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La cura húmeda como intervención enfermera

infecciones.

La herida se cubre con una venda floja, mientras que las larvas están realizando su misión de limpieza. Este es un método rápido del desbridamiento de heridas, específicamente dirigido las zonas afectadas por tejido necrótico o esfacelado, aunque muchas personas se niegan al tratamiento porque no les gusta la idea de gusanos en su cuerpo.

Desbridamiento quirúrgico

Es una pequeña intervención quirúrgica que se realiza para eliminar todo el tejido dañado y muerto de la herida. Una vez que la herida se limpia, el cuerpo puede comenzar de nuevo su propio proceso natural de cicatrización. Este procedimiento normalmente es realizado por un cirujano bajo algún tipo de anestesia en un quirófano.

Es un método muy rápido y completo de desbridamiento, sin embargo, normalmente se utiliza solo en personas que tienen daño grave del tejido que ha causado un cuadro de septicemia o infección en la sangre.

Desbridamiento agudo

Es llevado a cabo por un enfermero o médico y consiste en retirar el tejido desvitalizado de la herida, estando el paciente en su cama o en una sala de curas. Se utilizan un escalpelo, bisturí o tijeras para aflojar y cortar el tejido muerto. No es técnica dolorosa.

Es un método rápido y simple y no tan complicado como el desbridamiento quirúrgico. Sin embargo, no es tan completo.

Desbridamiento autolítico

El desbridamiento autolítico permite que los procesos propios de curación del cuerpo tomen su curso sólo con una pequeña ayuda de un profesional sanitario. Se produce por la conjunción de tres factores, la hidratación del lecho de la úlcera, la fibrinolisis y la acción de las enzimas endógenas sobre los tejidos desvitalizados. Este tipo de desbridamiento viene inherente a la cura húmeda, ya que asegurando una humedad y temperatura adecuada en el lecho se favorece este tipo de desbridamiento. Se favorece a que las enzimas del propio cuerpo despeguen, ablanden y licúen el tejido muerto.

Es considerado el tipo de desbridamiento más usado y seguro para las heridas desvitalizadas, aunque como aspecto negativo resaltar que es un proceso lento.

Desbridamiento químico o enzimático:

Existen en el mercado diversos productos enzimáticos (proteolíticos, fibrinolíticos,.) que pueden utilizarse como agentes de detersión química de los tejidos necróticos.

La colagenasa y la tripsina/quimotripsina son un ejemplo de este tipo de sustancias. Existen evidencias científicas que indican que favorecen el desbridamiento y el crecimiento de tejido de granulación. Cuando vayan a ser utilizadas, es recomendable proteger la piel perilesional mediante una película barrera, pasta de zinc, silicona, etc., al igual, que aumentar el nivel de humedad en la herida para potenciar su acción con el desbridamiento autolítico.

2.3. Manejo de la carga bacteriana:

Las bacterias pueden retrasar la cicatrización de la herida de la siguiente manera:

• Destruyendo las células sanas. (Dorland 1994), (Flanagan 2003)

• Liberando toxinas que dañan los tejidos, causando necrosis y pus. (Dorland 1994), (Flanagan 2003)

• Liberando toxinas al torrente sanguíneo. (Dorland 1994), (Flanagan 2003)

La carga bacteriana se define como la carga metabólica impuesta por las bacterias en el lecho de la herida, lo que quiere decir que compiten con las células sanas para la obtención de oxígeno y nutrientes. Es muy importante valorar la naturaleza y la extensión de la carga bacteriana a fin de crear unas condiciones óptimas de cicatrización. A pesar de que no está establecida ninguna guía para cuantificar la carga bacteriana dentro de la herida, el profesional deberá valorar la resistencia inmunitaria del hospedador, las características de la herida y el exudado.

Hay una serie de factores que alteran el equilibrio y contribuyen al aumento de la carga bacteriana, como son la formación de biopelículas o biofilms.

Los biofilms son comunidades bacterianas, englobadas en una matriz de exopolisacáridos, producida por las bacterias y adheridas a una superficie viva o inerte.

En la naturaleza, los biofilms constituyen un modo de crecimiento protegido que permite la supervivencia de las bacterias en un medio hostil.

Pueden ser grupos de una sola especie bacteriana o bien colonias mixtas de diferentes bacterias.

Los biofilms bacterianos son focos de infección y ayudan a las micobacterias a resistir los tratamientos.

Las bacterias presentes en la herida pueden retrasar la cicatrización, aunque no existan signos aparentes de infección. Estas se desarrollan en las heridas crónicas en una secuencia continua, abarcando desde la contaminación hasta la infección.

Las fases que atraviesan las bacterias presentes en la herida son:

A. Contaminación

Es la presencia de bacterias que no se multiplican. Situación normal que no origina ningún retraso en la cicatrización. (Lansdown 2002)

B. Colonización

Las bacterias están presentes en la herida y comienzan a multiplicarse, pero no hay signos de reacción inmune del paciente.

La colonización no iniciará la respuesta inmune corporal, ni de forma local ni sistémica; por tanto, no tiene efecto alguno sobre la cicatrización. (Lansdown 2002)

C. Colonización Crítica

Es la presencia de bacterias que se multiplican y que comienzan a ocasionar daños locales en el tejido. (Ayton 1985), (Dorland 1994), (Flanagan 2003), (Lansdown 2002) La Colonización Crítica inicia la respuesta inmune del organismo a nivel local, pero no a nivel sistémico; esto influirá en la cicatrización. (Ayton 1985), (Flanagan 2003)

D. Infección

Las bacterias que están presentes en la herida siguen multiplicándose. Existen unos signos claros de reacción inmune del anfitrión. La respuesta inmune corporal se iniciará primero a nivel local y posteriormente a nivel sistémico. Si esta situación no se trata, la cicatrización se verá retrasada. A continuación se describen los síntomas clásicos de infección local:

– Inflamación (eritema, edema, tumor, calor).

– Dolor.

– Olor.

– Exudado purulento

Y una complicación mayor lo supone la aparición de signos secundarios, que nos indicaría un aumento de la carga bacteriana:

– Olor anómalo o aumento del olor.

– Cambio de color del tejido de granulación.