psicoterapia al desarrollar técnicas y estrategias para que las personas afronten de manera más adecuada sus dificultades. Teóricos como Albert Ellis y Aaron Beck son sus principales exponentes de este modelo terapéutico (Engler, 1996).
Albert Ellis desarrolló la técnica de la Terapia Racional Emotiva (TRE). Para Ellis los seres humanos son creadores de símbolos y lenguaje. No sólo piensan en el problema sino perciben, se dirigen a la acción y sienten acerca de éste (Engler, 1996).
Para Aaron Beck las emociones son una función de la manera en la que interpretamos y predecimos el mundo, el futuro y a sí mismo. Los pacientes deprimidos son dominados por esquemas negativos que los llevan a tener una visión negativa. (Gross, 2012).
Las técnicas empleadas en un proceso de terapia cognitiva surgen de tres principios: el empirismo colaborativo, el dialogo socrático y el descubrimiento guiado (Semerari, 2002).
Teoría psicoanalítica.
La pulsión es el concepto básico del modelo psicoanalítico, ya que se considera que la conducta humana está determinada por pulsiones, deseos, conflictos y fantasías cuando se presenta un desequilibrio de fuerzas pulsionales, el comportamiento se desestabiliza dando por resultado una conducta de riesgo (Kirchner, Torres y Forns, (1988).
La psiquis se encuentra dividida en tres planos delimitados que Sigmund Freud denominó inconsciente, preconsciente y consciente, y dentro de estas tres instancias se encuentran el Ello, el Yo y el Superyó cada una con su propia actividad psíquica (Tallaferro, 2009).
Existen tres tipos de ansiedad según el psicoanálisis, la ansiedad real, la ansiedad neurótica y la ansiedad moral con la finalidad de que la persona enfrente su ansiedad el Yo desarrolla mecanismos de defensa que son procedimientos que ayuda a prevenir dicha ansiedad, su función básica es la de proteger al Yo para lograr una maduración tanto personal como social, sin embargo si son distorsionados se pueden volver desadaptativos (Engler, 1996).
Los postulados del psicoanálisis en cuanto al desarrollo de los instintos y al desarrollo de los procesos de pensamiento son los siguientes: el desarrollo psicoafectivo implica atribuirle al infante una sexualidad precoz. Este desarrollo instintivo está vinculado con una serie de estadios ligados a zonas libidinales distinguiéndose cinco etapas (oral, anal, fálica, latencia y genital). En cuanto a los procesos del pensamiento se distinguen los procesos primarios y secundarios de pensamiento, donde en el primero predomina un lenguaje del inconsciente y un pensamiento mágico, el segundo predomina un lenguaje consciente y un pensamiento lógico (Kirchner y otros, 1988).
Teoría sistémica.
La teoría sistémica está basada en la Pragmática de la Comunicación Humana, en la Teoría General de Sistemas y en conceptos Cibernéticos. En este modelo la patología es considerada como una patología de la relación y no tanto un conflicto del individuo. Se da importancia a la idea de que todos los miembros de la familia están insertos en un sistema. Por lo que, un cambio en uno afecta a todos los demás del sistema. El síntoma tiene valor comunicacional, cumple la función de mantener en equilibrio el sistema. La terapia busca que el sistema modifique las secuencias comunicativas defectuosas (Cibanal, 2006).
Desde esta perspectiva el trastorno de uno de los miembros de la familia es sólo el síntoma de un problema que vincula a toda la familia (Butcher y otros, 2007).
Una estrategia de la terapia familiar es centrarse en mejorar la comunicación, la interacción y la relación dentro de las familias (Satir, 1991).
Salvador Minuchin aborda los problemas familiares desde el enfoque de la Terapia Familiar Estructural donde su objetivo es modificar la organización de la familia buscando que los miembros de las familias se relacionen de manera comprensiva (Butcher y otros, 2007)
Situación clínica actual.
Diagnóstico y clasificación.
Cuando el fenómeno a clasificar es un trastorno mental se reduce su complejidad a elaborar un listado de las categorías de los trastornos mentales agrupándolos en clases tomando en cuenta sus características afines (Ortega y Rodríguez, 2001).
La importancia de la clasificación en el ámbito psiquiátrico es de suma importancia esto con la finalidad de emplear un lenguaje común facilitando la comunicación al aplicar los mismos criterios para asignar una determinada categoría (Ortega y Rodríguez, 2001).
Spitzer y Williamn (1992) citado por Ortega y Rodríguez (2001) definen a la validez como medida en que toda la clasificación y cada una de sus categorías diagnósticas sirve a los fines de la comunicación, del control y de la comprensión de los trastornos mentales.
Las clasificaciones se dividen en categoriales y dimensionales, las primeras se refieren a un modelo de distinción cualitativa esto se asocia a conceptos tales como categoría, conjunto clase o cluster, la segunda clasificación hace referencia a un modelo de distinción cuantitativa, esto permite visualizar las relaciones que existen entre los objetos (Belloch y otros, 2008).
Los sistemas de clasificación categorial más comunes son “La clasificación internacional de las enfermedades” (CIE) y “El manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales” (DSM) (Ortega y Rodríguez, 2001).
Los modelos dimensionales son: El modelo de T.J. Crow de dos dimensiones, la primera se denominaba esquizofrenia tipo I donde predominaban los síntomas como alucinaciones, ideas delirantes y agitación, la segunda dimensión la llamo esquizofrenia tipo II donde los síntomas eran más severos como la apatía, la abulia, anhedonia y la dificultad para socializar. El modelo de tres dimensiones de Opler y Kay están considerados los síntomas negativos, los síntomas positivos y la psicopatología general. El modelo de cinco factores de Strauss, Carpenter y Wing sus factores son la desorganización del pensamiento, alteraciones de la percepción, alteraciones motoras, trastornos afectivos y agitación. (Ortega y