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Cuidado humanizado como esencia en el profesional de Enfermería

desarrolla un potencial en el profesional de Enfermería para tomar la decisión más asertiva a la hora de bridar cuidados.

Además el cuidado es de igual de importante que la curación, la práctica del cuidado integra el conocimiento biofísico con el conocimiento de la conducta humana para generar y promover la salud y ayudar aquellos que estén enfermos. La ciencia del cuidado y la ciencia de la curación no se excluyen una de otra. La práctica es fundamental para la Enfermería, el cuidado conlleva a una responsabilidad de la enfermera con respecto al problema del paciente (4) con respecto a estas últimas definiciones son las más aceptadas, debido que la recuperación del paciente depende en gran parte de los cuidados de Enfermería, sobre todo en mi área de trabajo como es la unidad de cuidados intensivos UCI, donde se trabaja con paciente total o parcialmente dependiente de cuidados del Profesional de Enfermería para mejorar las condiciones de salud de estas personas enfermas, por lo que la enfermera tiene un alto compromiso con el paciente, los familiares, con el servicio y consigo mismos.

Para entender al hombre, a la persona sana o enferma, en cualquiera de sus esferas se brinda la asistencia para procurar mejorar al individuo, entendiéndose el cuidado humano como; “ideal moral, trasciende el acto y va más allá de la acción de la enfermera y produce actos colectivos de la profesión de Enfermería que tiene consecuencias importantes para la civilización humana” (1). Partiendo de esta definición el cuidado humano, es aquel que involucra, la vocación, los conocimientos, espiritualidad, responsabilidad, moral, ética y nuestra esencia como congéneres, para asistir a cada persona. El cuidado humano es holístico, por tal razón al momento de brindarlos, se debe considerar cada persona con problemas de salud individualmente, dado que, todos no tienen las mismas necesidades, dolencias, intereses, credos, cultura, entre otros.

El cuidado humano ha sido identificado como el núcleo de la formación y ejercicio del profesional de Enfermería, centrado en la persona, en su continua salud-enfermedad, desde la concepción hasta la muerte, en la familia y los grupos poblacionales. (5)

Por otra parte, Leininger, hace referencia a los cuidados transcultural “es proporcionar cuidados que sean coherentes con los valores, creencias y las prácticas culturales” (4). Define los cuidados culturales, como aquellas herramientas que le facilitan a Enfermería el cuidado de cada individuo, para mejorar sus condiciones, enfrentar la muerte o a la discapacidad.

Por su parte, Watson la precursora del cuidado Humano, en su primer libro Nursing: Thephilosophy and science of Caring, expone los supuestos principales de la ciencia del cuidado de Enfermería (6):

El cuidado sólo se puede demostrar y practicar eficazmente de forma interpersonal.

El cuidado está constituido por elementos asistenciales que satisfacen determinadas necesidades humanas.

El cuidado efectivo promueve la salud y el desarrollo individual o de la familia.

Las respuestas del cuidado aceptan a las personas no sólo por lo que son, sino por lo que pueden llegar a ser.

Un entorno de cuidado posibilita el desarrollo de aptitudes a la vez que permite a la persona elegir la mejor opción para sí misma en un momento dado.

El cuidado genera más salud que curación.

El cuidado integra el conocimiento biofísico y el de la conducta humana para producir o promover la salud y para ofrecer ayuda a quienes están enfermos. Por lo tanto, la ciencia del cuidado es complementaria de la ciencia de la curación.

El cuidado es el eje central de la Enfermería.

Sin duda alguna, existe una serie de aspectos que caracterizan el cuidado humano, que son condiciones necesarias y suficientes para que se llegue a realizarse de forma positiva. Solo puede haber cuidado humano verdadero, cuando hay empatía, responsabilidad, moral, conocimiento, ética, espiritualidad, humildad por parte de cada profesional de Enfermería como se ha mencionado anteriormente.

En este mismo orden de ideas, se describen algunas características que son consideradas como esenciales para brindar cuidados humanizados y se definen como:

  1. Empatía: Es la esencia de ser humano, es colocarse en el lugar de otro (7). Es entender, percibir e identificarse con lo que siente el paciente, el grupo familiar, entre otros.
  2. Responsabilidad: Ser consciente de los actos y responder a los mismos (7), a la hora de brindar cuidados al individuo enfermo y en todos momentos que desempeñe rol como profesional, como persona, madre, padre y compañero entre otros.
  3. Moral: Si la forma de actuar de un profesional no es la más adecuada, se coloca en duda que pueda dar un cuidado de calidad. Por tal motivo la moral son costumbres, conductas o reglas no jurídicas de cada individuo (7) y es esencial para el cuidado.
  4. Conocimiento: Es de suma importancia ya que es toda información (formal e informal), que obtenemos y comprendemos (7) durante todo el proceso de formación como profesional y a lo largo de nuestra práctica, para dar un cuidado, acorde, eficaz y eficiente a cada individuo o paciente.
  5. Ética: A la hora de actuar tenemos nuestros límites que están dados por un conjunto de principios y normas que rigen y regulan las actividades humanas

(7) y nuestra profesión, es decir la ética, lo cual permite brindar un cuidado justo a cada paciente.

  1. Espiritualidad: Es comprender a cada individuo desde el punto de vista cuerpo, alma y espíritu, respetando las creencias o religión de cada persona.
  2. Humildad: Es ser sencillo, a la hora de trato directo con el paciente, familiares y demás compañeros. Esta característica hace ganar la confianza con respecto a la relación enfermera/paciente y facilita el cuidado.

El cuidado es el motor que mueve a Enfermería en el día a día laboral y va engranado con la recuperación del paciente. A nivel preventivo está representado en mejorar de la calidad de vida, en la procura de prácticas sanitarias, reducción de los índices de morbi-mortalidad.

En este mismo orden de ideas, es importante señalarla condiciones necesarias y suficientes para que se proporcione el cuidado incluyen: (1)

Conciencia y conocimiento sobre la propia necesidad de cuidado.

Una intención de actuar y acciones basadas en el conocimiento.

Un cambio positivo como resultado del cuidado, juzgado solamente con base en el bienestar de los demás.

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