Inicio > Pediatría y Neonatología > Desarrollo psicomotriz en niños de 1 a 3 años y su determinante familiar > Página 2

Desarrollo psicomotriz en niños de 1 a 3 años y su determinante familiar

En Ecuador estudios realizados demuestran que existe una prevalencia del 25%, a lo que se correlaciona un estudio de corte transversal cuyo objetivo era determinar la prevalencia de retraso en el desarrollo psicomotor, realizado en la ciudad de Cuenca Ecuador en el año 2009, con 8537 niños y niñas de 0 a 5 años de edad de los Centros de Desarrollo Infantil fiscales, privados, regulares, especiales urbanos; reveló que el 11% presentó retraso, el 6% sin discapacidad y el 5% con discapacidad.

Se encontró relación de retraso del desarrollo psicomotor con desnutrición, microcefalia y con familia no nuclear. (Martìnez & Calet, 2015)

Dentro de los factores de riesgo que influyen en el desarrollo psicomotriz infantil se mencionan: condiciones socioeconómicas, características familiares, estado nutricional, escolaridad materna, prematuros, peso al nacer , calidad del ambiente familiar dentro de las más relevantes (Andraca, Pino, de La Parra, Rivera, & Castillo, 1998)

Greenberg & Thompson (1999) valoran la importancia que supone para el ser humano, desde su nacimiento, disfrutar de un entorno rico en afectividad, cuidados, protección y apoyo (Cantero, 2005) (Greenberg, 1999). Para Cantero (2005) los niños que no poseen la oportunidad de establecer una interacción que les permita promover vínculos afectivos seguros, pueden mostrar retrasos y alteraciones en el desarrollo, como consecuencia de no tener de una figura de apego como plataforma de seguridad, ésta relación crea un marco de interacción que mantiene al bebé en un entorno afectivo seguro, estable y predecible, constituyendo la base para un desarrollo socioemocional sano (Cantero, 2005).

Shelley (2009) acota que el niño/a ha experimentado actitudes positivas con su figura de apego en las que se sintió respondido con empatía y constancia, desarrolla un sistema de representaciones internas que anticipan interacciones gratificantes que constituyen la base de la socialización, resiliencia y desarrollo emocional. En contraposición la sensación de vulnerabilidad, desamparo e inseguridad, pueden dar lugar a la aparición de síntomas y estructuras patológicas. (Martìnez & Calet, 2015).

La bibliografía actual destaca la importancia de los factores de riesgo tanto como biológicos y sociales del desarrollo infantil. Algunos de los factores que se relacionan en este contexto son: prematuridad, bajo peso de nacimiento, malnutrición, padres adolescentes, bajo nivel educacional y/o problemas psiquiátricos de los padres; se recalca que estos componentes se presentan con mayor frecuencia en condiciones de pobreza, postulándose que el nivel socioeconómico bajo amplifica la vulnerabilidad biológica (Martìnez & Calet, 2015). Durante un estudio realizado en Santiago de Chile a 788 lactantes cuyo objetivo era evaluar el efecto de factores de riesgo para el desarrollo infantil en niños, de nivel socioeconómico bajo, nacido en óptimas condiciones biológicas pero expuestos a condiciones sociales adversas; se obtuvieron como resultados que la lactancia materna, temperamento del niño, inteligencia materna y estimulación en el hogar se ocian fuertemente con desarrollo mental (MDI) y motor (PDI), recalcando que la estimulación en el hogar persiste como factor significativo en la explicación de la variabilidad del MDI y PDI, en tanto que el sexo se consolida como condicionante del desarrollo motor, con lo que se concluye que aún en niños biológicamente indemnes el desarrollo psicomotor se afecta negativamente ante la presencia de condiciones ambientales adversas que actúan simultáneamente. (Andraca, Pino, de La Parra, Rivera, & Castillo, 1998).

Para ampliar la temática en cuanto a los factores que afectan el desarrollo psicomotriz se cita el artículo titulado Características Familiares y Desarrollo en niños y niñas de 2 y 3 años que asisten a la sala cuna, en el que se describe algunas características de familias de 214 niños/as, entre 22 meses y 39 meses de edad, que asisten a primer ciclo de educación parvularia y la relación de éstas con el desarrollo psicomotor; acotando en este artículo que la calidad educativa del ambiente de la casa es en general adecuada, el desarrollo del niño, que se midió en dos oportunidades, a comienzo y fin del año escolar, presenta resultados más bajos en la segunda medición, subiendo el porcentaje de niños/as bajo la norma de 5 a 8%;por área, el desarrollo mayor se da en coordinación y el menor en lenguaje. En la segunda medición las niñas presentaron un desarrollo significativamente menor que los niños, las que se asociaron con el desarrollo: la educación y el nivel ocupacional de los padres y la calidad educativa del ambiente del hogar. (Mathiesen & Herrera, 2009, pág. 91).

Con el objetivo de ampliar los conocimientos sobre la temática establecida se menciona una publicación realizada en Centros de Desarrollo Infantil fiscales de la ciudad de Cuenca que expone la temática de Retrasos del desarrollo psicomotriz en niños y niñas urbanos de 0 a 5 años, se trata de un estudio transversal, cuya población de estudio encierra a niños/as de 0 a 5 años de edad en donde se buscó la asociación del retraso con desnutrición, microcefalia, familia no nuclear, migración de los padres y cuidadora no materna. El estudio reveló El estudio reveló que el 11% (IC95%, 8 al 14%) presentó retraso, 6% sin discapacidad y 5% con discapacidad, el 31% se benefició de la atención temprana. Se encontró relación de retraso del desarrollo psicomotor con desnutrición (p < 0,001), microcefalia (p < 0,002) y con familia no nuclear (p < 0,005). No así con cuidadora no materna, ni con migración. (Huiracocha, RobalinoG, & Huiracocha, 2012, págs. 13-28)

La recolección de esta información ha permitido determinar que la prevalencia del retraso del desarrollo psicomotor es importante, resultados que deben llevar a fortalecer los procesos de atención temprana como cuidado del crecimiento y desarrollo, evaluación, detección, derivación de las banderas rojas del desarrollo, diagnóstico y plan de intervención. La frecuencia alta de discapacidad debe impulsar a que los equipos de salud, de educación y otros profesionales trabajen por la atención de calidad. Los retrasos del desarrollo psicomotor están relacionados con los factores de riesgo de edad en meses del niño, desnutrición, microcefalia hecho que ratifica la necesidad de cuidar la nutrición en los primeros años de vida (Ruiz, Carvajal, & Calzadilla, 2015). Es un factor protector la familia nuclear porque todavía la