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Importancia de la concienciación sociosanitaria en la donación de órganos

  • Interhospitalariamente deberá controlar lo siguiente:

– Oferta de donante multiorgánico a ONT. – Desplazamiento de equipos médico-quirúrgicos. – Localización y desplazamiento de candidatos a trasplante.

Todas estas funciones se desarrollarán de forma colaborativa con los profesionales sanitarios directamente implicados en cada una de las fases.

Si bien todas las funciones tienen su importancia hay dos que tienen una influencia fundamental en el desarrollo de los programas de obtención de órganos y tejidos y son la detección de donantes y la entrevista familiar.

DETECCIÓN DE DONANTES EN MUERTE ENCEFÁLICA.

 La detección de un donante en muerte encefálica es un procedimiento que involucra a un gran número de profesionales sanitarios, principalmente facultativos y Enfermería ubicados en UCI y Unidades de Urgencia. Estos profesionales junto con la colaboración de otros, deben tener presente que algunos pacientes en situación de daño cerebral severo que no responden al tratamiento médico o quirúrgico, pueden evolucionar hacia un estado crítico e irreversible por destrucción total del encéfalo que se describe como muerte encefálica. Sólo si se tiene presente esta condición y se piensa en ello, se pueden detectar y valorar todos los posibles donantes y evitar pérdidas de detección que van a impedir realizar un buen número de donaciones y como consecuencia de trasplantes.

El facultativo responsable de un caso de donante potencial de órganos debe comunicar lo antes posible al coordinador de trasplantes, su existencia, a fin de proceder a completar el diagnóstico de muerte encefálica, iniciar el procedimiento de valoración general del donante y preparar la entrevista de donación. Estos son los tres elementos básicos que acompañan a la detección de cada posible donante y sólo si los profesionales de las unidades detectoras están suficientemente motivados e informados, se puede llegar a valorar todos los posibles donantes de la unidad.

En general, serán considerados donantes de órganos a todos los fallecidos en situación de muerte encefálica por cualquiera de estas circunstancias: traumatismo craneoencefálico, accidente cerebrovascular, anoxia cerebral o tumores cerebrales primitivos no metastatizantes. Para evitar pérdidas de donantes por fallo hemodinámico, el médico encargado del cuidado de un potencial donante de órganos tiene que estar muy atento al inicio del proceso de enclavamiento. Es el instante en que la situación y el pronóstico cambian de forma radical, pues el paciente pasa de estar en estado muy grave a cadáver en protocolo de muerte encefálica.

Con la ayuda del personal de Enfermería el médico de guardia tiene que conocer sin demora el cambio de situación. Habitualmente coincide con un episodio de hipotensión severa, con descenso brusco de frecuencia cardiaca y temperatura. En ocasiones precedido de una subida brusca de presión arterial, situación conocida como crisis adrenérgica. A partir de ese instante y tras realizar una exploración neurológica exhaustiva, todas las medidas terapéuticas programadas para evitar la progresión del daño neurológico pueden ser suspendidas, enfocándose la estrategia terapéutica a optimizar la situación hemodinámica, respiratoria y la perfusión de los órganos susceptibles de extracción y trasplante. Es importante que los profesionales sanitarios que atienden al potencial donante se adapten a la nueva situación y expectativas ya que sus actuaciones son fundamentales para la buena marcha del protocolo.

CONCIENCIACIÓN DE LOS PROFESIONALES SANITARIOS

La predisposición de los profesionales sanitarios hacia el tratamiento con trasplantes, así como el trato dispensado a las familias de pacientes con procesos susceptibles de evolucionar hacia la muerte encefálica, son claves a la hora de la donación.

Algunos estudios son coincidentes en señalar la barrera intrahospitalaria como el elemento clave de la perdida de posibles donantes, con profesionales sanitarios que no llegan siquiera a considerar como donantes a cierto número de enfermos graves que fallecen en camas de cuidados críticos bajo su responsabilidad.

Los principales argumentos que alegan estos profesionales sanitarios son:

– miedo a complicaciones legales

– no desear enfrentarse a familias en proceso de duelo,

– sobrecarga de trabajo,

– apatía,

– desinterés profesional,

– desconocimiento para valorar donantes potenciales,

– dudas sobre relación coste-beneficio de los trasplantes

Por ello resulta necesario enfatizar que la detección de posibles donantes y la comunicación de

estos al coordinador de trasplantes, debería ser considerada una responsabilidad profesional más, con idéntico rango a realizar una buena historia clínica, un correcto diagnóstico o elegir el mejor tratamiento.

Cuando un paciente con un daño estructural cerebral severo pasa de una situación grave a otra compatible con muerte cerebral, hay que inculcar a los profesionales sanitarios que no es el final. Acaban las expectativas vitales de ese paciente y se abren posibilidades de esperanza para otros (pacientes y familias) que esperan el trasplante como la última solución a su grave problema.

Para aumentar el número de donantes en un hospital concreto, una de las primeras actuaciones de coordinadores de trasplante u otros profesionales implicados en los programas de donación, será aumentar la información y la concienciación intrahospitalaria.

Son medidas de intervención de bajo coste económico y que pueden traducirse en resultados

positivos a corto plazo. Es la actuación más lógica y prioritaria.

Los objetivos a cumplir en los hospitales estarán centrados en aumentar la información a profesionales sanitarios y no sanitarios sobre donación y trasplante de órganos, concienciar de la importancia del trato a la familia y la información facilitada respecto a la evolución y pronóstico de la enfermedad.

En esta línea se incluiría la publicidad institucional y de las coordinaciones de trasplante en tablones de anuncios, pasillos y salas de reuniones del hospital; información periódica sobre la actividad de donación y trasplantes llevada a cabo en el hospital, pacientes en espera de trasplante, actualizaciones legislativas, novedades terapéuticas, etc., que pueden ser válidos para afianzar una tibia o indefinida conciencia intrahospitalaria sobre donación.

Los medios de comunicación locales son también eficaces cauces de información, no sólo para la población general, sino también para los propios profesionales sanitarios.

La influencia positiva que para la concienciación sobre donación de órganos tiene en la población general conocer a personas trasplantadas, tiene su paralelismo en el medio hospitalario. Las actitudes de los