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Cáncer de próstata. Cuidados paliativos en la atención primaria

nos indican que estos varones tienden a adquirir el riesgo del país que los recibe, lo que indicaría la existencia de factores no controlados por los genes (epigenéticos). (F.J. Brenes Bermúdeza, 2016)

Genes: Algunas investigaciones recientes han mostrado que hay varios genes heredados se relacionan con un aumento del riesgo de aparición de cáncer de próstata, pero parece ser que únicamente son responsables de un pequeño número de casos. En estos momentos se están llevando a cabo algunos estudios para ver si las pruebas que detectan esos genes son útiles para predecir el riesgo de cáncer de próstata sin embargo se indica que El 10 – 15% de los pacientes con cáncer de próstata tienen como mínimo un familiar que también está afectado.

Además, si el familiar afecto es de primer grado el riesgo de desarrollar cáncer de próstata se duplica e incluso triplica el riesgo es 2 veces mayor entre los hijos de varones con Cáncer de próstata.

Alimentación: No está claro si la alimentación interviene en la aparición del cáncer de próstata. Algunos estudios indican que una alimentación rica en carnes rojas o p Existen varias publicaciones que correlacionan el aumento de la grasas de origen animal en la dieta presentan mayor riesgo de morbilidad y mortalidad por cáncer de próstata. La explicación de este fenómeno estaba basada en que puede estar en relación con los niveles de testosterona sérica, estrés oxidativo o por un incremento de la hormona del crecimiento.

También existen algunos estudios en donde se reconoce que la ingestión de lácteos aumenta ligeramente el riesgo de aparición de cáncer de próstata puede ser por su relación directa con la vitamina D. (Hackshaw-McGeagh et al., 2015)

Por otra parte, algunos estudios indican que una alimentación mediterránea, rica en licopenos y selenio reduce ligeramente el riesgo de cáncer de próstata. (López-Guarnido et al., 2015)

Vitamina D:

En varios estudios se ha determinado que la vitamina D tiene un efecto inhibidor de la proliferación tumoral prostática, ya que de acuerdo a algunas características epidemiológicas se ha mostrado interés en el estudio de este factor: por ejemplo los hombres que viven en altitudes con menos exposición a rayos ultravioleta tienen una tasa de mortalidad mayor por cáncer de próstata, es más frecuente en edades avanzadas en los cuales el déficit de vitamina D es mayor debido a la menor exposición a la luz solar y a la disminución de las hidroxilasas responsables de la síntesis de la vitamina D activa. Los afroamericanos cuya melanina cutánea bloquea la radiación ultravioleta e inhibe la activación de la vitamina D tienen tasas más elevadas de incidencia y mortalidad por cáncer de próstata. Los nativos japoneses quienes tienen una dieta rica en vitamina D proveniente del pescado tienen una baja incidencia de cáncer de próstata. (Gilaberte et al., 2011)

Estilo de vida: El consumo de alcohol se lo ha establecido como factor de riesgo para producir cáncer de próstata debido a su efecto sobre los estrógenos y la testosterona así como a su alto contenido de compuestos poli fenólicos con actividad antioxidante que existe en el vino. Pero en realidad a pesar de la gran cantidad de información existente hasta el momento y los resultados contradictorios hacen imposible dar recomendaciones basadas en la evidencia.

Fumar puede aumentar ligeramente el riesgo de aparición del cáncer de próstata, mientras que la actividad física parece reducirlo levemente.

En cuanto a la actividad sexual, en un estudio realizado se determinó que la eyaculación frecuente parece ser un factor de protección para el desarrollo de cáncer de próstata así como también indica que los hombres homosexuales pueden tener mayor riesgo de ser diagnosticado con cáncer de próstata, durante su vida, más que los hombres heterosexuales. (Kotb, Beltagy, Ismail, & Hashad, 2015)Índice de Masa Corporal en la última década se ha tratado de establecer una relación entre el IMC y la mortalidad d los pacientes con cáncer de próstata, aunque los resultados han sido muy variables. Un meta-análisis con estudios de cohortes con un grupo sin diagnóstico de cáncer de próstata y otros diagnosticados y con estudios de supervivencia en lo que se refiere al IMC concluyeron que en pacientes sin diagnóstico previo, con un aumento de 5Kg/m2 se asocia con un incremento del 15% de mortalidad con cáncer de próstata, mientras que en aquellos pacientes ya diagnosticados el incremento de 5kg/m2 incrementa hasta un 20% la mortalidad. (Zhong et al., 2016)

Hormonas: Los niveles de testosterona elevados aumentan el riesgo de cáncer de próstata. En un meta análisis realizado en el año 2000 se concluyó que una concentración elevada de testosterona implica un riesgo mayor. Así como la ausencia prolongada de exposición de la próstata a los andrógenos parece proteger contra el desarrollo de cáncer, aunque no se ha podido especificar una relación de dosis-respuesta entre, las concentraciones de andrógenos y el riesgo de cáncer de próstata. (Regis et al., n.d.)

En cuanto a los estrógenos existen estudios en donde se afirma estos protegen contra el cáncer de próstata debido a la inhibición del crecimiento de las células epiteliales prostáticas, pero a la vez aumentan el riesgo porque favorecen el proceso inflamatorio junto a los andrógenos.

DIAGNOSTICO CLÍNICO

Tacto Rectal a lo largo de la historia el examen digital de la próstata a través del tacto rectal ha sido una herramienta de vital importancia para el diagnóstico de cáncer de próstata con una sensibilidad del 70% y una especificidad del 90% es de suma importancia para valorar tamaño, consistencia, movilidad, delimitación y regularidad de la glándula. Tiene un 50% de probabilidad de falsos positivos, sin embargo sigue siendo el más idóneo para el diagnóstico precoz de cáncer de próstata que al existir anormalidad constituye un tercio más de posibilidad de presentar cáncer de próstata, muy útil especialmente en la atención primaria. (Ploussard et al., 2014).

Marcadores Tumorales Desde que el antígeno prostático específico PSA, se empieza a usar por el año de 1986 para el diagnóstico de cáncer de próstata, como una prueba sencilla y con un valor predictivo positivo del > 4.0 ng/mL del 25%, el mismo que se incrementa cuando se utiliza junto con el examen dígito-rectal, y aún más cuando se emplea el ultrasonido transrectal ha sido creciente su utilidad en la evaluación de la respuesta al tratamiento y conocimiento de su progresión. (Abascal Junquera, Fumadó Ciutat, Francés Comalat, & Cecchini Rosell, 2016) Sin embargo varios estudios han encontrado que existe pérdida de la sensibilidad, debido a que más de un 15% de los hombres con este diagnóstico tendría un APE en niveles normales. Por lo tanto la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria da como recomendación fuerte en el año 2014 no incluir la determinación de PSA en hombres asintomáticos. Es así que en el análisis global de 5 estudios aleatorizados el cribado en cáncer de próstata no disminuyó significativamente la mortalidad (RR1,00, IC del 95%,