pacientes mediante el uso de tal comunicación”. Flores E., Molina L., Guzmán Y. (2006) agregan que para lograr una relación terapéutica es necesario que el profesional de Enfermería se fundamente en base al conocimiento científico, teorías, modelos y principios que faciliten la aceptación mutua de percepciones, necesidades y comportamientos de los ancianos.
Por otra parte Fernández A., Manrique F. (2010) describen que Enfermería, ha realizado numerosas investigaciones que respaldan la influencia del apoyo social en la salud física, psicológica y social del adulto mayor, destacándose la familia como la mayor fuente de apoyo social en el mismo. Otros estudios evidencian el papel de la Enfermería, como miembro de la red social formal, sobre el efecto de programas, intervenciones enfocadas en el apoyo social del adulto mayor, optimizando las relaciones de apoyo informal o movilizando el apoyo de nuevos vínculos sociales.
Además agregan que el rol de la Enfermería en el apoyo social del adulto mayor, generalmente, implica la interacción directa con la red social informal de la persona y sus efectos positivos son resultado del apoyo emocional, de la información y la ayuda que se intercambian durante esa interacción; por lo tanto el rol es indirecto e involucra esfuerzos, iniciativas para generar cambios en la conducta individual o las actitudes, en la calidad y frecuencia en la interacción entre el adulto mayor y uno o más miembros de su red social informal; creando una red más responsable y duradera, capaz de proporcionar al adulto mayor, beneficios a largo plazo, en la satisfacción de las necesidades emocionales, en la participación activa, en la vida comunitaria, en la promoción de conductas saludables y una mayor calidad de vida. Fernández A., Manrique F. (2010) resaltan que, lo interesante en las interacciones no es la cantidad sino la calidad, es saber cuáles de ellas son más significativas para el adulto mayor en función de las necesidades de cada momento.
La familia en el Adulto Mayor
La familia juega un papel fundamental con relación al Adulto Mayor en la parte afectiva, según Díaz J., (2009) resalta que los Adultos mayores en la mayoría de veces se sienten aislados o utilizados por sus mismos familiares, en la manera que no les permiten tener sus propios espacios, ya que los limitan a realizar tareas de tipo domesticas como cuidar los nietos, hacer mandados entre otras. Logrando así, que estas personas pierdan su autoestima y cada vez se valoren de manera negativa ante los demás, porque se sienten frustrados ante lo que prefieren hacer en realidad y no les permiten realizar. El mismo autor recalca que es importante tener en cuenta que no es la etapa de la vejez la causante de que las personas se vuelvan dependientes, sino que es la sociedad y principalmente la familia, en la mayoría de los casos, que hacen con su manera de proceder ante los Adultos Mayores que estos se conviertan en seres inactivos ya que siempre los miran con lastima y sobre todo con una perspectiva asistencialista, cuando estas personas tiene tanto potencial para aportar a la generación de hoy en día.
Por su parte Gallego E., (2011) describe que la familia en sociedad representa el principal núcleo de convivencia y a lo largo de la vida suceden muchos cambios positivos y negativos que permiten que estos lazos se mantengan e incluso se vuelvan más fuertes. La edad, la enfermedad, la soledad y las malas condiciones económicas hacen que muchos adultos dejen la vida en su propio domicilio para irse a vivir con sus familias, para el Adulto Mayor la familia representa un pilar fundamental de sustento físico, afectivo y económico. Es frecuente, el abuelo o abuela viviendo con sus hijos casados y muchas de estas relaciones se sustentan en la necesidad de cuidar de los nietos; pero de otra parte vemos la presencia importante de un Adulto educador-conciliador consejero de las nuevas generaciones, así que el apoyo entonces debe ser mutuo, los nietos aportan vitalidad, alegría, ayudan a evitar la soledad y aumentar la autoestima de los abuelos y aunque éstos no estén capacitados para asumir nuevos roles cuentan con la sabiduría que solo les da la experiencia de los años vividos.
Gallego E., (2011) también describe que en esta época moderna, se ve cada vez más a un Adulto Mayor que se siente útil, que enseñando va formando parte del ámbito familiar como un miembro más y que aunque necesite atención y cuidados puede tomar decisiones y adquiere nuevas tareas dentro de la familia es importante no prohibirles a ellos la participación.
El cuidado en el hogar, es ejercido principalmente por los familiares directos del anciano, Martínez H. y Zepeda M. (2009) señalan que no siempre realizan esta labor voluntariamente y con agrado, ya que algunos se ven obligados a ejercer este cuidado porque no hay otra persona dentro de la familia que pueda o quiera ayudarles. Algunos cuidadores tienen la voluntad de cuidar de su familiar, pero con el tiempo o se ven agobiados por otras responsabilidades, como hijos, trabajo, casa, falta de dinero, etc., produciéndose cansancio y deterioro en el cuidado entregado.
El apoyo familiar representa un medio emocionalmente seguro para que sus miembros crezcan y se desarrollen en la unidad de presentación y seguridad, proporcionando fuerza, ánimo y ayuda para satisfacer las necesidades interferidas, creando con ello un grado de independencia así lo destaca Morrison (1998) citado por Flores, E., Molina, L., Guzmán, Y. (2006) además refiere que la integración del anciano con su entorno se basa en una relación de ayuda que permite el desarrollo de la autoestima, la confianza y habilidades adaptativas que les permiten afrontar los problemas. En consecuencia se asume que el apoyo familiar se convierte en el proceso de aprendizaje mutuo, logrando la participación de varias personas mediante el proceso interactivo que dirige su objetivo a la relación que se establece entre la enfermera y el paciente.
Sistema de Variables
Características Psicoemocionales del Adulto Mayor se define como
Los cambios biológicos, psicológicos y sociales que se presentan con el envejecimiento influyen decisivamente en el comportamiento del individuo mayor, el declive de las aptitudes físicas, las alteraciones en sus hábitos de vida y roles sociales, van tornando inactivo al adulto mayor, Graig G., (2001), citado por Marín R., (2002).