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Eritema Multiforme de etiología Farmacológica en la Enfermedad Renal Crónica Avanzada. A Propósito de un caso

urticaria, edema angioneurótico después de la administración de la aspirina tienen un riesgo mayor de desarrollar una reacción anafiláctica.

El uso crónico del Naproxeno puede resultar en gastritis, úlcera gástrica o duodenal con o sin perforación y/o hemorragias gastrointestinales, a menudo sin una sintomatología que las preceda (menos del 1%). Por lo tanto, el Naproxeno está contraindicado en los pacientes con enfermedad gastrointestinal activa incluyendo la úlcera péptica, Enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa, diverticulitis y hemorragias gastrointestinales. Las reacciones adversas más frecuentes observadas son las gastrointestinales. En un 3-9% de los pacientes se producen constipación, dolor epigástrico y/o abdominal, náuseas y vómitos. Algo menos frecuentes son la dispepsia, la diarrea y la estomatitis.

Los pacientes con enfermedades hepáticas tienen un riego mayor de desarrollar complicaciones durante el tratamiento, caracterizadas por elevaciones de las enzimas hepáticas hasta el 15%. También se ha comunicado casos de ictericia (incluyendo ictericia colestásica) y hepatitis en menos del 1%.

A nivel hematológico, se han descrito pancitopenia: anemia aplásica, leucopenia, trombocitopenia, púrpura, granulocitopenia, aunque su incidencia es bastante pequeña. Como todos los antiinflamatorios no esteroideos, el Naproxeno inhibe la agregación plaquetaria, aunque dicho efecto es transitorio y reversible.

Se han descrito rash maculopapular y urticaria en los pacientes tratados con AINEs incluyendo el Naproxeno. Aunque el rash se ha presentado en menos del 1% de los casos, puede ser indicativo de una reacción de hipersensibilización. Otras reacciones dermatológicas menos frecuentes son el rash bulloso, la necrólisis tóxica epidérmica, y la foliculitis pustular eosinofílica.

Los efectos sobre el sistema nervioso central que se manifiestan con una frecuencia del 3-9% son cefaleas, mareos y somnolencia. El vértigo se observa en el 1% de los casos. Con menor frecuencia, los fármacos anti-inflamatorios (Naproxeno, Tolmetín, Sulindac)  han inducido meningitis aséptica.

Los efectos cardiovasculares más frecuentes son edema periférico y disnea. En menos del 1% de los casos se ha descrito fallo cardíaco congestivo, por lo que el Naproxeno se debe administrar con precaución en los pacientes con insuficiencia cardíaca. Menos frecuente es el desarrollo de palpitaciones.

Los efectos inhibidores de la síntesis de prostaglandinas tienen, su lado negativo en la citoprotección de la mucosa gástrica y la función renal (disminuye el flujo renal), así como sobre la agregación plaquetaria. Los pacientes con enfermedades renales o hepáticas, insuficiencia cardíaca congestiva, diabetes mellitus, o lupus eritematoso sistémico (LES) y los tratados con diuréticos o fármacos nefrotóxicos son más susceptibles a los efectos renales del Naproxeno derivados de la inhibición de las prostaglandinas renales con la correspondiente reducción del flujo renal.

Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos, incluyendo el Naproxeno pueden producir nefritis intersticial, síndrome nefrótico, hematuria, proteinuria y necrosis papilar renal. En los pacientes con CrCl < 20 ml/min pueden acumularse metabolitos del Naproxeno. Además reducen la actividad diurética, natriurética y antihipertensiva de los diuréticos al inhibir las prostaglandinas renales.

La administración concomitante de Naproxeno con diuréticos, en particular con triamterene y la espironolactona aumenta además el riesgo de una insuficiencia renal por reducción del flujo sanguíneo renal y pueden producir Hipercaliemia. Se ha descrito la reducción de la eficacia de fármacos antihipertensivos como los betabloqueantes o los inhibidores de la ECA, debido a su efecto sobre las prostaglandinas renales. Además, en los pacientes con la función renal comprometida tratados con Naproxeno, la administración de inhibidores de la ECA puede aumentar el deterioro renal. Los efectos sobre las prostaglandinas renales pueden potenciar los efectos nefrotóxicos y pueden producirse interacciones significativas también con fármacos antineoplásicos, mielosupresores y la globulina antitimocito (27-28).

A nuestro paciente se le prescribe Naproxeno, en primer lugar porque no se recogen antecedentes patológicos personales de hipersensibilidad a los AINEs, tampoco reacción alérgica severa, gastritis, úlcera péptica, Crohn o colitis ulcerosa, diverticulitis y hemorragias gastrointestinales, enfermedades hepáticas, leucopenia, trombocitopenia, insuficiencia cardíaca congestiva, diabetes mellitus, o LES.

Tampoco recibe tratamiento con diuréticos ahorradores de potasio, Betabloqueadores o IECA u fármacos nefrotóxicos.

En segundo lugar, por los efectos inhibidores de la síntesis de prostaglandinas el Naproxeno reduce el flujo sanguíneo renal, pero según la clasificación emitida por la National Kidney Foundation (NKF) de Estados Unidos, la cual publica en el 2002 y corrige en el 2012 a través del proyecto K/DOQI (Kidney Disease Outcome Quality Initiative), este paciente se encuentra en Estadio 5d (FG < 15 ml/min/1,73m² en Fase Dialítica). (29, 30)

En tercer lugar el Naproxeno se puede utilizar con precaución en los pacientes con insuficiencia renal, recomendándose monitorizar regularmente el aclaramiento de creatinina.

Y por último se encuentra dentro del grupo de AINEs que no necesitan ajuste de dosis en la ERCe5: Piroxicam, Indometacina, Diclofenaco, Ketorolaco, Etodolaco, Ibuprofeno, Flurbiprofeno, Ketoprofeno, Naproxeno, Fenilbutazona, Sulindaco, Tolmetín, Ácido mefenámico, Ácido meclofenámico.

En cuanto al caso clínico la evolución de la paciente fue favorable, la terapéutica establecida siguió protocolos descritos en la bibliografía, o sea al identificar como factor desencadenante el fármaco se procedió a la retirada del medicamento con el respectivo tratamiento sintomático, mediante el uso de antihistamínicos orales, analgésicos, corticoides tópicos y cuidados locales de piel y mucosas, con el fin de evitar la sobreinfección bacteriana y la formación de cicatrices retráctiles.

ANEXOS (Imágenes Clínicas de Eritema Multiforme cutáneo)

Lesiones en diana o escarapela típicas

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Eritema multiforme. Lesiones en diana o escarapela