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Cumplimiento de los hábitos saludables de los pacientes en hemodiálisis

objetivos terapéuticos están dirigidos a disminuir y tratar las complicaciones asociadas a la insuficiencia renal, y preparar de forma adecuada y con suficiente antelación el tratamiento sustitutivo de la función renal. La prevalencia de la Enfermedad Renal Crónica Avanzada (ERCA) es del 0,2-0,6% de la población adulta. Esta prevalencia aumenta con la edad, siendo en España del 1,6% en los mayores de 64 años.

En el mismo orden de ideas Harrison (2006), define insuficiencia renal crónica, es un proceso fisiopatológico con múltiples causas, cuya consecuencia es la perdida inexorable del numero y funcionamiento de nefronas y que a menudo desemboca en insuficiencia renal terminal (end-stage renal disease, ESRD). A su vez la insuficiencia renal terminal (ESRD) es un estado o situación clínicos en que ha ocurrido la perdida irreversible de la función renal endógena, de una magnitud suficiente para que el sujeto dependa de forma permanente del tratamiento sustitutivo renal (diálisis o trasplante), con el fin de evitar la uremia, que pone en peligro la vida.

Según Soriano C (2008), refiere que, la enfermedad renal crónica (ERC) es un problema de salud pública. La manifestación más grave de la ERC, la insuficiencia renal crónica terminal (IRCT) subsidiaria de tratamiento sustitutivo mediante diálisis o trasplante renal, presenta una incidencia y una prevalencia crecientes desde hace dos décadas.

Se estima que por cada paciente en un programa de diálisis o trasplante puede haber 100 casos de ERC menos grave en la población general. Por un lado, estos casos constituyen la base de los pacientes que llegarán más tarde a una ERC avanzada. Por otro lado, estos pacientes tienen un riesgo cardiovascular elevado y sufren una morbimortalidad por eventos cardiovasculares que, probablemente, tenga un impacto en la salud mayor que la evolución hacia la necesidad de tratamiento renal sustitutivo.

DIÁLISIS

La diálisis es un método empleado para eliminar líquidos y productos de desecho innecesarios del cuerpo cuando los riñones no pueden hacerlo. A causa de un trastornos funcionales, o se deben extraer de inmediato toxina o venenos a fin de prevenir lesiones permanentes o que pongan en peligro la vida. Los propósitos de la diálisis son mantener la vida y el bienestar la vida y el bienestar del paciente hasta que restaure la función del riñón, y retirar las sustancias indeseables de la sangre si la función renal no se recupera. Brunner (2002).

En el mismo orden de ideas, la diálisis es un procedimiento terapéutico por medio del cual se eliminan sustancias tóxicas presentes en la sangre. El tratamiento de hemodiálisis consiste en dializar la sangre a través de una máquina, en la cual se hace circular la sangre desde una arteria del paciente hacia el filtro de diálisis o dializador, en el que las sustancias tóxicas de la sangre se difunden en el líquido de diálisis. La sangre libre de toxinas vuelve luego al organismo a través de una vena canulada. La hemodiálisis “es un proceso lento que se realiza conectando al enfermo a una máquina durante aproximadamente 4 horas, 2 o 3 veces por semana”. Guyton (1997). 

HEMODIÁLISIS

La hemodiálisis es el método más utilizado. Se estima que más de 120.000 pacientes reciben en la actualidad hemodiálisis (Roberts 1996). La hemodiálisis es un proceso empleado en pacientes gravemente enfermos y que requieren diálisis a corto plazo (días a semanas) o sujetos con nefropatías en etapa terminal, que precisan tratamiento a largo plazo. Según Brunner (2002).

En el mismo orden de ideas, Harrison (2006), la hemodiálisis se basa en los principios de la difusión de solutos a través de una membrana semipermeable. El movimiento de productos metabólicos de desecho ocurre a lo largo de un gradiente de concentración desde la circulación sanguínea hacia el líquido de diálisis. La velocidad de transporte por difusión aumenta en respuesta a diversos factores, como magnitud del gradiente de concentración, área de superficie de la membrana y coeficiente de transferencia de masa de la membrana.

Este último depende de la porosidad y el espesor de la membrana, el tamaño de la molécula de soluto y las condiciones de flujo a ambos lados de la membrana. Conforme a las leyes de la difusión, cuanto mayor es la molécula, tanto menor es la velocidad de transferencia a través de la membrana.

Una molécula pequeña como la urea (60 Da) experimenta depuración considerable, mientras que la eliminación de una molécula mayor, como la creatinina (113 Da), es mucho menos eficiente. Además de la depuración por difusión, el movimiento de materiales tóxicos (como la urea) de la circulación al líquido de diálisis puede ocurrir como consecuencia de la ultrafiltración. La depuración conectiva se produce por el arrastre por solventes, en el cual los solutos se desplazan junto con el agua a través de la membrana semipermeable de diálisis.

En este orden de ideas, Borrero J (2003), hace referencia a que la hemodiálisis “es la principal y más segura estrategia para el manejo de la insuficiencia renal aguda establecida. Sus indicaciones son sobre carga hidroelectrolítica, hipercalcemia moderada o severa, cambios electrocardiográficos de hipercalcemia con cualquier concentración sérica de potasio, acidosis metabólica moderada o severa, síndrome urémico, especialmente encefalopatía, y pericarditis y aunque no uniformemente no reconocido, anuria. En la actualidad, no cabe ninguna duda sobre el beneficio de la hemodiálisis”.

CUIDADOS DE ENFERMERÍA

La Enfermería según la OMS, abarca la atención autónoma y en colaboración dispensada a personas de todas las edades, familias, grupos y comunidades, enfermos o no, y en todas circunstancias. Comprende la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y la atención dispensada a enfermos, discapacitados y personas en situación terminal.

Por otro lado, el enfermo de insuficiencia renal crónica necesita atención muy hábil de Enfermería para evitar las complicaciones de la disminución de función renal, el estrés y la angustia de enfrentarse a una enfermedad que puede acabar con su vida. La asistencia de Enfermería se centra en valorar el estado hidroelectrolítico e identificar fuentes posibles de desequilibrio; también llevar a la práctica un programa dietético que garantice el ingreso nutricional adecuado dentro de los limites que impongan el régimen terapéutico; dar explicaciones e información al enfermo y su familia sobre las consecuencias de la disminución de función renal y las necesidades de acatar los protocolos ordenados, esto lo refiere Brunner (2002).

TEORIZANTE DE ENFERMERÍA VIRGINIA HENDERSON

Los pacientes