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Caracterización de las enfermedades crónicas no transmisibles

Existen asociaciones entre diversas entidades clínicas como la Hipertensión Arterial, Diabetes Mellitus, y la Dislipidemia reportadas en Alemania en la década de los años 20 del siglo XX, pero fue en 1988, en su conferencia de Karting, que Generald Reaven ofreció un paso trascendental en la comprensión de este problema de salud, al concluir que la resistencia a la insulina, constituía el mecanismo fisiopatológico básico (3). Todavía existe la tendencia a analizar los factores de riesgo vascular de forma aislada: hipertensión arterial (HTA), dislipemia, Síndrome de ovarios poliquísticos, gota, obesidad, esteatosis hepática no alcohólica citogenética (3,4).

En Cuba, en el año 2009(5) la prevalencia de pacientes entre 25 y 59 años dispensarizados por algunas enfermedades crónicas no transmisibles según sexo fue como sigue: Asma Bronquial – 60.8; Diabetes Mellitus – 20.1; Cardiopatía Isquémica – 13.7 y Enfermedad Cerebro vascular – 1.8, todos por una población de 1000 habitantes.

La prevalencia mundial de la Diabetes Mellitus en el 2010 fue de 239 millones, en Cuba en el 2006 la dispensarización por sexo se comportó en el grupo etario de 60-64 reportó tasas por 1000 habitantes de 122.8 en los masculinos y 178.0 en las femeninas, mientras que en los mayores de 65 años el sexo masculino alcanzó el 77.8 y el femenino 132.4. según declara el departamento de estadística nacional.

En todas las enfermedades predomina el sexo Femenino en su prevalencia, excepto en la Obesidad y la Diabetes Mellitus. La patología con mayor proporción de pacientes fue la Hipertensión Arterial, dato de gran importancia, ya que se sabe que esta afección constituye un factor de riesgo para el resto de las enfermedades cardiovasculares.

En el mismo año de la información anterior, en la población de 60 años y mayores, la tasa de dispensarizados por enfermedades crónicas no transmisibles resultó como se describe a continuación: Hipertensión Arterial, 509.6, Diabetes Mellitus 103.7, Cardiopatía Isquémica, 86.4, Asma Bronquial, 73.0, Enfermedad Cerebro vascular, 50.7 x 1000 habitantes. En el grupo de dispensarizados de 60 años y mayores, aumentó la prevalencia de todas las entidades nosológicas, lo que apunta hacia la edad como un factor de riesgo y se sabe que en Cuba, por la disminución de la natalidad y el aumento de la longevidad, la población de mayores de 60 años aumenta a mayor ritmo que la de los otros grupos de edad (6).

En Cuba los mayores de 65 años aumentaron en un 23.1%, mientras que los menores de 25 años lo hicieron en un 13%. Dentro del país las provincias más envejecidas son Ciudad de la Habana, Villa Clara y Holguín. La población total mayor de 60 años en Cuba en el 2005 era de 1.738.272 habitantes de ambos sexos. En la provincia de La Habana era de 387.235 habitantes. De ellos, 226.445 eran del sexo Femenino y 160.445 del sexo Masculino. El municipio de Arroyo Naranjo hay una población mayor de 45 años de 48.706 personas. El consultorio médico de la familia (CMF) 2 donde se realizó este estudio tienen una población de 1286 personas, de los cuáles el 51.6% es mayor de 45 años.

El envejecimiento poblacional y el exitoso desempeño del Sistema Nacional de Salud de Cuba han cambiado el patrón de la morbimortalidad en el país, donde las enfermedades crónicas no transmisibles ocupan el primer lugar anteriormente enarbolado por las enfermedades infecciosas y otras relacionadas con los cuadros socioeconómicos y de salud previos al triunfo de la Revolución (7).

Conocer los llamados factores de riesgo de las enfermedades que se estudian es muy importante. El término riesgo, según el Diccionario Larousse (8), significa contingencia o proximidad de un daño por tanto, en términos generales, riesgo es una medida que refleja la posibilidad de que se produzca un hecho o daño a la salud, sea por enfermedad o muerte. Se ha definido como factor de riesgo (FR) a una característica, circunstancia o condición detectable en un individuo o grupo y el ambiente que se asocia con una probabilidad incrementada de experimentar una enfermedad o desviación de salud (9).

Los requerimientos mínimos que deben cumplirse para establecer una probable relación de causalidad y el daño provocado son los siguientes:

  1. Asociarse de manera significativa con una enfermedad o problema de salud y debe existir una concomitancia o correlación entre ellas, o sea, el aumento o disminución del factor de riesgo se acompaña de aumento o disminución de la enfermedad.
  2. Preceder a la enfermedad durante un período determinado, precedencia temporal.
  3. Poseer un carácter patogénico evidente, es decir, un respaldo teórico bien fundamentado que explique la aparición del daño, a lo que se llama plausibilidad biológica.
  4. Predecir la ulterior enfermedad a la cual predispone, cuando estén presentes.

Al analizar los hábitos tóxicos más frecuentes, es llamativamente elevado el número de personas que toman café, y elevado número de ancianos que fuman, es reconocido a nivel mundial y en nuestro país donde en la actualidad fuman unos 3 millones de cubanos, aunque la tendencia de estos es actualmente a incrementarse.(10,11).

La frecuencia de la hipertensión arterial aumenta con la edad, demostrándose que después de los 50 años casi el 50.0% de la población padece de hipertensión arterial, la prevalencia encontrada en Cuba está alrededor de 2 millones de hipertensos; no obstante el informe de dispensarización de hipertensos del MINSAP aportó que solo el 8,8% de la población adulta está bajo método activo de control muy lejos de la prevalencia demostrada, osea son hipertensos no está detectados, muchos no tratadas y similar cuantía no controlados.(12,13).

El enfoque de riesgo permite medir la necesidad de atención por parte de los grupos específicos, ayuda a determinar prioridades de salud y es, además, una herramienta para definir la necesidad de reorganización de los servicios de salud (14).

En las enfermedades cardiovasculares, están casi afectadas las arterias coronarias, se ha hablado de los factores de riesgo coronario. En 1986, Jeremiah Stamler(15) se refirió al concepto de factores de peligro coronario, establecido por su gran importancia teórico práctica en relación con la génesis, desarrollo y profilaxis de la enfermedad aterosclerótica, de las arterias coronarias, cerebrales y periféricas

Dicho concepto se basó firmemente en muchos datos extraídos de estudios llevados a cabo en EE.UU., de ensayos experimentales en animales y de investigaciones retrospectivas efectuadas por cardiólogos, los que plantearon que sus pacientes de mediana edad, con algún trastorno cardíaco coronario, solían padecer normalmente ciertas alteraciones: hiperlipoproteinemia primaria, hipertensión arterial, obesidad y diabetes mellitus(16).