Evaluación de un programa de capacitación emergente sobre técnicas de cuidado de enfermería en estudiantes universitarios
Autor principal: Juan Gabriel Rivas Espinosa
Vol. XVII; nº 18; 708
Evaluation of an emerging training program on nursing care techniques in university students
Fecha de recepción: 02/09/2022
Fecha de aceptación: 27/09/2022
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVII. Número 18 Segunda quincena de Septiembre de 2022 – Página inicial: Vol. XVII; nº 18; 708
Autores:
Juan Gabriel Rivas Espinosa1*, Angélica María Gaona Rivera2, Maribel Aguilera Rivera3, Luis Fernando Mayorga Gutiérrez4, Brandon Alejandro Mejía Villa4, Raquel Victoria Pérez Morales4.
1 Doctor en educación. Departamento de atención a la salud. Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco. Ciudad de México, México.
2 Licenciada en enfermería. Departamento de atención a la salud. Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco. Ciudad de México, México.
3 Maestra en educación en enfermería. Departamento de atención a la salud. Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco. Ciudad de México, México.
4 Pasante de enfermería en servicio social. Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco. Ciudad de México, México.
Resumen
Introducción: derivado de la restricción del uso de campos clínicos por la pandemia de COVID-19, surge la necesidad de diseñar y evaluar un programa de capacitación basado en el constructivismo social a través de simulación clínica utilizando el modelo de Kirkpatrick para estudiantes de enfermería en una universidad pública.
Objetivo: evaluar un programa de capacitación emergente sobre técnicas de cuidado en estudiantes universitarios de enfermería para la adquisición de habilidades procedimentales del cuidado.
Métodos: estudio cuantitativo, exploratorio, descriptivo y transversal. Realizado en los meses de abril y mayo de 2022 en la universidad pública. Se incluyeron a alumnos inscritos entre el IV y el XII módulo de la Licenciatura en Enfermería y que participaron en el programa de capacitación emergente de técnicas del cuidado, n=176. Se diseñó un instrumento para evaluar la capacitación obteniéndose validez y confiabilidad de Alfa de Cronbach 0.94.
Resultados: predominó el sexo femenino con 79% (139), la edad promedio fue de 22.4 años. El programa de capacitación emergente en técnicas del cuidado fue evaluado como bueno por un 99.4% (175) y como regular por el 0.6% (1). El 97.7% de los estudiantes indicaron que la capacitación coadyuva al desarrollo de habilidades técnicas de cuidado y 98.9% señalaron que la capacitación coadyuvó a la generación de conocimientos.
Conclusiones: La evaluación del programa de capacitación emergente en técnicas de cuidado de enfermería fue buena, al incluir en su diseño el constructivismo, la perspectiva socio-crítica y la simulación clínica a través de la técnica de aprendizaje por estaciones; y se considera satisfactoria respecto a los niveles de Kirkpatrick.
Palabras clave: enfermería, simulación clínica, capacitación, satisfacción, evaluación, técnicas de cuidado.
Abstract
Introduction: derived from the restriction of the use of clinical fields due to the COVID-19 pandemic, the need arises to design and evaluate a training program based on social constructivism through clinical simulation using the Kirkpatrick model for nursing students at a public college.
Objective: to evaluate an emerging training program on care techniques in college nursing students for the acquisition of care procedural skills.
Method: quantitative, exploratory, descriptive, and cross-sectional study. Held in the months of April and May 2022 at the Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco. 176 students enrolled between the 4th and 12th module of the bachelor’s degree in Nursing who participated in the program called Emerging Training Program on Nursing Care Techniques for College Students. A Training Evaluation Certificate was designed, obtaining validity and reliability of Cronbach’s Alpha 0.94.
Results: the female sex predominated with 79% (139), the average age was 22.4 years. The emerging training program in care techniques was evaluated as good by 99.4% (175) and as regular by 0.6% (1). By 97.7% of the students indicated that the training contributes to the development of technical care skills and 98.9% indicated that the training contributed to the generation of knowledge.
Conclusions: The evaluation of the emerging training program in nursing care techniques was good, including in its design constructivism, the socio-critical perspective and clinical simulation through the stationary learning technique; and is considered satisfactory with respect to Kirkpatrick levels.
Keywords: nursing, clinical simulation, training, satisfaction, evaluation, care techniques.
Los autores de este manuscrito declaran que:
- Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses.
- La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- El manuscrito es original y no contiene plagio.
- No ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
- Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
- Han preservado las identidades de los pacientes.
Introducción
La pandemia por COVID-19 afectó de manera relevante los entornos de aprendizaje clínico, debido a que no fue posible organizar las prácticas clínicas por la incertidumbre de los entornos de atención médica y las restricciones sociales y organizativas para limitar los accesos innecesarios a los servicios1. La suspensión de las prácticas clínicas, así como el cierre de universidades dieron paso a la enseñanza en línea con el fin de salvaguardar a los estudiantes y personal académico, lo que imposibilitó la asistencia a las prácticas análogas que promovían el desarrollo de competencias en el estudiante de enfermería de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco.
Por lo anterior, se establecieron estrategias como un programa de capacitación basado en el constructivismo social, donde se utiliza un elemento conductor que es la figura del profesorado al ejecutar acciones necesarias para incentivar la actividad mental y el desarrollo cognitivo de los estudiantes, basados en los conocimientos teóricos adquiridos previamente, hasta conseguir desarrollar otras de mayor complejidad, lo que permite la construcción de nuevos conceptos2.
Ante esto, una propuesta de Palacios3 , menciona que los programas de capacitación deben considerar: la obtención de conocimiento, coadyuvar al desarrollo profesional y la mejora de habilidades y destrezas de manera inmediata y a largo plazo; satisfacer las expectativas en cuanto a experiencia, conocimiento y capacidad del capacitador para transmitir los contenidos; la idoneidad de las instalaciones donde se impartan las capacitaciones; contar con recursos didácticos para una mejor transferencia de conocimientos, espacios de retroalimentación y el tiempo necesario para manejar los temas con la complejidad y profundidad que ameriten.
Para poder determinar la efectividad de un programa es importante realizar su evaluación, como menciona Gairín4 puede realizarse a través del Modelo de Donald Kirkpatrick que establece 4 niveles: 1. Reacción, con el objetivo de identificar la satisfacción de los participantes; 2. Aprendizaje (cambios internos), donde se determina si la actitud ha cambiado o si los conocimientos y habilidades se han incrementado; 3. Conducta (cambios externos), identifica si hay deseo de cambiar, sabe qué hacer y cómo; y 4. Resultados, relacionados con el objetivo final de la acción formativa.
Dentro del programa de capacitación se considera relevante incluir la simulación clínica, que en Juguera y cols.5 la consideran como una recreación escénica, ideada para representar un acontecimiento real con el objetivo de practicar, aprender, evaluar, probar o adquirir conocimientos, es decir ofrecen la oportunidad de realizar una práctica análoga a la realizada en un escenario real. Ayala y Espinoza6 mencionan que ayuda al logro de las competencias, pero hacen énfasis en que esta no puede reemplazar totalmente a la práctica clínica, sin embargo, fomenta el aprendizaje experiencial generando un aprendizaje significativo y ayudando al desarrollo del pensamiento crítico. Además, se adopta la técnica de aprendizaje por estaciones, la cual está definida como una forma de conducir la clase, curso o intervención educativa, donde el estudiante desarrolla una serie de actividades en áreas específicas como el aula o laboratorio, creadas para el proceso enseñanza-aprendizaje. Durante el trabajo individual o grupal se siguen los estándares o criterios determinados por el docente para aprender o revisar el tema, brindando la oportunidad de aprender activamente y trasladando las actividades convencionales de clase a su aplicación en múltiples dimensiones7. Espiñeira señala los inicios de la técnica en 1952 y su aplicación en el área educativa a partir de la década de los 70’s; continuando con bases montessorianas, configuradas por Dewey para la filosofía educacional, y posteriormente influenciado por Piaget y Vigotsky con sus perspectivas constructivistas y Gardner con las inteligencias múltiples8.
Como una alternativa para mitigar la ausencia de práctica clínica y análoga, y considerando el retorno escalonado a la universidad, el semáforo epidemiológico en verde; se propuso llevar a cabo un Programa de capacitación emergente en técnicas de cuidado de enfermería utilizando la simulación clínica, con el propósito que los estudiantes pudieran realizar las prácticas análogas correspondientes a los módulos que fueron cursados de manera virtual. Por ello, el objetivo fue evaluar un programa de capacitación emergente sobre técnicas de cuidado en estudiantes universitarios de enfermería para la adquisición de habilidades procedimentales del cuidado.
En conjunto con lo antes mencionado se plantearon tres hipótesis de trabajo con relación al programa de capacitación: la primera sobre si este es percibido como satisfactorio; la segunda referente a si coadyuva al desarrollo de habilidades técnicas de cuidado, y por último a la generación de conocimiento.
Metodología
Se realizó un estudio cuantitativo, exploratorio y transversal. La población estuvo conformada por estudiantes de la Licenciatura en Enfermería de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco. Se diseñó un Programa de capacitación emergente en técnicas del cuidado de enfermería constituido de 4 fases, el cual estuvo basado en el constructivismo social a través de simulación clínica por medio de la técnica de aprendizaje por estaciones y evaluado con el modelo de Kirkpatrick.
Fase 1. Planeación. Tuvo como objetivo seleccionar los módulos y las técnicas de cuidado inscritas en los programas de estudios del tronco profesional de la Licenciatura en Enfermería, para conformar el programa de capacitación emergente donde se consideraron los módulos IV. Cuidado de la Salud, V. Cuidado de la Salud comunitaria, VI. Cuidado en la clínica, VII. Cuidado de enfermería en la sexualidad y reproducción, VIII. Cuidado de enfermería en el crecimiento y desarrollo del recién nacido, lactante y preescolar, y X. Cuidado de enfermería en el adulto con trastornos médico-quirúrgicos. Posterior a la selección de las técnicas de cada módulo, se asignaron a los profesores responsables para cada uno, quienes contarían además con dos egresados en pasantía de servicio social.
Como espacio físico para el desarrollo del programa se consideró el laboratorio de propedéutica, ya que cuenta con equipo y materiales dentro de la distribución de cada una de sus áreas: hospitalización, pediatría, choque y usos múltiples. Para fines del programa las áreas se acondicionaron exprofeso como estación, de forma que los alumnos rotaran por cada una de ellas para el desarrollo de la técnica de cuidado correspondiente. Se estableció los viernes para la implementación del programa considerando tres sesiones por día, de 9:00 a 11:00, 11:15 a 13:15 y de 13:30 a 15:30, para dar oportunidad a los participantes de asistir en el horario que conviniera. Se unificó la metodología para el desarrollo de cada módulo.
Fase 2. Difusión. Se concretaron reuniones con los alumnos jefes de grupo para comunicar el objetivo del programa de capacitación, los requisitos de ingreso, la fecha y horarios, el lugar y las técnicas a realizar por módulo. Como medio de difusión se utilizó la aplicación de mensajería WhatsApp para compartir la programación de cada módulo. Se compartió un enlace de Google Forms para su inscripción, donde los alumnos se identificaron con su matrícula y correo institucional. Una vez obtenido el registro de participantes se les envió el Formato de desarrollo de prácticas análogas, el cual debían completar describiendo el proceso para realizar paso a paso, y con fundamentación basada en la evidencia. Dicho formato fue requisito para tomar la sesión programada.
Fase 3. Implementación. Como estrategias para implementar el programa de primera instancia se llevó a cabo la etapa de calibración en donde se dieron instrucciones a los profesores y egresados en servicio social que participaron en el programa. La calibración estuvo constituida por los siguientes puntos: Unificación de elementos de cada técnica que contenía: Nombre de la técnica, objetivo, material y equipo, consideraciones a la persona, desarrollo, devolución del procedimiento, y retroalimentación. El tiempo de ejecución, y rotación por las estaciones.
Fase 4. Evaluación. Con el objetivo de contar con un instrumento validado y confiable, se llevó a cabo la validación por consenso de expertos, donde dos de ellos contaban con estudios de posgrado en educación y experiencia docente demostrada en enfermería, se les envió la Cédula de evaluación de capacitación y realizaron observaciones respecto a la escala y la eliminación de dos ítems. Una vez atendidas las observaciones se aplicó una prueba piloto a una muestra n=31, obteniéndose una confiabilidad de 0.94 mediante la prueba estadística de Alfa de Cronbach.
Al contar con un instrumento confiable, se procedió a enviarlo mediante un enlace de Google Forms que contenía la Cédula de evaluación de capacitación basado en los niveles de Kirkpatrick9 por correo electrónico a los estudiantes que concluyeron el módulo de capacitación, dando un tiempo de respuesta de tres días. La cédula estuvo conformada por 6 apartados dando un total de 32 ítems: 1. Datos sociodemográficos, constituido por 7 ítems; los apartados 2. Profesores responsables; 3. Contenido; 4. Material de apoyo; 5. Organización; 6. Aprendizaje-Aplicación, estuvieron conformados por 5 ítems. Para los apartados 2 a 5 se utilizó una escala tipo Likert con opciones de respuesta: 5= Siempre, 4= Casi siempre, 3= Algunas veces, 2= Casi nunca, 1= Nunca; que evalúan el nivel de reacción (Primer nivel de Kirkpatrick). Para el apartado 6 se utilizaron opciones dicotómicas (Sí y No) para evaluar el aprendizaje y comportamiento (segundo y tercer nivel de Kirkpatrick).
La muestra fue no probabilística por conveniencia. Se incluyeron alumnos del IV al XII módulo que concluyeron una sesión dentro del programa de capacitación y que aceptaran el consentimiento informado para participar en la investigación.
Una vez finalizado el programa de capacitación, se descargó la base de datos generada en Microsoft Excel para importarla desde el software IBM® SPSS® Statistics Versión 26. Se recibieron 181 evaluaciones, y al aplicar los criterios de eliminación (cuestionarios duplicados por participantes) resultaron 176 instrumentos a analizar. De forma general se aplicó estadística descriptiva, iniciando con el apartado de datos sociodemográficos. Se obtuvo un resultado individual por cada instrumento al sumar del apartado 2 al 5, que de acuerdo con la escala de valoración o baremo10 permitió clasificar el nivel de satisfacción de los participantes, en relación con la puntuación obtenida: bueno (100-74 puntos), regular (73-48) y malo (47-20). Además, se analizaron las respuestas por apartados y módulos para identificar el aprendizaje y comportamiento de los estudiantes.
Consideraciones éticas
Para realizar el estudio se contó con la aprobación del proyecto por parte de la Coordinación en Enfermería. Además, se tomó en cuenta el artículo 13 del Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud11, prevaleciendo el criterio del respeto a su dignidad y la protección de sus derechos y bienestar. Se proporcionó a los participantes el consentimiento informado como requisito para incluirlos en el estudio, sin embargo, no fue requisito para participar en la capacitación. Por lo anterior, esta investigación se considera sin riesgo, debido a que no se realizó ninguna intervención o modificación intencionada en las variables fisiológicas, psicológicas o sociales de las personas que participan en el estudio, y se tiene como método de recolección de datos un cuestionario.
Resultados
Datos sociodemográficos
De los 176 cuestionarios obtenidos de los participantes al programa de capacitación, 79% (139) correspondían al sexo femenino y 21% (37) al masculino. La edad promedio de los participantes fue de 22.4 años (DE: 2.59; 19 – 30).
Del total de la muestra, el 32.95% (58) de los estudiantes de la licenciatura se encontraban inscritos en el módulo VIII. Cuidado de enfermería en el crecimiento y desarrollo del recién nacido, lactante y preescolar. El 21.02% (37) de los estudiantes correspondían al módulo IX. Cuidado de enfermería en el crecimiento y desarrollo del escolar y adolescente; al igual XI. Cuidado de enfermería del adulto mayor en la comunidad con el mismo número de asistentes 21.02% (37). Del módulo IV. Cuidado de la salud se inscribieron 17.61% (31), del módulo VI. Cuidado en la clínica, 4.55% (8); del módulo VII. Cuidado de enfermería en la sexualidad y reproducción 1.14% (2) y del módulo X. Cuidado de enfermería en el adulto con trastornos médico-quirúrgicos 1.14% (2). Solo 0.57% (1) provino del módulo V. Cuidado de la salud comunitaria. (Gráfica 1).
En los módulos ofrecidos en el programa, del total de estudiantes se recibieron 17.6% (31) en la capacitación del cuarto módulo, 19.9% (35) en el quinto, 23.3% (41) en el sexto, 29.7% (52) en el séptimo, 6.8% (12) en el octavo y 8% (14) en el décimo (Gráfica 2).
Nivel de reacción (Satisfacción)
De forma general el 99.4% (175) de los participantes evaluaron el Programa de capacitación emergente en técnicas del cuidado como bueno y 0.6% (1) como regular.
Se obtuvo la evaluación global de los apartados que conforman el nivel de reacción, mide la satisfacción del estudiante, donde para profesores responsables el 97.7% (172) de los estudiantes lo evaluó como bueno y un 2.3% (4) como regular. Con relación al contenido el 99.4% (175) lo evaluó como bueno y 0.6% (1) como regular. Respecto al material de apoyo, 95.4% (168) lo evaluó como bueno, 4.0% (7) como regular y 0.6% (1) como malo. Finalmente, la organización, el 98.9% (174) lo evaluó como bueno y 1.1% (2) como regular (Tabla 1).
El apartado de profesores responsables en los módulos V, VI, VIII y X fue evaluado por el 100% de participantes como bueno, solo el módulo IV fue evaluado como bueno por el 96.8% (170) y como regular por el 3.2% (6) de los participantes. Así como el módulo VII donde 93.0% (164) lo calificaron como bueno y 7.0% (12) como regular.
El contenido fue evaluado como bueno por el 100% (176) de los participantes en los módulos V, VI, VII, VIII y X, en el módulo IV 96.8% (170) lo calificó como bueno y 3.2% (6) como regular.
Respecto al material de apoyo hubo más variabilidad, siendo evaluado como bueno por el 100% (176) de los participantes solo en los módulos VIII y X, en el módulo IV 93.6% (164) lo evaluó como bueno, 3.2% (6) como regular y 3.2% (6) como malo, en el módulo V 97.1% (171) indicaron que fue bueno y 2.9% (5) dijeron que fue regular, en el módulo VI se registró un 97.6% (172) como bueno y 2.4% (4) como regular, por último, el material del módulo VII se calificó como bueno por el 90.7% (160) y como regular por el 9.3% (16).
La organización por módulos indicó ser buena por el 100% (176) de los participantes en todos los módulos, a excepción del IV, donde se evaluó por el 93.5% (165) de los participantes como bueno y por el 6.5% (11) como regular (Tabla 2).
Aprendizaje y aplicación
Para el ítem 1. ¿Antes de realizar la capacitación contaba con los conocimientos necesarios para llevar a cabo la práctica en un ambiente clínico? El 87.5% (154) de los participantes indicó Sí contar con ellos, 12.5% (22) indicó que No. En el ítem 2. ¿Antes de realizar la capacitación se sentía con las habilidades necesarias para llevar a cabo la práctica en un ambiente clínico? El 40.3% (71) indicó sí sentirse con las habilidades necesarias y 59.7% (105) señaló No. En el Ítem 3. ¿En la capacitación ha aprendido algo que desconocía? 94.3% (166) señaló Sí aprendió algo que desconocía, 5.7% (10) señaló que no. Por otro lado, en el ítem 4. ¿Esta capacitación coadyuvó a que usted desarrollara habilidades técnicas del cuidado? El 97.7% (172) señalaron que la capacitación coadyuvó al desarrollo de habilidades técnicas del cuidado, y el 2.3% (4) indicaron que no. Finalmente, en el ítem 5. ¿La capacitación coadyuva a generar conocimiento? Del total de participantes, 98.9% (174) indicó sí coadyuva a generar conocimiento, 1.1% (2) consideró que no lo hace (Tabla 3).
Los resultados del nivel de aprendizaje y aplicación por módulo se presentan en la Tabla 4.
Discusión
La participación de estudiantes por sexo se asemeja a otros estudios donde se destaca el predominio femenino (79%), como menciona Aguilar y cols.12, donde su muestra representaba el 78% a este sexo. Lo cual puede asociarse a que en la Licenciatura en Enfermería ha prevalecido la población femenina. El rango promedio de edad es similar (22.4) en comparación a la mencionada por Aguilar, con media de 22.04 años.
Los datos obtenidos relacionados con el nivel de satisfacción de los participantes que evaluaron el programa de capacitación indican que 99.4% lo calificó como bueno y 0.6% como regular, similar a lo señalado por Castillo-Arcos y Maas-Góngora13 en su estudio Percepción de satisfacción de los estudiantes de enfermería en el uso de la simulación clínica, donde indican que existe mayor satisfacción personal con la experiencia simulada, debido a que esta técnica permite integrar la teoría con la práctica, lo que deriva en una mejora en el desarrollo de competencias clínicas específicas, como se demuestra con nuestro estudio.
En el programa se tuvo una mayor participación del módulo VIII, esto debido a que representaban el mayor porcentaje matriculado. Asimismo, los módulos con mayor asistencia fueron el V (19.9%), VI (23.3%) y VII (29.54%), lo que puede asociarse a los criterios para tomar los módulos de capacitación, pues solo podían inscribirse a los que ya tuvieran cubierta la parte teórica.
Respecto al nivel de satisfacción del apartado Profesores responsables, 97.7% lo consideraron como bueno y 2.3% como regular, similar a lo señalado por Rodríguez y cols.14 donde el reactivo con mayor satisfacción fue la calidad del profesorado con 90.8% debido a que la capacitación de esta era adecuada para su participación en el programa, destacando el papel que desempeñan es de importancia en el diseño de escenarios simulados, el logro de los objetivos y el proceso de retroalimentación.
Con relación al contenido, 100% lo evaluó como bueno, esto debido a que los procedimientos presentados eran vigentes, además las técnicas estaban adecuadas a cada módulo. Como menciona Jiménez y cols.15, la profesión y la enfermería deben fomentar un proceso transformador con elementos educativos actuales para al desarrollo de profesionales de excelencia.
Respecto al material de apoyo el 95.4% de los estudiantes lo evaluaron como bueno, 4.0% como regular y 0.6% como malo; esto se puede asociar a lo que sugieren otros autores16,17 sobre la importancia de considerar el material y los instrumentos dentro de la planeación de la práctica y simulación, además indican que en algunas ocasiones cuando se adopta esta estrategia de enseñanza con simuladores de baja fidelidad, aleja a los alumnos de una práctica cercana a la realidad.
El nivel de satisfacción para el apartado de organización fue evaluado por el 98.9% de los estudiantes como bueno y por 1.1% como regular, dentro del cual se incluye el área utilizada y el ambiente, la comunicación con los organizadores y las personas involucradas en impartir la capacitación. Ante esto Urra y cols.18 señalan como una ventaja que durante la simulación clínica se permite un ambiente controlado y seguro, resultando un factor de gran importancia al realizar una simulación. Otro de los aciertos fue organizar el área de la capacitación por estaciones, siendo una manera eficaz de atender a los participantes y darles la atención necesaria durante la capacitación, como indica Amador y Bernal19 para atender grupos numerosos es necesario organizar las prácticas de esta forma, lo que permite que los estudiantes tengan oportunidad de realizar las prácticas en los escenarios recreados.
Respecto a contar con los conocimientos necesarios para llevar a cabo la práctica en un ambiente clínico antes de la capacitación, el 87.5% de los estudiantes indicaron que Sí, lo cual puede asociarse a su preparación teórica de módulos anteriores y que, como criterio para asistir al módulo de capacitación, era requisito el haber pasado por ese módulo, además de entregar previo a la capacitación el Formato de desarrollo de prácticas análogas por lo cual la mayoría de los participantes indicó contar con los elementos teóricos necesarios.
Con relación a las habilidades necesarias para llevar a cabo la práctica en un ambiente clínico antes de la capacitación el 59.7% de los estudiantes señalaron no sentirse poseedores de las mismas. Situación relacionada con la interrupción de la formación durante la pandemia, donde el 73% de las Asociaciones Nacionales de Enfermeras (ANE) manifestó que la formación de enfermería de pregrado se había interrumpido, pues muchas organizaciones pusieron fin a los puestos de prácticas clínicas para estudiantes de enfermería, dejando de lado la posibilidad de desarrollar habilidades prácticas en escenarios clínicos20, lo que pudiera influir de manera relevante en la presencia de está inseguridad por parte de los estudiantes.
Con respecto al ítem ha aprendido algo que desconocía, el 94.3% de los estudiantes señalaron que Sí, similar a lo presentado por Costa y cols.21 donde identifican que inmediatamente después de tomar el curso, los estudiantes mostraron tener conocimientos satisfactorios ≥ 80% en varios temas, concluyendo que la realización de la actividad práctica en el laboratorio es fundamental para la adquisición de conocimientos técnico-científicos.
El 97.7% de los estudiantes consideraron que la capacitación coadyuvó al desarrollo de habilidades técnicas del cuidado, pues como menciona Alfonso y Martínez22, la estrategia basada en simulación es una herramienta educativa que permite la participación en el proceso de atención clínica, generando un espacio donde puede aplicar su conocimiento, dotando de confianza para el desarrollo de habilidades técnicas y su aplicación.
Con respecto a si la capacitación coadyuva a generar conocimiento, el 98.9% de los estudiantes opinaron que sí lo hace. Lo que coincide con Osorio-Castaño23 quien señala que la práctica es importante para la profesión; pues se vincula con la formación, ya que durante la práctica se presentan situaciones, problemas o fenómenos propios de indagación derivados de la disciplina.
Conclusiones
El presente estudio concluye que, siendo enfermería una profesión que durante su proceso de formación tiene gran relevancia la práctica, demanda una mayor necesidad de establecer estrategias relevantes y útiles para los estudiantes como implementar un programa de capacitación en técnicas de cuidado de enfermería derivado de la falta de prácticas análogas y clínicas, fortaleciendo los conocimientos teóricos y habilidades procedimentales, lo que podrá favorecer a la adquisición de competencias específicas necesarias durante el ejercicio de la disciplina y que les permita responder a las demandas de una sociedad como futuros profesionales.
Se puede atribuir que el propiciar a los participantes a realizar una revisión previa sobre la técnica dentro del módulo de capacitación, permitió un desarrollo más claro y que se pudiera enfocar en la mejora de la habilidad práctica, pues con conocimiento y al estar en un escenario simulado los estudiantes actuaron con mayor confianza y seguridad.
Este estudio generó la elaboración de un instrumento con una adecuada validez y confiabilidad, lo cual permitió obtener resultados consistentes que servirán de aporte a la disciplina en futuras evaluaciones de programas de capacitación en estudiantes universitarios, donde se ha demostrado que esta etapa es fundamental en el desarrollo de cualquier programa, al permitir detectar debilidades y fortalezas en los mismos; para con ello, poder mejorar su eficiencia y efectividad.
Limitantes
Es de interés el resaltar que se identificaron variaciones en los tiempos de ejecución de los profesores al impartir los módulos, área que puede ser perfectible para seguir implementando el programa de capacitación, así como identificar si los recursos materiales con que se cuenta necesitan ser actualizados.
Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener conflicto de intereses.
Ver anexo
Referencias
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