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La cruz roja española durante la guerra civil española (1936-1939)

Desde los primeros días de la Guerra Civil, concretamente el 29 de julio de 1936, el comité directivo de la Cruz Roja Española fue disuelto por el Gobierno republicano y remplazado por un grupo de siete personas (Clemente, 1999). Las primeras informaciones que llegaron a la Cruz Roja en Ginebra señalaban que casi todos los prisioneros de ambos bandos habían sido ejecutados y que los médicos de ambos bandos se estaban esforzando para evitar que los heridos fuesen rematados. Enviaron, pues, al doctor Junod como delegado del CICR (Comité Internacional Cruz Roja ) en Madrid. La necesidad de conocimiento del CICR respecto a la situación de las víctimas del conflicto era compartida por numerosas sociedades nacionales de la Cruz Roja, como por ejemplo Bélgica, Gran Bretaña, Francia, Portugal y Suiza, para lo que se habían dirigido a Ginebra para ofrecer ayuda a los enfermos y heridos. Paralelamente el CICR había empezado a recibir de las autoridades de Madrid y Burgos quejas y protestas de ambas partes enfrentadas (Clemente, 2004).

Con la llegada del doctor Junod, el CICR (Comité Internacional Cruz Roja ) comenzó su labor. Junod pretendía obtener el cese de los fusilamientos de rehenes en uno y otro bando, para ello se trasladó a Madrid para reunirse con el presidente de la República, José Giral y con los nuevos miembros del Comité Central de la Cruz Roja Española. De la reunión mantenida con el Comité quedaron establecidos tales objetivos (Clemente, 2004):

  1. La Cruz Roja Española se comprometía a dar su apoyo a los delegados del CICR ante la autoridad de la República.
  2. Se aceptaba la ayuda de otras sociedades nacionales de la Cruz Roja.
  3. La Cruz Roja Española se hacía responsable de respetar el emblema de la Cruz Roja.

Tras aquella firma, Junod se dirige a la zona franquista para proponerles la ayuda del CICR (Comité Internacional Cruz Roja ). Cuando llega a Burgos es recibido por el general Miguel Cabanellas, presidente de la Junta de Defensa Nacional y por el vocal de la misma, Emilio Mola. Éstos firmaron un documento en el que se daban por enterados de los acuerdos firmados entre el gobierno de Madrid y el CICR mediante la Cruz Roja Española.

Una vez obtenidos ambos acuerdos, Junod se puso en contacto con la sede del CICR (Comité Internacional Cruz Roja ) en Ginebra para poner en marcha la ayuda. Desde el CICR se gestionó la compra, expedición y el reparto del material sanitario, productos farmacéuticos, además de la correspondencia… La Cruz Roja norteamericana y la holandesa fueron las primeras en enviar donativos en metálico. Más de diez gobiernos y más de cuarenta sociedades nacionales de la Cruz Roja enviaron, además, donativos (Clemente, 2004).

Uno de los puntos del acuerdo firmado tanto en Madrid como en Burgos era el respeto al emblema de la Cruz Roja. En ambas zonas se utilizó el emblema para proteger a instalaciones sanitarias y grupos de la Sanidad Militar. No obstante hubo momentos en los que a pesar de la utilización de este signo, se hizo caso omiso por ambas partes y se bombardearon zonas que se suponía inviolables según el acuerdo firmado por ambas partes.

Es por ello que tanto una parte como otra se acusaban mutuamente de violar el convenio firmado y el emblema. La liga de Sociedades de la Cruz Roja, por su parte, hoy Federación Internacional, ofreció igualmente la adquisición de medicamentos e instrumentos quirúrgicos y aseguró su transporte, así como recogió y transmitió a Ginebra las demandas de noticias de personas residentes en España.

La Cruz Roja estableció zonas neutrales o de seguridad para dar protección a los civiles no combatientes que sufrían los continuos bombardeos (Clemente, 1999).

Ante esta situación, el CICR (Comité Internacional Cruz Roja ) siempre actuó con suma cautela, aunque finalmente, en la Conferencia de Londres de 1938 lograría que se aprobase la IX Resolución a favor de la protección de la población civil contra los bombardeos aéreos.

El Comité trató desde los inicios de la guerra civil de dar respuesta a las necesidades materiales y humanitarias de la población afectada de los dos bandos. Una de las mayores obsesiones del CICR era que brillara la equidad entre ambas zonas respecto a la distribución de los suministros, no obstante, el CICR envió a la zona rebelde más ayudas sanitarias para los centros benéficos o caritativos por su mejor situación de salud alimenticia, mientras que a la zona republicana envió más alimentos pro sus necesidades al respeto.

El CICR (Comité Internacional Cruz Roja ) fijo en España 4 delegaciones: Madrid y Barcelona en la zona gubernamental y Burgos y Sevilla en la rebelde. Estas delegaciones eran las encargadas de hacer respetar el signo de la Cruz Roja, crear los servicios de búsqueda e información para los familiares de los prisioneros, enfermos o fallecidos y de distribuir, en nombre de las Sociedades Nacionales donantes, los socorros que ellas estaban dispuestas a enviar a España. El número de delegaciones fue aumentando hasta diez pero en junio de 1938 quedaran sólo dos (Clemente, 2004).

Según la revista oficial de la Cruz Roja de 1936 a 1938 se habían atendieron en el bando republicano 1.329.579 heridos y enfermos, las ambulancias realizaron 2.645 salidas y se recogieron, solo en Madrid, 6.459 heridos de metralla.

En mayo de 1939 el CICR (Comité Internacional Cruz Roja ) tuvo la intención de cerrar sus delegaciones. Pero la Cruz Roja Española insistió en mantener dichas delegaciones en Madrid y Barcelona para que pudieran continuar ocupándose de las numerosas demandas de noticias y de las repatriaciones de los refugiados españoles. Atendiendo a estas razones, el CICR decidió mantener la delegación de Madrid hasta mediados de julio y la de Barcelona hasta septiembre del mismo año (Clemente, 2004).

DISCUSIÓN E IMPLICACIONES

Las limitaciones de estudio han sido diversas puesto que la bibliografía es limitada y la que hay es, a mi parecer, demasiado detallada recreándose en detalles sin importancia alguna. En la búsqueda de información he encontrado gran número de anécdotas y pequeños relatos sobre situaciones muy concretas. Es cierto que estas anécdotas son interesantes y en muchos casos hasta necesarias para entender mejor el contexto en el que suceden los hechos; pero en ocasiones me han creado la duda de cuál es lo más relevante. Todo puede considerarse importante, pero hay que saber seleccionar, y ahí estriba la dificultad ya su vez la calidad o no de un trabajo. Además me ha resultado difícil seleccionar muchos de los datos puesto que las propias fuentes se repiten en muchas cosas.

Creo, sin embargo, que este trabajo queda bastante bien reflejado y explicado cómo actuó el CICR y posteriormente la Cruz Roja Española en el conflicto de la Guerra Civil en España. Cuáles fueron los primeros pasos para situar al CICR (Comité Internacional Cruz Roja ) en una posición neutral, la cual le sirviera para desarrollar su papel. Ambos bandos debían ver en la Cruz Roja como un agente que no defendía ninguna postura, sólo defendía a los heridos fueran del bando que fueran. Creo que en ese sentido, queda bien reflejado el papel del CICR y la Cruz Roja en este trabajo.

No obstante, desde el punto de vista del contexto histórico hay muchísima bibliografía y he sabido situarlo muy bien en la época. La Guerra civil española está lo suficientemente analizada por lo que sabiendo lo que se busca, el enfoque necesitado, es fácil encontrar gran volumen de bibliografía.

Para el CICR la Guerra Civil española fue uno de los conflictos bélicos que más le hizo desarrollar y enriquecerse en su trabajo. La verdad es que no estoy muy segura de las implicaciones para la investigación que ha podido tener la experiencia de la Cruz Roja española durante la Guerra Civil española. En referencia a las implicaciones para la práctica de la Enfermería creo que aportó conocimientos sobre cómo curar y tratar a los heridos de guerra, además de la necesidad de posicionarse de forma neutral en un conflicto de este tipo, puesto que su objetivo es atender a los enfermos y heridos, sin mirar si pertenecen a uno u otro bando.

El papel de las organizaciones humanitarias, de Enfermería o similares siempre debe ser el de un agente neutral y esa sea una de las grandes enseñanzas de toda la participación del CICR (Comité Internacional Cruz Roja ) en la Guerra civil española, como lo ha hecho, lo hace y lo seguirá haciendo en otros conflictos.

CONCLUSIONES

Como conclusión decir que la Guerra Civil Española es un claro ejemplo de conflicto bélico dentro de un país donde el mismo se divide en dos o más bandos mutuamente enfrentados. En este caso, los republicanos, que en ese momento gobernaban, y los nacionalistas o franquistas, que son los que se revelan ante el gobierno del momento. En ese contexto la Cruz Roja, como institución sanitaria desempeña un importante papel. El quehacer de la Cruz Roja es atender a los heridos, sin mirar a que bando pertenecen. Tal y como hemos comentado anteriormente, en ambas partes la Cruz Roja disponía de un Comité que sería el encargado, junto a la ayuda del CICR (Comité Internacional Cruz Roja ), de atender a los heridos de guerra.

Es necesario recordar que la Cruz Roja Española fue ayudada tanto por el CICR, como por diferentes Sociedades nacionales de otros países. La Cruz Roja, como organización mundial que es, dispone de comités nacionales en la mayoría de los países, y fueron estos los que encaminaron la ayuda que de estos países se destinaba a España.

El papel de la Cruz Roja Española en el periodo que duró la Guerra Civil Española no se restringía a curar a los enfermos, sino que también ayudó a unir familias separadas, poner en contacto a gente exiliada, repartir los alimentos y medicación que venían de otros países. Además estableció zonas de seguridad que eran respetadas por ambos bandos. Esto último es quizás uno de los mayores logros del CICR (Comité Internacional Cruz Roja ).

Uno de los principales hitos en toda la actuación del CICR fue el lograr que ambos bandos, tanto el que hasta entonces había ostentado el mando del gobierno, como el lado rebelde, aceptaran la participación neutral de la Cruz Roja. El CICR estableció una serie de puntos básicos como el respeto al emblema de la propia organización, la posibilidad de creación de agencias de información y que se aceptasen la ayuda de otras naciones. Estos tres puntos fueron aceptados por ambas partes, y son la base de la posterior participación de la Cruz Roja.

Es cierto que al final de la guerra civil fueron muchos los muertos, y seguro que pudieron ser evitados también muchos; sin embargo, gracias a la participación de la Cruz Roja y a la colaboración que ésta recibió por parte de otros países seguro que fueron muchos menos que los que podrían haber sido, ya que como hemos dicho, no sólo se ayudó a los heridos, sino también a la gente desamparada que no tenía alimento que llevarse a la boca, así como a aquellos exiliados que cuando quisieron volver la Cruz Roja les ayudó a buscar a sus familias.

BIBLIOGRAFÍA

Clemente, J.C. (2004). La labor sanitaria de la Cruz Roja Española de 1864 a 1997. Madrid: Fundamentos.

Clemente, J.C. (1999). Escuela Universitaria de Enfermeras de Madrid. Madrid: Fundamentos.

Cruz Roja Española (2004). Quienes somos. Qué hacemos. Dónde estamos. Cruz Roja Española [Internet] Disponible: www.cruzroja.es

Escandell Bonet (1990). La investigación histórica. Murcia: Universidad de Murcia.

García de Cortázar, F. (2002). La Historia en su lugar: de la guerra civil al siglo XXI. España: Editorial Planeta.

García de Cortázar, F., más Otros (1999). Historia. Madrid: Anaya.

Hernández Conesa, J. (1995). Historia de la Enfermería. Madrid: McGraw-Hill.

Varios (1988). Gran Diccionario Enciclopédico Plaza. Barcelona: Plaza & Janés.

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