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Intervención educativa sobre consumo excesivo de alcohol

mayor que en otras fundamentalmente en zonas rurales; se aprecia además una actitud tolerante ante el uso indebido de alcohol. (7)

El consumo de sustancias adictivas genera serios problemas de salud en las personas consumidoras; así como problemas sociales que se manifiestan en aumento de los gastos de los sistemas de salud, en la atención de los adictos y sus familiares, aumento de conflictos y violencia en la familia, e incremento de la pobreza, generación de mayores niveles de violencia social, entre otros efectos negativos. Se considera que las provincias orientales presentan mayores porcentajes de ingestión de alcohol que el resto del país por ser zona montañosa. En un estudio epidemiológico realizado a nivel nacional en 1995, se estimó que alrededor del 18.6% de la población grámense consume bebidas alcohólicas y que el 4,7% entran en la categoría de alcohólicos. (5)

Se hizo una revisión sobre el alcoholismo, con el objetivo de promover mayor conocimiento de los aspectos negativos de esta enfermedad en el individuo, en la sociedad, en los médicos y sobre todo en los de Medicina General Integral por su importancia en la atención directa a la comunidad. Se plantearon la clasificación, las manifestaciones secundarias y sus consecuencias sobre la salud con producción de diferentes enfermedades, como el cáncer, la gastritis, la cirrosis hepática, las deficiencias nutricionales que llevan a la desnutrición energética proteica, la arteriosclerosis, entre otras, y finalmente la conducta a seguir y la prevención del alcoholismo. Se logra una adecuada relación con la población haciendo énfasis en la alimentación y nutrición correcta para mantener un estado nutricional normal. Además estos problemas relacionados con el alcohol (P.R.A), rebasan el concepto de alcohol – dependencia, devenida la toxicomanía de mayor trascendencia universal en nuestros días y figuran entre las principales amenazas para la salud, el bienestar y la vida de las personas. (5)

La atención en los (P.R.A) incluye los programas de prevención con los grupos de riesgo y el tratamiento específico al enfermo, el cual se debe adecuar teniendo en cuenta las características individuales y la reducción de los daños ocasionados por la toxicomanía. (8)

 Los tratamientos contra el alcoholismo incluyen programas de desintoxicación realizados por instituciones médicas. Esto puede suponer la estancia del paciente durante un período indeterminado, (quizás varias semanas), bajo tutela en hospitales especializados donde puede que se utilicen determinados medicamentos para evitar el abstinencia. Este es un proceso largo y complejo, a veces con ciertas tenciones motivadas por la psicopatología del paciente, la presión ambiental, dificultades en su reinserción en la comunidad y debe tener siempre presente la posibilidad de recaídas o el abandono del tratamiento. (9,10)

Después del período de desintoxicación, puede someterse al paciente a diversos métodos de terapia de grupo o psicoterapia para tratar problemas psicológicos de fondo que hayan podido llevar al paciente a la dependencia. Se puede así mismo apoyar el programa con terapias que inciten al paciente a repugnar el alcohol mediante fármacos como el disulfiram, que provoca fuertes y repentinas resacas siempre que se consuma alcohol. (9)

La terapia nutricional es otro tratamiento. Muchos alcohólicos tienen síndrome de resistencia a la insulina, un desorden metabólico debido al cual el cuerpo no regula correctamente el azúcar causando un suministro inestable a la circulación sanguínea. Aunque este desorden se puede tratar con una dieta hipo glucémica, esto puede afectar a su comportamiento y su estado anímico. Estos síntomas son efectos secundarios que se observan a menudo en alcohólicos sometidos bajo tratamiento de desintoxicación. Los aspectos metabólicos del alcoholismo a menudo se pasan por alto dando como resultado tratamientos de dudosos resultados. Los fallos frecuentes en el tratamiento de los pacientes alcohólicos son debidos a una selección inadecuada del mismo, complicaciones, seguimiento inadecuado y abandono, por lo que en la mayoría de las ocasiones nos adscribimos a diversas modalidades del tratamiento biológico, psicológico y social. (11,12)

En los años 1990, los grupos de consultas de autoayuda fueron adquiriendo notoriedad por sus logros, como lo ha sido el movimiento de Alcohólicos Anónimos. (9)

El alcohol etílico o etanol (CH3-CH2-OH) es un líquido claro, incoloro, volátil, inflamable, muy hidrosoluble. Su molécula es pequeña es y poco polar, por lo que atraviesa bien las membranas biológicas. Un gramo de alcohol aporta al organismo 7,1 kilocalorías. (9)

El etanol es el principio activo de las bebidas alcohólicas. Estas pueden ser fermentadas o destiladas. Las primeras se producen por fermentación de los azúcares de diferentes frutas (cerveza, champán, vino y vino de arroz). Las bebidas destiladas proceden de la depuración y destilación de las bebidas fermentadas, consiguiéndose así mayores concentraciones de etanol.

El etanol se absorbe rápidamente en el estómago (20%) e intestino delgado, por difusión simple. La rapidez de absorción depende de presencia de alimentos en el estómago, cantidad de alcohol ingerida y tipo de bebida. Parte del alcohol se metaboliza en estomago por la alcohol-deshidrogenasa (ADH) que es menor en la mujer. Se distribuye rápidamente por todo el organismo, excepto por el tejido graso, y alcanza la máxima concentración a los 30-90 minutos de su ingesta. Atraviesa con facilidad todas las barreras. Se metaboliza en su mayor parte por vía hepática, eliminándose principalmente por vía renal. (12)

El alcohol ejerce importantes efectos farmacológicos que dependen de la concentración de alcohol en sangre, tipo de consumo (agudo o crónico), y de características de la persona. La duración de un episodio de intoxicación depende de factores como la cantidad y el tipo de bebida alcohólica ingerida, la rapidez de la ingesta, y de la absorción dependiendo si la ingesta se realizó o no con comida. Cuando la intoxicación se hace progresivamente más intensa pasa por tres fases: excitación psicomotriz, incoordinación con depresión cerebral y coma. Con el desarrollo de tolerancia, los efectos motores, sedantes y ansiolíticos del alcohol disminuyen de intensidad. (15)