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La indispensable influencia de la comunicación en el fenómeno ético del cuidar

dilemas actuales relacionados con la indispensable influencia que tiene la comunicación en el fenómeno del cuidar.

DESARROLLO:

La palabra comunicación proviene del latín “comunicatio” y éste a su vez procede del sustantivo “comunico”, cuya traducción al castellano es participar en algo común. Tanto el sustantivo comunicación, como el verbo comunicar, tiene su origen en la palabra “comunis”, raíz castellana de la palabra comunidad, la cual significa la participación o relación que se da entre individuos.

El término comunicación como concepto se presta a muchas interpretaciones, las cuales dependen del momento histórico, así como las exigencias políticas, económicas, culturales y sociales del medio en el cual han surgido; esto ha dado origen a una gran variedad de conceptos.(4)

El conjunto de dimensiones humanas que se presenta aquí es uno de los aspectos esenciales para aprovechar la vida. Lo que implica, en primer lugar, atender a las dimensiones de lo humano, y en segundo, cumplir de manera adecuada y responsable en cada fase de la vida con realismo y de forma inteligente.

Todo esto supone entender la vida, adaptarse, estar abierto a nuevas posibilidades, tener predisposición a los grandes cambios y a los pequeños, ilusión y confianza en los nuestros; vivir los logros personales de construcción interna, que se aprenden y se desarrollan hacia una interacción externa o social.

En el contexto de estos cambios mundiales, el descuido, parece convertirse en una de las consecuencias más dramáticas de la globalización, mostrando una suerte de crisis civilizatoria generalizada que se expresa justamente en el abandono de niños y ancianos, en la soledad de los adolescentes, en el abandono de los pobres y excluidos… en fin, en el abandono del sueño de la generosidad y la solidaridad, en la concentración individual y la desatención de los deberes públicos, es decir… parecen estos, tiempos de impiedad.

Por eso, el cuidado de la comunidad en un mundo globalizado representa un verdadero reto para el ser humano hoy. (5)

Muchos autores definen el término del cuidado en los diferentes contextos actuales para los cuales están constituidos paradigmas filosóficos que inciden en la identificación de cuestiones sociales que intervienen en este dilema, por lo que para definirla es preciso revisar el significado de cuidar. «Cuidar es, mantener la vida asegurando la satisfacción de un conjunto de necesidades indispensables para la vida, pero que son diversas en su manifestación, es encargarse de la protección, el bienestar o mantenimiento de algo o de alguien.” (6)

Jean Watson, filosofa y enfermera norteamericana, define al cuidado como un proceso entre dos personas con una dimensión propia y personal, en el que se involucran los valores, conocimientos, voluntad, y compromisos en la acción de cuidar. Aquí elabora un concepto de idea moral como la preservación de la dignidad humana. (7)

Otros conceptos relacionados con este tema son el de Mirtha Cervera Vallejos que considera que el cuidado es: la disciplina que se ocupa de las acciones responsables y de las relaciones morales entre las personas, motivadas por una solicitud, y que tienen como fin último lograr el cuidado de sus semejantes o el suyo propio, basándose en la comprensión del mundo como una red de relaciones en la que nos sentimos inmersos, y de donde surge un reconocimiento de la responsabilidad hacia los otros. Para ella, el compromiso hacia los demás se entiende como una acción en forma de ayuda. (8)

Una persona tiene el deber de ayudar a los demás; si vemos una necesidad, nos sentimos obligadas a procurar que se resuelva; también tiene que ver con situaciones reales. (9)

Y el de Belkis Quintero, también enfermera, define el cuidado de los enfermos como un fenómeno social que solo resulta efectivo si se realiza de forma interpersonal donde se incluyen aquellos valores que se experimentan a través de la comunicación y que son promovidos por cada individuo de manera personal. (10)

La relación que existe entre el atender humanamente, el lenguaje y la comunicación es sumamente necesaria, esta fusión debe ser completa, ya que sin uno de estos elementos no es posible realizar este algo, que es el cuidar.

El conocimiento es también fundamental para que esto sea de calidad. Todo tipo de comunicación es sumamente necesaria para la interrelación, para lo cual, es necesario comprender que a falta de un lenguaje es imposible que exista comunicación y por ende no se efectué el proceso de interrelación social.

Carol Gilligan, en 1982, desde la psicología, introdujo la ética del cuidado como respuesta a lo que ella definió como modelo de razonamiento moral y toma de decisiones a partir de sus trabajos.

Diferentes autores y autoras desde distintas disciplinas de las ciencias sociales y humanas han desarrollado distintos análisis, lecturas, hipótesis y teorías sobre lo que ella llamó una voz diferente en la moral.

Es por ello que la ética del cuidado reivindica la importancia de tener en cuenta la diversidad, el contexto y la particularidad, esta concepción de la moral se preocupa por la actividad de dar cuidado, centra el desarrollo moral en torno al entendimiento de la responsabilidad y las relaciones, así como la concepción de moralidad como imparcialidad une el desarrollo moral al entendimiento de derechos y reglas. (11)

Es de desatacar en estos temas de cuidado y comunicación, los primeros estudios de Piaget sobre el desarrollo moral, que aunque poco tienen que ver con conceptualizaciones éticas, basara su preocupación en el criterio moral en el niño, lo que