como ocurre este fenómeno en la educación médica superior cubana nos referimos a continuación.
Desarrollado
El escenario por excelencia para el aprendizaje de habilidades y desarrollo de hábitos y capacidades en ciencias médicas es la educación en el trabajo, donde el estudiante de medicina, el residente, quien cursa posgrado o estudia otra de nuestras especialidades o licenciaturas interactúa con la realidad de su disciplina para lo que se forma, con objeto de aprendizaje: el paciente; pero que establece además relaciones con sus propios compañeros de estudios, con los integrantes del equipo médico, con las enfermeras y otros trabajadores y además de eso, con la figura del profesor como líder indiscutible del grupo, al que todo le deben un respeto y cortesía especial dado su estatus y su rol.
La interacción de todos estos entes con el sujeto de aprendizaje, le producen sensaciones, emociones, entre otros, lo que contribuirá a la transformación del educando en el profesional que deseamos formar, o sea se desarrolla un complejo proceso de asimilación de conocimientos, actitudes, modo de actuación, rasgo de la personalidad y valores que irán transformando al educando en una categoría superior. Todos estos elementos que mencionamos se comportan como mediadores y la actividad, la educación en el trabajo, el laboratorio donde ocurre la creación.
En la formación de recursos humanos para el sector salud, tantos de médicos como de enfermeros y tecnólogos se reserva la mayor cantidad de fondo de tiempo para la educación en el trabajo, con el objeto de aprendizaje (el paciente), por la privilegiada posición que ocupa en el proceso de enseñanza aprendizaje, en el que se dan todas las características y confluyen todas las dimensiones que interesan al proceso formativo: gnoseológica, metodológica, axiológica y ontológica.
El objeto de aprendizaje, es el epicentro, el eje central donde se dan las interacciones de educandos, enfermeros, tecnólogos, profesores y trabajadores de los servicios y muchos otros, con un fin común: mejorar el estado de salud de este. Es el ente portador de la patología objeto de estudio, al que se aplican los distintos modos de actuación, donde ocurren las diferentes formas de presentación de la entidad, donde ocurren las trasformaciones producto del proceso mórbido en sí, la evolución satisfactoria y la mejoría o cura del paciente o, la evolución tórpida, complicaciones o muerte.
Todo estos fenómenos y procesos ocurren solo en los pacientes, objetos de aprendizaje, no existe otro escenario en lo que se dé. Ninguna situación modelada tendrás tantas riquezas informativas, ni muchos menos sustituirá la infinita espiritualidad y personalidad de cada paciente, su comportamiento, su conducta ante un mismo problema, sus emociones, sentimientos, pasiones y, mucho menos, producirán las transformaciones psíquicas que ocurren en el sujeto de aprendizaje, el educando. Sumado a que una misma enfermedad se manifiesta de forma diferente en individuos distintos.
De aquí se desprende él porque el aprendizaje de habilidades y el desarrollo de hábitos clínicos y capacidades no puede darse en las aulas, sino en la educación en el trabajo, donde ocurre un momento cumbre e insustituible: la interacción entre el objeto y el sujeto de aprendizaje.
Este es un fenómeno que debemos tener muy claro los profesores, no se trata de trasladar las aulas a los escenarios de la educación del trabajo, de utilizar las mismas herramientas y métodos que utilizamos durante las conferencias, ni los mismos recursos de aprendizajes y evaluación de todo el proceso docente educativo que utilizamos allá, se trata de aterrizar aquí, en las consultas, en las salas de ingresos, an las emergencias, en las consultas en el hogar, en las salas de partos o de operaciones; o sea, en la cabecera del paciente, objeto de aprendizaje y de utilizar las incalculables ventajas que nos brinda.
La responsabilidad de los profesores en este escenario debe estar encaminada a desarrollar en sus educando un ambiente que propicie el aprendizaje de las habilidades y el desarrollo de capacidades a través de la actividad, de las clases demostrativas y de la sistematización de cada unas de ellas garantizando la participación contínua y activa de sus educandos, a través de la práctica.
Más que a la disertación y al discurso científico durante el trabajo con los pacientes, en la educación en el trabajo, el profesor debe aprovechar este precioso momento a través de métodos activos, enseñar a hacer, enseñar a actuar, sistematizar, enriquecer, evaluar, perfeccionar lo aprendido por sus discípulo, propiciando un aprendizaje desarrollador en los educandos, solo así estaremos realmente accionando en el aprendizaje de las habilidades, el desarrollo de hábitos y capacidades en los profesionales que formamos.
Desde esta visión entendemos que la principal tarea de un profesor en las áreas clínicas, en la educación en el trabajo, en la cabecera del paciente es antes que nada, es enseñar a hacer, enseñar a actuar, a preparar a sus educando para resolver las infinidades de situaciones que se presentan en la práctica médica diaria. A aplicar de forma correcta el método científico introducido por el Francés Claude Bernard a la medicina, el método clínico, que cuando se le suma el epidemiológico, entonces tiene apellidos, método clínico epidemiológico, principal herramienta en el ejercicio de la medicina.
Nuestro héroe nacional José Martí, en su histórico ensayo Nuestra América, La Revista Ilustrada de Nueva York, 10 de enero de 1891, nos había enseñado que, hacer es la mejor manera de decir. (1,2,3) No es trasladando las conferencias a la cabecera de los pacientes que los educandos van a aprender la semiotecnia de los diferentes aparatos y sistemas, a apropiarse de las técnicas que utilizarán durante todas su vida, es realizándolas, haciéndolas, ese debe ser el esfuerzo cimero de cada profesor en las áreas clínicas, en el trabajo con los pacientes, enseñar a hacer, enseñar a actuar.
Dada la enorme cantidad de contenidos en todas las ramas del saber, y mucho más en la carrera de medicina, es imposible impartir todos los contenidos en conferencias, realmente lo que se imparte es infimo en comparación con los amplios y diversos temas que conforman los programas, los cuales como es