aparece. Focaliza la atención en el fenómeno, no solo en el sentido de lo que aparece, sean esencias particulares o generales, sino también del modo como aparecen. Heidegger, M., indica que cabe la posibilidad de que un ente o fenómeno se muestre como “lo que no es” en sí mismo. La apariencia en cuanto apariencia de algo quiere decir anunciarse algo que no se muestra, por medio de algo que se muestra. Heidegger, M. establece una diferencia entre fenómeno (mostrarse en sí mismo) y la apariencia que señala una relación de referencia dentro del ente mismo, con ello quiere concretar que los fenómenos o entes no son nunca apariencias, pero en cambio toda apariencia necesita de fenómenos (6).
La apariencia significativa, el aspecto que ofrece una cosa cuando se deja ver, se manifiesta, se presenta generalmente a la vista (8). Este significado puede interpretarse de tres modos: a) La apariencia de una cosa es lo mismo que su realidad; la cosa es como aparece, esto es, se deja ver en su aparecer. b) La apariencia es algún aspecto (de la realidad) de una cosa. c) La apariencia de una cosa es distinta de su realidad y hasta puede ocultar esa realidad.
Fase 4.- Constitución fenomenológica.
Según Spiegelberg, H., la citada constitución es estudiar el fenómeno, tal como está configurado en nuestra conciencia. La constitución fenomenológica significa el proceso, en el cual el fenómeno toma forma en nuestra conciencia hasta llegar a obtener una imagen de su estructura. La constitución fenomenológica puede ayudarnos a desarrollar el sentido de nuestra relación con el mundo (8).
La posición Spiegelberiana sobre la constitución fenomenológica proyecta dos ideas sustantivas: a) El fenómeno toma forma en nuestra conciencia, por lo tanto en ésta existen percepciones, significados acuerdos, pensamientos, sentimientos, deseos, voliciones, que hacen referencia a un yo interior, b) Ayuda al desarrollo de nuestra relación con el mundo. En este sentido, Heidegger, M expone que el ser humano siempre está inmerso en el mundo de otras personas y de las cosas. Al referirse a las cosas, el autor las reconoce como objetos por los que tengo interés; es decir cosas de uso específico. El ser de las cosas significa pertenecer a esa totalidad instrumental que es el mundo (9)
Fase 5.- Reducción Fenomenológica.
El desarrollo de esta fase, exige al investigador prescindir de conocimientos, prejuicios, teorías, respuestas tentativas; con el fin de captar el verdadero significado de la realidad vivenciada por el informante. Esta fase es crítica para la preservación de la objetividad. Spiegelberg, H., reconoce que el proceso reductivo es también la base para posponer cualquier revisión de la literatura hasta que la información haya sido analizada. (7) Es posible que el investigador conozca o tenga opiniones acerca del fenómeno bajo estudio, pero debe mantenerlo separado de la descripción de los participantes. Es el uso de la epojé, que se refiere a la suspensión de toda creencia o explicación existente sobre el fenómeno.
Husserl, E. en su filosofía fenomenológica, lo considera como un poner entre paréntesis aquellas cuestiones de la existencia y justificación causal de las cosas, que se refleja en un cambio radical frente a la tesis natural, (10) y que en este caso son los datos significativos aportados por los actores sociales. La suspensión de toda explicación permite avanzar hacia el objetivo propuesto que es la comprensión de las vivencias en toda su pureza.
Fase 6.- Fenomenología Hermenéutica.
Es interpretar el sentido de los significados. La descripción y la interpretación ayudan a alcanzar la comprensión a través del fenómeno a estudiarse. En la fenomenología hermenéutica, según Spiegelberg, H, su campo de aplicación es en aquellas situaciones, en las cuales nosotros encontramos significados que no son comprendidos inmediatamente, pero que requieren esfuerzos interpretativos (7). Con ello, trata de concretar aún más, que esta fase busca en todo momento, sólo aquello que es plenamente vivido por la persona.
La fenomenología hermenéutica, es una exploración interpretativa del humano, como ser histórico y que se manifiesta en el lenguaje. Esto lo definió como hermenéutica filosófica para expresar que comprender e interpretar textos, no es solo una instancia científica, sino que pertenece con toda evidencia a la experiencia humana del mundo. Reafirma con ello, que son experiencias en las que se expresa una verdad, que no puede ser verificada con los medios disponibles de la metodología científica (11).
Por lo tanto, la función de la hermenéutica, es que para enunciar algo, se requiere de una respuesta a una interrogante, es decir que a la dialéctica de la interpretación le ha precedido siempre la dialéctica de pregunta y respuesta. Ella es la que determina la comprensión con un acontecer. En este sentido, la realidad de la persona con su mundo de vivencias es histórica y lingüística (11).
El investigador, en su condición de hermeneuta, ha de ser capaz de valorar e interpretar la variedad de manifestaciones presentes en el lenguaje oral y somático de las personas participantes en el estudio con el fin de recopilar información fidedigna y útil.
Un observador de una interacción social no tiene un acceso directo y sin problemas al “significado” inequívoco de las acciones que ocurren, porque la gente actúa en una situación que un observador no comparte plenamente; además, ellos mismos no comprenden todos los aspectos pertinentes de sus propias acciones. Todo acto, observado aisladamente de su situación, lo más probable es que resulte ambiguo, apareciendo como opaco u oscuro. Por estas razones, una metodología para el estudio de la acción debe ser confeccionada específicamente para sus complejidades y peculiaridades.