Técnica de colocación:
Para su colocación, un rescatador sujetará la cabeza del accidentado, permitiendo al otro rescatador colocar un collarín cervical. Sin soltar la cabeza del accidentado, pasaremos el respaldo del chaleco de estricación por detrás de su espalda; una vez pasado el respaldo y sin soltar la cabeza del accidentado, pasaremos por debajo de los brazos los laterales del chaleco de estricación y lo ajustaremos con las tres correas de colores que lleva incorporadas en la parte delantera.
Pasaremos los cinturones correspondientes por debajo de las piernas y los fijaremos a fin de sujetar el chaleco de estricación a la cadera. Ajustaremos los laterales del chaleco de estricación a la cabeza y la sujetaremos con las dos cintas inmovilizadoras que tiene para tal efecto, una por la frente y otra por el mentón.
Una vez colocado, ladearemos a la víctima mirando hacia el exterior del vehículo y cogiendo las asas que lleva para tal fin extraeremos al accidentado del interior del vehículo. Una vez extraído el accidentado, puede ser colocado en una camilla asistencial de traslado con un tablero espinal o en colchón de vacío sin necesidad de retirar el chaleco espinal.
Colchón de vacío.
Se trata de un colchón relleno en sus 2/3 partes de bolitas de poliespán (material sintético ligero y aislante) con una válvula de apertura y cierre a la que se aplica una bomba manual o de aspiración de secreciones, que permite hacer el vacío al colchón y realizar un molde del cuerpo del accidentado.
Este es el sistema de inmovilización adecuado para el traslado terrestre o aéreo pues absorbe gran parte de las vibraciones, tanto del vehículo como cualquier otro tipo de transporte, aísla al paciente e inmoviliza las lesiones en la posición que se realice el vacío.
El vacío se puede realizar como ya hemos dicho antes, con una bomba de vacío o con un aspirador de secreciones, adquiriendo una gran rigidez y dureza que garantiza la inmovilización del paciente, una vez colocado en su superficie, a la vez que se adapta a sus curvaturas fisiológicas y patológicas de todo el cuerpo, impidiendo sus desplazamientos, siempre y cuando se complete con un collarín cervical y con los cinturones que fijan al paciente al colchón.
Está especialmente indicado en casos de sospecha de lesiones en la columna vertebral, pelvis y extremidades inferiores (politraumatismos),traslado interhospitalarios de pacientes con fijaciones externas y traslados que precisen una posición determinada durante todo el trayecto (decúbito lateral si no se va a poder controlar la vía aérea) a larga distancia.

Figura 9: Colchón de vacío
Técnica de colocación:
Revisaremos previamente que no tenga ninguna rasgadura o alteración que no nos permita realizar el vacío. Daremos un poco de forma al colchón repartiendo las bolitas de poliespán de su interior; levantaremos al accidentado con una camilla de cuchara y lo colocaremos sobre el colchón de vacío, retirando la camilla de tijeras. Una vez colocado el accidentado, abriremos la válvula y extraeremos el aire del colchón mediante una bomba o el aspirador de secreciones; mientras, iremos dando forma al molde del accidentado. Una vez hecho esto, cerraremos la válvula del colchón y aseguraremos al accidentado fijándolo con las correas que tiene el colchón para tal efecto y seguidamente lo colocaremos en la camilla asistencial para su transporte.
En trayectos largos habrá que ir revisando periódicamente que se mantiene el vacío comprobando su rigidez.
Férulas de vacío.
Están diseñadas al igual que el colchón de vacío, sólo que su uso es diferente. Se utilizan para inmovilizar los miembros superiores e inferiores. Es posible encontrar un juego para adultos y otro para uso pediátrico.


Figuras 10 y 11: Férulas de vacío