utilizan por vía oral, pero también se pueden emplear por vía tópica, como por ejemplo en compresas, colirios, lociones, etc.
Las tisanas constituyen una forma de administración muy ligada a la automedicación, por lo que, sólo las drogas que contienen principios activos con un margen terapéutico amplio, son adecuadas para ser usadas en forma de tisana. Las drogas de margen terapéutico más estrecho no son aptas para la automedicación y se emplean en otras formas que garanticen una posología más precisa. (7)
- Infusión: utilización de 20 – 30 gr. Planta/ litro agua. Para prepararla se vierte la droga en el agua caliente hasta el punto de ebullición, tapando y dejando en maceración, durante unos 3-5 minutos. Después se cuela y la solución resultante se consume enseguida, preferiblemente caliente. Normalmente, las medidas a utilizar son de 1 cucharada sopera de droga por taza de agua, y se consumen de 2 a 3 tazas al día, antes, después o entre las comidas según el caso. Las infusiones se utilizan tanto por vía interna como por vía externa. (1,7)
- Decocción: utilización de 30-50 gr. Planta/litro agua. Se utiliza para preparar tisanas a base de partes duras de las plantas (raíces, cortezas, semillas), que precisan de una ebullición mantenida para liberar sus principios activos. Se puede utilizar durante varios días, no más de 1 semana. Colocar producto recipiente con agua, cocción de 3 a 15 minutos, reposar unos minutos, filtrar. (1,7)
- Maceración: utilización de 30-50 gr. Planta/litro agua. Se prepara colocando la droga previamente pesada en un recipiente opaco con la cantidad de agua necesaria a temperatura ambiente. Se deja reposar en un lugar fresco y oscuro, el tiempo requerido. Por lo general, si se trata de partes blandas (como flores y hojas) el tiempo de maceración será de unas 12 horas y, si son partes duras (como raíces y cortezas) será de 24 horas. Luego se filtra. (1,7)
- Zumos: son preparados galénicos obtenidos por expresión de plantas frescas o de partes de ellas. Se preparan con la planta fresca recién recolectada, triturándola o prensándola y después, filtrando el líquido resultante. Los zumos tiene la ventaja de contener todos los principios activos sin degradar, especialmente las vitaminas, pero se han de ingerir inmediatamente después de su elaboración.
- Tinturas: son soluciones alcohólicas (excepcionalmente se pueden utilizar otros líquidos orgánicos) que logran una concentración muy alta de ciertos principios activos de la planta.
- Otras preparaciones: vinos medicinales, jarabes (son fácil y agradable administración y tienen la ventaja de que su sabor dulce enmascara el mal sabor de muchas plantas, por lo que facilitan mucho su administración), gotas orales y ampollas bebibles. (7)
- Formas de administración sólidas para su uso interno:
- Polvos: permite aprovechar al máximo los principios activos de la planta, especialmente cuando se trata de partes duras (raíces, cortezas, semillas) o cuando se trata de principios activos difíciles de extraer en frío e inestables al calor.
- Extractos secos: se obtienen por maceración o percolación de la droga en un disolvente (agua, alcohol, glicerol, etc) y posterior concentración de la solución por evaporación total del disolvente hasta conseguir un producto con textura de polvo.
- Cápsulas: en fitoterapia, cada día se utilizan más las cápsulas de polvo de droga o de extracto seco, para la administración oral. Éstas ofrecen una comodidad al empleo.
- Formas de administración líquidas para su uso externo:
- Aceites esenciales, colutorios, soluciones nasales, colirios, linimentos y lociones.
- Formas de administración semisólidas para su uso externo:
– Pomadas, ungüentos y geles. (7)
PLANTAS MEDICINALES Y COLESTEROL
- Colesterol y fibra vegetal
– Semillas de Plantago ovata
La FDA recomienda el consumo de una mezcla de 70-75% de fibra insoluble y 20-35% de fibra soluble en la alimentación diaria para disminuir los niveles de Colesterol. Cada vez que consumimos algún producto “integral” estamos cumpliendo con esta recomendación. También es posible lograr este objetivo con algunos fitofármacos, dependiendo del nivel de Colesterol total y de LDL-colesterol.
Entre los fitofármacos que reducen el Colesterol sanguíneo se deben mencionar las semillas de Plantago ovata (origen asiático) y Plantago physillium (origen europeo).
Plantago ovata corresponde a las semillas o cutículas de una planta originaria de Asia.
El mecanismo de acción está relacionado con el secuestro de los ácidos biliares a nivel intestinal, disminuyendo los niveles sanguíneos de Colesterol. Está disponible en sachets, con una cantidad aproximada de 3.5 gr de extracto seco soluble en agua. Tiene indicación en las elevaciones del Colesterol leves a moderadas. La reducción observada del LDL-colesterol es de alrededor del 20%. Tiene ventajas adicionales, como un aumento leve del HDL-colesterol. El efecto es observable a las 8 semanas y puede ser combinado con terapias farmacológicas convencionales.
Fitofármacos con efecto antiagregante plaquetario
Existe consenso en la actualidad en la necesidad de intervenir farmacológicamente sobre los mecanismos naturales de la coagulación sanguínea con el objeto de evitar la aparición de un trombo o “coágulo” dentro de un vaso coronario o cerebral.
El uso diario de Aspirina en dosis pequeñas es un ejemplo de aquello. Paralelamente, existen una serie de fitofármacos con propiedades anticoagulantes con efecto sobre la coagulación y trombogénesis (formación de trombos). (10)
PLANTAS MEDICINALES EN EL RESFRIADO COMÚN Y GRIPE
Una de las plantas con mayor cantidad de estudios clínicos en el tratamiento del resfrío común y en la gripe es la Echinacea purpúrea.
Con la raíz de esta planta se elabora un extracto hidroalcohólico (o tintura) en una proporción de 1:5 con etanol, en la cual se encuentran 3 grupos de compuestos con actividad farmacológica, como las alcamidas, que son compuestos lipofílicos presentes en la raíz, y que presentan actividad inmunoestimulante sobre glóbulos blancos y células mononucleares. En sangre periférica se observa un aumento en el recuento de leucocitos y en el porcentaje de linfocitos.
El uso principal de E. purpúrea está orientado al tratamiento de las infecciones respiratorias agudas del tipo Influenza y al tratamiento de infecciones urinarias de origen bacteriano.
En la Influenza, la dosis recomendada es de 900 mg/día divididos en 3