Factor protector de la dieta en enfermedades cardiovasculares
Autora principal: Marina García Aivar
Vol. XIX; nº 11; 318
Protective factor of diet in cardiovascular diseases
Fecha de recepción: 23/04/2024
Fecha de aceptación: 04/06/2024
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XIX. Número 11 Primera quincena de Junio de 2024 – Página inicial: Vol. XIX; nº 11; 318
Autores:
Marina García Aivar, Jorge Sánchez Mellus
Declaración de buenas prácticas
Todos los autores que hemos participado en la elaboración del artículo no tenemos conflictos de intereses.
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han preservado las identidades de los pacientes.
Resumen
Los patrones dietéticos de mala calidad se relacionan un mayor riesgo de mortalidad y morbilidad por enfermedades cardiovasculares. Por lo que se busca tener una alimentación correcta basada en la evidencia científica actual para que así la alimentación se transforme de un factor de riesgo a un factor protector.
Palabras clave: enfermedad cardiovascular, dieta, beneficios.
Abstract
Poor quality dietary patterns are associated with a higher risk of mortality and morbidity from cardiovascular diseases. Therefore, we seek to have a correct diet based on current scientific evidence so that diet is transformed from a risk factor to a protective factor.
Keywords: cardiovascular disease, diet, benefits.
Introducción
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en poblaciones de países desarrollados. La dieta es un factor de riesgo modificable que además de estar asociado con problemas cardiovasculares se relaciona con la obesidad, hipertensión y diabetes mellitus. Teniendo en cuenta esta información se han realizado estudios sobre el papel de la nutrición en estas patologías y como así puede ser factor protector o de riesgo para el individuo.
La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria recomienda y establece unos objetivos para la población con el fin de reducir la incidencia de las enfermedades cardiovasculares. Estos parámetros son la ingesta de grasa total menor al 30 % del aporte energético total, en cuanto a los ácidos grasos saturados debe de ser menor al 10 % y de colesterol diario inferior a 300 mg/día.
El colesterol es un factor de riesgo para el corazón, aumenta este efecto si se une a las lipoproteínas de baja densidad (LDL). Esta lipoproteína alcanza su nivel más patogénico cuando se realiza su oxidación ya que tiene una función aterogénica. Además de influir en otras patologías como es la presión arterial o trombogénesis.
Las recomendaciones que realizan son:
- Tener una ingesta calórica en relación a su gasto de energía y así tener un peso corporal saludable
La sociedad actual tiene un comportamiento más sedentario por lo que esto produce un aumento del peso corporal. Esto se puede remediar manteniendo un índice de masa corporal adecuado a lo largo de toda la vida reduciendo así el riesgo cardiaco. Las necesidades de energía tiene varibeles como son el nivel de actividad, edad, sexo y las dimensiones de la persona. Para establecer un buen patrón dietético se aconseja un seguimiento por parte de los profesionales sanitarios y así también reducir problemas asociados al corazón.
- Ingesta elevada de frutas y verduras
Las frutas y verduras cuando se ingieren de forma entera contienen una mayor cantidad de fibra y es más saciante que cuando se convierten en zumos. Gracias a consumir una gran variedad de estas se relaciona con una mortalidad menor ya que contienen nutrientes y fitoquímicos esenciales adecuados.
- Elección de cereales integrales frente a cereales refinados
Los cereales integrales están formados en parte por endospermo, germen y salvado siendo una fuente rica en fibra, favoreciendo esto la microbiota intestinal. Además se asocia a un efecto protector para enfermedades cardiovasculares y riesgo cardiometabólico.
- Proteínas
Las proteínas se pueden obtener de la soja, garbanzos, guisantes y otros tipos de legumbres, estos alimentos tienen grandes cantidades de proteína y fibra lo que produce un menor riesgo cardiovascular.
- Pescado y marisco
En la actualidad se recomienda la ingesta de 2-3 veces de pescado por semana debido a que contienen ácidos grasos omega, teniendo en cuenta su forma de preparación siendo esencial en el resultado. El efecto que produce el consumo de pescado es beneficioso a nivel cardiaco y reduce la incidencia de mortalidad.
- Lácteos bajos en grasa o sin grasa frente a lácteos enteros
La sustitución de lácteos enteros por lácteos bajos en grasa o sin realizar un cambio en la composición de los patrones dietéticos produce mayor número de grasas insaturadas que saturadas por lo que se establece un efecto favorable a nivel vascular.
- Carne
El tipo de carne influye en la incidencia y mortalidad cardiovascular, siendo la carne roja la que peor influencia genera. Por lo que se debe de elegir carnes de tipo magro y evitando los productos procesados como salchichas, fiambres o tocino.
- Aceites
Las dietas que contienen grasa saturada y trans se reemplazan por grasas insaturadas tienen un efecto beneficioso para el organismo debido a que baja las concentraciones de colesterol y el riesgo cardiovascular. Las fuentes de grasas saturadas son el aceite de soja, girasol, maíz entre otras. Este tipo de aceite debe ser sustituido por grasas insaturadas como son el aceite de oliva y maní.
- Alimentos poco procesados frente a alimentos ultraprocesados
Existen tres tipos de grupos los mínimamente procesados que contiene la parte animal o vegetal , los alimentos procesado que proviene de ingredientes mínimamente procesados y alimentos procesado a los que se le han añadido sal, azúcar o grasa entre otros y ultraprocesados que además de lo anterior se añade edulcorantes, colorantes, conservantes de forma artificial. Por lo que el consumo de alimentos ultraprocesados se relaciona con un mayor riesgo cardiovascular y obesidad.
- Bebidas con azúcares añadidos y alcohol
Se recomienda el uso excepcional de bebidas que contengan azúcares añadidos ya que tiene un efecto negativo sobre el organismo.
En referencia al alcohol se sugiere no realizar ninguna ingesta ya que hay controversia entre las diferentes entidades asesoras.
- Cloruro de sodio
En primer lugar, el consumo de sal se relaciona con la presión arterial de forma negativa y por tanto afecta a nivel vascular. Por lo que se sugiere un uso muy restringido de la misma o nulo.
Resultados
Se ha establecido unas pautas a seguir en la alimentación para producir beneficios a nivel cardiaco que se dividen en las siguientes secciones:
Fibra
Se puede encontrar en alimentos vegetales como frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, semillas o nueces. Este tipo de alimentos reducen el riesgo de padecer síndrome metabólico y riesgo cardiovascular.
Grasas saturadas, grasas parcialmente hidrogenadas, colesterol
Grasa saturada
Este tipo de grasas se encuentra en carnes, lácteos enteros o en el aceite de coco, palma y palmiste. Si se realiza una modificación de los patrones dietéticos en torno a estos alimentos se disminuye un 30 % el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además se ha demostrado que la dietas bajas en grasas saturadas y ricas en grasa insaturadas se relaciona con una reducción de la mortalidad, diabetes y patologías cardiacas.
Grasas parcialmente hidrogenadas (trans)
Este tipo de grasas constituye en torno al 4-12 % del total de grasa de la dieta. Se puede hallar en aceites vegetales que pasan de estado líquido a estado semisólido o en los aceites de pescados. Las grasas trans tienen efectos negativos a nivel vascular, esto es conocido por a la evidencia científica.
Colesterol
A nivel general la ingesta de colesterol produce un aumento de la colesterolemia, aumentando por tanto las concentraciones de lipoproteínas de alta densidad (HDL) y LDL. Por esto hace que las personas tengan un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Antioxidantes
La toma de antioxidantes mejora la resistencia de las LDL frente a la oxidación que es causante de la aterosclerosis. Por lo que se recomienda la ingesta de los mismos para así realizar una prevención o retraso temporal de la aterosclerosis. Algunos alimentos son: algas, guisantes, puerro, yema de huevo y plátano entre otros.
Vitamina E
Los alimentos en los que se encuentra esta vitamina son los frutos secos, germen de trigo, maíz o aceites vegetales.
Este tipo de vitamina se divide en dos dependiendo de los compuestos químicos siendo cuatro tocoferoles y cuatro tocotrienoles. La no similitud entre ambos es debido a su estructura química y al grado de actividad biológica. El alfa tocoferol es el elemento más predominante en el humano con un 87 % total de la vitamina E. Este elemento ayuda a las lipoproteínas LDL y HDL a tener una myor resistencia a la oxidación por lo que disminuye el riesgo de aterosclerosis. El alfatocoferol disminuye la formación de LDL oxidada, inhibe la agregación plaquetaria y hace que aumenten las células musculares lisas.
Vitamina C o ácido ascórbico
Esta vitamina se puede obtener de frutas cítricas como el kiwi o limón y verduras de hoja verde como espinacas o lechuga.
En diferentes estudios se ha observado que la hay que una mayor cantidad de vitamina C, se reduce la incidencia de enfermedades cardiovasculares. En ciertos pacientes de riesgo como son personas fumadoras o que padecen diabetes mellitus las concentraciones que tiene en el organismo la vitamina C son bajas. Por lo que si se produce un aumento de la ingesta del ácido ascórbico el organismo tendrá: una mayor capacidad antioxidante del plasma, disminución de la presión sanguínea, mejores niveles lípidos. La vitamina C regenera la vitamina E, por esto se aumenta su efectividad.
Betacarotenos
Este se encuentra en frutas y hortalizas de color naranja como son naranjas, zanahorias, calabaza o boniato. En cuanto a las hortalizas lo podemos ingerir mediante acelgas o espinacas.
Dentro de los carotenoides se incluyen la luteína, criptoxantinas, licopenos y carotenos. Se habla sobre todo del betacaroteno ya que es el que mayor poder antioxidante tiene.
Compuesto fenólicos
Los alimentos que contienen estos compuestos son: té, cacao, aceite de oliva virgen extra o la cebolla. Este grupo incluye a sustancias que tienen una o varias funciones fenol unidas a estructuras aromáticas o alifáticas. Los compuestos fenólicos tienen un efecto antioxidante y protector frente a las enfermedades cardiovasculares. La capacidad antioxidante que tiene es motivo de estudio ya que es capaz de captar los radicales libres, produciendo así una prevención sobre el cáncer y el corazón.
Debe de destacar los flavonoides debido a que son los más antioxidantes de este grupo. Por lo que disminuyen las tasas de colesterol total en sangre y de LDL oxidada. Además de controlar la respuesta inflamatoria de una placa de ateroma.
Las isoflavonas y lignanos tienen una estructura química parecida a los estrógenos por esto se incluyen en el grupo de fitoestrógenos. Estos son metabolizados por las bacterias que se encuentran en el sistema digestivo que dan como resultado a sustancias enterolactona que se encarga de unirse a receptores estrogénicos y replicar su acción. Por esto pueden reducir algunos cánceres que son hormono-dependientes y el riesgo de problemas a nivel cardiaco.
Selenio
Este elemento tiene efectos antioxidantes, además que es un elemento indispensable en el sistema inmune ya que aumenta la producción de células asesinas naturales y evita posibles mutaciones. Al tener este efecto antioxidante influye en enfermedades cardiovasculares por lo que se recomienda aumentar el selenio mediante la dieta con alimentos como las frutas, verduras, frutos secos o aceite de oliva virgen extra.
Requisitos nutricionales
Según la evidencia actual es aconsejable que se llegue a los objetivos nutricionales mediante los patrones dietéticos que por la toma individual de nutrientes ya que puede producir un consumo excesivo. Esto es así ya que los estudios realizados aportan resultados en su amplia mayoría nulos, aunque esto no es así en población en situaciones especiales como pueden ser veganos o adultos mayores.
Conclusiones
La población actual tiende a tener un estilo de vida sedentario y una dieta poco saludable por lo que se incrementan los factores riesgo para padecer una enfermedad cardiovascular y un aumento de la mortalidad total. El papel de los profesionales sanitarios se debe centrar en cambiar estos factores de riesgo modificables incrementando así la supervivencia y mejora de la calidad de vida de los pacientes.
Además se ha podido observar que si se sigue una dieta equilibrada los beneficios que aportan los alimentos hacen que la probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular disminuye. Estas dietas deben de estar siempre supervisadas por un profesional sanitario ya que la toma de suplementos o algún elemento en exceso puede producir reacciones adversas no deseadas.
Por último una de las mejoras dietas que se recomienda seguir es la dieta mediterránea debido a que reduce hasta en un 30 % la probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular.
Bibliografía
- Gimeno Creus E. Papel de la dieta en la enfermedad cardiovascular. Offarm [Internet]. 1 de mayo de 2002 [citado 29 de marzo de 2024];21(5):100-4. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-papel-dieta-enfermedad-cardiovascular-13031739
- Defagó MD, Eynard AR. Potenciales de la nutrigenética en el abordaje y tratamiento de enfermedades cardiovasculares y factores de riesgo asociados. Rev Fac Cien Med Univ Nac Cordoba [Internet]. 6 de junio de 2022 [citado 29 de marzo de 2024];79(2):168-80. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9426330/
- Lichtenstein AH, Appel LJ, Vadiveloo M, Hu FB, Kris-Etherton PM, Rebholz CM, et al. Guía dietética de 2021 para mejorar la salud cardiovascular: una declaración científica de la asociación estadounidense del corazón. Circulación 2021[Internet ][citado 29 de marzo de 2024].144(23). Disponible en: http://dx.doi.org/10.1161/cir.0000000000001031