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Actualización sobre el diagnóstico y tratamiento de la esquizofrenia y otras psicosis

desorganizado y carecen de habilidad para hablar claramente y concisamente. Tienen problemas con la concentración y la memoria (48,52).

Establecer un diagnostico diferencial en etapas muy tempranas es difícil de reconocer, ya que los niños carecen de habilidades del lenguaje o de conceptos de realidad propios de los adultos. Es complejo diferenciar las manifestaciones tempranas de esta enfermedad de lo normal.

En la etapa preescolar, es común ver amigos imaginarios o tener pensamientos mágicos o irracionales y asociaciones laxas. Estas pueden ser manifestaciones tempranas de esquizofrenia infantil. Pero, en los niños normales disminuyen de frecuencia después de los seis o siete años de edad. Las alucinaciones visuales y táctiles son transitorias y benignas en niños preescolares en momentos de estrés y ansiedad.

Además es posible que algunas creencias religiosas y culturales puedan ser malinterpretadas como posibles síntomas psicóticos y ser sacados del contexto. Factores culturales, del desarrollo e intelectuales deben ser tomados en cuenta en la evaluación, así como otros probables diagnósticos psiquiátricos.

Por ser un trastorno complejo y confuso a los niños con estos problemas y síntomas, hay que hacerles una evaluación integral. Generalmente, estos niños necesitan un plan de tratamiento que incluye a otros expertos además del especialista en psiquiatría, su tratamiento debe ser multifacético, interdisciplinario. Hay anuencia en el uso concurrente de fármacos antipsicóticos y de terapias psicológicas individuales y del grupo familiar así como el desarrollo de programas especializados en las escuelas y las actividades con una visión en las necesidades sociales, educativas y culturales que el niño y su familia necesitan. El monitoreo clínico de la seguridad y de los efectos secundarios de los fármacos es necesario. Estos medicamentos requieren la fiscalización del psiquiatra infantil y de adolescentes.

La evolución final de la esquizofrenia en el niño es tórpida y cuanto más temprano es su iniciación es peor su augurio. (48, 52,54)

Autismo

Al hablar del autismo no se puede uno referir como una enfermedad en particular o circunscrita sino a un síndrome con un florido número de síntomas y signos, a un gran grupo de trastornos identificados por graves deficiencias del proceso de desarrollo de una forma permanente y profunda. Se ven muy afectadas esferas como la socialización, la comunicación, la imaginación, la planificación y la reciprocidad emocional, además es frecuente observar conductas repetitivas o inusuales. Dentro del complejo sintomático usualmente podemos ver una pérdida de la capacidad de interacción social, el aislamiento y las estereotipias que son movimientos incontrolados de alguna extremidad determinada, generalmente las manos.

Al pasar de los años la enfermedad tiende a progresar asimismo la reiteración de estos trastornos se acrecienta. En la Wikipedia se reporta una tasa actual de incidencia de esta afección de alrededor de 60 casos por cada 10.000 niños; Y se denota que debido a este aumento, es necesaria la vigilancia y evaluación de estrategias para la identificación temprana del autismo en la infancia, lo que podría permitir un tratamiento precoz y una mejora de los resultados. Estos datos nos hacen reflexionar sobre lo que está pasando en la actualidad con este trastorno, es que existen factores que en la actualidad se han incrementado aumentado la incidencia o es que antes no se diagnosticaban estos casos o era poco probable subsistir con el problema.

Existen varios pensamientos en cuanto a su etiología, se plantea que es debido a alteraciones de las neuronas producto de mutaciones genéticas, pero este factor genético no es absoluto ya que se ha demostrado que los trastornos que se padece en el autismo pueden ser por múltiples factores.

Otros autores describen que las características esenciales del trastorno autista son la existencia de un desarrollo marcadamente anormal o también lo llaman deficiente de la interacción y comunicación social y un repertorio sumamente restringido de actividades e intereses. Las manifestaciones de esta entidad cambian mucho teniendo en cuenta el nivel de desarrollo que tiene el niño y su edad cíclica o gradual. En ocasiones el trastorno autista es mencionado autismo infantil temprano o autismo de Kanner (52).

Antes del cuarto mes de vida el niño lactante con problemas de autismo pasa como imprevisto, no se sospecha la alteración, pero después de este tiempo el desarrollo y progreso lingüístico queda detenido, declarándose las deficiencias de interacción social que con el pasar del tiempo son significativas y perdurables, suele ser notable la afectación de la práctica de comportamientos o expresiones no verbales, no hay contacto ocular, nunca miran de frente o a los ojos de otra persona para establecer una comunicación, también no hay expresión verbal y esto también se enumera en la postura y gestos corporales.

Se pierde la comunicación y reprocidad con el oyente o interlocutor y no surgen las primeras conductas o gestiones de establecer una comunicación intencionada, como las curioseadas, echar un vistazo, no perder de vista, arrojar los brazos, fijar la mirada hacia la otra persona y sonreír, expresar alegría con el rostro para que se percaten que está presente, señalar, buscar la forma de llamar la atención de sus semejantes que están alrededor con el fin de relacionarse.

Es significativo señalar que estos niños no se comunican con las personas, esto les resulta muy difícil sin embargo regularmente suelen comunicarse con objetos descansadamente.

Pueden prescindir de otros niños incluso de sus hermanos, carecen de toda noción de las necesidades de los demás y no perciben el malestar de otras personas. Es evidente la ausencia del juego usual espontáneo y variado o el juego imitativo social propio de los niños sanos en dependencia de su nivel de desarrollo y la edad.

Puede producirse un retraso del desarrollo del lenguaje hablado o incluso su ausencia total y en aquellos que hablan presentan una notable alteración de la habilidad para iniciar o sostener una conversación con otros, además suele verse una utilización estereotipada y repetitiva del lenguaje o un lenguaje idiosincrásico, es usual la ecolalia y los concretismos. El tono de voz es monótono, (48, 52,54)

Estos pacientes dentro de su comportamiento tienen un apego simuladamente rígido a rutinas, prácticas o rituales diarios específicos, repetitivos, no funcionales, inmotivados. Manierismos motores repetitivos y estereotipados, redundantes, insistentes o una preocupación persistente por objetos, intereses restringidos y limitados como la recopilación de datos o estadísticas de una cuestión en especifica sin ser