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Impacto en la implementación de un paquete de medidas para disminuir las infecciones relacionadas con los cuidados sanitarios en la Unidad de Cuidados Intensivos

nivel mundial causa de preocupación de los sistemas de salud de todos los países. La incidencia de sepsis grave varía según los diferentes estudios, la metodología y la población estudiada. En adultos se ha encontrado una incidencia de 47-300 casos por 100.000 habitantes, con una mortalidad entre 28-50%. Se estima que en el mundo se producen unos 18.000.000 casos/año de sepsis grave con 1.400 muertos al día. Constituye un problema importante de salud en edades pediátricas. Mundialmente la mortalidad por sepsis en 2007 fue del 15 al 50% y aproximadamente el 25% de ingresos hospitalarios fue por infecciones. En Estados unidos se señala la sepsis neonatal como una de las 10 primeras causas de muertes neonatales. (8)

La infección nosocomial alcanza su máxima expresión en los pacientes críticos hospitalizados en servicios de UCI ya que en ellos se concentran los cuatro factores determinantes de esta complicación: paciente susceptible, alteración de barreras defensivas, transmisión cruzada y ecosistema seleccionado. Si a lo anterior se suma otro factor de riesgo invocado en la aparición de la sepsis nosocomial como lo constituyen las enfermedades subyacentes, crónicas o debilitantes del paciente que ingresa a la UCI es lógico suponer que el riesgo aumenta considerablemente. (9)

La mayoría de las infecciones detectadas en las Unidades de Cuidados Intensivos se relacionan con la utilización de dispositivos que alteran las barreras defensivas naturales y favorecen la transmisión cruzada de los agentes patógenos.En ocasiones las infecciones se presentan en forma de brotes epidémicos, cuyos orígenes son la presencia de reservorios inanimados (ventiladores mecánicos, nebulizadores, sistemas de monitorización) y/o de portadores crónicos entre el personal técnico.Paralelamente, en las UCI se observa la aparición de microorganismos patógenos con elevados patrones de resistencia, asociados a la presencia simultánea de numerosos factores que facilitan la multirresistencia. (10)

Los estudios sobre la epidemiología de la sepsis presentan limitaciones y gran variabilidad de datos y de diseños. No obstante, ha quedado claro que la incidencia de esta condición ha aumentado vertiginosamente durante los últimos años. Este hecho podría explicarse por la mayor proporción de pacientes de la tercera edad, el mayor número de personas inmunosuprimidas, el aumento de la resistencia microbiana y el uso más frecuente de procedimientos invasivos. La incidencia mundial de la sepsis se ha calculado en 18 millones de casos por año. En Estados Unidos se presentan 750.000 casos anuales y la tasa de mortalidad varía entre 28% y 50% y es la décima causa de muerte. Las proyecciones sobre la incidencia han calculado aumentos de 1,5% al año. En los adultos la incidencia y la mortalidad aumentan con la edad; los hombres tienen 30% más riesgo de desarrollar sepsis que las mujeres y la incidencia es mayor en personas de raza negra.

La sepsis y sus condiciones asociadas tienen gran impacto sobre la economía: por cada caso, los costos médicos son de aproximadamente US$22.100, con un total de $16.7 billones anuales en Estados Unidos y 0,42 a 0,49 billones de euros en el Reino Unido. En América Latina, la literatura sobre sepsis refleja la ausencia de un consenso sobre las definiciones clínicas, lo que dificulta hacer estudios apropiados para medir la magnitud del problema. Sin embargo, la heterogeneidad de los datos de incidencia y mortalidad sugiere que la situación de la sepsis en América Latina podría ser peor que la de los países desarrollados.

Con respecto al microorganismo, una gran parte de los casos de sepsis la causan bacterias gramnegativas, principalmente Escherichia coli, Klebsiella spp y Pseudomonas aeruginosa. Sin embargo, desde 1980 se ha observado un aumento en la incidencia de sepsis por bacterias grampositivas, como Streptococcus pneumoniae y Staphylococcus aureus, así como por hongos, especialmente por especies de Cándida y Aspergillus. (11)

Cuba no escapa de esta realidad. En nuestro país fue instituido en el año 1983 el primer Programa Nacional de Prevención y Control de Infecciones Nosocomiales, convirtiéndose en un objetivo del Ministerio de Salud Pública en el año 1986 y se realiza principalmente a través de los epidemiólogos y enfermeras vigilantes. (12) En el año 2009 se publicó un estudio en el que se realizó una revisión los datos tomados de la Dirección Nacional de Estadísticas del Ministerio de Salud Pública sobre infecciones relacionadas con el cuidado sanitario (IRCS) en 89 hospitales, desde los años 2001 hasta el 2007, donde se muestra una incidencia entre 2,4 y 3,1% de infecciones relacionadas con el cuidado sanitario (IRCS) en hospitales cubanos. En las UCIs se observaron las mayores tasas, en las de adultos entre 5,5 y 12,1% y en las pediátricas entre 2,4 y 7,7%. El propio estudio señala como posible sesgo, la posibilidad de subregistro.

En el año 2008 publican un trabajo con datos multicéntricos, recogidos por epidemiólogos en el año 2004, donde se describía una incidencia hospitalaria de 7,3% y en UCIs de 27,3%; cifras contrastantes entre uno y otro artículo. (13)

Comunicaciones internacionales actuales muestran disminución en su frecuencia y en el impacto negativo que las acompaña a través de la instauración de una vigilancia activa y la aplicación de paquetes de medidas para su prevención, algunas comunes y otras específicas para cada tipo de infección. (5, 14, 15)

El primer paso para trazar estrategias de mejora ha sido la caracterización del problema. En España por ejemplo, primeramente se comenzaron los estudios de monitorización de la prevalencia de infecciones relacionadas con el cuidado sanitario (IRCS) en UCIs, para en años recientes comenzar a investigar los efectos de paquetes de medidas en las principales infecciones relacionadas con el cuidado sanitario (IRCS), son estos los proyectos Bacteriemia Zero y Neumonía Zero, este último en fase de implementación. (15, 16)

Es bien sabido que el desarrollo de guías de tratamiento por sí solo no conlleva un cambio en la práctica diaria de la medicina. En consecuencia, se debe implicar el desarrollo de programas multimodales de educación continua para que el conocimiento actualizado se transfiriera oportunamente al tratamiento del día a día de los pacientes sépticos. Estos programas pueden ser la incorporación de «paquetes de medidas» que permitan evaluar de forma objetiva el seguimiento de las guías de tratamiento.

Entre los intensivistas cubanos se han realizado estudios que caracterizan el problema, aunque de forma no homogénea y generalmente en un ámbito local, pero que justifican iniciar de conjunto estrategias de mejoras. (14-16)

Problema científico:

¿Cómo disminuir la incidencia de infecciones relacionadas con los cuidados sanitarios en la unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital General Docente: Roberto Rodríguez Fernández, de Morón, Ciego de Ávila, Cuba?

Hipótesis:

Si se aplica un paquete de medidas profilácticas, que resuelva la contradicción entre la necesidad de disminuir la incidencia de infecciones relacionadas con los cuidados sanitarios y el nivel de incidencia que existe actualmente en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General Docente: Roberto