diferentes poblaciones, y según factores como la edad, la presencia de obesidad, antecedentes familiares de diabetes, dislipidemia, hipertensión arterial y otros factores de riesgo relacionados con el estilo de vida.
Hay resultados contradictorios de la relación entre estados de hiperglucemia intermedia y la enfermedad y mortalidad cardiovascular, presentando mayor asociación con Tolerancia anormal a la glucosa (TAG) que con Glucosa de ayuno anormal (GAA), los niveles de Hemoglobina glicosilada (HbA1c) mayor a 6% se asocian al riesgo de enfermedad coronaria (37). Un estudio británico de cohortes realizado en europeos y surasiáticos de 40 a 69 años de edad, en el cual se determinó prediabetes por AGA y Hemoglobina glicosilada (HbA1c), de 5.7 a 6.5%, encontró en los europeos la Hemoglobina glicosilada (HbA1c) de 6 a 6.5% se asoció con enfermedad coronaria y riesgo cardiovascular; mientras en el grupo de surasiáticos la prediabetes se asoció con el riesgo de accidente cerebrovascular y progresión a diabetes (8).
En España, en el estudio de prediabetes en atención primaria, la incidencia de eventos cardiovasculares tras el primer año de seguimiento, fue menor en personas con normoglucemia, que, en personas con prediabetes (38). En el segundo aunque existió relación esta fue mucho menor (9). En un estudio de seguimiento posterior a un primer infarto de miocardio, en Colombia y Ecuador, la prediabetes y diabetes se asociaron a tasas más altas de episodios adversos cardiovasculares mayores posteriores al infarto, que en los normoglucémicos (39).
La prediabetes se ha relacionado con neuropatía, así el estudio PROMISE encontró neuropatía periférica en el 49% de personas con prediabetes y en el 50% de personas con diabetes recién diagnosticada (40).
La prediabetes se asocia con estados iniciales de enfermedad renal, un estudio en personas de 50 a 62 años de edad, encontró en personas con prediabetes mayor filtración glomerular y albuminuria (7).
No existe una asociación clara, pero se han encontrado signos de retinopatía antes del diagnóstico de diabetes. En indios Pima, se encontró retinopatía en 3.3% de personas con Glucosa de ayuno anormal (GAA), en 0.6% de personas con Tolerancia anormal a la glucosa (TAG), en el 4.1% de personas con las dos alteraciones, y en el 0.3% de personas sin prediabetes. Las tasas de retinopatía fueron mayores a partir de 35 años de edad (41).
También se ha encontrado que la prediabetes es más frecuente en personas con periodontitis (42).
Por otro lado, los estados de prediabetes también, se han asociado con un mayor riesgo de padecer algunos tipos de cáncer como de hígado, endometrio, mama, páncreas, estómago, colon y recto (10).
Así como, se ha encontrado relación entre intolerancia a la glucosa y riesgo de demencia (43).
Tratamiento de los estados de prediabetes
En el estudio finlandés de prevención de diabetes, la intervención intensiva en el estilo de vida, realizando cambios en la alimentación, actividad física y disminución moderada de peso en personas con alto riesgo de diabetes, disminuyó la incidencia de diabetes en un 58%, cifra semejante a la conseguida en el programa de prevención de diabetes (DPP) en adultos con Tolerancia anormal a la glucosa (TAG) en Estados Unidos, en este estudio con el tratamiento con metformina el riesgo disminuyó un 31% (44).
Aunque no se recomienda el uso de fármacos para prediabetes, el uso de Orlistat puede contribuir a una mayor pérdida de peso, y en personas con riesgo muy elevado con un IMC mayor de 35 kg/m2, o con prediabetes persistente a pesar de los cambios del estilo de vida, la Asociación Americana de Diabetes (ADA) sugiere valorar el uso de fármacos como Metformina (2). En personas con prediabetes con IMC mayor de 35 kg/m2, se pudiera considerar la cirugía bariátrica (4).
Factores de riesgo para prediabetes y diabetes
Los factores de riesgo genéticos son modulados por el ambiente y la conducta, los factores sociales y psicológicos contribuyen al riesgo de factores biológicos y clínicos, algunos pueden ser modificables y otros no modificables, entre ellos encontramos (45):
Factores de riesgo no modificables.
- Edad
- Antecedentes familiares de diabetes y factores genéticos.
- Antecedentes de enfermedad cardiovascular.
- Raza o etnicidad (afro-estadounidense, hispano-estadounidense, amerindio, ascendencia asiática, isleño del Pacífico)
- Mujeres con antecedentes de diabetes gestacional, que han tenido macrofetos o síndrome de ovario poliquístico.
- Bajo peso al nacer
Factores de riesgo modificables.
- Sobrepeso y obesidad, mayor riesgo a mayor índice de masa corporal (IMC) y perímetro de cintura
- Hipertensión arterial
- Dislipidemia
- Poca actividad física o sedentarismo
- Dieta no saludable, consumo de alcohol, tabaquismo.
- Depresión: puede relacionarse con sedentarismo y dieta no saludable
Factores de riesgo sociales y ambientales.
- Falta de espacios deportivos
- Entorno que promueve dieta poco saludable
- Nivel socioeconómico bajo
- Factores socioculturales.
- Migración reciente de zona rural a zona urbana.
- Factores psicosociales como estrés, ansiedad, desempleo, aislamiento social.
Aunque la evidencia es insuficiente, algunas situaciones como el ser hijo primogénito, la talla baja, retraso en el crecimiento intrauterino asociado a un rápido crecimiento compensatorio postnatal, desnutrición en el primer año de vida sobre todo en varones, han sido relacionadas con una mayor probabilidad de desarrollar prediabetes. En niños primogénitos se encontró menor sensibilidad a la insulina y cifras mayores cifras de presión arterial (46). Esto sugiere la necesidad de identificar, prevenir y controlar los factores de riesgo modificables, desde etapas tempranas de la vida.
Factores conductuales
Un estudio reciente en Estados Unidos, encontró una leve disminución en el riesgo de diabetes en personas que consumen comida casera de 11 a 14 veces a la semana, y un riesgo mayor en quienes comen comida preparada en casa 6 veces o menos a la semana, la comida casera se asoció a un menor aumento de peso, mayor consumo de alimentos ricos en fibra, frutas verduras y lácteos desnatados y menor consumo de bebidas azucaradas. (47)
Tabaquismo
El tabaco puede afectar la función de las células beta del páncreas, inducir una inflamación crónica del páncreas, causar deterioro en la secreción y sensibilidad a la insulina, en el metabolismo de los lípidos; la nicotina provoca una descarga adrenal aumentando la glucosa en sangre, presión arterial, frecuencia cardíaca y otros efectos sistémicos. El tabaquismo pasivo y activo se relaciona con un mayor riesgo de diabetes (48).