En la tabla 5 se analiza la distribución de la población infantil parasitada según condiciones materiales de la vivienda, observándose que el 44.1% de estos escolares en estudio presentaban viviendas con condiciones materiales evaluadas de regular, seguido de un 32.3% que fue considerada como mala. Solo un 23.5% presentaban buenas condiciones. Coinciden estos resultados con los reportados por otros autores cuando plantean que las poblaciones rurales son las más afectadas por parasitismo intestinal con respecto a las poblaciones urbanas, y que la situación económica en estas zonas geográficas constituye también un factor de riesgo determinante en el estado de salud de la población. (69,70)
En América Latina se han desarrollado múltiples investigaciones relacionadas con el parasitismo intestinal, fundamentalmente en áreas rurales. En países como Colombia, Venezuela, México, Honduras y Brasil se han evidenciado la relación existente entre el parasitismo intestinal y las malas condiciones socioeconómicas en que viven las poblaciones rurales fundamentalmente, detectándose una mayor incidencia de protozoarios, seguidos de helmintos. (71)
Tabla 6. Distribución de los parásitos encontrados. Escuela Obdulio Morales. Enero 2009- Diciembre 2010.
Fuente: Encuesta. n= 34 (*)
En la tabla 6, se muestran las especies de parásitos encontrados en el estudio, se pudo observar que en la totalidad de los casos estudiados se encontró Giardia lamblia, seguido por Enterobius vermicularis y Áscaris lumbricoides con el 11.7% y el 2.9% respectivamente. Estudios realizados en Colombia, coinciden con estos resultados además existe otro realizado por Domínguez León y cols en infantes en matanzas, donde indistintamente ambos parásitos se presentan en un porcentaje muy similar. (40,71)
En la literatura mundial se reporta la Giardia lamblia, como la parasitosis más frecuente, coincidiendo con nuestros resultados. En Cienfuegos es también la Giardia lamblia el protozoo más frecuente. Esto pudiera estar dado por sus particularidades en cuanto a su diseminación y transmisión ocurriendo su transmisión por vía fecal – oral, mediante la ingestión de verduras mal lavada, manipulación de alimentos y presencia de vectores, si a ello agregamos que el quiste puede vivir semanas en alimentos refrigerados.
En cuanto al Enterobius se plantea que en Cuba existe una prevalencia donde las cifras oscilan entre un 10 y un 55%, en asistentes a instituciones internas y semiinternas. (14)
Otros estudios confirman que la Giardia lambía y Enterobius vermicularis son las especies más comunes en este tipo de instituciones educacionales.
Tabla 7. Síntomas y Signos predominantes. Escuela Obdulio Morales. Enero 2009- Diciembre 2010.
Fuente: Encuesta n= 34 (*)
Los síntomas más frecuentes presentados por los pacientes parasitados se muestran en la tabla 7. El dolor abdominal constituyó el síntoma predominante en el total de los parasitados (34), siguiéndole en orden de frecuencia la inapetencia en el 58,8% y el prurito anal en el 32,3%. Nótese también la presencia del no aumento de peso y de la anemia en algunos de los casos. Todos los casos parasitados resultaron sintomáticos.
Náquira F., referenciado por Beltrán Hernández (13) en el 2005, reportó cifras muy elevadas (97.6%) de pacientes portadores de dolor abdominal como sintomatología acompañante. Aún cuando la literatura reporta que la mayoría de los individuos infectados son asintomáticos, algunos casos pueden desarrollar manifestaciones clínicas, que van desde trastornos digestivos ligeros hasta diarrea crónica y mala absorción intestinal por lo que no coincide los resultados de esta investigación con los hallazgos reportados en un estudio realizado en escolares en ciudad de la Habana por Lavin Oramas. (73)
Algunos estudios reportan dolor abdominal, diarrea, flatulencia, nauseas, anorexia, fatiga y diarrea, como sintomatología atribuida a parasitosis elevada. (62,74)
La sintomatología ocasionada por el parasitismo depende fundamentalmente del tipo de parásito, grado de infestación, y el estado de las defensas generales e inmunológicas del paciente. Los síntomas pueden variar desde pequeñas molestias hasta cuadros clínicos graves, en ocasiones fatales. (75,76)
El hecho de que el 100% de los pacientes de este estudio manifestaron sintomatología demuestra en qué medida el parasitismo como productor de enfermedad dentro de la comunidad puede afectar el estado de salud de determinados grupos poblacionales.
Tabla 8. Distribución de los fármacos utilizados. Escuela Obdulio Morales. Enero 2009- Diciembre 2010
Fuente: Encuesta. n= 34 (*)
El Mebendazol fue el medicamento más usado en el 32,3% seguido de la piperazina y Tinidazol utilizada en ambos casos en el 20,5%.
Consideramos que el tratamiento empleado se basó en la eficacia de los derivados de los nitroimidazoles (Tinidazol) en la erradicación de los protozoarios, así como de la efectiva respuesta de los helmintos al Mebendazol y a la Piperazina.
Si comparamos con otros estudios, como es el caso de la Pesquisa del parasitismo intestinal y su tratamiento, realizado en el año 2005 en los municipios: Yara, Manzanillo, Campechuela y Media Luna, podemos apreciar que en el caso del Mebedazol, coincide su uso frecuente, no así con el Tinidazol. (77)
En la tabla 9 muestra los factores higiénico-epidemiológicos, sanitarios, de los niños estudiados en esta institución. Pudiéndose encontrar entre los factores predominantes la presencia de vectores en el hogar de los estudiados, y el consumo de agua no hervida ni tratada en el 100% en ambos casos, seguido de la falta de higiene al no lavarse las manos antes de ingerir alimentos en el 94.1% de los niños. El no lavado de manos después de ir al baño también estuvo presente en el 82.3% del total de los estudiados. La falta de higiene después del contacto con animales se encontró en el 73.5%. El Jugar con mascotas y el andar descalzo fueron hábitos también encontrados en el 61.7% y 58.8% de los casos respectivamente. El fecalismo al aire era practicado por el 44.1% de los niños.
Cuando se analiza los factores relacionados con el ambiente que pudieran influir en la prevalencia de la parasitosis intestinal en esta población se pudo apreciar que el 83,3% de esta población consume agua del río y el resto consume agua de pozo, la mayoría la almacena en tanques, cubos y tinajas con escasa tapa para protección de los mismos, así mismo tampoco usan métodos de desinfección.
El 100% respondió no tener sistema de desagüe establecido (acueducto y alcantarillado). Solo el 50,6% de estas familias contaban con letrinas o excusado. El 44.1% realizaban fecalismo al aire libre por no contar con lo anterior, solo 5 disponían de inodoro de agua representando el 11,9% del total de los estudiados.
Tabla 9. Factores de Riesgo Higiénicos epidemiológicos, sanitarios. Escuela Obdulio Morales. Enero 2009- Diciembre 2010
Fuente: Encuesta. n= 34 (*)
La disposición de residuales líquidos es hacia los ríos y arroyos por lo que existe un riesgo permanente de contaminación de los mismos a causa de estos vertimientos. Por otra parte, la gran mayoría vierte los desechos sólidos en micro vertederos y una minoría practica la quema de los mismos.
Nuestro criterio coincide con varios autores cuando manifiestan que las altas tasas de prevalencia de parasitismo intestinal, sobre todo en la población infantil, se ven avaladas por el aumento significativo de la población global en los últimos 50 años, así como su asentamiento en áreas suburbanas y rurales, donde persisten ciertos factores de riesgo epidemiológicos entre la población y el hábitat en el que vive: la contaminación fecal del agua y de los cultivos para consumo humano, el hacinamiento, la deficiente limpieza de las viviendas, la disposición inadecuada de los desechos sólidos domésticos y las deficiencias en las prácticas higiénicas como medidas preventivas del parasitismo. (76)
Tres comunidades: urbana, suburbana y rural de Argentina fueron investigadas, y se encontró que, coincidentemente, la población del área suburbana, caracterizada por presentar inferiores condiciones socioeconómicas, sanitarias y ambientales, así como malas prácticas de higiene personal y comunitaria, fue la que presentó mayor prevalencia de parasitosis. (63)
En Cuba se ha encontrado que la presencia del parasitismo ha estado relacionada con no lavarse las manos antes de consumir alimentos y después de defecar, la presencia de animales domésticos dentro de la casa, el deficiente control de vectores (moscas y cucarachas), el consumo de agua no potable o sin hervir, y el hacinamiento. (64, 65)
En la comunidad suburbana «Los Sirios», en Santa Clara, se encontró que los niños poseían malos hábitos higiénicos, ingerían agua de acueducto sin hervir y había un elevado índice de vectores, lo que condicionó la elevada prevalencia de parasitismo diagnosticada. (42)
Los desechos sólidos afectan el medio ambiente, además de los riesgos indirectos que tienen para la salud humana por la procreación de insectos y roedores, que son vectores de enfermedades.
El hecho de encontrar quistes de Giardia lamblia viables en el intestino de las moscas durante 24 h, así como algunas especies de cucarachas durante varios días, ha permitido postular la importancia que tienen estos insectos en la transmisión de esta enfermedad. (66)
El mal hábito de comerse las uñas fue un factor adverso que se presentó, lo que se relaciona con la elevada prevalencia de Enterobius vermicularis diagnosticada, ya que la enterobiosis se observa en condiciones higiénicas desfavorables, pues el deficiente lavado de manos y limpieza de las uñas son condiciones que favorecen la aparición de esta parasitosis. (5, 67)
La presencia de animales en el hogar y no mantener una higiene adecuada después del contacto con estos, establecen factores de interés en la presencia de parasitismo intestinal. La Giardia lamblia es frecuente en animales domésticos, especialmente perros y gatos, y se presenta con relativa frecuencia en animales salvajes como los castores. La transmisión, a partir de la exposición a quistes del parásito provenientes de animales, ha sido reportada. (67)
Igualmente, no lavarse las manos después de defecar influye en la prevalencia de parasitismo encontrada, al tenerse en cuenta el mecanismo ano-boca en la transmisión de muchas parasitosis.
No lavar las verduras constituye otro factor de riesgo importante en el parasitismo, porque pueden ser vehículos potenciales de huevecillos de parásitos patógenos como los de Áscaris lumbricoides y Trichuris trichiura, así como de los quistes de Giardia lamblia y Entamoeba histolytica. Además, la utilización de aguas no tratadas en la irrigación de las siembras influye en su transmisión. (68)
En Cuba, al analizar los factores de riesgo de infección por Giardia lamblia en niños de 3 sectores de salud, encontraron un alto porcentaje de familias que no lavaban los vegetales suficientemente. (64)
Otros estudios revelan que desde el punto de vista epidemiológico las enteroparasitosis conforman una problemática multifactorial donde se relacionan variables ecológicas, inmunológicas, genéticas, fisiológicas, nutricionales y culturales; su balance adecuado determina la presencia o ausencia del parasitismo. (77)
Los resultados encontrados pudieran estar en relación con el desconocimiento y no cumplimiento de las medidas higiénicas elementales para la prevención del parasitismo intestinal sobre todo las relacionadas con los hábitos sanitarios inadecuados que tienen las personas.
RESULTADOS FUNDAMENTALES.
La tasa de prevalencia de parasitismo intestinal encontrada resultó ser elevada.
Los niños que se parasitaron con mayor frecuencia se encontraron en edades comprendidas entre 7-8 años y el sexo que predominó fue el masculino.
La existencia de parasitismo intestinal en nuestro medio no produjo alteraciones importantes en el estado nutricional. La mayoría de los niños resultó estar ubicado en el grupo I como supuestamente sano.
Las condiciones estructurales de las viviendas estuvo evaluada en su mayoría de regular.
Los parásitos encontrados con mayor frecuencia fueron: Giardia lamblia seguido de Enterobius vermicularis y Áscaris lumbricoides. El dolor abdominal constituyó el síntoma predominante seguido en orden decreciente de la inapetencia y el prurito anal.
Los fármacos más utilizados fueron el Mebendazol, la Piperazina y el Tinidazol.
Las inadecuadas condiciones higiénicas, sanitarias y epidemiológicas, así como los malos hábitos pudieron haber influido en la preponderancia del parasitismo en esta población estudiada.
CONCLUSIONES.
Se encontró una alta prevalencia de parasitismo intestinal en los alumnos estudiados.
El sexo masculino y el grupo etáreo de 7-8 años fueron los más afectados, Giardia lamblia se encontró en la totalidad de los casos estudiados y el síntoma predominante fue el dolor abdominal,
Las condiciones de la vivienda en su mayoría fueron evaluadas de regular y mal.
La mayoría de los niños estudiados resultaron estar ubicado erróneamente en el grupo l de la escala dispensarial como supuestamente sano.
Las inadecuadas condiciones higiénicas, sanitarias y epidemiológicas, así como los malos hábitos pudieron haber influido en la preponderancia del parasitismo en esta población estudiada
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