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Actuación y cuidados de Enfermería sobre pacientes con trastorno obsesivo compulsivo

Actuación y cuidados de Enfermería sobre pacientes con trastorno obsesivo compulsivo

El trastorno obsesivo compulsivo se trata de un cuadro clínico caracterizado por la presencia recurrente de obsesiones y/o compulsiones, el cual está englobado dentro de las variables de la ansiedad. Es por este motivo por el que adquiere gran relevancia que los profesionales de Enfermería estén no solo informados, sino capacitados para llevar a cabo una actuación y unos cuidados exhaustivos centrados en el paciente con el objetivo de minimizar dicha ansiedad y por lo tanto tener controlado el trastorno.

Lorena del Rocío Padilla Camacho. Graduada en Enfermería.

Celia Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

Rosa María Ruiz García. Graduada en Enfermería.

Resumen:

En el presente trabajo hemos planteado como principales objetivos conocer la gran importancia de la actuación y los cuidados llevados a cabo por los profesionales de Enfermería para tratar la ansiedad, como principal causante del trastorno obsesivo compulsivo.

Palabras clave: trastorno obsesivo compulsivo, ansiedad, Enfermería, actuación y cuidados.

Objetivos:

Con la realización de dicho trabajo se pretende conocer la gran relevancia de la actuación de los profesionales de Enfermería a la hora de tratar la ansiedad como principal causante del trastorno obsesivo compulsivo, para lo cual hay que estar capacitados, de este modo llevaremos a la práctica unos cuidados de Enfermería adecuados y de calidad.

Metodología:

En función de los objetivos propuestos, se ha llevado a cabo una búsqueda bibliográfica exhaustiva en diversas bases de datos de ciencias dela salud como: PubMed, Dialnet, Cuiden, disponibles en la página web de la biblioteca electrónica de la Universidad de Huelva. Las palabras claves para ella fueron: trastorno obsesivo compulsivo, ansiedad, Enfermería, actuación y cuidados. De este modo, hemos excluido todo material escaso de evidencia científica y relevancia para nuestro trabajo.

Actuación de Enfermería: valoración.

Identificar la presencia de signos y síntomas de:

  • Ansiedad: la imposibilidad de llevar a cabo las prácticas ritualistas dará lugar a un aumento de la ansiedad.
  • Depresión: los sentimientos de culpa, disminución de la autoestima, la inseguridad para hacer frente a los acontecimientos de la vida diaria y la constancia de lo absurdo de sus pensamientos y actos hacen que puedan aparecer alteraciones depresivas.

Valoración de la independencia y capacidad funcional del paciente para satisfacer y hacerse cargo de sus necesidades básicas:

  • Alimentación: alteraciones de la nutrición por una disminución de la ingestión. Debido el empleo excesivo de tiempo en la preparación de los alimentos, las dudas constantes en cuanto a la forma de prepararlos o en cuanto a la utilización o disposición de los utensilios, el temor a los elementos cortantes, etc. En ocasiones presentan dificultad para comer o rechazo de los alimentos.
  • Eliminación: estreñimiento, molestias abdominales, etc. Los pacientes presentan preocupaciones excesivas por los aspectos corporales, que pueden verse incrementadas por las medidas paliativas que utilizan en ocasiones.
  • Reposo y sueño: insomnio, quejas de no haber descansado durante la noche. Interfieren con el sueño las preocupaciones por los hechos ocurridos durante el día que pueden dar lugar a pensamientos obsesivos que no se pueden apartar de la cabeza, dan vuel­tas constantemente a los mismos temas, etc.
  • Higiene: empleo excesivo de tiempo en el aseo personal; las indecisiones y las dudas cons­tantes sobre si se ha realizado la higiene de una determinada parte del cuerpo o si se ha realizado en el orden adecuado, originan una conducta que no tiene fin, que no logra los niveles de higiene deseados y que a su vez impide la realización de otras actividades. Presencia de actos compulsivos relacionados con la limpieza: debido al miedo a conta­minarse o a contraer una enfermedad

Existencia de heridas, grietas o lesiones de contacto: originadas por el lavado continuo y el uso excesivo de detergentes.

Conductas de evitación: no tocar los picaportes, no comer en restaurantes, no saludar, entre otras.

  • Vestirse: uso excesivo de tiempo en vestirse y desvestirse, que está relacionado con la necesidad de seguir un orden determinado, de repetir automáticamente los mismos pasos.
  1. Identificar las posibles fuentes de estrés y ansiedad.
  2. Observación del tipo y de la frecuencia de pensamientos obsesivos y conductas ritualistas, así como su relación con estímulos ambientales y las repercusiones emocionales que tienen en el paciente.
  3. Evaluar si el paciente intenta resistirse a los pensamientos y conductas repetitivas.
  4. Explorar la posibilidad de aparición de conductas agresivas, así como de rituales potencialmente peligrosos
  5. Valorar las relaciones familiares y sociales. Se observa una disminución de las relaciones sociales y un deterioro de las relaciones familiares.
    • Los pensamientos obsesivos y las conductas ritualistas son desadaptativas y aíslan al paciente, ya que toda la relación se desarrolla en torno a sus síntomas.
    • El miedo a contraer una enfermedad o a contaminarse hace que evite el contacto con otras personas.
    • Los rituales le impiden dedicar tiempo a los demás y realizar, por ejemplo, las actividades domésticas encomendadas.
    • No participa en actividades de entretenimiento. Se encuentra centrado en sus obsesiones y conductas y se produce una pérdida de interés por las actividades nuevas.

Cuidados y actividades:

  • Hacer saber al paciente que se conoce su comportamiento, ayudándole a explorar los sentimientos asociados con dicho comportamiento.
  • Empatizar, demostrar interés por él. En ocasiones, es difícil establecer una relación de confianza con el paciente, debido a las conductas extrañas y a la rigidez de pensamiento que presenta.
    • No debe discutirse sobre lo absurdo de su comportamiento.
  • Intentar dirigir la relación en una dirección positiva, enfocando la atención sobre formas alternativas de abordar la situación y no sobre el comportamiento temido y productor de ansiedad.
  • Evitar involucrarse en las obsesiones y compulsiones del paciente, ya que su conducta quedaría reforzada. Si continúa con la ideación, retirarle la atención y hacerle saber que se hablará de otros temas o en otro momento.
  • Procurar un entorno y rutinas estables, modificándolas gradualmente y explicándole cualquier cambio que sea necesario, para que se sienta seguro.
  • En un principio la actuación debe limitarse a impedir conductas que resulten nocivas o peligrosas. Imponerle por la fuerza el abandono de sus prácticas ritualistas puede aumentar su ansiedad.
  • En ocasiones puede ser necesario darle un tiempo extra para la realización de actividades.
  • Ayudar al paciente a que organice su tiempo libre, animándole a que participe en actividades.

Proporcionarle tareas simples y estructuradas, que pueda realizar con facilidad o disfrutar, diciéndole lo que debe hacer en lugar de preguntárselo, para eliminar la ansiedad de tener que tomar una decisión.

  • Ayudarle a identificar las situaciones y pensamientos negativos que se produjeron inmediatamente antes de que apareciera la ansiedad.
  • Ayudarle a encontrar métodos alternativos para controlar o disminuir la ansiedad.
  • Permanecer con el paciente en los momentos en que presente ansiedad elevada, animándole a expresar los sentimientos que experimenta en esos momentos.
  • Reforzar la autoestima del paciente, ya que muchas conductas ritualistas se acompañan de una disminución de la autoestima. Reforzar sus logros, los intentos de disminuir la conducta ritualista, la conducta no ritualista y sus valores positivos.
  • Establecer estrategias para asegurar el cumplimiento del tratamiento psicofarmacológico y evitar las recaídas, ya que los tratamientos se mantienen durante períodos largos periodos de tiempo y algunos de los fármacos más comúnmente utilizados tienen importantes efectos secundarios.
  • Colaborar en la aplicación de técnicas de modificación de conducta.
  • Asegurar la satisfacción de las necesidades básicas, como alimentación, hidratación, sueño o evacuación.
  • Cuidar las lesiones físicas existentes.
  • Integrar y obtener la colaboración de la familia en la planificación y aplicación del programa terapéutico.
  • Adoptar medidas de protección ante posibles conductas agresivas.

El aumento de la ansiedad y la falta de control pueden originar conductas agresivas hacia sí mismos o hacia otros.

Bibliografía:

  • Alonso-Ortega, Mª; Segalás Cosi, J. y Labad Arias, J. (2006). Epidemiología del trastorno obsesivo-compulsivo. En J. Vallejo Ruiloba y G. E. Berrios Estados Obsesivos. Barcelona: Masson.
  • Asociación Psiquiátrica Americana (2000). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (4ª Texto Revisado) (DSM-IV-TR). Barcelona: Masson.
  • Organización Mundial de la Salud (1992). Clasificación internacional de las enfermedades (10ª ed. (CIE-10). Madrid: Meditor.
  • First, M; Frances, A.; Pincus H. A. (1999).DSM-IV: Manual de diagnóstico diferencial. Barcelona. Ed. Masson.
  • First, M; Frances, A.; Pincus H .A. (2002).DSM-IV: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Barcelona. Ed. Masson.
  • Manual Diagnóstico y Estadístico (Diagnostic and Statistical Manual, DSM: Asociación Psiquiátrica Americana, APA). DSM-IV-TR (2000).