Tratamiento
Las opciones de tratamiento en mujeres jóvenes sospechadas o diagnosticadas con cistitis no complicada incluye una dosis de antibioticoterapia o cursos de tres a siete días con antibióticos. El tratamiento por más de siete días, aunque efectivo, se asocia a mayores efectos secundarios por lo que no suele indicarse más; El tratamiento con una sola dosis ofrece la ventaja de costos reducidos, mejor adherencia al tratamiento y una efectividad comparable a otros regímenes. Se ha estudiado el uso de una sola dosis de 3 g de amoxicilina, 400 mg de trimetroprim y TMP- SMX a dosis dos o tres veces más altas de lo usualmente indicado, 800 mg de norfloxacina, 125 mg de ciprofloxacina y 200 mg deofloxacina, los cuales confirmaron que la terapia con una sola dosis es altamente efectiva en el tratamiento de la cistitis no complicada con tasas de curación que van de 80 a 90 %.
La fosfomicina puede indicarse como dosis única de 3 g para el tratamiento de infecciones del tracto urinario (ITU) no complicadas. El medicamento es activo en contra de E. coli, enterococos y Citrobacter, Enterobacter, Klebsiella y Serratia. Las tasas de curación suelen alcanzar el 99 % y puede ser usada en mujeres embarazadas.
El uso de antibióticos en una sola dosis ha perdido preferencia cuando se observó que las pacientes tenían un mayor riesgo de recurrencia en las primeras seis semanas posterior al tratamiento inicial. El riesgo se le atribuye que el antibiótico tomado una sola vez no eliminaba las bacterias gram negativas del recto, la fuente o reservorio de los patógenos causantes de la infección de las vías urinarias (IVU).
A diferencia del tratamiento con una sola dosis de antibióticos, la terapia por tres días reduce la carga bacteriana del recto y no suele estar asociado a recurrencias. Por lo tanto, el tratamiento por tres días parece ofrecer la combinación más óptima en cuanto a conveniencia, bajo costo, efectividad y menores efectos secundarios en comparación con tratamientos por siete días o más.
La terapia menos costosa suele ser dosis dobles dos veces al día de TMP- SMX por tres días. Otros antibióticos usados por tres días incluyen la nitrofurantoína (100 mg cuatro veces al día), cefadroxilo (500 mg dos veces al día) y amoxicilina (500 mg diarios). Las fluoroquinolonas, 250 mg de ciprofloxacina dos veces al día y 200 mg de ofloxacina dos veces al día, suelen tener menos toxicidad que la trimetropim- sulfa y tienen mejores efectos curativos aunque son más costosas.
Las quinolonas usadas para el tratamiento de cistitis complicada y no complicada incluyen la ciprofloxacina, norfloxacina, ofloxacina, enoxacina, lomefloxacina, esparfloxacina y lalevofloxacina. La fluoroquinolona de nueva generación esparfloxacina (400 mg el primer día y luego 200 mg los siguientes dos días) tiene efectos comparables a la ofloxacina o la ciprofloxacina, pero causa fototoxicidad y está asociada a prolongación del intervalo QT.
Las fluoroquinolonas deben ser reservadas para pacientes que no toleran las sulfonamidas o el trimetroprim o que tengan una mayor frecuencia de resistencia a estos antibióticos. La duración óptima es por tres días. Las terapias por siete días se consideran en pacientes embarazadas, diabéticas y mujeres con síntomas por más de una semana y, por lo tanto, con una mayor probabilidad de pielonefritis por retardo en el tratamiento.
Prevención
Existen muchas medidas para prevenir una infección de orina. Algunas de las más importantes son:
– Tome suficiente líquido (mínimo 1,5 hasta 2 litros al día).
– Preste atención a las comidas astringentes (coma mucha fruta y verdura).
– Vaya inmediatamente al baño cuando tenga ganas de orinar.
– Adapte una forma relajada para orinar y no presione demasiado.
– Protéjase con ropa adecuada de la baja temperatura en la región perineal.
– Sobre todo las mujeres pueden prevenir la infección urinaria adaptando las siguientes medidas higiénicas:
– Evitar jabones y lociones de lavado íntimo, entre otros, para la higiene de la zona íntima y no usar el bidé.
– Limpiarse siempre de delante hacia atrás después de ir al baño: orina/defecación, no al revés
– No practicar coito vaginal sin protección directamente tras sexo oral o anal.
– No usar preservativos, diafragma o supositorios vaginales recubiertos.
– Ir al baño tras cada relación sexual.
– Para evitar infecciones urinarias en los hombres, es recomendable limpiar diariamente (y antes de mantener relaciones sexuales) el prepucio y el glande. En caso de hospitalización, a menudo aparece una infección de orina debido al uso de catéter. Por eso es importante tanto una buena manipulación del catéter como una higiene adecuada por parte del personal médico.
Cuidados de Enfermería
El profesional de Enfermería, debe encontrar e identificar por medio de la entrevista y el examen físico, todos aquellos signos y síntomas que permitan definir una infección urinaria. Teniendo en cuenta la gravedad, el manejo puede realizarse de forma ambulatoria, si es una infección de las vías urinarias bajas (Uretritis, cistitis y ureteritis) y de forma intrahospitalaria, si se trata de una infección de las vías urinarias altas (Pielonefritis)
Plan de cuidados enfermeros
DX: Riesgo de deterioro de la integridad tisular r/c infección del tracto urinario
OBJETIVO
La persona no presentara deterioro tisular en el trato urinario.
INTERVENCIONES DE ENFERMERÍA:
– Vigilar la eliminación urinaria, lo que incluye frecuencia, volumen. consistencia, color, con el fin de identificar posibles alteraciones.
– Administración de medicamentos antibióticos, antipiréticos y analgésicos según lo prescrito para eliminar los síntomas mostrados por la proliferación microbiana.
– Enseñar a la persona los signos y síntomas de infección de vías urinarias para vigilar la efectividad de tratamiento y reconocer síntomas de recurrencia de la infección.
– Incentivar a la persona para que aumente la ingesta de líquidos adecuados para prevenir la infección y deshidratación.
– Explicar a la persona la necesidad de practicar pruebas diagnósticas para el seguimiento de la infección, tales como:
– Cultivo de orina y antibiograma
– Análisis de sangre
– Tinción del sedimento de la orina
– cistoscopia para descubrir la causa subyacente en caso de que la persona presente infecciones recurrentes
– Enseñar a la persona la importancia de la adherencia al tratamiento hasta su terminación para evitar infecciones recurrentes.
– Orientar a la persona para que evite el consumo de refrescos de café, alcohol, ya que son irritantes urinarios.
– Vaciar la vejiga tan pronto e sienta la urgencia para reducir el número de bacterias y la estasis, además prevenir la reinfección.
– Incentivar a la persona para que consuma vitamina C para acidificar la orina y reducir el crecimiento bacteriano.
– Aplicación de calor local en el área suprapúbica para aliviar el dolor.
– Educar a la persona para que evite el uso de papel higiénico aromatizado que puede ser irritante.
– Enseña a la persona una buena higiene perineal y a limpiarse de adelante hacia atrás el perineo después de orinar o defecar, así como el correcto lavado de manos.
– Enseñar la importancia de usar ropa interior de algodón para así reducir la humedad perineal.
– Es muy importante alentar a la persona para que termine la antibiótico- terapia prescrita. Ya que generalmente las personas toman los medicamentos durante varios días hasta que desaparecen los síntomas, y luego los suspenden, la suspensión precoz del antibiótico posibilita que continúe la infección, como resultado se puede volver crónica y resistente a los antibióticos.
– Informar a la persona sobre signos de alarma que indiquen una infección de vías urinarias recurrente.
Conclusión
La infección de orina es una enfermedad frecuente y por tanto el personal de Enfermería debe estar perfectamente cualificado para prestar los cuidados necesarios. Tras averiguar el origen de la infección, se hará necesario controlar la medicación y transmitir al paciente las medidas necesarias de higiene durante el periodo de infección y con el objetivo también de evitar una recaída en el futuro.
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