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Enseñar a hacer, enseñar a actuar

desarrollo próximo, zona de desarrollo actual, nuevo contexto de aprendizaje o espacio en banco que demandan ser satisfecha, nueva zona de desarrollo próximo y se repite el durante toda la vida.

Esta teoría justifica con crece la tesis que proponemos de que en el equipo de trabajo, dada la diversidad de sus integrantes y la convergencia de estudiantes de pregrado, posgrado y en formación contínua se dan las condiciones para implementar de forma exitosa nuestro modelo de enseñar a hacer, enseñar a actuar una propuesta para el aprendizaje de habilidades desarrollo de hábito y capacidades.

Otro elemento que sustenta nuestra tesis de enseñar a hacer, enseñar a actuar, lo constituye, sin lugar a dudas, las competencias que vienen refrendadas en el título de especialista de las carreras biomédicas, a saber: asistenciales, docentes, investigativas y gerenciales. La teoría enseñar a hacer, enseñar a actuar, es una garantía de que todo los miembros del equipo se apropien de estas habilidades, desarrollen los hábitos y capacidades necesarios para respaldar el título que posee, es un proceso dinámico y sistémico, garantía del desarrollo continuo del equipo de trabajo y del servicio. Naturalmente debe ser por la pirámide. Claramente definido en los objetivos didácticos y representados en las demás categorías.

A este novedosa modalidad de propiciar el aprendizaje de habilidades y desarrollo de hábitos y capacidades en las ciencias medicas le vamos a llamar enseñar a hacer, enseñar a actuar, una alternativa cooperativa, donde todos los eslabones de la cadena de asistencia al objeto (el paciente) forman parte del proceso docente educativo garantizando el aprendizaje desarrollador del sujeto y elevando la competitividad del equipo, al involucrar todos los patrones de competencias en complejo y proteico proceso tanto de pregrado como de posgrado, donde además de ello queda especio por excelencia para la educación o formación contínua, algo hasta hoy, según nuestra modesta experiencia inédito.

En enseñar hacer, enseñar a actuar, una alternativa cooperativa todos los integrantes del equipo de trabajo son sujetos y mediadores del proceso de aprendizaje; aportan a la formación de los otros, a la vez que se forman y se transforman, que aprenden nuevas habilidades y desarrollan también nuevos hábitos y capacidades, constituye un espacio ideal donde se integran los 4 componentes comunes entre la cultura y los conocimientos que se imparten, según el eminente Dr. Felicito Barrera Hernández, de la Juan Marinello, en un único proceso formativo que como dijimos integra tanto a pregrado, posgrado y formación continua:

  • El sistema de conocimientos sobre la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, cuya apropiación garantiza la formación en la conciencia de los educandos de una concepción científica del mundo y los pertrecha de un enfoque metodológico adecuado de la actividad humana.
  • El sistema de habilidades y hábitos específicos y generales que forman parte de la ejecución de múltiples actividades concretas.
  • El sistema de experiencias de la actividad creadora, cuyos rasgos fundamentales, se han originado en la búsqueda tendiente a solucionar los nuevos problemas que se originan ante la sociedad en cada situación histórico-concreta.
  • El sistema de relaciones con los objetos y sujetos del mundo y sus correspondientes modos de actuación, que son la base de los valores y otras formaciones psicológicas de la personalidad (convicciones, intereses, aspiraciones, ideales, etc.) (13)

Como podemos ver no existe otro espacio en la formación de recursos humanos donde quepan todos, cada uno con objetivos concretos, específicos, bien definidos y delimitados, pero con una única finalidad: pertrecharse de las habilidades, hábitos y capacidades para brindar una atención esmerada al objeto y la vez que se garantiza un aprendizaje desarrollador del sujeto.

Fíjense bien que al sistema de conocimientos sobre la naturaleza, la sociedad y el pensamiento pertenece todo el conocimiento científico acumulado por la humanidad a través de su historia, tanto empírico o sensoriales, teórico o racionales como metodológico o procesales, o sea a éste sistema pertenece todo el arsenal gnoseológico de las ciencias médicas, todo el contenido, todo lo que está en libros, redes sociales, todos los descubrimientos y aporte a la ciencia hasta la luz de nuestro días, sin los cuales no se puede ejercer la Medicina.

Mientras que al sistema de habilidades y hábitos específicos y generales que forman parte de la ejecución de múltiples actividades concretas, se refiere a la aplicación de los diferentes modos de actuación para resolver la problemática del objeto de aprendizaje, los pacientes. Pero que naturalmente tiene que estar sustentado por los conocimientos científicos que poseemos, o sea, sin el dominio de los contenidos no es posible concretarlos en la práctica y, lo contrario, la única forma de llevar esos conocimientos a la práctica médica diaria, al trabajo con los enfermos es aplicando los distintos modos de actuación en lo mismo, los distintos procederes, para lo que es indispensable poseer habilidades y hábitos específicos de la profesión.

El sistema de experiencias de la actividad creadora, cuyos rasgos fundamentales, se han originado en la búsqueda tendiente a solucionar los nuevos problemas que se originan ante la sociedad en cada situación histórico-concreta, se da porque en la práctica médica diaria se presentan innumerables situaciones no antes vista ni abordadas por la medicina, ni descrita en la literatura, pero que los médicos tienen la responsabilidad y obligación de darle solución para preservar la vida de los enfermos, de la comunidad y de la humanidad toda, para lo cual es indispensable crear nuevos conocimientos, nuevos modos de actuación a partir de la experiencia acumulada.

El ejemplo más cercano e impactante que tiene la humanidad fue la terrible epidemia del Ébola a azotó varias naciones africanas dejando un firmamento desolador y de muerte dada la alta patogenicidad, contagiosidad letalidad de la enfermedad, que puso en vilo a la humanidad y a prueba la robustez de todos los sistemas de salud nacionales, regionales hasta la propia OMS, para la cual no se contaba con tratamiento alguno, vacunas, drogas, ni modo actuación, una gran odisea. No quedó otra alternativa que la creación a partir de la experiencia acumulada, lo que a la postre