecuentes.
Esófago de Barrett: Si el reflujo del ácido estomacal en la parte baja del esófago continúa durante mucho tiempo, puede dañar el revestimiento interno del esófago. Esto causa que las células escamosas que recubren normalmente el esófago sean reemplazadas con células glandulares. Esta afección es conocida como esófago de Barrett. Las personas con esófago de Barrett tienen un riesgo mucho mayor de padecer adenocarcinoma de esófago que las personas sin esta afección.
Acalasia: el músculo en el extremo inferior del esófago (esfínter esofágico inferior) no se relaja adecuadamente. Los alimentos y los líquidos que son tragados tienen dificultades para llegar al estómago y tienden a acumularse en la parte inferior del esófago, lo que hace que se dilate con el pasar del tiempo. Las células que revisten el esófago en esa área se pueden irritar al estar expuestas a alimentos por un periodo de tiempo más prolongado de lo normal. Las personas con acalasia tienen un riesgo de cáncer de esófago muchas veces mayor a lo normal
Tilosis: es una enfermedad hereditaria que se presenta rara vez y que causa un crecimiento excesivo de la capa superior de la piel de las palmas de las manos y de las plantas de los pies. Las personas con esta afección también desarrollan pequeños crecimientos (papilomas) en el esófago y tienen un riesgo muy alto de padecer cáncer de esófago de células escamosas.
Síndrome Plummer-Vinson: Las personas con este síndrome poco común (también conocido como síndrome Paterson-Kelly) presentan membranas en la parte superior del esófago que pueden causar que los alimentos se atasquen en el esófago, lo que puede provocar problemas al tragar e irritación crónica en esa área debido a la comida atrapada. Aproximadamente 1 de cada 10 personas con este síndrome eventualmente padece cáncer de esófago de células escamosas
Extrínsecos
Tabaco: el consumo de tabaco, independientemente de cómo se consuma (cigarrillos, puros, pipa, tabaco de mascar…) incrementa de dos a cuatro veces el riesgo de padecer cáncer de esófago. Este riesgo aumenta cuando se incrementa la cantidad de tabaco y el tiempo que fuma la persona.
Alcohol: el consumo de bebidas alcohólicas, en grandes cantidades y durante periodos largos.
Este factor por sí solo, no incrementa mucho este riesgo, sin embargo, cuando se asocia al tabaquismo su efecto se potencia y el riesgo se incrementa hasta siete veces.
Ingestión de ácidos y álcalis fuertes: el ejemplo más frecuente es la ingesta de lejía (hipoclorito sódico). Se trata de un blanqueador que contienen muchos limpiadores domésticos. La ingestión de lejía suele darse con más frecuencia en niños y en la mayoría de las ocasiones es accidental. En el esófago queda una cicatriz que estrecha el conducto, apareciendo una dificultad para la deglución. Sobre esa cicatriz puede llegar a desarrollarse un carcinoma de esófago. Es un efecto secundario de la quemadura, a largo plazo, incluso se ha observado hasta 40 años después de la ingestión del cáustico.
Dietas inadecuadas: dietas pobres en frutas y verduras incrementan el riesgo de desarrollar cáncer de esófago.
Bebidas calientes: existen estudios en los que se observó un incremento del riesgo de este tumor asociado a la ingesta de bebidas muy calientes. Se cree que es debido a lesiones repetidas de la mucosa del esófago por el calor.
3.2 Signos y Síntomas
Signos
Pérdida de peso: un porcentaje importante de enfermos con cáncer de esófago pierden peso. Generalmente, debido a la imposibilidad de alimentarse adecuadamente, además de producirse una pérdida de apetito y cambios en el metabolismo.
Disfonía (ronquera), tos o hipo.
Síntomas
Disfagia: es el síntoma más común del cáncer de esófago, dificultad para tragar y la sensación de que un alimento se ha quedado detenido en la garganta. Esta dificultad aparece primero para alimentos sólidos continuando en el tiempo para líquidos. Según progrese la enfermedad la disfagia será incluso para la dificultad al deglutir saliva.
Pérdida de peso: un porcentaje importante de enfermos con cáncer de esófago pierden peso. Generalmente, debido a la imposibilidad de alimentarse adecuadamente, además de producirse una pérdida de apetito y cambios en el metabolismo.
Dolor retroesternal: es un síntoma poco frecuente e inespecífico, ya que, puede aparecer en procesos benignos como el reflujo gastroesofágico. Si aparece en un enfermo de cáncer de esófago, generalmente es un signo tardío que indica la presencia de un tumor de gran tamaño.
Esófago de Barrett: La causa más común que provoca la aparición de esófago de Barrett es la exposición prolongada del esófago al ácido del estómago. Debido a esto hay un cambio de células nuevas que recubren el esófago que no son propias de este ni de naturaleza maligna pero esto provoca un reflujo crónico. Las células instaladas son más resistentes al reflujo y ello puede ocasionar adenocarcinomas.
Son más frecuentes en el tercio inferior del esófago.
Tipos histológicos de cáncer de esófago
Carcinomas escamosos: derivadas de células planas de la mucosa. Podría afectar a todo el esófago, localizándose habitualmente en el tercio superior o medio.
Se relaciona con el tabaco y el alcohol. Asociación con la acalasia (dificultad para que el bolo alimenticio descienda hacia el estómago) o lo que es lo mismo trastorno de la motilidad del esófago.
Adenocarcinomas: células glandulares del esófago inferior con la unión del estómago.
Hay una fuerte asociación con el reflujo gastroesofágico crónico y la obesidad. No hay una relación genética conocida.
DIAGNOSTICO DE CÁNCER DE ESÓFAGO
ANAMNESIS
Información relativa a datos del paciente referente a la historia clínica, como son: antecedentes personales, antecedentes familiares, historia psicosocial, dolencias actuales.
EXPLORACIÓN FÍSICA
La exploración nos sirve para confirmar la orientación diagnostica que nos ha dado la anamnesis.
Consiste en la palpación de zona afectada, exploración visual respecto al aspecto del paciente (si está nutrido o no, higiene del individuo), situación neurológica, respiratoria, movimientos, equilibrio, valoración de constantes vitales (tensión arterial, pulso, frecuencia cardíacas.
ESTUDIO BIOQUÍMICO
Muestra de sangre mediante una extracción en la cual pueden cuantificarse sustancias que contiene las sangre tales como potasio, glucosa, triglicéridos, hormonas etc. que podrían verse alteradas bien por defecto o por exceso. Otros estudios como coagulación (hemofilia), hemograma (glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas) son de gran utilidad para la confirmación de un buen diagnóstico.
BIOPSIA
Estudio realizado mediante la extracción de una pequeña muestra de tejido para la valoración de la composición y morfología vista a través del microscopio electrónico.
La extracción de tejido se obtiene mediante pinzas situadas en la zona distal del endoscopio por medio de las cuales se puede cortar y extraer pequeños fragmentos de tejido de la superficie interna del órgano o cavidad. Habitualmente, este tipo de biopsia se utiliza para diagnosticar cáncer en diferentes localizaciones del aparato digestivo a las que se puede llegar con el endoscopio (esófago, estómago, colon, recto…) y para diagnosticar diferentes afecciones de las vías respiratorias.
ESTUDIOS PARA DETECCION CANCER ESOFÁGICO
ESTUDIOS ESOFÁFICOS CON ENDOSCOPIA
Prueba diagnóstica por la imagen para la confirmación o no de una posible anomalía o patología.
El estudio es realizado mediante un endoscopio (equipo para la visualización de cavidades), en este caso del esófago. Consta de un tubo flexible, introduciéndolo por nariz o boca. En su zona más distal lleva incorporada una cámara, para la visualización del tubo esofágico.
Endoscopia superior: La endoscopia superior es un estudio importante en el diagnóstico de cáncer de esófago. Durante una endoscopia superior, se le administra un sedante (para ponerle a dormir) y luego el médico pasa un endoscopio a través de la garganta hasta llegar al esófago y al estómago. La cámara se conecta a un monitor que permite que el médico observe claramente cualquier área anormal en la pared del esófago.
El cirujano puede usar instrumentos especiales a través del endoscopio para extraer (hacer una biopsia) muestras de cualquier área anormal. Estas muestras se envían al laboratorio para determinar si tienen cáncer.
Si el cáncer está bloqueando la abertura (lumen) del esófago, se pueden usar ciertos instrumentos para ayudar a agrandar la abertura y permitir que pase alimento y líquido.
La endoscopia superior puede proporcionar al médico información importante sobre el tamaño y la propagación del tumor, lo que se puede usar para ayudar a determinar si el tumor se puede extirpar mediante cirugía.
Eco endoscopia (Ecografía Endoscópica): combina la endoscopia con la utilización de ultrasonidos con un equipo llamado ecógrafo. Produce imágenes del interior del organismo usando ondas de sonido. Involucran el uso de un pequeño transductor (sonda) para la exposición del cuerpo a ondas acústicas de alta frecuencia. El transductor recoge los sonidos que rebotan en las estructuras del cuerpo y una computadora luego utiliza esas ondas sonoras para crear una imagen. Este tipo de estudio:
Permite valorar el tamaño del tumor
Propagación del tumor a tejidos o estructuras cercanas
Afectación ganglionar
Existen distintos tipos de imágenes que se pueden ver en la eco endoscopia:
Anecoicas: el haz de ultrasonido atraviesa un medio sin interfases. Se visualizan como imágenes negras (no hay ecos).
Hipoecoicas o hipoecogénicas: el ultrasonido atraviesa interfases con poca diferencia de impedancia. Se visualizan como imágenes grisáceas (ecos de poca intensidad).
Hiperecoicas o hiperecogénicas: el haz atraviesa estructuras con una gran diferencia de impedancia. Se visualizan como imágenes blancas (ecos de gran intensidad)
La evaluación de la prueba endoscópica es fundamental en pacientes con probabilidad de sufrir cáncer de esófago ya que es necesaria y de vital importancia la clasificación y evaluación del estadio ya sea en tumores escamosos como en adenocarcinomas.
Cuando la eco endoscopia muestra afectación a tumores de la capa mucosa en estadios tempranos, estos son susceptibles a tratamiento endoscópico mediante mucosectomía.
La realización de la prueba es sencilla, algo molesta para el paciente debido al avance del tubo, pudiendo provocar nauseas, por ello es necesaria la administración de anestesia local por la garganta y en ocasiones sedación por vía intravenosa.
Preparación paciente: ayunas el día de la realización de la prueba y no comer ni beber seis horas antes de la exploración.
Colocación paciente: decúbito lateral izquierdo.
Realización: se introduce el tubo en la boca a través del protector bucal, y se avanzará hacia el esófago y estómago. Usted deberá realizar el movimiento de deglución como si estuviera tragando un alimento.
El estudio revela información relativa a la profundidad y extensión del tumor, biopsias de mucosa y ganglios afectados.
Broncoscopia: prueba diagnóstica para la valoración de afectación de la parte superior del esófago con el fin de observar si hay propagación a otras estructuras, tráquea o conductos que confluyen en la tráquea como los bronquios.
Toracoscopia y laparoscopia
Permiten que el médico vea los ganglios linfáticos y otros órganos cercanos al esófago en el interior del pecho (mediante toracoscopia) o del abdomen (laparoscopia) a través de un tubo hueco que tiene una fuente de luz.
Estos procedimientos se realizan en el quirófano, bajo anestesia general. Se hace una pequeña incisión (corte) en el lado de la pared torácica o el abdomen. Algunas veces se hace más de un corte. El médico inserta un tubo delgado que tiene una fuente de luz y una pequeña cámara de vídeo en el extremo a través de la incisión para observar el espacio que rodea el esófago. El cirujano puede pasar instrumentos delgados hacia ese espacio para tomar muestras de los ganglios linfáticos y hacer una biopsia para saber si hay extensión tumoral.
ESTUDIOS POR IMÁGENES
Los estudios por imágenes utilizan ondas sonoras, rayos X, campos magnéticos o sustancias radiactivas para obtener imágenes del interior del cuerpo. Los estudios por imágenes se pueden realizar por muchas razones, tales como:
Ayudar a encontrar un área sospechosa que podría ser cáncer
Saber si el cáncer se ha propagado, y de ser así, cuán lejos
Ayudar a determinar si el tratamiento es eficaz
Detectar posibles signos del cáncer que regresa después del tratamiento
Estudio con ingesta de Bario
En esta prueba, el paciente traga un líquido espeso y calizo llamado bario que cubre las paredes del esófago. Cuando se toman radiografías, el bario delinea claramente el esófago. Esta prueba se puede hacer por sí sola, o como parte de una serie de radiografías que incluyen el estómago y parte del intestino, llamadas radiografías del tracto gastrointestinal superior. Una prueba de ingesta de bario puede mostrar cualquier área anormal en la superficie normalmente uniforme del revestimiento interno del esófago, pero no se puede utilizar para determinar cuán lejos un cáncer se ha propagado fuera del esófago.
En ocasiones, esta es la primera prueba que se hace para saber qué está causando un problema al tragar. Con esta prueba, a menudo se pueden incluso ver cánceres pequeños en etapas iniciales. Los cánceres en etapas iniciales pueden aparecer como pequeñas masas redondas o áreas planas elevadas (llamadas placas), mientras que los cánceres avanzados aparecen como grandes áreas irregulares y pueden causar el estrechamiento del interior del esófago.
Por otro lado, la prueba de ingesta de bario también se puede usar para diagnosticar una de las complicaciones más graves del cáncer de esófago llamada fístula traqueo esofágica. Esto ocurre cuando el tumor destruye el tejido que se encuentra entre el esófago y la tráquea, y crea un hueco que los conecta. Cualquier cosa que se trague puede entonces pasar del esófago a la tráquea y a los pulmones. Esto puede ocasionar tos frecuente, dificultad para respirar o de endoscopia.
PET / TC
La tomografía por emisión de positrones, también llamada diagnóstico por imágenes PET o exploración PET, constituye un tipo de diagnóstico por imágenes de medicina nuclear.
La medicina nuclear constituye una subespecialidad del campo de las imágenes médicas que utiliza cantidades muy pequeñas de material radioactivo para diagnosticar y determinar la gravedad, o para tratar, una variedad de enfermedades, incluyendo varios tipos de cánceres, enfermedades cardíacas, gastrointestinales, endocrinas, desórdenes neurológicos, y otras anomalías dentro del cuerpo. Debido a que los procedimientos de medicina nuclear pueden detectar actividades moleculares dentro del cuerpo, ofrecen la posibilidad de identificar enfermedades en sus etapas tempranas, como así también las respuestas inmediatas de los pacientes a las intervenciones terapéuticas.
Los procedimientos por imágenes de medicina nuclear, son no invasivos y, con la excepción de las inyecciones intravenosas, generalmente constituyen exámenes médicos indoloros que ayudan a los médicos a diagnosticar y evaluar problemas de salud. Estas exploraciones por imágenes utilizan materiales radioactivos denominados radiofármacos o radiosondas.
Las radiosondas son moléculas unidas, o «marcadas» con, una pequeña cantidad de material radioactivo que se pueden detectar en una exploración por PET. Están diseñadas para acumularse en los tumores cancerosos o en regiones con inflamación. También se las puede acoplar a proteínas específicas del cuerpo. La radiosonda más comúnmente utilizada es la fluorodesoxiglucosa F-18, o FDG, una molécula similar a la glucosa. Las células cancerosas pueden absorber la glucosa a una tasa más alta, ya que son metabólicamente más activas. Esta tasa más alta puede ser observada en las exploraciones por PET, y esto le permite a su médico identificar a la enfermedad antes de que pueda ser observada en otros estudios por imágenes. La realización requiere un período de ayunas no inferior a 6 h, para evitar que los valores altos de glucemia interfieran en la captación de FDG.
La principal utilidad de la PET-TC con 18F-FDG radica en la identificación de metástasis no detectadas con otras técnicas, que se estima hasta en un 15% de los pacientes
Según el tipo de examen de medicina nuclear, la radiosonda se puede inyectar dentro del cuerpo, ingerir por vía oral o inhalar como gas, y finalmente se acumula en el órgano o área del cuerpo a examinar. Emisiones radioactivas de la radiosonda son detectadas por una cámara especial o aparato para tomar imágenes que produce fotografías y proporciona información molecular detallada.
El escáner para PET consiste en una extensa máquina que cuenta con una abertura circular, similar a una unidad de TC o RMN. Dentro de esta máquina se encuentran diversos aros correspondientes a detectores que graban la emisión de energía desde la radiosonda en el cuerpo.
Las imágenes de medicina nuclear se pueden superponer con tomografía computada (TC) o resonancia magnética nuclear (RMN) para producir diversas vistas, una práctica conocida como fusión de imágenes o co-registro. Estas vistas permiten que la información correspondiente a dos exámenes diferentes se correlacione y se interprete en una sola imagen, proporcionando información más precisa y diagnósticos más exactos.
Un examen por PET mide las funciones corporales de relevancia, tales como el flujo sanguíneo, el uso de oxígeno, y el metabolismo del azúcar (glucosa), para ayudar a los médicos a evaluar la correcta función de los órganos y tejidos.
Las imágenes por TC utilizan equipos especiales de rayos X y en algunos casos un material de contraste para producir múltiples imágenes o fotografías del interior del organismo. Luego, estas imágenes pueden ser interpretadas por un radiólogo en un monitor de computadora. Las imágenes por TC proporcionan excelente información anatómica.
En la actualidad, casi todas las exploraciones por TC se realizan en instrumentos que combinan exploraciones PET y TC. Las exploraciones combinadas por PET/TC proporcionan imágenes que señalan la ubicación anatómica de la actividad metabólica anormal dentro del cuerpo. Las exploraciones combinadas han demostrado que proporcionan diagnósticos más precisos que las dos exploraciones realizadas por separado.
La exploración para el cáncer de esófago suele hacerse desde la base del cráneo hasta los muslos, con los brazos sobre la cabeza para evitar artefactos en el tórax. La dosis empleada para un adulto de 70kg es de 370 MBq de 18F-FDG por vía intravenosa en infusión lenta, y las imágenes se adquieren 60 minutos después.
Recidiva ganglionar local y a distancia. Diagnóstico mediante PET-TC. Paciente con diagnóstico inicial de carcinoma epidermoide de tercio inferior de esófago torácico que fue intervenido quirúrgicamente. Imágenes axiales en el estudio de seguimiento, 6 meses después de la cirugía. Ganglios patológicos (flechas blancas) aumentados de tamaño y con incremento de la captación del trazador, en las cadenas mediastínicas, que indican recidiva ganglionar local (a, b, c), y retroperitoneales superiores, pre y paraaórtica izquierda, en relación con recidiva a distancia (d).
Resonancia magnética
La resonancia magnética (RM) no se emplea sistemáticamente en la valoración de estos pacientes. Sin embargo, la mejora reciente en los protocolos de RM, con secuencias más rápidas, y el empleo de sincronización cardiaca y respiratoria, que ha permitido mejorar la calidad de las imágenes, y la valiosa información funcional que aporta la secuencia de difusión, ampliamente utilizada en la valoración de otros órganos, hacen que la RM pueda desempeñar un papel complementario resolviendo las limitaciones del resto de las técnicas.
La RM tiene una resolución de contraste tisular superior a la TC y la PET-TC, lo que en algunos casos puede aclarar las dudas sobre una posible infiltración tumoral de estructuras vecinas (T4) cuando los hallazgos no son concluyentes con otras técnicas.
RM en cáncer de esófago con infiltración local. Neoplasia en tercio superior y medio del esófago con biopsia de carcinoma epidermoide. a) TC en corte axial en la que se identifica la lesión esofágica que contacta con la pared posterior de ambos bronquios principales (flechas), con la aorta descendente en más de 90° (líneas discontinuas) y con los cuerpos vertebrales (punta de flecha), lo que radiológicamente plantea infiltración local, en este caso b) RM en corte axial a la misma altura potenciada en T2, que muestra la mayor resolución tisular de la técnica, lo que permite demostrar la ausencia de infiltración de las estructuras descritas y además muestra un ganglio patológico (flecha hueca) no identificado en el estudio con TC.
SITUACIÓN EN ESPAÑA
El cáncer de esófago es el quinto tumor más frecuente del aparato digestivo en España (por detrás del cáncer colorrectal, gástrico, hepático y pancreático). Es más frecuente en el hombre que en la mujer, pudiendo oscilar la relación entre 3 y 10 hombres por cada mujer, dependiendo del área geográfica. Según el informe “Las cifras del cáncer en España 2017” publicado por SEOM, la incidencia de cáncer de esófago en España es de 2358 casos (83.9% en varones), suponiendo el 0.95% de todos los cánceres y el decimoctavo por orden de frecuencia en varones y el vigésimo tercero en mujeres.
En Europa las tasas más altas de incidencia se presentan en Rusia, Francia, Reino Unido e Irlanda. España se encuentra, respecto al resto de Europa, en un término medio de incidencia (aproximadamente 8/100.000 hombres y 1/100.000 mujeres).
El cáncer de esófago es el octavo cáncer más frecuente en el mundo. En 2010, el número estimado de nuevos casos en Estados Unidos fue de 16.640 y el de muertes por CE de 14.500. Se trata de un cáncer endémico en muchos países desarrollados y su incidencia es de las más variables, siendo sesenta veces superior en las regiones con una incidencia más elevada. Las áreas de prevalencia más elevadas son el sudeste de África, Irán, India y China (el “cinturón asiático del cáncer de esófago”) con unas tasas de incidencia de hasta los 20-30 casos/105 habitantes. En determinadas regiones de esas áreas geográficas superan los 150 casos/105 habitantes.
El riesgo aumenta con la edad, siendo la media de 67 años en el momento del diagnóstico. Más del 90% de los tumores malignos del esófago corresponden a carcinoma escamoso (CEE) y adenocarcinoma (AE). En raras ocasiones, otros carcinomas, melanomas, leiomiosarcomas, carcinoides y linfomas pueden asentar en la pared esofágica. Aproximadamente el 75% de los AE se localizan en el esófago distal mientras que el CEE suele afectar al tercio medio o distal. La incidencia global del CE en los países occidentales ha experimentado un incremento del 15-20% durante las últimas tres décadas. Durante este período se ha producido, además, un cambio en el patrón histológico. En 1975, el 75% de los tumores malignos del esófago correspondían a CEE y el 25% restante a AE. Desde entonces, se ha observado un descenso de la incidencia del CEE, junto con un aumento de la del AE superior al 45%. En la actualidad, en EE.UU. se diagnostica un mayor número de casos de AE que de CCE. Variaciones en el hábito tabáquico y dietético, así como la mayor prevalencia de obesidad y el uso de algunos medicamentos pueden haber contribuido a estos cambios.
TENDENCIA
Para la evaluación del impacto del cáncer en la población, no sólo es importante conocer la incidencia sino también su variación a lo largo del tiempo.
La incidencia de cáncer en una población definida geográficamente se puede conocer gracias a la existencia de registros poblacionales cuyo principal objetivo es identificar y contabilizar todos los casos incidentes (nuevos casos) que se diagnostican entre los residentes en esa área geográfica. Asimismo, estos registros también son imprescindibles para determinar la supervivencia de los pacientes a nivel poblacional y para conocer la prevalencia. También tienen otras muchas finalidades siendo una de ellas la evaluación de los programas de diagnóstico precoz (Jensen OM, et al. 1991).
La supervivencia de los pacientes con cáncer a nivel poblacional es el principal indicador de la efectividad del sistema asistencial en el control del cáncer. Aunque habitualmente se presenta como la proporción de casos, en porcentaje, que sobrevive cinco años desde el momento del diagnóstico, en muchos tipos de cáncer también es útil conocer la supervivencia a uno y tres años, sobre todo en los de alta letalidad. Este indicador está muy influenciado por el estadio del cáncer en el momento del diagnóstico y el grado de efectividad de los procedimientos terapéuticos. Con la implantación de los programas de cribado, los avances en el diagnóstico y tratamiento, y la mejora en los cuidados de los pacientes, el cáncer se está percibiendo como una enfermedad curable, explica María Dolores Chirlaque, autora principal del estudio e investigadora en el Servicio de Epidemiología de la Consejería de Salud de Murcia y del grupo liderado por Carmen Navarro.
Para el año 2019, los cálculos de la Sociedad Americana Contra El Cáncer para este cáncer en los Estados Unidos son:
Aproximadamente 17,650 nuevos casos de cáncer de esófago (13,750 hombres y 3,900 mujeres) serán diagnosticados.
Alrededor de 16,080 personas morirán a causa de cáncer de esófago (13,020 hombres y 3,060 mujeres).
Aunque muchas personas con cáncer de esófago morirán a causa de la enfermedad, el tratamiento ha mejorado y las tasas de supervivencia están mejorando. Durante los años sesenta y setenta, solo alrededor de 5% de los pacientes sobrevivía al menos 5 años después del diagnóstico. Actualmente, alrededor de 20% de los pacientes sobrevive al menos 5 años después del diagnóstico. Esto incluye a los pacientes con todas las etapas de cáncer de esófago. Las tasas de supervivencia para personas con cáncer en etapa inicial son mayores.
En general, el pronóstico del cáncer de esófago es bastante malo, porque una gran parte de los pacientes se diagnostican en estados avanzados. Aquellos pacientes con un cáncer restringido a la mucosa tienen aproximadamente una TS5A del 80%, pero se reduce a menos del 50% cuando alcanza la submucosa. La extensión a la capa muscular propia del esófago representa una supervivencia a los 5 años del 20%, y la extensión a las estructuras adyacentes al esófago representa un 7% de TS5A. Los pacientes con metástasis a distancia (en los que no está indicada la resección quirúrgica) tienen una supervivencia a los 5 años por debajo del 3%. De todos los pacientes a los que se les somete a cirugía con intención curativa, la TS5A es solamente de alrededor del 25%. Pero estas estadísticas están mejorando, debido a que cada vez más pacientes tienen un diagnóstico más temprano como consecuencia de la mayor concienciación sobre el Esófago de Barrett.
El tratamiento quirúrgico es la principal modalidad en estos enfermos cuando no existen contraindicaciones ni enfermedad metastásica conocida. Su objetivo es la erradicación total de la enfermedad, con bordes de resección proximal y distal adecuados; realizar linfadencectomía regional, aliviar la disfagia, conservar la contigüidad del tubo digestivo, y ofertar con ello una mejor calidad de vida
La cirugía videoasistida ha sido uno de los mayores avances registrados en los últimos tiempos. Desde la realización de la primera colecistectomía laparoscópica en 1986, la cirugía mínimamente invasiva se ha ido aplicando a otros órganos digestivos. El cáncer esofagogástrico es uno de los últimos tumores en los que se ha propuesto el abordaje laparoscópico, quizás debido a su baja incidencia, la morbimortalidad de su tratamiento y la complejidad técnica del abordaje mínimamente invasivo. Su amplia y rápida expansión ha permitido que, en la actualidad, la mayoría de las intervenciones puedan realizarse mediante esta técnica. No obstante, está por demostrar en muchos casos la eficiencia y efectividad real de estos procedimientos. En lo referente al cáncer de esófago, el objetivo del abordaje mínimamente invasivo radica fundamentalmente en minimizar la agresión de la toracotomía. Para su realización, se han descrito «técnicas híbridas» como la toracotomía con movilización laparoscópica del estómago o la movilización toracoscópica del esófago con laparotomía.
Para el seguimiento del cáncer de esofágico se recomienda revisiones cada 2-4 meses y la realización de exploraciones complementarias según los hallazgos clínicos.
CONCLUSIONES
El cáncer de esófago es una de las neoplasias asociadas a mayor mortalidad. Su mal pronóstico se debe a su diagnóstico tardío. En cuanto a su etiología, los factores más claramente relacionados son el alcohol y el tabaco, la ingesta de ciertos carcinógenos como nitritos, opiáceos fumados y determinadas micotoxinas. El principal motivo de la consulta es la disfagia. Para el diagnóstico del cáncer esofágico se utiliza como estudio inicial el de ingesta de bario y en segunda instancia la endoscopia para determinar el tamaño y la propagación del tumor. La cirugía es el procedimiento que presenta los mejores resultados curativos, aunque con una mortalidad superior al 20%.
Sería conveniente que hubiera mayor concienciación sobre el Esófago de Barret para que cada vez más pacientes tengan un diagnóstico precoz del cáncer de esófago.
BIBLIOGRAFÍA
- LARINGE Y PATOLOGÍA CÉRVICO-FACIAL CAPÍTULO 135 ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL ESÓFAGO Ortiz Gil EM*, Granado Corzo SC*, Mesa Marrero M. *MIR de Medicina Familiar y Comunitaria Hospital de Viladecans. Barcelona.
- 2018 © AECC Asociación Española Contra el Cáncer Asociación Española de Ecografía Digestiva
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