terapéutico después del tratamiento
La tabla 3 muestra la correlación de los pacientes estudiados en cuanto a la competencia de la respuesta inmune y el criterio del efecto terapéutico después del tratamiento. Al evaluar la intervención con sulfato de zinc sobre su efecto en sistema inmune, a través de la prueba de signo de Wilcoxon se observó una asociación estadísticamente significativa de (p=0.00<0,05) infiriendo efectiva la intervención sobre el sistema inmune con sulfato de zinc al corte de tratamiento, se traduce en que las concentraciones plasmáticas de zinc definen la competencia del sistema inmunitario destellando con un criterio de efecto terapéutico de Mejor que favorece una competencia de la respuesta inmune después del tratamiento entre 5-10 mms (normal)
En la literatura se hable que otro de los usos del zinc y uno de los más empleados y efectivos, ha sido en la enfermedad diarreica aguda y últimamente se está empleando con resultados alentadores en las afecciones respiratorias. En un estudio prospectivo en que se incluyeron 110 pacientes con enfermedad respiratoria baja, estos recibieron suplementación con sulfato de zinc en una dosis de 2 mg de zinc elemental/kg/día, con el propósito de evaluar cómo influía en la evolución de la enfermedad.
Se comprobó que con esta conducta disminuyó la duración del episodio respiratorio y la estadía hospitalaria. Los enfermos con estas afecciones, la suplementación con zinc adquiere connotación especial, el cuadro de infección respiratoria es considerable y además, es necesario para el buen funcionamiento del epitelio bronquial. Por otra parte, es un modulador de estructuras proteicas, estabiliza membranas, preserva su integridad y las protege de la peroxidación lipídica, a la vez que mejora la absorción de sodio y de agua. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la suplementación con zinc decisiva para que los niños malnutridos se recuperen de la enfermedad respiratoria. Las infecciones respiratorias se encuentran entre las 5 principales causas de muerte en la niñez al nivel mundial, y según un reporte de la OMS del 2002, se vinculó la deficiencia de zinc con el 10 % de los casos. En los últimos años, se han acumulado amplias evidencias clínicas en varias regiones del mundo que apoyan la efectividad atribuida al empleo de suplementos de zinc en el tratamiento de las infecciones respiratorias persistentes, así como también en la diarrea disentérica. (19,20)
Por otra parte, se sabe las infecciones del aparato respiratorio junto con las úlceras venosas representan un problema médico y social de salud muy importante, que puede llevar al paciente a una incapacidad parcial de por vida, lo que influye seriamente en su actividad laboral y, por lo tanto, se asocia con un importante deterioro de la calidad de vida. Se conoce que la mayoría de las úlceras de los miembros inferiores están asociadas con enfermedad venosa, pero hay otras causas o factores contribuyentes que incluyen la inmovilización, la obesidad, traumatismos, la enfermedad arterial periférica, la vasculitis, la diabetes y las neoplasias. (21) En un grupo de 27 pacientes con úlceras venosas se utilizó sulfato de zinc oral en dosis de 220 mg (50 mg de zinc elemental), 3 veces al día durante 4 semanas.
Se observó una mejoría en el 74 % de los enfermos y en ningún caso hubo empeoramiento de los síntomas. La regulación de la homeostasis del zinc, ya sea al nivel sistémico o celular, es muy eficiente, y cambios importantes en el balance del metal tienden a ser transitorios. Por ejemplo, una disminución del zinc plasmático estimulado por una endotoxina puede persistir solo por algunas horas. Sin embargo, esto puede ser suficiente para vaciar las células endoteliales del zinc lábil y entonces los factores estresantes, como las endotoxinas, pueden provocar una respuesta más profunda cuando los procesos sensibles al zinc involucrados en la aterogénesis son más acentuados. (22,23)
Algunos autores plantean que muchas de las proteínas «con dedos de zinc» lo unen de manera muy estrecha y no se consideran como sensibles a las variaciones del zinc celular. Sin embargo, la evidencia reciente sugiere que es más probable que el zinc «libre» estimule la activación de las proteínas «con dedos de zinc» y las enzimas, al menos, en las células bacterianas. Por lo tanto, los pequeños incrementos localizados en el zinc «libre» pueden tener influencias desproporcionadas en la activación de las proteínas dependientes de zinc, en relación con la concentración celular total de este oligoelemento.
Evidencias recientes sugieren que el zinc puede tener un efecto protector sobre el endotelio vascular en distintos niveles. Aparte de su papel antioxidante y estabilizador de membranas, participa en la actividad de numerosos procesos de señales endoteliales, varios de ellos importantes para mantener la integridad celular. (24)
Algunos investigadores señalan un efecto beneficioso del zinc en la inmunidad celular de los diabéticos. Los pacientes diabéticos son más susceptibles que otros a desarrollar procesos sépticos y, por consiguiente, la cicatrización de sus heridas es muy retardada, incluso en algunos hay necesidad de amputación de una extremidad. (25)
En el Instituto de Angiología y Cirugía Vascular de La Habana se administraron por vía oral, 220 mg de sulfato de zinc (50 mg de zinc elemental) 3 veces al día durante 4 semanas, a pacientes con diagnóstico de pie diabético, y se obtuvo mejoría de la sintomatología clínica. Los estudios sobre el zinc y la diabetes sugieren que la deficiencia solo ocurre en algunos diabéticos, aunque la intervención de esta deficiencia en la patogénesis de la enfermedad no está probada. En un estudio anterior se encontró que los pacientes diabéticos que eran anérgicos a las pruebas dérmicas, tenían menores concentraciones de zinc en suero que los enfermos reactivos y que los del grupo control, lo que pudiera estar relacionado con una disminución en la reactividad del sistema inmune ante la deficiencia de zinc. Esto quedaría apoyado por el aumento de la función de los linfocitos T y de la mejoría de las pruebas dérmicas después de la suplementación con sulfato de zinc. (26)
Asimismo, se probó el efecto que podía ejercer la administración oral de zinc sobre la función de los leucocitos polimorfonucleares, con la medición del índice opsonofagocítico y la actividad microbicida, antes y después del tratamiento. Se llegó a la conclusión de que con el suplemento se superaron tanto las deficiencias de este elemento esencial, como las funciones de los leucocitos, con lo cual mejoró el buen funcionamiento del sistema inmune de los pacientes diabéticos. (27)
Además, el déficit de zinc se ha relacionado con trastornos del intelecto y del desarrollo sexual. Es un componente esencial del cerebro, está involucrado en la síntesis y liberación de neurotransmisores y en el