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Cuidados transculturales: cultura subsahariana

Cuidados transculturales: cultura subsahariana

Resumen:

Los cuidados transculturales siempre han existido y se han llevado a la práctica aunque no se les diera ese nombre. Para llevarlos a cabo se ha de tener una actitud constructiva hacia las diferencias culturales y sensibilidad ante las personas que constituyen dicha cultura. Los profesionales sanitarios han de tener conocimientos, actitudes y habilidades sobre grupos culturales diversos que permite proporcionar cuidado cultural de acuerdo a las necesidades manifestadas por el paciente. Es un proceso continuo que involucra la aceptación y el respeto de las diferencias y no permite que las creencias personales tengan excesiva influencia en aquellos que tienen una visión del mundo diferente a la propia.

Laura Ortiz Vázquez. Graduada en Enfermería.

Celia Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

Sara Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

Palabras clave: cuidados transculturales, diferencias culturales, migración, enfermedad, enfermería, salud, cultura subsahariana.

Introducción:

En los años 50 del siglo pasado cuando Madeleine Leininger, enfermera y antropóloga, consideraba que la competencia cultural es un imperativo para las enfermeras si se quiere realizar la función con efectividad. Entendió que sumar cuidados y sociedad multicultural daba como resultado la Enfermería Transcultural, definiéndola como el área formal de estudio y trabajo centrado en el cuidado basado en la cultura, creencias de salud o enfermedad, valores y prácticas de las personas, para ayudarlas a mantener o recuperar su salud, hacer frente a sus discapacidades o a su muerte.

Se debe entender que la migración es un proceso en cuya etapa central el emigrante se encuentra en una especia de limbo pues su forma de vida anterior ha sido trastocada. Es aquí cuando el emigrante precisará hacer uso de sus mecanismos de adaptación para hacer frente a un entorno duro y hostil. Aprenderá a elaborar sus prácticas, reteniendo de su cultura de origen aquello que aún le sirve e incorporando nuevos hábitos, necesarios o inevitables. Es una etapa de contaminación e hibridación cultural. Es por esto que la disciplina hacia los valores del cuidado, sitúan al paciente como razón de ser de la práctica profesional, como la referencia, el punto de partida y de llegada de los cuidados. Se hace preciso fundar la práctica cuidadora en un modelo holístico que tenga en cuenta a la persona como un ser total con dimensiones biológicas, psicológicas, sociales y culturales, realizando unos cuidados competentes cumpliendo premisas como son el respeto, confianza, saber dialogar, valorar la diversidad cultural y huir de los estereotipos.

Objetivos:

Con la realización de dicho trabajo se pretende conocer la importancia de los cuidados transculturales, centrándonos concretamente en la cultura subsahariana. Además, se pondrá de manifiesto la necesidad de que los profesionales sanitarios adquieran conocimientos para prestar unos cuidados culturalmente competentes.

Metodología:

Se ha llevado a cabo una búsqueda bibliográfica en distintas bases de datos como son: Dialnet, Medline, PubMed, Cuiden. Las palabras claves para ella fueron: cuidados transculturales, diferencias culturales, profesionales sanitarios y cuidados de enfermería. De este modo, hemos recogido documentos con una antigüedad no superior a 10 años, excluyendo todo material escaso de evidencia científica y relevancia para nuestro trabajo.

Cultura de los Cuidados de la salud y la enfermedad en el África Subsahariana.

A pesar de que la población subsahariana no es la población inmigrante más numerosa, quizás es con las que sentimos mayor distanciamiento cultural. Al referirnos a población subsahariana incluimos población de varios países y con numerosas etnias en cada uno de ellos, que aunque son distintas, comparten ciertos rasgos culturales.

Para poder describir la cultura de cuidados que presentan los subsaharianos es necesario hablar a su vez de las religiones predominantes en los países del área subsahariana, ya que en su mayoría son personas religiosas que basan su vida en dichas creencias. La tradición animista es la que recoge la mayoría de las creencias y los valores africanos, aunque en la mayoría de los casos asociada al cristianismo o al musulmán principalmente. También encontramos la cultura judía, vudú e hindú.

Animismo

El sistema médico popular de tradición africana o animista constituye el sistema médico más antiguo identificado en dicha comunidad. Su visión holística busca la promoción global de la persona, dándole especial importancia a la dimensión espiritual y psíquica, considerados fundamentales para el bienestar.

Utilizan muchos las plantas y la naturaleza, ya que desde su manera de ver el mundo existe una interrelación entre todo lo vivo, siendo la relación armónica entre todo esto sinónimo de salud. Así, la enfermedad representa la desarmonía del grupo. Toda persona subsahariana necesita saber la «causa verdadera» de su enfermedad. El diagnóstico de la biomedicina occidental se respeta y se acepta, pero es insuficiente para su tranquilidad espiritual.

En cuanto al tratamiento, en la sanación del malestar deben tratarse dos aspectos: la incertidumbre derivada de la misma y la seguridad en la sabiduría del sanador. La confianza en el profesional de la salud que lo trata es fundamental para el proceso de curación.

Islamismo

El sistema teológico islámico basas sus dogmas en El Corán, que junto con los ahadiz constituyen la sharia (ley), según la cual están obligados a vivir las personas musulmanas.

Para los musulmanes tener salud está considerado como un gran bien, siendo además una premisa a la hora de emigrar. La buena salud es lo que garantiza poder trabajar y tener un salario.

La enfermedad, aunque enviada por Dios, no se considera un castigo divino, sino como una prueba de resignación para ganar la vida eterna. Sin embargo, la aceptación no implica ausencia de búsqueda de la curación, ya que la salud siempre es deseada.

En la cultura musulmana es más fuerte el concepto de perder la salud que el de tener una enfermedad. La enfermedad se entiende como deterioro, abandono, pérdida de fuerza física, de la buena digestión, de la buena vista y del buen razonar. En esta tradición se busca más el reponer y el sumar que el eliminar, incorporando remedios que están presentes en la naturaleza: hierbas, plantas, etc.

Los inmigrantes musulmanes respetan enormemente a los profesionales de salud. Lo ideal es que el médico sea un hombre de buen corazón, compasivo y de buenas costumbres. Para enfermedades y problemas de mujeres el médico debe ser una mujer, al igual que una mujer médico no debe atender ciertos problemas de hombres. Existe pudor entre géneros y entre jerarquías, así entre padres e hijos no se pueden hablar ciertos temas ni enseñar el cuerpo.

La curación no está ligada a una exclusiva o determinada forma de terapia. Se considera que cada enfermo es único, su situación y circunstancias son únicas; por lo tanto el tratamiento para su enfermedad será único, específico para él.

Respuesta enfermera ante los problemas de salud del emigrante subsahariano en España.

Teoría del inmigrante sano

La dureza del proceso de emigración y la complicación que requiere (país, situación administrativo-legal, separación de seres queridos, cultura, costumbres, etc.) dará lugar a que la persona que emigre sea aquella que desde el punto de vista familiar se encuentra en las mejores condiciones de salud para alcanzar satisfactoriamente el proceso de desplazamiento y pueda adaptarse mejor a las nuevas condiciones. El proceso de elección de la persona que emigrará es lo que se conoce como teoría del inmigrante sano.

Esto conlleva que el inmigrante se convierta desde el punto de vista sanitario en una persona vulnerable que deberá afrontar en soledad un duro proceso. El enfermero ha de tener en cuenta estas variables e intentar abordar lo más holísticamente posible al paciente, intentando observar todas sus respuestas humanas y procurando darle respuestas. El objetivo será conseguir que el paciente  se sienta lo más apoyado, escuchándolo y acompañándolo en la posible enfermedad y poniendo a su disposición todos aquellos elementos que como profesionales de la salud debemos ofrecer.

Cuidados de Enfermería a inmigrantes subsaharianos en exclusión social

Cuando el emigrante subsahariano llega a España debe ser atendido. Sin embargo, la realidad es que el subsahariano, así como otros inmigrantes provenientes del continente Africano, tienden a dirigirse a entornos sociales y económicos similares a los estaban inmersos en su país de origen (tanto aquellos que cuentan con pasaporte, como los que entran en España por medio de procesos ilegales). Por otro lado, en la mayoría de los casos, desconocen la relación que existe entre vivir en estas circunstancias y la aparición de la enfermedad. En caso de haber contraído una enfermedad en su país es posible que no sepan de su padecimiento y aún en caso de ser conscientes de ellos no saben a quién ni a qué lugar dirigirse debido a la situación de exclusión social en la que se encuentran. Por ello es necesario que sean equipos móviles del sistema sanitario, entre los cuales deben estar miembros de la profesión enfermera (abordaje integral del paciente), los que localicen estas poblaciones y ofrezcan los recursos necesarios para optimizar lo máximo posible la salud del inmigrante, y garantizar no solo su bienestar sino también la de la población, garantizando el mínimo riesgo de contagio posible.

Enfermedades más frecuentes en inmigrantes subsaharianos derivadas del desarraigo

El sistema sanitario debe tener presente que la emigración supone romper con las costumbres y los hábitos de vida de la persona. A esto se le suma el shock cultural que experimenta el paciente cuando se producen modificaciones importantes en el contexto social y familiar, con abandono y/o creación de nuevos roles sociales. Todo ello puede contribuir al desarrollo de trastornos psicológicos y somáticos.

Entre los problemas que se presentarán en un futuro en la profesión enfermera es que en muchas ocasiones no podremos determinar las necesidades alteradas del emigrante subsahariano, pues este tiende a somatizar la enfermedad y llegan a la consulta quejándose de dolores de estómago, de cabeza, gases, que son derivados de un trastorno mental, propio de la situación en la que se encuentran. Ante esto cabe afirmar que la emigración en sí se trata de un factor que puede desencadenar alteraciones mentales.

Entre las enfermedades o procesos patológicos ante los que se ve expuesto el inmigrante subsahariano destacamos:

  • Estrés
  • Síndrome de Ulises o Síndrome del emigrante con estrés crónico y múltiple
  • Depresión
  • Distimia
  • Soledad

Cuidados en el parto

Las mujeres inmigradas conforman una población joven, encontrándose la mayoría en edad reproductora, por lo que la atención al parto constituye una demanda prioritaria en este colectivo. La atención sanitaria puede verse comprometida tanto por barreras lingüísticas como culturales, dado que la reproducción y la maternidad constituyen fenómenos bio-culturales donde se reflejan valores, sentimientos y creencias. Aunque la calidad de la sanidad española ofrece ventajas para las mujeres inmigradas, puede ocurrir que durante la atención en este medio manifiesten contradicciones con las concepciones socio-culturales interiorizadas en sus lugares de origen. Algunos aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de prestar cuidados son:

  • Sentido del pudor.
  • Percepción y actitud ante el dolor durante las contracciones de parto.
  • Acompañamiento durante el parto.
  • Vivencia y percepción del parto.
  • Interacción con el recién nacido.

Bibliografía

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