- Medicamentos: inmunodepresores, corticoesteroides, terapia de remplazo hormonal, anticonceptivos, antibióticos de amplio espectro.
- Resistencia a antimicóticos.
- Cirugías, trasplantes.
- Estrés.
- Utilización de ropa interior con poca ventilación.
- Promiscuidad.
MARCO TEÓRICO
Las especies de Cándida, están agrupadas dentro del PhyllumAscomycota, SubphyllumSaccharamycota, Orden Saccharomycetales, Clase Saccharomycetales Familia Saccharomycetaceae y Género Cándida.
Candida es un organismo dimórfico, porque presenta diferentes estadios morfológicos, como el de levaduras en el que mide de 3 a 6 micras de diámetro, el de pseudohifas que es cuando germinan las levaduras generando cadenas de células o pueden continuar elongándose hasta formar hifas verdaderas. Se han identificado más de 200 especies de Cándida, de las cuales la principal especie patógena es C. albicans, que se presenta en el 45 a 90% de los aislamientos, seguida de otras especies patógenas encontradas frecuentemente en el humano.
Se han descrito muchos factores de virulencia que las especies de Cándida utilizan para proliferar y producir infección como, la producción de adhesinas (le permiten adherirse a las células epiteliales), la morfogénesis (es el cambio de levadura a hifa o formación de pseudohifas en diferentes condiciones para la adaptación a diferentes ambientes), la producción de enzimas como aspartil-proteinasas y fosfolipasas (éstas facilitan la digestión de células, también sirven para defenderse de la respuesta inmune, para la obtención de nutrientes, para la adhesión y penetración de tejidos), y finalmente cambios en la expresión génica (que le permiten la adaptación a medios hostiles). El efecto que causan factores de virulencia de Cándida y la respuesta del hospedero a la colonización desmedida de este microorganismo producen las manifestaciones clínicas de la candidiasis. (6)
CANDIDIASIS VAGINAL.
Esta pertenece a las micosis mucocutáneas y es muy común en la consulta gineco-obstétrica de mujeres en edad reproductiva. Fue descrita por primera vez por Wikinson en 1849; es considerada una enfermedad inflamatoria de la vagina ocasionada por diferentes especies del género Cándida. Esta manifestación se presenta secundariamente a condiciones fisiológicas alteradas, como cambios en la acidez normal de la vagina, desequilibrio hormonal, alteraciones en la inmunidad celular o humoral, cambios en la flora natural debido a antibioticoterapia y tratamiento con corticoesteroides, duchas vaginales, terapia de remplazo hormonal, entre otras. Para que se presenten las manifestaciones clínicas debe existir una alteración en la flora vaginal y/o una disminución en la inmunidad local que ocasiona un crecimiento desmedido de las especies de Cándida. Lo anterior promueve la acción de la respuesta inmunológica del hospedero que a su vez producirá una reacción inflamatoria y secundariamente las manifestaciones habituales de este padecimiento. . (7)
Según la localización de la infección se clasifican en:
– Intertrigos: afecta los pliegues corporales como axila, ingle, pliegues cutáneos submamarios, espacios interdigitales, ángulos de la boca y piel retroauricular. La zona se ve enrojecida, húmeda y eritematosa, el borde está bien definido y puede haber pápulas o pústulas circundantes con exudación. En la ingle puede haber afección del escroto.
– Paroniquia: eritema y edema alrededor del pliegue ungueal. La cutícula se pierde, hay estrías transversales distróficas y la uña se torna gruesa y quebradiza. Por el pliegue ungueal proximal suele haber exudado purulento.
– Candidiasis bucal: placas blanquecinas poco adheridas a la mucosa, lengua roja y depapilada.
– Balanitis: pústulas o pápulas puntiformes rojizas en el glande y el prepucio. (8)
La candidiasis vaginal se caracteriza por la presencia de flujo blanquecino espeso, abundante y grumoso, placas blanquecinas o pseudomembranosas con pústulas satélites, prurito (comezón) y disuria (dolor al orinar). Y como se mencionó anteriormente se puede presentar de manera asintomática en un 10 al 20% de los casos. Puede aparecer además, relaciones sexuales dolorosas, micción dolorosa, enrojecimiento e inflamación de la vulva, ardor y prurito en los labios y en la vagina. (3)
En el interrogatorio se tendrá en cuenta antecedentes de flujo genital, detalle de medidas higiénicas, síntomas y antecedentes patológicos de importancia. Al examen físico se determinará la presencia de signos, características del flujo, lesiones vulvovaginales agregadas (úlceras, etc.).El diagnostico clínico suele sobre diagnosticar más que subdiagnosticar. En la gran mayoría la observación de leucorrea y de la mucosa vaginal mediante la especuloscopía, es suficiente sin tener que requerir de exámenes complementarios. En general el PH es inferior a 4.5 y el test de aminas. En las niñas la vaginoscopia, método de excepción, se efectuará por el especialista en caso de vulvovaginitis crónica.(3)
Exámenes complementarios.
Examen directo:
* Exudado vaginal: Es el método más utilizado en la detección de esta patología, la muestra debe ser tomada de la pared vaginal lateral puede ser sometida a observación microscópica con KOH al 10 a 20%
* Preparaciones teñidas (Gram) que permiten reconocer blastoconidias, filamentos, pseudohifas de Cándida spp.
El examen microscópico directo es específico pero menos sensible.
* Cultivo: No es usado rutinariamente, pero puede ser útil en mujeres con síntomas recurrentes y con síntomas típicos que presenten una preparación de KOH negativo. Se logra aislar diferentes especies de Cándida además de sensibilidad a diferentes anti fúngicos (antifungigrama con lecturas a las 24 a 48 hrs. (8)
Puesto que las especies de Cándida son comensales, su aislamiento a partir del esputo, boca, vagina, orina, heces o piel no significa necesariamente una infección con invasión progresiva. También es necesario que exista alguna lesión clínica característica y datos histopatológicos de invasión tisular. La positividad de los cultivos de sangre, líquido cefalorraquídeo (LCR), líquido pericárdico o biopsias tisulares proporciona evidencia definitiva de la necesidad de tratamiento sistémico. También es diagnóstico el aspecto histopatológico de la típica combinación de levaduras, pseudohifas y/o hifas en especímenes de tejidos. A pesar de todo, el tratamiento antimicótico se inicia muchas veces sobre bases presuntivas. Se han introducido varios métodos serológicos para detectar anticuerpos o antígenos, pero ninguno de ellos posee especificidad y sensibilidad suficientes para confirmar o descartar el diagnóstico en pacientes graves. (9)
TRATAMIENTO. (10, 11)
Se pueden emplear los medicamentos siguientes:
1. Nistatina: 1 tableta vaginal 2 veces/día por 10 días.