FISIOLOGÍA DEL TRANSPORTE SANITARIO 1,2,3,4,5
Cuando se realiza el transporte sanitario de un paciente (sea del tipo que sea) el personal sanitario debe tener en cuenta el fuerte impacto que supone en el marco psicológico a dicho paciente, en mayor medida si este se encuentra consciente.
Los sanitarios deben estar formados en materia para poder informar tanto a este paciente como a sus familiares del proceso que se va a llevar a cabo y conseguir con esto disminuir cualquier tipo de impresión o nerviosismo que produzca en dichas personas.
Debemos poner al tanto al paciente y sus familiares de las maniobras de soporte terapéutico que se realizarán, el tiempo del traslado, posibles contratiempos etc.
Tras haber comprendido esto, es importante tener en cuenta que la movilización de un paciente para la realización de transporte sanitario lleva consigo un conjunto de cambios fisiológicos que deben ser tenidos en cuenta, es decir, existen una serie de factores externos que pueden influir en el momento del transporte.
La fisiología del transporte se debe conocer debido a que puede alterar el estado del paciente, incluso agravándolo.
Los cambios fisiológicos se relacionan con el medio ambiente y otras características que veremos a continuación:
- Gravedad- Aceleración- Desaceleración
Es evidente que durante cualquier transporte, ya sea o no sanitario, van a existir cambios de velocidad. Estemos hablando de procesos de aceleración o desaceleración, ambos van a provocar variaciones fisiológicas el paciente.
Se observan movimientos de líquidos y masa en el cuerpo, que son observados por receptores orgánicos. Estos cambios pueden responder mediante variaciones en la presión intracraneal, disminución de presión arterial, aumento de las pulsaciones e incluso malestar en el paciente.
Existen ciertos puntos a tener en cuenta:
-Se debe intentar alejarse de las aceleraciones-desaceleraciones realizadas de manera tosca o brusca e intentar llevar a cabo una conducción responsable y adecuada a la situación.
– Según el tipo de transporte debemos posicionar al paciente de una manera u otra:
- Transporte sanitario terrestre: El paciente deberá permanecer en posición de “decúbito supino” y su cabeza deberá ir posicionada en el sentido de la marcha.
- Transporte sanitario aéreo: La posición del paciente será de manera transversal, es decir, opuesta a la marcha del vehículo.
– La camilla en la que va el paciente debe estar debidamente sujeta a la base del vehículo y el paciente seguro.
– Obligatoriedad de uso en el cinturón de seguridad, tanto del personal sanitario como del acompañante.
– El material que se encuentre dentro del vehículo debe estar debidamente anclado y protegido.
- Ruido
Para analizar el ruido y su intensidad debemos de tener en cuenta el tipo de transporte sanitario que se esté usando en ese momento.
Si nos referimos al terrestre, la principal fuente de ruido vendrá derivada de las sirenas de las ambulancias. Sin embargo no debemos olvidar que el material contenido dentro del vehículo provocará ruido de la misma manera que lo hará la aglomeración de vehículos en la carretera.
En el transporte aéreo, va a existir un aumento de ruidos hasta 110 decibelios, considerado un nivel alto en este aspecto.
Los datos a tener en cuenta para mejorar el nivel de ruidos en los desplazamientos sanitarios son los siguientes:
- Niveles altos de ruido van a dificultar la realización de diversas tareas, entre ellas la de auscultación o la toma de tensión arterial.
- Las sirenas serán activadas solo si es necesario.
- Se debe de tener en cuenta ciertas precauciones acústicas cuando exponemos al paciente a niveles de ruido por encima de los 70 decibelios, los cuales pueden llegar a provocar diversas alteraciones cardiacas y psicológicas.
- Vibraciones
Las vibraciones es otro fenómeno que altera la marcha en el transporte sanitario. Ciertas medidas para controlar este aspecto serían las siguientes:
- Los vehículos utilizados para el transporte sanitario deben haber superado todas las revisiones pertinentes y encontrarse en un estado mecánico óptimo.
- Se debe tener previsión de camillas flotantes para reducir al máximo las vibraciones en el vehículo.
- El vehículo debe venir provisto de colchón de vacío para el transporte del paciente
- La suspensión del vehículo debe ser correcta
- Temperatura
Las principales alteraciones que sufre el organismo con respecto a los cambios de temperatura son las conocidas como hipotermia e hipertermia.
La hipotermia es un factor importante a tener en cuenta en el estado fisiológico del paciente transportado. Puede derivar en colapso sanguíneo.
La hipertermia, por su lado, debido al aumento de producción de sudor, genera alteraciones en el metabolismo e incluso vasodilatación de los vasos.
Las medidas a tener en cuenta son las siguientes:
- El vehículo debe constar de aire acondicionado
- Debe estar provisto de mantas térmicas
- Se debe intentar evitar que el vehículo de transporte este durante demasiado tiempo expuesto a situaciones extremas de frío o calor.
- Turbulencias
Aparecen en el transporte aéreo y son generadas por el aire que impacta contra el vehículo mientras este se desplaza.
Provocan zarandeos bruscos que alteran la marcha y a los pasajeros del vehículo.
Para evitar al máximo este fenómeno se debe de constar de un sistema que consiga mantener de manera segura y fija tanto a las personas que van dentro como al material.
- Altura
Los efectos que va a provocar la altura en la fisiología de las personas que van a bordo de un vehículo aéreo durante su desplazamiento son el descenso de presión que ejerce la atmósfera y la presión parcial de oxígeno.
Los principales efectos se empiezan a notar superados 1000 metros. Sobre todo son alteraciones cardiacas y respiratorias (como hiperventilación) aunque también circulatorias. Esto provoca la posible desestabilización del paciente.
Lo más importante en estos casos es la monitorización del paciente, realizando variaciones en la FiO2.
- Cinetosis
La cinetosis es un fenómeno muy frecuente que ocurre durante el desplazamiento de pacientes y personal sanitario por circuitos o carreteras provistas de curvas.
Afecta de manera principal al laberinto del oído interno, provocando una gran sensibilidad y que evoluciona con la marcha.
Además de la afectación al oído, se pueden apreciar ciertas causas relacionadas con la cinetosis como son el ejemplo del aumento de calor, hipoxia etc.
En estos casos, se recomienda proporcionar a los pasajeros del vehículo algún tipo de antihistamínico como la ciclicina o el dimenhidrinato.
- Cambios de volumen, expansión de gases
Los cambios de volumen y presión de los gases pueden provocar ciertos fenómenos durante el transporte de pacientes que veremos a continuación:
- Gastrointestinales: se puede apreciar la iniciación de úlceras en divertículos, aumento de la presión en el diafragma, empeoramiento de los íleos…
- Respiratorios: posible formación de neumotórax
- Incremento de la presión intracraneal (PIC), disminución del nivel de conciencia
- Incremento de edemas
- Inicio de hemorragias en los parénquimas
- Producción de una clara distorsión auditiva
- Cambios de presión
El fenómeno de disminución de la presión atmosférica está relacionado de manera directa con la presencia de oxígeno. Aparece de manera relevante en los transportes aéreos realizados en vehículos que no se encuentran presurizados.
A más altura menos presión parcial de oxígeno y por tanto aumento de presencia de CO2.
El cuerpo humano produce entonces un incremento del gasto cardiaco e hiperventilación. Es por ello que debemos poner en marcha en este tipo de casos la ventilación mecánica u otros mecanismos que ayuden al paciente a modificar su FiO2.
VALORACION Y ESTABILIZACION ANTES DEL TRASLADO 1,3,5
Valoración General
La primera parte de la valoración general del paciente critico es conocer el estado en el que se encuentra dicho paciente, así como la enfermedad que presenta para poder realizar los cuidados pertinentes y valorar los instrumentos y posible medicación que vayamos a utilizar durante su traslado.
La valoración seguirá los siguientes puntos que deben seguirse de manera cuidadosa hasta completar el cuadro:
- Control de la vía aérea
- Control de la ventilación / respiración
- Control de posibles sangrados y cuidados circulatorios
- Control neurológico
- Prevención de hipotermia
Valoración detallada
La valoración detallada incluye incidir de manera concreta en cualquier problema que pueda acontecer al paciente durante el transporte, ya sea inesperado o derivado de cualquier patología previa de éste.
Es importante tanto la comunicación con el paciente como con sus familiares para obtener el mayor número de datos acerca de la persona que se va a trasladar.
Se mantendrán registrados todos los datos recabados de la valoración anterior, tanto analíticos como de monitorización etc. Tendremos sumo cuidado en volver a revisar y mantener en orden los controles realizados con anterioridad por si hubiese sucedido cualquier modificación. Se debe valorar si existe o no necesidad por parte del paciente de ser sedado durante su traslado.
Preparación
La preparación del paciente previa a su traslado es de vital importancia. Se comienza con la necesidad de colocar a la persona en la posición correcta y aquella que se considere más adecuada atendiendo a su patología con la consiguiente inmovilización del paciente.
Tiene gran importancia tener en cuenta en todo momento la situación de sondas, vías, tubos o cualquier aparataje sanitario que pudiese portar el paciente para evitar problemas que pudiesen afectar a su situación vital.
Una vez se llegue al centro receptor del paciente, es responsabilidad del equipo sanitario incluir una detallada historia clínica de dicho paciente, adjuntando cualquier tipo de incidencia sucedida durante el transporte, medicación, sondas, vías etc.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Para finalizar esta tesina me gustaría realizar una reflexión que concluya este trabajo.
En primer lugar, apuntar la necesidad e importancia de la unificación de protocolos y estándares entre los centros hospitalarios que faciliten la actuación entre los profesionales sanitarios durante el traslado de los enfermos.
Considero que cuanto más claro se tenga los eslabones y pasos a seguir en los diferentes momentos de actuación, mejor será la respuesta del paciente y más sencillo el trabajo de los profesionales.
Por otro lado, es importante la necesidad de abastecer los medios de transporte con los materiales y elementos necesarios para la estabilización del paciente y su bienestar. Es decir, se debe invertir en este punto, así como en los profesionales dedicados a esta actividad, en su formación y actividades para mejorar su trabajo.
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