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Fitosteroles. Mecanismos biológicos y efectos metabólicos

el contexto de una dieta sana pobre en ácidos grasos saturados supone una reducción de los niveles de LDL-C del 10% (27).

Un metaanálisis realizado recientemente en el que se tomaron datos de 170.000 pacientes participantes en 26 estudios ha demostrado que la reducción de cada mmol / L de LDL-C tiene importantes consecuencias para el riesgo de padecer accidentes cardiovasculares no mortales. Concretamente, este metaanálisis señala que una reducción de 1 mmol / L de LDL-C implica una disminución de los accidentes de un 22%, mientras que 2 mmol / L comportan un descenso del 40% y 3 mmol / L significan una reducción del 50% (28).

Los alimentos enriquecidos en esteroles o estanoles vegetales han demostrado una disminución de los niveles de LDL-C, según muestran los resultados de 4 metaanálisis realizados hasta la fecha sobre este hecho (29,30,31,32). Además, se ha demostrado que esta disminución no es transitoria, sino estable en el tiempo, como demuestran los resultados de un estudio que se prolongó durante 85 semanas (33).

No obstante, los 4 metaanálisis a los que se ha hecho referencia anteriormente mostraban una relación dosis-respuesta no linear.

Sin embargo, otro estudio más reciente llevado a cabo por Mensik et al. (34) ha puesto de manifiesto una relación lineal. Comparado con el grupo control, la administración de 3, 6 o 9 g al día de estanoles conseguía una reducción de 7,5, 12 y 17,4% de los niveles de colesterol respectivamente.

Estos resultados se ven corroborados por otro estudio realizado por Gylling et al. (35) en el que la administración de 8,8 gramos diarios de estanoles consiguió una disminución del 17,4% de las concentraciones de LDL-C.

Por tanto, según estos estudios, un consumo de estanoles por encima de los niveles recomendados por la asociación estadounidense anteriormente indicada, se acompañaría de un descenso proporcional en los niveles de LDL-C plasmático. Así lo demuestra el metaanálisis realizado por Musa et al.(36) en el que se recogieron los resultados de un total de 113 publicaciones y un estudio todavía no publicado, en el que se recogen resultados de un descenso máximo de las concentraciones de LDL-C del 16,4% tras la administración de estanoles y del 8,3% tras la administración de esteroles.

Según los estudios (37), para mantener estos efectos en el tiempo es necesario la administración frecuente. Es decir, los efectos de la ingesta de esteroles y estanoles en la dieta se pueden mantener en el tiempo siempre que se mantenga también la administración de estos agentes.

Además, también se han realizado estudios que ponen de relieve la importancia de administrar estas sustancias durante o después de las principales comidas del día, pues éstas son las que contienen mayor cantidad de grasas. Así, un estudio realizado por Abunweis et al. (6) muestra que el consumo únicamente durante o después del desayuno no consigue disminuir las concentraciones de LDL-C, mientras que su toma durante o después el almuerzo o la cena sí que conseguía disminuir estos niveles.

Con respecto a las diferencias entre la administración de esteroles o estanoles, los estudios muestran que el efecto de ambos es el mismo (38). Sin embargo, la concentración de esteroles en determinadas comidas es 10 veces superior comparado con la de estanoles. Además, la absorción de esteroles es del 5% mientras que la de estanoles es del 1%.

Efectos sobre otros lípidos plasmáticos diferentes del LDL-C

Sobre el HDL

Los efectos de la ingesta de fitoesteroles sobre los niveles de HDL no se conocen con certeza. Hay muchos estudios clásicos que afirman que los fitoesteroles no los modifican, mientras que algunos estudios más recientes defienden que podrían conseguir un aumento del colesterol HDL de entre un 5 y un 11% (39).

No obstante, en muchos de estos estudios los incrementos en el colesterol HDL puede que se deban a la introducción de cambios en el estilo de vida, como la introducción de la práctica deportiva en la rutina diaria (40).

Por otro lado, existen estudios clásicos realizados en niños con hipercolesterolemia familiar que afirman que en este caso los fitoesteroles pueden provocar una disminución de los niveles de HDL-C.

Sobre este mismo tema, un estudio más reciente realizado por Naumann et al. (41) ha comparado la influencia de administración de fitoesteroles en dos grupos de pacientes con diferentes niveles de HDL-C basal. Se ha observado que se ha producido un aumento en los niveles de HDL-C en los pacientes cuyo nivel basal era bajo y un descenso en aquéllos cuyo nivel basal era alto.

Otros estudios han pretendido ir más allá e intentar averiguar qué fracción de HDL-C se ve modificada por la introducción de fitoesteroles en la dieta. En este aspecto, destaca un estudio realizado en 2006 en el que participaron 21 pacientes con dislipemia y un moderado sobrepeso. En él se vio que 4 semanas de dieta con esteroles suponían un aumento del HDL2 y una disminución del HDL3 (42).

En cualquier caso, parece ser que los efectos de los fitoesteroles sobre los niveles de colesterol son más marcados en aquellos pacientes con gran ingesta en la dieta de colesterol, otras grasas o hidratos de carbono (43).

Sobre los triglicéridos

La mayoría de los estudios indican que no existe efecto de los fitoesteroles sobre los niveles de triglicéridos. No obstante, algunos estudios indican que en determinados pacientes se podría conseguir una disminución de los niveles de triglicéridos de hasta el 9% (44), especialmente si estos pacientes tenían niveles basales de triglicéridos elevados.

Sobre el VLDL

De la misma forma que para el HDL, la mayoría de los estudios indican que las concentraciones séricas no cambian con la administración de  esteroles. Sin embargo, hay otros que muestran un descenso significativo en los pacientes que toman esteroles con respecto al grupo control (15).

Posible explicación de las diferencias entre los estudios

Como una posible explicación a las diferencias encontradas entre los distintos grupos de individuos, se ha estudiado la influencia de los subtipos de apoE.

Para ello se tomó una muestra de 217 individuos: 26 portaban el alelo E2, 51 portaban el alelo E4 y 130 eran homocigotos para E3. Tras 4 semanas  de dieta pobre en grasas y colesterol y 5 semanas de administración de esteroles o placebo, obtuvieron los siguientes resultados (45). Los niveles de triglicéridos sólo descendieron en los pacientes con el alelo E2; los niveles de