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El adolescente frente a su salud sexual y reproductiva

La pastilla de emergencia y/o del otro día, es recomendada en el último de los casos, ya que incide en el organismo de la mujer que la usa. Tomarla más de dos veces al año, puede tener repercusiones de consideración en la salud de quien la utiliza, en éste caso el 30.4% de los encuestados responde afirmativamente, en la utilización de la pastilla.

Es necesario informar ampliamente a los estudiantes sobre los riesgos que conllevan usar más de dos veces al año el mencionado medicamento[7], “Entre los métodos más utilizados se ubica el condón con 80.6% y cerca de 6.2% indicó el uso de anticonceptivos hormonales. A pesar del uso inicial de algún método anticonceptivo del total de las adolescentes que tuvieron relaciones sexuales 51.9% reportó haber estado alguna vez embarazada”, ver gráfica 10. Al final del artículo

Al contar con una vida sexual activa, es recomendable realizar revisiones médicas y de laboratorio, al contar con más de dos parejas sexuales al año, el riesgo de contagio de las infecciones de transmisión sexual (ITS) aumenta, un reducido porcentaje del 11.6% tiene el referente cultural de la prevención de la salud. En su gran mayoría los encuestados no cuentan con ésta, ver gráfica 11.  Al final del artículo

Poco menos de las tres cuartas partes de los chicos y chicas, indican que de ellos depende su cuidado sexual, se puede pensar que desde el punto de vista de la prevención, estamos en lo correcto, pero al comparar con las otras variables la realidad dista de un autocuidado de la salud que prevenga deterioros a la misma.

Es significativo trabajar con los alumnos, padres de familia, profesores y miembros de la comunidad, definiendo áreas de oportunidad para establecer estrategias y  mecanismos de prevención e incida directamente en la salud de nuestros jóvenes y a largo plazo se refleje en una mejor calidad de vida y disminuyan  los casos de contagio de infecciones de transmisión sexual o embarazos no planeados, ver gráfica 12.  Al final del artículo

Consideraciones Finales

Desafortunadamente la cultura de la prevención de la salud, por parte de los adolescentes de enseñanza media superior, está poco desarrollada. Se requiere necesariamente  trabajar desde la familia, la comunidad y las instituciones educativas en éste sentido, para impulsar campañas que fomenten y consoliden la cultura de la prevención  de la salud.

La mitad de los encuestados indican que no hacen uso del preservativo, en sus relaciones sexuales, se requiere  definir estrategias con carácter de apremiantes, para que ésta población vulnerables  conozca el riesgo que representa no usar ningún tipo de protección en la relación sexual, ante las infecciones de transmisión sexual (ITS), así como el  VHI/SIDA.

El porcentaje del 9.2% de adolescentes,  han transitado por situaciones de violencia sexual,  implementar políticas públicas para  establecer los mecanismos necesarios, que permitan un mejor entendimiento del fenómeno como sus causas y las medidas necesarias para propiciar relaciones interpersonales sanas.

El porcentaje de alumnos que asisten cotidianamente al sistema de salud, es limitado, reflejo que en nuestra comunidad, es poco o casi no existe la cultura de la prevención de la salud, así como la falta de implementación de políticas públicas en materia de salud y de bienestar de las familias y comunidades[8], “La propuesta es formar educadores sexuales que se capaciten profesionalmente no solo con información sino con formación primeramente de su propia sexualidad, para que, sin condena, sin culpa, sin morbo y sin enjuiciar puedan hablar de manera clara y natural, llamando a cada cosa por su nombre explicando y haciendo énfasis en la responsabilidad del ejercicio de la sexualidad”

Contar con una cultura de la salud permitirá a las nuevas generaciones favorecer su autocuidado con el objetivo como es el caso de este estudio la disminución  de  los casos de contagio de infecciones de transmisión sexual o embarazos no planeados[9], “En México las infecciones de transmisión sexual (ITS) se ubican entre las 10 primeras causas de morbilidad general en el grupo de 15 a 44 años de edad. Es importante considerar que la mayoría de los jóvenes no usan siempre el preservativo y que éste sólo protege el área que cubre”.

Para finalizar este trabajo comentaremos que somos unos convencidos de que una de las estrategias que la sociedad en su conjunto así como las autoridades educativas y de salud se pudiera implementar con todo el rigor metodológico son las intervenciones educativas desde los primeros años escolares para ir creando una cultura de la salud.

Sexualidad-Verde-Ceron

Bibliografía

Alvarado Thimeos Julia. Educación sexual preventiva en adolescentes, Contextos, No.29, 25-42,  España, 2013.

Campero Cuenca Lourdes, Atienzo Erika E., Suárez López  Leticia, Hernández Prado Bernardo y Villalobos Hernández Aremis. Salud sexual y reproductiva de los adolescentes en México: evidencias y propuestas, Gaceta Médica de México, 149:299-307, México, 2013.

Gayet Celia y  Gutiérrez, Juan Pablo. Calendario de inicio sexual en México. Comparación entre encuestas nacionales y tendencias en el tiempo, Salud Pública de México, vol. 56, no. 6, noviembre-diciembre, México,  2014

 López Sánchez F. Sexualidad en la adolescencia. ¿Y qué podemos hacer con los adolescentes los diferentes agentes educativos?,  Revista de Formación Continuada de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia, vol. II, enero-febrero,  No. 1, España, 2014.

Robles Espinosa M. Historia de la Educación Sexual en México, Revista Electrónica Medicina, Salud y Sociedad, vol. 6, No. 1 sept-dic, pág. 78-83 México, 2015.

Sam Soto Selene, Osorio Caballero Mauricio, Rodríguez Guerrero Rosa Estela,  Pérez Ramírez Norma Paulina. Comportamiento sexual y anticoncepción en la adolescencia, Acta Pediátrica México, No.35, pág.490-498, México, 2014.

[1] Sam Soto Selene, Osorio Caballero Mauricio, Rodríguez Guerrero Rosa Estela,  Pérez Ramírez Norma Paulina. Comportamiento sexual y anticoncepción en la adolescencia, Acta Pediátrica México, No.35, pág.492, México, 2014.

[2] Gayet Celia y  Gutiérrez, Juan Pablo. Calendario de inicio sexual en México. Comparación entre encuestas nacionales y tendencias en el tiempo, Salud Pública de México, vol. 56, no. 6, noviembre-diciembre, pág. 639, México,  2014

[3] Gayet Celia y  Gutiérrez, Juan Pablo. Calendario de inicio sexual en México. Comparación entre encuestas nacionales y tendencias en el tiempo, Salud Pública de México, vol. 56, no. 6, noviembre-diciembre, pág. 645, México,  2014

[4] Gayet Celia y  Gutiérrez, Juan Pablo. Calendario de inicio sexual en México. Comparación entre encuestas nacionales y tendencias en el tiempo, Salud Pública de México, vol. 56, no. 6, noviembre-diciembre, pág. 646, México,  2014

[5] Ibidem. pág. 639

[6] Campero Cuenca Lourdes, Atienzo Erika E., Suárez López  Leticia, Hernández Prado Bernardo y Villalobos Hernández Aremis. Salud sexual y reproductiva de los adolescentes en México: evidencias y propuestas, Gaceta Médica de México, pág.149, México, 2013.

[7] Sam Soto Selene, Osorio Caballero Mauricio, Rodríguez Guerrero Rosa Estela,  Pérez Ramírez Norma Paulina. Comportamiento sexual y anticoncepción en la adolescencia, Acta Pediátrica México, No.35, pág.491, México, 2014.

[8] Robles Espinosa M. Historia de la Educación Sexual en México, Revista Electrónica Medicina, Salud y Sociedad, vol. 6, No. 1 sept-dic, pág. 81,  México, 2015.

[9] Sam Soto Selene, Osorio Caballero Mauricio, Rodríguez Guerrero Rosa Estela,  Pérez Ramírez Norma Paulina. Comportamiento sexual y anticoncepción en la adolescencia, Acta Pediátrica México, No.35, pág.491, México, 2014.