neurológicos locales de carácter transitorio que acontecen antes o durante las crisis de migraña. En este caso el sustrato fisiopatológico subyacente es un fenómeno de despolarización neuronal y glial similar a la depresión cortical. Esta despolarización se acompaña de fenómenos vasculares consistentes en una fase inicial de hiperemia cortical de pocos minutos de duración, seguida de una fase de hipoperfusión de varias horas de duración. (18, 24)
Estos cambios corticales son responsables de la activación de metaloproteínas que producen ruptura de la barrera hematoencefálica y permiten que diferentes metabolitos producidos por la depresión cortical (productos del óxido nítrico, prostaglandinas, potasio) activen las terminales trigeminales que rodean los vasos de la duramadre. Esta activación del sistema trigeminal genera una inflamación meníngea aséptica debido a la liberación de neuropéptidos así como una transmisión anterógrada de inflamación nociceptiva hacia el núcleo caudal de trigémino para luego transmitirla al tálamo y de aquí a la corteza con el fin de generar la sensación subjetiva de dolor. Es decir estos cambios son los responsables de la sensibilización a nivel periférico y a nivel central. La activación de diferentes estructuras a nivel del tronco cerebral como son el locus coeruleus, la sustancia negra, los núcleos del rafe, la sustancia gris periacueductal, está en debate acerca de si dichas estructuras participan en la generación o más bien modulan la señal del dolor una vez iniciado. (25, 26, 27)
La evaluación de un paciente pediátrico con una cefalea recurrente debe comenzar con un interrogatorio minucioso de los antecedentes familiares, de las características clínicas de la cefalea, así como de los posibles desencadenantes de la misma, seguido de un examen físico completo donde se deben tomar los signos vitales en particular la tensión arterial, haciendo hincapié en el examen neurológico detallado que debe incluir el fondo de ojo. El diagnóstico de la migraña es eminentemente clínico, ya que los exámenes complementarios aportan muy poco al diagnóstico e incluso pudieran dar lugar a falsas interpretaciones.
Dada la frecuencia de la migraña en la población pediátrica, y las características de la misma esta tiene un significativo impacto en las actividades de la vida diaria de dichos pacientes. Una de las formas más utilizadas para medir el impacto de la migraña es a través de la evaluación de la discapacidad producida por la migraña, debido a la disminución de la habilidad o capacidad que tienen estos pacientes para participar en diferentes actividades propias de esta edad. (28).
Se han creado algunos instrumentos para evaluar la discapacidad debida a la migraña. En adultos se desarrolló y validó el Cuestionario de valoración de la Discapacidad provocada por la Migraña de su sigla en inglés MIDAS (29), pero en la edad pediátrica este instrumento no es adecuado debido a las diferencias en el estilo de vida a esta edad. En estos pacientes la actividad escolar constituye la mayor responsabilidad, jugando un menor papel las tareas del hogar. Por lo que pueden perder días de escuela, especialmente si la crisis ocurre en el aula y se envían los niños para el hogar. En consecuencia con esta problemática fue desarrollado el Cuestionario de valoración de la Discapacidad provocada por la Migraña en niños de su sigla en inglés Ped MIDAS (30). Al igual que el MIDAS se evaluaron tres dominios. El efecto sobre la actividad escolar se aumentó a tres preguntas, incluyendo los días totalmente perdidos, los parcialmente perdidos y en los que permaneció en la escuela pero tuvo disminución en el funcionamiento escolar debido a la cefalea. El efecto sobre las actividades del hogar se redujo a una pregunta, relacionada con los días en los cuales el niño no pudo realizar algunas tareas del hogar. En tanto el efecto sobre las actividades sociales se incrementó a dos preguntas, relacionadas con los días en los cuales el niño no pudo participar en actividades sociales (ejemplo interactuar con sus amigos, o practicar deportes) o los días en los cuales pudo participar solo al 50% de sus habilidades. (28, 30).
Este instrumento inicialmente desarrollado en idioma inglés fue posteriormente evaluado y reevaluado en otros idiomas (28). El PedMIDAS también fue posteriormente dividido en una escala simplificada similar al MIDAS. Este sistema de gradación se basó en la puntuación obtenida luego de la aplicación del instrumento, donde las puntuaciones mayores apuntan hacia una mayor discapacidad producida por la migraña (31)
Por lo que es muy útil en el seguimiento de los pacientes además de los calendarios de las crisis, disponer de medidas de discapacidad, para saber cuándo es necesario tomar determinada conducta terapéutica, así como evaluar cómo evolucionan los mismos.
El diagnóstico oportuno de la migraña en la etapa de la adolescencia es de gran importancia ya que permite instaurar un tratamiento en sus diferentes variantes según cada caso en particular, para evitar su evolución a la cronicidad, además de reducir la discapacidad provocada por la misma.
Las particularidades de la etapa de la adolescencia, hacen que también las cefaleas sobre todo de tipo migrañosas presenten algunas diferencias con relación a otras edades, sobre todo en relación con la frecuencia de las crisis, los factores desencadenantes, así como algunas manifestaciones asociadas.
Teniendo en cuenta lo anteriormente señalado, así como la ausencia de artículos publicados en nuestro país acerca de la caracterización clínico – epidemiológica de adolescentes migrañosos es que nos motivamos a realizar este estudio, intentando aportar algunos elementos al conocimiento de la misma.
ANTECEDENTES
La cefalea como síntoma o como enfermedad, probablemente es tan antigua como el hombre. El estudio de cráneos trepanados, según Krogman, tenía una finalidad terapéutica: disminuir la presión intracraneal. Otros estudiosos se inclinaban por una intencionalidad mágico-ritual. La trepanación para el tratamiento de la migraña fue recomendada por William Harvey en pleno siglo XVII e incluso en el tratado de Neurología de Krabbe de 1929 se cita esta posibilidad terapéutica (32) En un texto babilónico se describe una modalidad de cefalea acompañada de intranquilidad y agitación que puede considerarse como una crisis de Cluster Headache (32). En el Corpus Hipocraticum se menciona frecuentemente la cefalea como síntoma de enfermedades febriles o excesos alimentarios. También hay alusiones que pueden corresponder a una crisis de migraña. El mismo Hipócrates (460-377 a. de C.) describió la migraña con aura visual (32).
Galeno (131-201 d. de C.) denominó hemicránea a las cefaleas de inicio lateralizado con manifestaciones nauseosas y vegetativas, atribuyendo el