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Cuidados al alta en un paciente con artroplastia de cadera

Cuidados al alta en un paciente con artroplastia de cadera

Autora principal: Begoña Aranda Hernández

Vol. XV; nº 24; 1227

Care up discharge in a patient whith hip arthroplasty

Fecha de recepción: 01/11/2020

Fecha de aceptación: 17/12/2020

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 24 –  Segunda quincena de Diciembre de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 24; 1227

Autora:

Begoña Aranda Hernández

Enfermera Interna Residente en el Centro de Salud de Alcañiz, Teruel, España.

RESUMEN

Introducción:

Cuando a un paciente intervenido de artroplastia de cadera se le da de alta, es importante establecer unos cuidados al alta, para que restablezca su salud de la forma más rápida posible.

Objetivos:

Conocer la importancia de los cuidados al alta a un paciente intervenido de artroplastia de cadera y establecer los cuidados que deben de seguir tras el alta para mejorar la calidad de vida.

Metodología:

Se ha realizado una revisión de la literatura, en la que se han recopilado 13 artículos, de diferentes bases de datos, como por ejemplo: CibreIndex, Cinahl y Dialnet. Las palabras clave utilizadas han sido: “artroplastia de cadera”, “cuidados”, “enfermería”, “plan de cuidados”.

Resultados:

Es importante que un paciente que sea intervenido de una artroplastia de cadera, se le realice un plan de cuidados al alta, con el fin de que aumente su recuperación y obtenga una buena calidad de vida.

Discusión y Conclusiones:

Se ha demostrado según la bibliografía consultada que los pacientes que reciben cuidados al alta, aumentan su calidad de vida. Es importante que a la hora de dar de alta a un paciente con artroplastia de cadera, se realicen unos cuidados al alta ya que se ha demostrado que aumenta la calidad de vida de dichos pacientes y la recuperación es mucho más favorable.

Palabras clave: artroplastia de cadera, cuidados, enfermería, plan de cuidados

ABSTRACT

Introduction:

When a patient undergoing hip arthroplasty is discharged, it is important to establish care at discharge, so that they can restore their health as quickly as possible.

Objectives:

To know the importance of care at discharge for a patient undergoing hip replacement and establish the care that should be followed after discharge to improve quality of life.

Methodology:

A literature review has been carried out, in which 13 articles have been compiled, from different databases, such as: CibreIndex, Cinahl and Dialnet. The key words used were: «hip arthroplasty», «care», «nursing», «care plan».

Results:

It is important that a patient who undergoes a hip arthroplasty, has a plan of care at discharge, in order to increase his recovery and obtain a good quality of life.

Discussion and Conclusions:

According to the bibliography consulted, it has been shown that patients who receive care at discharge increase their quality of life. It is important that when discharging a patient with hip arthroplasty, care is taken at discharge since it has been shown that it increases the quality of life of these patients and recovery is much more favorable.

Keywords: hip arthroplasty, care, nursing, care plan 

INTRODUCCIÓN.

Los pacientes que son intervenidos de artroplastia de cadera requieren de una serie de cuidados al alta, con el fin de que el paciente obtenga una mayor calidad de vida.

En la atención a pacientes con prótesis de cadera1,2,3,4  consideran que los diagnósticos que se deben de tratar al alta son: deterioro de la movilidad física, riesgo de estreñimiento y riesgo de caídas. El Hospital Reina Sofía2 en sus diagnósticos de enfermería no añade las actividades, lo cual es algo imprescindible saber cómo llevar a cabo las intervenciones. Olivera Martínez4 en los diagnósticos de enfermería  que ella propone no hace referencia a ningún objetivo NOC ni a ninguna intervención ni actividad NIC, valorándose desde el punto de vista profesional un plan de cuidados incompleto puesto que es necesario plantear algún objetivo con sus respectivas intervenciones y actividades. De ahí que en la comparación de los diagnósticos de enfermería en todas sus extensiones no se puedan incluir ciertos autores por no disponer de material para hacer dicha comparación.

En el deterioro de la movilidad física Villora Fernández1 y el Hospital Reina Sofía2, coinciden en los objetivos, que estos son, movilidad y conocimiento de la actividad prescrita y en las intervenciones NIC, el Hospital Reina Sofía2 nos habla de, ayuda con los autocuidados: alimentación, ayuda con los autocuidados: aseo /eliminación, terapia de ejercicios: control muscular, ayuda con los autocuidados: vestir / arreglo personal y ayuda con los autocuidados: baño/ higiene. Villora Fernández1 en este diagnóstico nos plantea las intervenciones, de cuidados del paciente encamado, fomento del ejercicio: extensión y cambios de posición, coincidiendo con el Hospital Reina Sofía2 en la enseñanza actividad/ejercicio prescrito y el manejo del dolor. Ávila Alonso3 coincide con Villora Fernández1 en cuanto a intervenciones en el cuidado del paciente encamado junto con las actividades de explicar las razones del reposo en cama y colocar al paciente con una alineación corporal adecuada.

En cuanto al riesgo de estreñimiento Villora Fernández1 y el Hospital Reina Sofía2 coinciden en el objetivo de eliminación intestinal y Ávila Alonso3 a su vez coincide con Villora Fernández1 y el Hospital Reina Sofía2 en la intervención del manejo del estreñimiento/impactación y Villora Fernández1 en sus intervenciones, además añade la ayuda del autocuidado: aseo. Ávila Alonso3 en sus intervenciones añade el entrenamiento intestinal (con las actividades de dedicar para la defecación un tiempo coherente y sin interrupciones y disponer de intimidad) y la terapia de ejercicios: deambulación.

Y en el riesgo de caídas Villora Fernández1 y el Hospital Reina Sofía2 ambos hablan de los objetivos  conducta de prevención de caídas y caídas, sin embargo Villora Fernández1 habla además de conducta de seguridad: personal, conocimientos: seguridad personal y nivel de movilidad, y en cuando las intervenciones los dos nos hablan de prevención de caídas, en donde además, Villora Fernández1 añade la identificación de riesgos, la enseñanza individual, la vigilancia: seguridad y el manejo ambiental: seguridad.

Sin embargo, Villora Fernández1 y el Hospital de Reina Sofía 2 muestran en sus planes de cuidados algunos diagnósticos similares en los cuales se incluyen, ansiedad y deterioro de la integridad cutánea. Ambos autores coinciden que unos de los objetivos NOC para tratar la ansiedad es el autocontrol de la ansiedad, pero además Villora Fernández4 añade el nivel de ansiedad (cuyas intervenciones son: ansiedad verbalizada e inquietud). La intervención que dichos autores plantean en la disminución de la ansiedad. Villora Fernández1 aparte de la anterior también trata la administración de la medicación oral, el asesoramiento y la escucha activa y entre las actividades que plantea están: advertir al paciente que tras la intervención, pasara a la sala de reanimación donde lo monitorizaran y  el paciente debe de permanecer en dieta absoluta desde las 24 horas del día precedente a la intervención.

Como se ha comentado anteriormente, según los autores4, 2  coinciden en, el diagnostico de deterioro de la integridad cutánea, en donde encontramos el objetivo de integridad tisular: piel y membranas mucosas, el Hospital de Reina Sofía2 añade de control de riesgo y Villora Fernández1 como objetivo del diagnóstico, refiere curación de la herida por 1º intención con los indicadores de aproximación de bordes de heridas, secreción serosanguinolenta, edema perilesional y eritema cutáneo circundante. Entre las intervenciones de enfermería ambos coinciden en la prevención de úlceras por presión. En la misma línea Villora Fernández1 añade los cuidados del sitio de incisión, cuidados de las heridas, cuidado de las heridas con drenaje cerrado, los cuidados de la piel, y el cuidado del drenaje. Entre las actividades de Villora Fernández1 que nos habla de inspeccionar el sitio de incisión por si hubiera enrojecimiento, cada 24 horas se limpiara la zona de incisión con solución antiséptica apropiada, limpiar la zona que rodea cualquier tipo de drenaje y mantendrá la posición de dicho tubo para que sea permeable, se mantendrá la ropa de la cama limpia, seca y sin arrugas, se eliminara la humedad excesiva causada por transpiración,  drenaje de heridas e incontinencia fecal y urinaria y se retirara el drenaje a las 48 horas de la intervención, por prescripción facultativa.

Para Ten Gil5 el diagnóstico más representativo que tiene, es el manejo ambiental: confort y tratamiento del dolor, siendo estos dos diagnósticos también tratados por Villora Fernandez1 y Ávila Alonso3. Tanto Ten Gil5 como Ávila Alonso3 no plantean ningún objetivo en ninguno de sus diagnósticos, pero es que además Ten Gil5 tampoco plantea ninguna intervención ni actividades. Estos dos autores 1, 3, en sus planes de cuidados, además, trabajan con el riesgo de retención urinaria cuya intervención, es el manejo de la intervención urinaria y los conocimientos deficientes cuyas intervenciones son enseñanza de la actividad y del ejercicio prescrito, en el que Villora Fernández1 además nos habla de la enseñanza prequirúgica y de los cuidados de una prótesis y Ávila Alonso3 nos habla de facilitar el aprendizaje. Siendo el dolor el más representativo, como bien he mencionado anteriormente.

Olvera Martínez4, coincide con Villora Fernández1 y Ávila Alonso3 en los Diagnósticos de Enfermería de riego de infección y deterioro del Patrón del sueño.  En el diagnóstico de riesgo de infección ambos autores1, 3 no comparten ningún objetivo ni intervención en común ya que Ávila Alonso3 no refleja ningún objetivo en ninguno de sus diagnósticos, por lo que Villora Fernández1 el  objetivo nos plantea es, el estado inmune en el que sus indicadores son la temperatura corporal y la integridad cutánea y objetivo conocimiento: control de la infección en el que sus indicadores son descripción de las practicas que reducen la transmisión y la descripción de las actividades para aumentar la resistencia a la infección. Pero Ávila Alonso3 si coincide con Villora Fernández1 en una de las intervenciones NIC como es la protección contra infecciones así como en algunas de las actividades que se plantean como es: observar signos y síntomas de infección sistémica localizada Instruir al paciente y familia acerca de los signos y síntomas de infección y cuando debe informar de ello al cuidador. Para Villora Fernández1 los objetivos que realiza para el diagnóstico deterioro del Patrón del sueño son: sueño (intervenciones: horas de sueño y si duerme toda la noche);  bienestar y descanso (intervenciones: consumo de fármacos psicotrópicos, descanso físicamente y el patrón del descanso). Villora Fernández1 coincide con Ávila Alonso3 en algunas intervenciones de enfermería como es fomentar el sueño y  manejo ambiental confort, pero además Villora Fernández1 añade el manejo de la energía, terapia de relajación simple, administración de medicación, potenciación de seguridad y aumentar el afrontamiento y Ávila Alonso3 además de los anteriores también habla de terapia de ejercicios: deambulación y el manejo del dolor.

Además de todos los diagnósticos ya mencionados, para Villora Fernández1 y Olvera Martínez4 coinciden en sus planes de cuidados algunos diagnósticos del déficit de autocuidados, como son: la alimentación, baño/higiene y el uso del WC.  Aunque Olvera Martínez4  añade el déficit autocuidados: vestido acicalamiento.

Villora Fernández1 para el diagnóstico de déficit de autocuidados: baño/higiene nos propone como objetivo, el autocuidados: baño y el autocuidados: Higiene y como intervención NIC, ayuda con los autocuidados: baño/higiene, las actividades que plantea para dicho diagnóstico son: se realizará el lavado en cama, en caso necesario y se comprobará que el paciente lleva las uñas limpias entre otras actividades. En el diagnóstico de déficit de autocuidados: uso del WC el autor1 una de sus principales objetivos NOC es el autocuidados: uso del WC, cuyas intervenciones NIC son: ayuda con los autocuidados: aseo, manejo ambiental, manejo de la eliminación urinaria.

Villora Fernández1 tiene otros diagnósticos que no son comunes al resto de los demás planes de cuidados, entre estos diagnósticos se encuentran, riesgo de desequilibrio de volumen de líquidos con el objetivo de equilibrio hídrico (indicadores: hidratación cutánea, entradas y salidas diarias equilibradas) estado circulatorio (indicador: presión arterial media) y con la intervenciones de manejo de la hipovolemia, control de hemorragias, monitorización de signos vitales, entre otros; deterioro de la movilidad en la cama con el objetivo de nivel de movilidad (indicadores: movimiento articular, movimiento muscular y se mueve con facilidad) las intervenciones para dicho diagnostico son cuidados del paciente encamado, cambios de posición y ayuda con los autocuidados; riesgo de confusión aguda con los objetivos de nivel del dolor, orientación cognitiva (indicadores: identifica el día presente, se autoidentifica e identifica el lugar donde está) en el que las actividades son la orientación de la realidad y manejo del delirio, entre otras; riesgo de cansancio del rol cuidador en el que los objetivos que se plantean son relación entre el cuidador y paciente (indicador: compromiso a largo plazo) y la preparación del cuidado familiar domiciliario (indicadores: conocimiento de la actividad prescrita y la voluntad de asumir el papel del cuidador familiar) y sus actividades son el asesoramiento y el apoyo al cuidador principal; riesgo de desequilibrio de temperatura corporal  con el objetivo de la termorregulación (indicadores: temperatura cutánea aumentada, deshidratación, hipertermia, hipotermia) y las actividades planteadas son el tratamiento de la fiebre, la regulación de la temperatura, la monitorización de signos vitales y monitorización de líquidos; y náuseas cuyos objetivos son el control de náuseas y vómitos (indicadores: reconoce inicio de nauseas e informa de nauseas, esfuerzos para vomitar) y el estado nutricional (indicadores: Hidratación e ingestión de nutrientes) y las actividades son el manejo de nauseas, manejo de vómitos, terapia intravenosa y monitorización de líquidos.

Los objetivos planteados para esta revisión de la literatura han sido:

  • Conocer la importancia de los cuidados al alta a un paciente intervenido de artroplastia de cadera.
  • Establecer los cuidados que deben de seguir tras el alta para mejorar la calidad de vida.

METODOLOGÍA.

Se ha realizado una revisión bibliográfica en la que se han utilizado diferentes bases de datos, entre las que se encuentran: CibreIndex, Cinahl, Proquest Nursing and allied Health Source, Dialnet, Medline, Elsevier, Cochrane Plus. De todas estas bases se han recopilado un total de 13 artículos con no más de 16 años de antigüedad.

Las palabras clave utilizadas para la realización de este trabajo son: “artroplastia de cadera”, “cuidados”, “enfermería”, “plan de cuidados”.

Dichas palabras clave se han conjugado utilizando operadores booleanos, quedando asi: “artroplastia de cadera” AND “plan de cuidados; “artroplastia de cadera” AND “cuidados” AND “enfermería”; “artroplastia de cadera” AND “cuidados” OR “enfermería”

RESULTADOS

Unos de los principales cuidados al alta4 es el mantenimiento de la pierna en alto siempre que pueda para que no se le hinche demasiado, así como mover el tobillo y los dedos de la extremidad afectada y realizar flexión y extensión de la rodilla cuando se esté sentado. El paciente debe de acostarse con ayuda por el lado por el que suba primero la cadera operada y  levantarse de la cama con ayuda por el lado por el que primero se baje la cadera intervenida. A la hora de sentarse utilizar asientos con brazos de apoyo y que sean altos o colocar cojines para elevarlos, nunca en sillas bajas ni sofás blandos, manteniendo las piernas ligeramente separadas y sentarse y levantarse del asiento extendiendo la pierna de la cadera operada.

Un aspecto muy importante que Olivera Martínez4  habla en sus cuidados al alta y el Hospital de Fuenfría6 igualmente refleja,  que, hay que adaptar un alza en el inodoro de unos 10-15 centímetros, sin embargo el Servicio de la Biblioteca Nacional de medicina de EEUU y los institutos Nacionales de salud7 no lo refiere en sus cuidados al alta.

El Hospital de  Fuenfría6 coincide con el Servicio de la Biblioteca Nacional de medicina de EEUU, los institutos Nacionales de salud7 y Olivera Martínez4,  que hay que caminar con ayuda de andador, primero adelantando el andador sin retirarlo demasiado, luego la pierna operada y a continuación la otra. A su vez coinciden, en que es necesaria la retirada de alfombras o mobiliario que pueda provocarle una caída y que hay que tener un especial cuidado con el suelo mojado ya que es más fácil que el paciente sufra una caída y que a partir de ese golpe hayan muchas más complicaciones en el proceso de curación.

El Hospital de  Fuenfría6 y Olivera Martínez4 nos comentan que el paciente intervenido de prótesis de cadera debe de dormir boca arriba con una almohada colocada entre las piernas. No debe de cruzar4, 6, 7, las piernas en ningún momento para evitar complicaciones, así como utilizar un zapato cerrado que le sujete el pie.  Durante los  primeros días6 el paciente tiene que caminar unas  3-4 veces de unos 10 minutos y posteriormente se inicia  una actividad mayor pero con muchos periodos de descanso.

Es necesario, para el Servicio de la Biblioteca Nacional de medicina de EEUU, los institutos Nacionales de salud7 y Olivera Martínez4,  que el paciente tome una dieta rica en hierro para recuperarse de la anemia y rica en fibra con abundantes líquidos para evitar el estreñimiento, el paciente tiene que evitar el sobrepeso ya que resulta negativo para la recuperación, por lo que tendrá que controlar el consumo de calorías (evitar exceso de grasa y azúcares).

En cuanto a los cuidados de la herida quirúrgica, el Hospital de  Fuenfría6 coincide con el Servicio de la Biblioteca Nacional de medicina de EEUU y los institutos Nacionales de salud7 y Olivera Martínez4 en que hay que realizar un cuidado exhaustivo de la herida quirúrgica, así como lavarla muy bien para evitar infecciones.

Según Olivera Martínez4 se debe de realizar la primera cura a las 48/72 horas por personal sanitario y seguir según evolución y criterio de Atención Primaria. La herida 4,7 debe de estar bien limpia y se debe de secar muy bien, se debe de aplicar yodo 4 y a continuación  4,7 de coloca un apósito limpio y seco.

Para la autora Olivera Martínez4 el personal de Atención Primaria será quien retirará las grapas, aproximadamente de 10 a 14 días después de la cirugía, el paciente no debe de ducharse hasta 3 a 4 días después de la cirugía o cuando el médico se lo indique y cuando ya pueda ducharse, hay que dejar que el agua corra sobre la incisión, sin que golpee directamente en ella y por supuesto no se debe de sumergir la herida quirúrgica para evitar infecciones.

El paciente debe de conocer los  signos y síntomas que se pueden presentar tras la intervención y en caso de que se presenten debe de acudir a su médico, para el Servicio de la Biblioteca Nacional de medicina de EEUU y los institutos Nacionales de salud7 y Olivera Martínez4, estos signos y síntomas son: enrojecimiento o dolor creciente alrededor de la incisión, fiebre mayor de 38 ºC, dolor muy intenso, inflamación excesiva de la extremidad y secreciones de la herida que manchan el vendaje. Además, el Servicio de la Biblioteca Nacional de medicina de EEUU y los institutos Nacionales de salud7 añade: dolor torácico  y dificultad para respirar, micción frecuente y ardor al orinar, sangre en las heces y dolor en la pantorrilla. Por otro lado, Olivera Matínez4, además de los ya descritos, habla de: palidez en los dedos de la extremidad afectada, color azulado en los dedos de la extremidad afectada, disminución de la temperatura en los dedos de la extremidad afectada, mal relleno capilar falta de sensibilidad en los dedos de la extremidad afectada, pérdida de fuerza en la extremidad afectada y  ausencia de pulso en la extremidad afectada.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN

Los pacientes tras la intervención y rehabilitación de prótesis de cadera han notado una gran mejoría en términos de dolor, limitación funcional y calidad de vida.

Las patologías degenerativas, según Navarro8,  han ido adquiriendo protagonismo en la consulta diaria con el incremento de la esperanza de vida, y los avances terapéuticos tienen como objetivo, cada vez más, paliar las consecuencias negativas del envejecimiento y mejorar la calidad de vida de las personas, un claro ejemplo es la artroplastia total de cadera. Siendo en el varón donde hay mejores resultados ya que en la mujer como bien se ha comentado anteriormente es donde hay mayor riesgo de complicaciones.

La prótesis de cadera, según nos describe Pidemunt Moli10, es la mejor opción en ancianos con buen nivel funcional, así como tratamiento de rescate en pacientes jóvenes en los que ha fracasado la osteosíntesis. La calidad de vida, el nivel psicomotor y la marcha son bastantes beneficiosos en el tratamiento con artroplastia total de cadera. Solo el 30% de los pacientes recupera su grado previo de independencia. Durante los tres primeros meses después de la intervención, existe un empeoramiento del estado anímico, debido a la impotencia que les produce a los pacientes de tener que depender de otra persona para llevar a cabo sus actividades básicas de la vida diaria. Con la artroplastia total de cadera se intenta restablecer la normalidad, que a veces se consigue de una forma total y otras veces esta sólo se consigue de una forma parcial.

El estudio realizado por López-Aguilà13 la incidencia de complicaciones intraoperatorias y post-operatorias hasta el alta hospitalaria en un paciente intervenido de artroplastia de cadera es de un 4,3%. En el caso de las complicaciones postoperatorias, estas se presentaron con un 29% de los pacientes intervenidos de atroplastia de cadera.

El estudio que realizó  Serra-Sutton11 nos muestra que a pesar de que la mayoría de pacientes percibieron mejoría al año de la cirugía y se observaron diferencias de moderadas a elevadas antes y después de la cirugía, un 9% de pacientes en este estudio percibió estar igual o peor aproximadamente al año de la cirugía, mientras que un 22% percibió poca mejoría. Pero en definitiva la mayoría de los pacientes mejoraron su calidad de vida tras la cirugía. Pero como bien dice Sebastián Andrés12 no recupera la totalidad de la funcionalidad.

Sin embargo para Pidemunt Moli10, coincidiendo con Sebastián Andrés12, a pesar de los avances en el cuidado de los pacientes y en las técnicas quirúrgicas, muy a menudo, aunque la operación sea un éxito en términos de curación, el paciente es incapaz de conseguir el nivel de función e independencia previas.

Además Pidemunt Moli10 refleja, que tras el alta hospitalaria de un paciente intervenido con artroplastia de cadera, se desconoce si el entorno en el que el paciente desarrolla su convalecencia influye en la calidad de vida. Del mismo modo, Navarro8 nos comenta en su estudio que vivir fuera del domicilio familiar tras una artroplastia de cadera aumenta favorablemente la calidad de vida.

Los hospitales13 con mayor frecuencia de una intervención obtienen mejores resultados en salud. Las mujeres con una mayor autonomía para las AVD previa a la cirugía obtienen más beneficios.

Sebastián Andés12 nos afirma tras su investigación que sí que los pacientes intervenidos de artroplastia de cadera si mejoran la calidad de vida en relación a un tratamiento conservador pues sin la intervención no sólo se crean problemas físicos sino también psíquicos debido a la rigurosa inmovilización que debe seguir el paciente perdiendo su roll dentro de la sociedad y pasando a depender de otras personas. Esto produciría una depresión en el individuo que retrasaría el proceso de curación de la fractura puesto que, por lo general, el sujeto se encontraría sin ganas de participar en el tratamiento.

Para Escudero9 la artroplastia de cadera es una opción eficaz, efectiva y eficiente para casi todos los pacientes con una enfermedad que afecte a la articulación de la cadera y produzca malestar crónico (sobre todo dolor) e incapacidad funcional seria. La mayoría de los pacientes que se someten a una artroplastia de cadera tienen buen pronóstico a largo plazo en cuanto a síntomas y capacidad funcional. Las complicaciones a corto y largo plazo se presentan en tasas bajas. La artroplastia de cadera parece ser un procedimiento coste-efectivo, aún más si se compara con otros procedimientos.

Para concluir, según los resultados que Navarro8 refleja en su estudio, nos demuestran una importante mejoría de la calidad de vida en los tres meses siguientes al inicio de la rehabilitación tras artroplastia de cadera y una serie de factores de peor pronóstico (sexo mujer, jubilados por invalidez, viudos, fracturas y la comorbilidad) respecto a la calidad de vida a los tres meses de seguimiento.

De esta forma se ha demostrado que unos buenos cuidados al alta, el paciente puede adquirir una mejor calidad de vida. Es importante que cuando los pacientes intervenidos de artroplastia de cadera reciban unas pautas de los cuidados que deben de seguir en su casa para aumentar la calidad de vida de los mismos.

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