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Fractura de pene y sus principales causas. Revisión bibliográfica

Fractura de pene y sus principales causas. Revisión bibliográfica

Autora principal: Andrea Remacha Rodríguez

Vol. XV; nº 10; 439

Penile fracture and its main causes. Bibliographic review

Fecha de recepción: 13/03/2020

Fecha de aceptación: 14/05/2020

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 10 –  Segunda quincena de Mayo de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 10; 439

AUTORES

Andrea Remacha Rodríguez. Máster de Iniciación en Investigación en Ciencias de la Enfermería. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.

Cristina López Hernández. Máster en Gerontología Social. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.

Mireya Layunta Hernández. Máster en Gerontología Social. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.

Carlos Alberto Luna Gandú. Máster de Iniciación en Investigación en Ciencias de la Enfermería y Máster de Gestión en Dirección de Centros Sanitarios. Enfermero en Hospital Clínico Lozano Blesa, Zaragoza, España.

Teresa Rodríguez Romero. TCAE en Hospital Materno Infantil de Zaragoza, España.

RESUMEN

Introducción: En el traumatismo de pene se pueden distinguir lesiones del tejido cutáneo del pene y de los cuerpos cavernosos. La fractura de pene es la lesión más prevalente, ocasionada por la flexión del pene en estado erecto, ocasionando la rotura de la túnica albugínea provocando un hematoma. La causa más frecuente es por relaciones sexuales, tanto durante la penetración, al chocar el pene erecto contra una estructura sólida.

Objetivo: Examinar la literatura publicada y el conocimiento científico actual sobre la fractura de pene y sus principales causas.

Metodología: En la realización del presente trabajo se realizó una revisión bibliográfica en las siguientes bases de datos: Pubmed, Science Direct, Scielo y  Dialnet. Como límite se ha utilizado idioma (español o inglés) y fecha de publicación (a partir de 2016).

Resultados: Ha sido observado que la mayor parte de casos estudiados o reportados de fractura de pene, ha sido consecuencia de mantener relaciones sexuales, presentando la mayoría, clínica y tratamiento común.

Conclusiones: tras la presentación de casos y seguimiento de pacientes podemos concluir que la principal causa de fractura de pene son las relaciones sexuales. La educación para la salud es una herramienta principal para normalizar estos casos y darles protagonismo, con el fin de evitar que sea un tema tabú y asimismo establecer una prevención primaria que evite la mayoría de incidentes.

Palabras clave: cuerpos cavernosos,  fractura de pene, lesiones, relaciones sexuales.

ABSTRACT

Introduction: In penile trauma, lesions of the cutaneous tissue of the penis and of the corpora cavernosa can be distinguished. Penile fracture is the most prevalent lesion, caused by the flexion of the penis in an erect state, causing the rupture of the tunica albuginea causing a bruise. The most common cause is sexual intercourse, both during penetration, when the erect penis hits a solid structure.

Objective: Examine published literature and current scientific knowledge about penile fracture and its main causes.

Methods: In the realization of the present work a bibliographic review was made in the following databases: Pubmed, Science Direct, Scielo and Dialnet. As a limit, language has been used (Spanish or English) and date of publication (as of 2016).

Results: It has been observed that the majority of cases studied or reported of penile fracture have been the result of having sex, presenting the majority, clinical and common treatment.

Conclusions: After the presentation of cases and follow-up of patients we can conclude that the main cause of penile fracture is sexual intercourse. Health education is a main tool to normalize these cases and give them prominence, in order to avoid being a taboo subject and also establish a primary prevention that avoids most incidents.

Keywords: corpora cavernosa, lesions, penile fracture, sexual intercourse.

INTRODUCCIÓN

Anatomía

El aparato reproductor masculino se puede dividir en genitales internos compuesto de testículos, epidídimo y conducto deferente y en genitales externos donde encontramos el pene. El pene es un órgano reproductor y urinario, cilíndrico formado por dos cuerpos cavernosos y uno esponjoso. Estos cuerpos están revestidos por una túnica albugínea que les da forma, rodeados por la fascia de Buck que les protege. La uretra por su parte, recorre el interior del cuerpo esponjoso hasta el meato urinario, situado en el glande (1,2).

Los cuerpos cavernosos están compuestos de tejido eréctil. Durante la erección, estos se llenan de sangre a través de la arteria cavernosa pudiendo llegar a aumentar su tamaño hasta cuatro veces por encima de su estado normal. (1,3)

Fractura de pene

En el traumatismo de pene se pueden distinguir lesiones del tejido cutáneo del pene y de los cuerpos cavernosos. La fractura de pene es la lesión más prevalente, ocasionada por la flexión del pene en estado erecto, ocasionando la rotura de la túnica albugínea provocando un hematoma. Podemos encontrar una rotura del cuerpo cavernoso unilateral o bilateral que se puede acompañar de una fractura de cuerpo esponjoso y lesión uretral (4, 5, 6).

Etiología

La causa más frecuente es por relaciones sexuales, tanto durante la penetración, al chocar el pene erecto contra una estructura sólida, como al producirse una necrosis por la colocación de juguetes sexuales que irrumpen el riego sanguíneo con el fin de alargar la erección. La automanipulación es otra de las causas principales, destacando el taqaandan, una práctica popular en medio oriente que consiste en doblar el eje longitudinal del pene durante la erección para detumescerlo (6).

Manifestaciones clínicas

En la mayoría de casos en los que se produce una fractura de pene mientras se mantiene una relación sexual coital, el paciente manifiesta un chasquido, seguido de una detumescencia inmediata, hematoma y desviación del pene. La ecografía mostrara la solución de continuidad de la túnica albugínea (6, 7, 8).

Tratamiento

En cuanto al tratamiento encontramos el conservador y el quirúrgico. El conservador, ya en desuso, se basaba en frio local, vendaje compresivo para inmovilizar el miembro, antiinflamatorios y antibióticos y medicación para evitar la erección. Este tratamiento conlleva la aparición de elevadas complicaciones como son la incurvación peneana, estenosis uretral, disfunción eréctil o erecciones dolorosas entre otras (5,6).

La intervención quirúrgica es la más recomendable, destacando la incisión circunferencial subcoronal, permitiendo una correcta exploración de la lesión, así como la liberación del hematoma y la reparación de la túnica albugínea. Tras ello se colocará un vendaje compresivo alrededor del pene, sonda vesical y fármacos que inhiban la erección (4).

MATERIAL Y MÉTODO

Para poder evaluar la investigación sobre la fractura de pene, ha sido necesaria llevar a cabo una extensa revisión de la literatura publicada hasta la actualidad.

Para ello, se utilizaron las siguientes bases de datos: Pubmed, Science Direct, Scielo y  Dialnet.

 Las palabras claves utilizadas fueron: “cuerpos cavernosos”, “fractura de pene”, “lesiones” “relaciones sexuales”.

Como criterios de inclusión y exclusión se ha utilizado idioma (español o inglés) y fecha de publicación (a partir de 2016). No se tuvo en cuenta la edad de los afectados, ni el tratamiento llevado a cabo.

Tras la búsqueda, todos los documentos fueron leídos y evaluados, recopilando aportaciones y conclusiones actuales sobre el tema que nos ocupa.

RESULTADOS

Tras el examen de la literatura, se exponen a continuación todos aquellos conceptos y conocimientos publicados en la actualidad, necesarios para entender las causas principales de la fractura de pene.

Un estudio de Barros (2017) presenta 90 casos de fractura de pene, en los cuales evaluó cual era la relación entre la posición sexual y la severidad de la fractura de pene (9).

Una revisión sistemática de Falcone (2018) analiza 438 pacientes de los cuales el 80% presentan una fractura de pene como consecuencia de mantener relaciones sexuales (10).

La presentación de un caso clínico de Marrero (2017) presenta una fractura de pene de un varón de 48 años de edad el cual al realizar un movimiento intempestivo durante un coito vaginal escucho un chasquido, seguido de dolor, tumefacción y deformidad del miembro (11).

La presentación de otro caso clínico de Lever- Rosas (2017) presenta una fractura de pene de un varón de 41 años durante la actividad sexual, provocándole incapacidad para la deambulación en el momento del incidente (12).

Casco (2016) reporta 4 casos de lesiones de penes, el primero de ellos un paciente de 40 años que durante una relación sexual, su pareja se mueve y golpea su miembro contra el pubis de esta, escuchando un ruido y la aparición de dolor y pérdida de erección. El segundo caso es un hematoma que también se relacionó con la actividad sexual, pero se descartó que fuera una posible fractura de pene (13).

El estudio de De Luca (2017) relata que de 76 pacientes a los que realizaron un seguimiento, 70 presentaron fractura de pene relacionado con una relación sexual. La maniobra de taqaand en 3 y un traumatismo mientras dormían en otros tres (14).

Beilan (2016) reporta un caso de un varón de 62 años el cual dos días después de someterse a inyecciones de colagenasa para disminuir la curvatura fálica que presentaba, y haciendo caso omiso a las indicaciones de su urólogo, utiliza un dispositivo de erección, causándole de forma repentina dolor y detumescencia. Durante esa semana presentó inflamación y equimosis en el pene, sospechando de este modo, una fractura del mismo (15).

DISCUSION

La fractura de pene es una enfermedad poco común, son escasos los casos reportados hasta la actualidad, a principios de la última década se habían registrado 1500 casos. Se llega a pensar que no todos los casos son tratados por un médico, debido a que esta patología puede dar vergüenza e incluso ser un tema tabú para quien la presenta, además de que suele estar asociado a relaciones sexuales; por ello la incidencia no se conoce a ciencia cierta y es posible que sea mucho mayor de la reportada en la literatura. Estudios en occidente reportan que hasta el 94% de los casos ocurren durante la actividad sexual. En oriente el 76% de los casos se asocian a la automanipulación (4, 5, 6).

CONCLUSIONES

La fractura de pene es una urgencia urológica, la cual es necesaria tratar inmediatamente para evitar complicaciones. La educación para la salud es una herramienta principal para normalizar estos casos y darles protagonismo, con el fin de evitar que sea un tema tabú y asimismo establecer una prevención primaria que evite la mayoría de incidentes. Finalmente, tras la presentación de casos y seguimiento de pacientes podemos concluir que la principal causa de fractura de pene son las relaciones sexuales.

BIBLIOGRAFIA

  1. Guillamás, C., Gutiérrez, E., Hernando, A., Méndez, M. J., Sánchez-Cascado, G., Tordesillas, L. Anatomía, fisiología y patología del aparato genital masculino y femenino (Técnicas básicas de enfermería). Editex. 2017.
  2. Méndez C, Quiñones G. Análisis de caso: Disfunción sexual. Carta Comunitaria. 2018; 26(148): 55-61.
  3. García W. Fisiopatología del priapismo en el paciente con anemia drepanocítica. Revista Cubana de Hematología, Inmunología y Hemoterapia, 2016; 32(4): 438-446.
  4. Metzler IS, Reed-Maldonado AB, Lue TF. Suspected penile fracture: to operate or not to operate? Transl Androl Urol. 2017; 6(5):981–986.
  5. Esposito A, Giannitto C, Muzzupappa C, Maccagnoni S, Gadda F, Albo G, et al. MRI of penile fracture: what should be a tailored protocol in emergency? Radiol Med. 2016; 121: 711-8.
  6. Magaña-González E, Sánchez-Núnez E, Jaspersen-Gastelum J, Rosas-Nava E., Acevedo-García C, Hernández-Farías Á, Rico-Frontana E. ¿Existe disfunción eréctil posterior al manejo quirúrgico en la fractura de pene? Evaluación funcional y de la satisfacción sexual. Revista Mexicana de Urología. 2019; 79(5): 1-11.
  7. Chaves, M. B. Determinación médico legal de la capacidad eréctil. Medicina Legal de Costa Rica. 2016; 33(2): 77-85.
  8. Castelo L., Romero M, Aguilar J. Blanco D. Care protocol for erectile dysfunction. Revista Sexología y Sociedad. 2016; 22(2): 188-215.
  9. Barros R, Schulze L, Ornellas AA, Koifman L, Favorito LA. Relationship between sexual position and severity of penile fracture. Int J Impot Res. 2017; 29(5):207–209.
  10. Falcone M, Garaffa G, Castiglione F, Ralph DJ. Current Management of Penile Fracture: An Up-to-Date Systematic Review. Sexual Medicine Reviews. 2018; 6(2):253–60.
  11. Marrero Santos L, Quevedo Ronda A, Tundidor Bermúdez M. Fractura de pene. Presentación de un caso clínico. 2017; 55(261): 31-36.
  12. Lever-Rosas, C, Pérez-Barbosa, P, García-Núñez, L, Chávez-Rodríguez, J. Fractura de pene. Reporte de un caso. Revista de Sanidad Militar, 2017; 56(4): 177-180.
  13. Casco S, Soto-Vega E, Arroyo C. Lesiones de pene: reporte de 4 casos. Revista Mexicana de Urología. 2016; 76(6): 378-382.
  14. De Luca F, Garaffa G, Falcone M, Raheem A, , Zacharakis E et al. Functional outcomes following immediate repair of penile fracture: a tertiary referral centre experience with 76 consecutive patients. 2017; 51(2): 170-175.
  15. Beilan JA, Baumgarten AS, Bickell M, Parker J, Carrion RE. Suspected penile fracture after Xiaflex injection and use of a VED. Urology. 2016; 98: 4-7.