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Prácticas culturales de cuidado de diabéticos

profesional como enfermera limitaciones para la atención de estos pacientes, tomando en cuenta los mitos y creencias en relación a su enfermedad o padecimiento.

Los pacientes que sufren Diabetes Mellitus conviven con frecuencia con mitos y falsas creencias al respecto de su condición, que pueden traer consecuencias que se pueden manifestar en forma de una incorrecta prevención de procesos posteriores y el desarrollo de prácticas y modos de vida nocivos para el individuo.

Considero como profesional de Enfermería, que la base fundamental de nuestra práctica está en función del cuidado humano y que debe brindarse no solo a la persona sana o enferma sino que su alcance debe llegar hasta el grupo familiar y el colectivo que demanda de nuestro servicio para actuar sobre los conjuntos sociales implicados y sus condiciones de vida desde una perspectiva preventivista. No sin antes tomar en cuenta que la persona receptora del cuidado, este consiente sobre la importancia de su propio autocuidado para el mantenimiento y equilibrio de su salud.

Por otra parte, el fundamentarse en la Teoría Transcultural de Madeleine Leininger (9), brinda la oportunidad de un cambio de postura por parte del Profesional de Enfermería, llevándole a reflexionar sobre la imposición del cuidado profesional. Está teoría, conjuntamente con el dominio del referencial biológico y técnico que el profesional de Enfermería tiene, puede facilitar la comunicación con los pacientes diabéticos y familiares, permitiendo dar el cuidado en pro de su salud de manera comprensible y aceptable para ellos.

De lo antes expuesto, se deriva la necesidad de emplear estrategias para mejorar la atención de esta condición requiriendo además de una supervisión médica continua del paciente y la educación para el autocuidado por parte del equipo de salud, para prevenir complicaciones agudas y reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo.

El objetivo del estudio es describir sobre las prácticas de cuidado a partir del marco cultural de salud de los diabéticos trujillanos.

Propósito y Propuesta metodológica

El propósito de este documento consiste en ofrecer algunos aportes preliminares del estudio sobre Prácticas culturales de cuidado de diabéticos del Estado Trujillo, bajo el paradigma cualitativo, que se encuentra en proceso de elaboración. Para esta investigación seleccionamos, la etnografía focalizada, y el método etnoEnfermería propuesto por Leininger (10), de modo de comprender las costumbres vividas y las preocupaciones sentidas por estos pacientes diabéticos, con el fin de explorar la perspectiva emicas derivada de los significados que otorgan los pacientes diabéticos sobre las prácticas de cuidado a partir de sus creencias y valores. Se trata de una etnografía de pequeño alcance o como lo señala Spradley (11), una etnografía tópico orientada, porque focaliza un aspecto de la vida. El Análisis Etnográfico de Spradley (12) será utilizado para el procesamiento de información. La muestra son 6 diabéticos de ambos sexos del Hospital Dr. Juan Motezuma Ginnari del Instituto Venezolano del Seguro Social, de la ciudad de Valera que son residenciados en el municipio San Rafael de Carvajal del Estado Trujillo. Se hará un muestreo con propósito, que alude a la selección de las personas más representativas para suministrar la información sobre el fenómeno en estudio, se trata de un grupo de seis pacientes diabéticos, hombres o mujeres con edades comprendidas entre 17 y 70 años de edad. Asimismo el número de informantes se determinará por muestreo teórico y saturación de datos, se considere se ha alcanzado la suficiente cantidad de datos como para que se pueda desarrollar una descripción completa y rica del tema en estudio (13).

En la fase de recolección de los datos se vienen realizando entrevistas en profundidad a cada participante. Esta técnica junto con la observación participante, es la más usada en la investigación cualitativa. Es también llamada entrevista en profundidad, busca encontrar lo más importante y significativo para los informantes sobre los acontecimientos y dimensiones subjetivas. Es un encuentro cara a cara, no estructurado (14,15). Esta técnica también puede utilizarse, cuando se necesita datos o información muy complejos, confidenciales o delicados. Así como también puede emplearse cuando se busca información de profesionales y los cuestionarios estructurados son insuficientes (16).

Consideramos además, en este recorrido metodológico el Modelo de Observación Participación – Reflexión (OPR) descrito por Leninger, existe una particular diferencia con respecto al de la Observación Participante usado en la Antropología convencional, en el sentido que el investigador dedica un tiempo inicial a la observación, antes de llegar a participar activamente en el campo de acción (10).

Para el análisis etnográfico se procederá de acuerdo a lo que señala Spradley (12) que el propósito es emplear métodos de análisis que lleven a describir la organización del conocimiento cultural. Evitar imponer categorías que crean órdenes y modelos en lugar de descubrirlos. El análisis etnográfico es la búsqueda de las partes de una cultura y de sus relaciones, tal como son conceptualizados por sus conocimientos. Este método identifica cuatro tareas en las cuales se agrupan las actividades de análisis de información recogida: a) Análisis de dominio, b) Análisis taxonómico, c) Análisis de componentes de significados y d) Descubrimiento de temas culturales.

El rigor metodológico se llevara a cabo según los criterios que comúnmente se utilizan para evaluar la calidad científica de un estudio cualitativo y por ende su rigor metodológico. Si el estudio demuestra credibilidad, auditabilidad y adecuabilidad, posee entonces confirmabilidad (17).

Hallazgos e Interpretación

La investigación viene desarrollándose desde hace ocho meses en el hospital seleccionado en los domicilios de los sujetos. Se inició con las solicitudes de los permisos ante las autoridades del hospital y reuniones grupales con los líderes natos de las comunidades donde se ubican los domicilios de los sujetos del estudio, a la cual han asistido con mayor regularidad e intensidad las madres-abuelas, quienes son en su mayoría cuidadoras a sus familiares diabéticos. Las comunidades tienen tradiciones y costumbres propias que protegen la salud, algunas son provechosas, otras sirven poco y algunas probablemente son dañinas. Las costumbres representan en sí mismas y desde el principio de la humanidad todo un conjunto de formas enfocadas a asegurar la continuidad de la vida. A medida que se repiten y se asientan, dan lugar a la adhesión del grupo que cree que tal o cual forma de hacer es buena y, en consecuencia deseable, o mala y, por consiguiente, no deseable. Son de hecho la base de los hábitos de pensamiento que se