células se caracterizan por presentar particularidades propias de las células embrionarias: son células diferenciadas que han aumentado enormemente sus capacidades reproductivas y que se han vuelto inmortales, es decir, no pueden envejecer (7).
Frecuencia:
En Cuba cada año se detectan alrededor de 2000 nuevos casos de cáncer de mama, y lamentablemente todavía una parte importante de ellos en estadio avanzado (6-9), con una incidencia de 34 por 100,000 mujeres (7). En EE.UU. se calcula que aparecen alrededor de 180,000 casos nuevos anuales con tasas de 86,2 y 103,7 por 100,000 mujeres /año (10).
Viladiv P (11) y colls. plantean que en España la incidencia varía en las distintas áreas geográficas desde 37,4 (Granada) a 65,4 (Girona).
Clasificación (6):
El cáncer de mama se clasifica en etapas clínicas de acuerdo con el volumen del tumor (T) y la existencia o no de metástasis en ganglios locorregionales (N) y metástasis a distancia (M). Esta clasificación (TNM), además del valor estadístico, nos orienta en el régimen terapéutico que se debe seguir y en el pronóstico evolutivo de la enfermedad: T1 2 cm, T2 2-5 cm a) Sin fijación facial-músculos, T3 5 cm b) Con fijación facial-músculos, T4 Extensión a la pared torácica-piel a) Pared torácica b) Edema de piel-infiltración o ulceración c) Ambas, N1 Axilares móviles: a) No considerados metastáticos, b) Considerados metastáticos N2 Axilares fijos, N3 Supraclavicular-edema del brazo.
Tipos histológicos (6-9,12).
Los tipos de cáncer que se desarrollan con más frecuencia son el carcinoma ductal, si ocurre en los conductos, y el carcinoma lobular, si ocurre en los lóbulos.
Carcinoma ductal infiltrante: Es el carcinoma mamario más frecuente, con células irregulares con núcleos grandes, hipercromáticos y de límites poco netos.
Carcinoma lobulillar infiltrante: Infiltración del estroma con células redondas u ovales con citoplasma claro y núcleos hipercromáticos.
Factores de riesgo (6-9,12-15).
Entre ellos tenemos: Edad mayor de 40 años, nulíparas, primer parto después de los 30 años de edad, ausencia de lactancia materna, menarquia temprana (menor de 12 años), menopausia tardía (mayor de 55 años), obesidad posmenopáusica, tratamiento estrogénico prolongado en la posmenopausia, antecedente de hiperplasia atípica por adenosis mamaria, antecedente personal de cáncer en mama, endometrio u ovario, desórdenes hormonales a predominio de estrógenos (hiperestronismo) no tratado entre 20 y 49 años de edad, más frecuente en mujeres de raza blanca que en las de raza negra de más de 45 años (15), por debajo de 40 años la raza negra es superior la incidencia, antecedente familiar cercano de cáncer mamario, antecedentes de papiloma intraductal benigno y las radiaciones ionizantes entre otros.
Enfermedades crónicas: La diabetes mellitus, la hipertensión arterial y la obesidad incrementan el riesgo de cáncer de mama y cáncer endometrial en la posmenopausia (7)
Factores genéticos (12,16,17).
Los avances sobre genética molecular han demostrado la transmisión genética por mutaciones en la vía germinal de más de treinta síndromes de cáncer hereditarios.
Se ha demostrado que aproximadamente el 45% de los casos de cáncer de mama hereditarios, incluyendo los pertenecientes al síndrome cáncer de mama-ovario hereditario se originan por mutaciones del gen BRCA 1 (16) y en un porcentaje algo inferior al 45 % están producidos por mutaciones en el gen BRCA 2 (17). Existe por lo tanto un grupo de cánceres de mama hereditarios que representan aproximadamente el 10 % del total sobre los que no se conoce el gen al que están asociados. La transmisión se realiza habitualmente de forma autosómica dominante.
Factor hormonal: Se ha demostrado en estudios realizados una correlación entre los niveles circulantes de estrógenos y el cáncer de mama (18). El tratamiento hormonal sustitutivo con estrógenos en el climaterio y la menopausia incrementa el riesgo de padecer de cáncer de mama particularmente después de los diez años (19).
Factor nutricional: En la posmenopausia, la obesidad, aumenta el riesgo de padecer de cáncer de mama, por la producción de estrógenos en la grasa a partir de andrógenos originados en la suprarrenal (20).
Dieta: Una dieta rica en grasa animal, elevado consumo de carne, consumo de alcohol frecuente y el estrés incrementan el riesgo de padecer de cáncer de mama, mientras que una dieta rica en vegetales crudos, soja, leche y derivados, pescado, café, té, vitaminas antioxidantes A, C y E disminuirá el riesgo (21).
Hábito de fumar: Bennicke K (22) plantea incremento del riesgo de padecer de cáncer de mama en mujeres que fuman, otros autores en cambio no encuentran que lo modifiquen (9).
Anticonceptivos: La toma de contraceptivos orales incrementa el riesgo de padecer de cáncer de mama, aunque este riesgo es pequeño (23).
De forma general, al analizar los diferentes factores de riesgo señalados la mayoría de ellos están fisiológicamente relacionados con la acción estrogénica, ya que se ha podido demostrar que la mayoría de los cánceres de mama son estrógenos dependientes, lo cual constituye un factor predisponente importante. De ahí que muchos de los principios terapéuticos utilizados estén dirigidos a disminuir o eliminar la acción de éstos.
Diagnóstico (2,6-9,12,24).
Se realiza por el interrogatorio, examen físico y complementarios:
Precisar la presencia de factores de riesgo del cáncer de mama particularmente antecedentes familiares de primera línea (madre, hermana) si ha tenido tumores benignos en mama, si su menstruación fue de inicio temprano (12 años o menos) y su menopausia tardía (mayor de 50 años), si ha tomado anticonceptivos, si fuma, etc. si la paciente ha tenido dolor mamario